El documento presenta información sobre cuatro especies: el dodo, que se extinguió debido a la llegada de los humanos y especies invasoras a su isla nativa; el perezoso bayo, que está en peligro debido a la deforestación y caza ilegal; el oso pardo, cuya población en la cordillera Cantábrica se ha recuperado de 70 a 200 ejemplares gracias a los esfuerzos de conservación; y el perezoso, una especie lenta que se enfrenta a amenazas como la pérdida