Este documento describe el proceso de creación de una construcción fotográfica titulada "Botijo enjaulado". Se utilizaron tres fotografías propias - de tierra arcillosa, un botijo de cerámica y una jaula - que fueron modificadas y combinadas digitalmente. El resultado final muestra un botijo colocado dentro de una jaula sobre un suelo de tierra seca, creando una imagen surrealista que busca llamar la atención sobre los problemas de escasez de agua.
2. 1. Como fondo de esta construcción fotográfica se
emplea una foto propia de un suelo arcilloso, rese-
co y cuarteado.
2. Dado que la creación va ha tener un formato verti-
cal, se gira 90º hacia la izquierda, se genera una
perspectiva adecuada y se aplican ajustes de bri-
llo, reducción de contraste e intensidad cromática,
haciendo uso de varios recursos disponibles en un
programa informático de tratamiento de la imagen.
3. 3. y 4. Se emplea una toma propia de este peculiar botijo-pájaro para ser enjaulado. Se trabaja con ella recortán-
dola, suavizando el borde y mejorando el enfoque; luego se aplica brillo, contraste, intensidad cromática y se
oscurece levemente la parte inferior. Con la intención de resaltar más el pájaro, se recorta en una copia de
esta imagen y se le satura y aumenta el contraste.
4. 6. Su minuciosa transformación se ha
iniciado aumentando el enfoque y
mejorando su posición y perspecti-
va. Luego, se ha recortado la bola
superior y se ha desplazado hacia
abajo, después de eliminar las infe-
riores. Posteriormente, se ha recor-
tando el resto de la jaula y suavi-
zando los bordes. A continuación,
se ha eliminado el anillo central pa-
ra aumentar la transparencia, se ha
desplazado el cuerpo superior de la
jaula hasta montarlo sobre el inferior
y se han recreado, en esa zona, los
barrotes posteriores que quedarán
visibles fuera del botijo. Para finali-
zar, se realizan algunas clonaciones
aisladas y se aplica luminosidad y
color rojizo levemente.
5. Para recluir al botijo-pájaro, se em-
pleará esta foto propia de una jaula
encontrada azarosamente, como la
mayoría de las imágenes que em-
pleo en mis obras.
5. 7. Una vez concluidas las modi-
ficaciones en los dos objetos,
se activa el botijo sobre la
jaula y se ajustan las dimen-
siones del primero a conve-
niencia.
8. Para conseguir que el botijo
se sitúe dentro de la jaula, se
hace una copia de ésta, se
coloca encima de la capa del
botijo, se selecciona éste, se
invierte la selección y se bo-
rra la parte de la jaula que
queda fuera del botijo. Para
concluir esta parte del trabajo
sólo queda eliminar los barro-
tes posteriores, la parte tras-
era de los aros y la base de
la jaula.
6. 9. Estando adecuadamente dispuestas las distintas
capas, la obra queda resuelta eliminando un poco
de luminosidad y efectuando debidamente las di-
ferentes sombras, en consonancia con las que
aparecen predeterminadas en el relieve de la tie-
rra: la sombrita inferior del botijo y la sombra late-
ral, la sombra interior de la jaula sobre el botijo y
sobre su propia base, y las sombras exteriores de
la jaula bajo sus patas, bajo su base y hacia su iz-
quierda.
7. TÍTULO: “Botijo enjaulado”.
MEDIDAS: Variables.
FECHA DE REALIZACIÓN: Abril de 2015.
MATERIALES: Tres fotografías propias: una de tierra arcillo-
sa reseca, una de un botijo de cerámica y otra de una jaula.
TÉCNICA: Construcción fotográfica con recursos digitales.
COMENTARIO:
Este trabajo muestra una sencilla imagen, construida so-
lamente con tres fotografías, que resulta enormemente sor-
prendente por su extrañeza, a pesar de la familiaridad de sus
componentes: tierra, botijo y jaula; pero el asombro se logra
precisamente porque siendo elementos fácilmente reconoci-
bles, queda perturbada la experiencia perceptiva del obser-
vador por la forma surreal de relacionarlos. A primera vista, el
vínculo que causa mayor perplejidad es el botijo recluido en
una jaula, pero esa primera impresión queda algo suavizada
al comprobar que dicho objeto cerámico incluye un pájaro en
su decoración que, lógicamente, está también enjaulado, pre-
sencia que consigue que el botijo resulte menos surreal. El
otro impacto sorpresivo se produce por el hecho de que la
jaula no se presenta colgada, a pesar de que esté equipada
de argolla en su parte superior, ni apoyada en algún mueble,
repisa o, incluso, en un suelo doméstico, sino en una tierra
arcillosa, reseca y cuarteada.
La tierra que le sirve de contexto al botijo enjaulado es de
arcilla, precisamente porque es la materia prima de ese obje-
to. La arcilla tiene propiedades plásticas que permiten mode-
larla estando humedecida y al secarse se torna firme, pero
cuando se cuece se convierte en un material permanente-
mente rígido, denominado cerámica; además, ha sido un tipo
de materia muy importante en la historia de la humanidad,
desde sus inicios hasta la actualidad. Es, pues, un elemento
que precisa del agua para ser modelado, y que cuando se
emplea para fabricar vasijas puede retener y almacenar
agua; sin embargo, la tierra arcillosa de la imagen conforma
un lecho que no retiene el agua que debería porque no la re-
cibe, y se degrada desertizándose.
El botijo, objeto típico de la cultura española, es una vasija
abultada de barro cocido poroso, diseñado para beber y con-
servar fresca el agua, pero el recipiente de “Botijo enjaulado”
tiene negadas ambas funciones, puesto que al estar encerra-
do se impide su uso -o al menos se dificulta- y porque al tra-
tarse de un botijo meramente decorativo, y estar pintado con
esmaltes, pierde su porosidad natural e imposibilita que el
agua pueda refrescarse, convirtiéndose en un objeto absurdo.
La jaula es otro tipo de receptáculo, de paredes enrejadas
y con cierre, que se utiliza para mantener animales cautivos,
en especial los pájaros, esos seres que tienen sus extremida-
des anteriores transformadas en alas para poder volar. Existe,
pues, una analogía entre la relación de cerramiento existente
entre jaula y pájaro, y entre botijo y agua, siendo el pájaro y el
agua de tendencia libre, pero el agua sufre una doble reclu-
sión del botijo y de la jaula, en un entorno árido en el que el
agua se ha disipado; por otro lado, hay una relación semánti-
ca entre botijo y pájaro, dado que al botijo en Andalucía se le
llama búcaro, y búcaro es también un ave zancuda, precisa-
mente en vías de extinción, por ello en esta construcción foto-
gráfica botijo y pájaro se identifican.
Tenemos, entonces, una tierra sedienta y un insensato
botijo que, de tener agua, probablemente no podría beberse
por estar apresado y, además, estaría caliente. De este mo-
do, “Botijo enjaulado” plantea el problema planetario de la es-
casez del agua (física o económica), bien esencial para la su-
pervivencia de todas las formas de vida que, siendo abundan-
te, resulta paradójicamente escaso. Así, pues, el recurso vi-
sual de enjaular un botijo que a todas luces resulta surrealis-
ta, no lo es en realidad. Curiosamente, pájaro es también
una persona astuta o de malas intenciones, y con ello aludo a
la responsabilidad de seres humanos en la nociva gestión del
agua.