1. ¿POR QUÉ VALUAR EL VALOR? La necesidad de valorar las empresas es cada día más necesaria debido fundamentalmente al aumento de fusiones y adquisiciones de los últimos años. Se puede definir la valoración de la empresa como el proceso mediante el cual se busca la cuantificación de los elementos que constituyen el patrimonio de una empresa, su actividad, su potencialidad o cualquier otra característica de la misma susceptible de ser valorada. La medición de estos elementos no es sencilla, implicando numerosas dificultades técnicas. Al valorar una empresa se pretende determinar un intervalo de valores razonables dentro del cual estará incluido el valor definitivo. Se trata de determinar el valor intrínseco de un negocio y no su valor de mercado, ni por supuesto su precio. El valor no es un hecho sino que, debido a su subjetividad, podríamos considerarlo como una opinión. Se debe partir de la idea de que el valor es solamente una posibilidad, mientras que el precio es una realidad. Las mayores diferencias entre precio y valor suelen generarse por las relaciones de mercado entre compradores y vendedores.
2. ¿EL ADMINISTRADOR DE VALOR? Henry Mintzberg realizo un cuidadoso estudio sobre las labores cinco principales funcionarios ejecutivos administrativos. Lo que descubrió, desafió varias nociones sostenidas durante largo tiempo acerca de las funciones de un administrador. Por ejemplo, a diferencia de los puntos de vista predominantes en aquel tiempo de que los administradores eran pensadores reflexivos que de manera cuidadosa y sistemática procesaban la información antes de tomar decisiones, y ahora se denota que los administradores se ocupan de un gran número de actividades diversas, sin patrones de atención fijos y de corta duración.
3. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA CREACION DEL VALOR. Una de estas posiciones está vinculada con la idea de que es imposible unir los negocios con los valores; es decir, un negocio bueno en el sentido moral es un mal negocio en el sentido económico. Estas nociones son inducidas por conceptos como competitividad, búsqueda del lucro, éxito profesional o la cultura de resultados inmediatos generada por falta de comunicación, transparencia, decisiones o estilos gerenciales. Otra posición señala que sería un error tener una visión o enfoque solamente de beneficio o de sacar una ventaja puramente económica, olvidando que los negocios se realizan a través de personas que vienen a ser los responsables de su desarrollo.
4. CREACION DEL VALOR FUNDAMENTOS DE LA CREACIÓN DE VALOR. Medición de los rendimientos requeridos basados en el mercado. La modificación para el apalancamiento. Rendimiento requerido de promedio ponderado. Valor presente ajustado. Rendimientos divisionales requeridos. El costo global del capital de una compañía. La evaluación de las adquisiciones.
5. FLUJO DEL VALOR El flujo de valor, a menudo tiene lugar de forma que abarca varios procesos, los cuales pasan por varios departamentos y, generalmente, por varias empresas. Así, por ejemplo, un molinillo de café, compuesto por un motor eléctrico que fabrica la empresa M, la cual lo envía a la empresa E, que se ocupa del resto de componentes y del ensamblaje, daría lugar a un flujo de valor hasta el cliente, integrado por etapas. El flujo de valor tiene lugar a lo largo de los procesos relacionados con los bienes y servicios que libra una empresa, a través de los departamentos de la misma involucrados en el flujo, pero también, abarcando las distintas empresas asi-mismo involucradas en dicho flujo y, así sucesivamente, hasta el cliente.
7. La ABV se puede definir como un proceso integral diseñado para mejorar las decisiones estratégicas y operacionales hechas a lo largo de la organización, a través del énfasis en los inductores de valor corporativos El objetivo fundamental de cualquier empresa es satisfacer a sus (accionistas, empleados, directivos, clientes, proveedores, aliados estratégicos, etc.), por ello la creación de valor se ha hecho un imperativo en todas las organizaciones. La ABV es un proceso administrativo total que requiere conectar la fijación de objetivos corporativos con el empleo de recursos, con la estrategia de desarrollo, con la medición del desempeño y la remuneración según éste y finalmente, con la creación de valor.