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Cada vez más,
nuestra vida cotidiana
está plagada de
elecciones. No todas ellas son cruciales. En el supermercado, por ejemplo,
muchas veces nos
pasamos un rato parados frente a la góndola tratando de descubrir qué producto es el que nos conviene comprar. Algo
parecido les sucede a los jóvenes cuando deben elegir la carrera que estudiarán. Hay
tantas, que al final les cuesta descubrir cuál es la mejor para ellos. Barry Schwartz,
estudioso estadounidense y autor del libro Por qué más es menos. La tiranía de la
abundancia, asegura que cuando se tienen demasiadas opciones, el peligro
de arrepentirse de lo que se ha elegido es muy grande. Además, dice que nos sentiríamos mejor con “lo bueno”, sin angustiarnos por tener que elegir siempre “lo mejor”.
=
!
odo empezó cuando fue a comprarse un jean nuevo y pidió uno
talle 42. “¿Lo quiere ajustado, cómodo, holgado, caído o muy caído? ¿Lavado a la piedra, al ácido o envejecido? ¿Con
botones o con cierre? ¿Desteñido o normal?, me preguntó la vendedora. Me quedé atónito”, recuerda Barry Schwartz. Ya
no tan seguro de lo que significaba
aquello de “normal”, y con tanta opción
disponible, decidió probárselos todos.
Sabía que una elección era la más adecuada, y estaba empecinado en dar con
el mejor jean de todos. “Acabé eligiendo
el adecuado, pero me planteé que era absurdo tardar un día entero en comprar
unos pantalones”, afirma el psicólogo estadounidense en el prólogo de su libro
Por qué más es menos. La tiranía de la
abundancia. Cómo podía ser que algo
tan simple, de pronto, se hubiera convertido en una decisión compleja que le
había provocado incertidumbre, ansie-
Sobre el autor
Barry Schwartz nació en 1946,
es psicólogo y profesor de
Teoría y Acción Social en
Swarthmore College (Pensilvania, Estados Unidos). Estudió
en New York University e hizo
un doctorado en la Universidad de Pensilvania. Habitualmente, escribe artículos en el
diario The New York
Times en los cuales analiza los acontecimientos de la actualidad.
Además, publicó numerosos libros y artículos
en revistas de prestigio,
como American Psychologist. Actualmente vive
en Filadelfia,
Estados
Unidos.
dad e incluso, espanto.
Si bien la compra de un jean es un asunto trivial, la anécdota ilustra a la perfección la sobreabundancia de elecciones
en la que vivimos y el efecto que tiene en
nosotros. Es que, pasado un punto, con
la sobreoferta de opciones, empiezan a
aparecer los aspectos negativos, que se
van multiplicando hasta que, según el
experto, lejos de liberarnos, nos debilitan
e incluso, nos tiranizan.
–¿Podría explicar a qué se refiere cuando dice que más es menos?
–Lo que ocurre es que demasiadas opciones nos hacen sentir menos satisfechos, sea lo que sea que elijamos, porque es muy fácil que acabemos imaginando que de haber elegido otra opción, hubiera sido mejor. Además, nos
preocupa tanto elegir mal, nos confunde tanto, que muchas veces terminamos, directamente, no eligiendo. La sobreabundancia de opciones tiene un
precio. Aferrarse a todas las
opciones disponibles nos lleva a tomar decisiones incorrectas y a sufrir ansiedad,
estrés e insatisfacción. Estoy
convencido de que muchos
estadounidenses se sienten
menos satisfechos a medida
que aumenta su capacidad
de elección.
–¿De qué manera nos afecta
la forma en que hacemos
nuestras elecciones?
–No hay casi nada en la vida que no involucre, de una u otra manera, una elección, sobre todo en el mundo desarrollado. Entonces, la parálisis (en la capacidad de elegir, quiero decir) puede ser un
desastre, y la sensación de que tus elecciones son insatisfactorias puede ensombrecer lo que en realidad es una vida maravillosa. Las elecciones afectan a todo.
–Dice que arrepentimiento puede ser
Los problemas al elegir
“Las personas que quieren conseguir
lo mejor (jeans, botas, pareja para el matrimonio, casa, vacaciones)
están especialmente torturadas por la
vida moderna. La vida es demasiado corta para examinar quinientos cereales para el desayuno, así que
tarde o temprano, eliges uno, te lo llevas a casa y acabas convencido de
que elegiste el cereal equivocado porque no viste todos los otros. Ahora
bien, el cereal para el desayuno no es
algo muy importante. Dónde estudiar, qué carrera, con quién casarte,
estas cosas son mucho más importantes. Pero se aplica el mismo principio: quieres lo mejor, buscas, buscas,
buscas, buscas y buscas y, o bien
nunca te decides, o bien eliges a alguien y luego pasas el resto de tu vida
convencido de que elegiste a la persona equivocada. Entonces, la alternativa es estar satisfecho, no buscar
lo mejor, sino aquello que sea suficientemente bueno. Un cereal suficientemente bueno, un lugar para estudiar suficientemente bueno, una persona suficientemente buena para
vivir el resto de tu vida con ella.
Y entonces, aunque hay un montón
de opciones ahí afuera, no necesitas
examinarlas todas. Sólo examinas
hasta que encuentras una que cumpla
con tus requisitos”.
Extracto de una entrevista televisiva realizada por el filósofo Eduard Punset
bueno o malo… ¿De qué depende?
–Las investigaciones sugieren que en el
corto plazo, tendemos a arrepentirnos
más de lo que sí hemos hecho, pero que
a largo plazo, cuando miramos hacia
atrás en nuestras vidas, tendemos a
arrepentirnos más de aquello que no
hemos hecho. Es decir, nos arrepenti-

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mos de haber pedido pescado en lugar
de bife en un restaurante, y nos arrepentimos de no haber estudiado más
biología en la secundaria.
–Aparte de nuestras elecciones referentes al consumo, ¿esto ocurre también
en un plano personal?
–Al menos en los Estados Unidos, todo
es cuestión de elecciones: la carrera
profesional, la religión, el lugar donde
vivir, qué tipo de vida romántica decides tener. Esto, inevitablemente, aumenta las expectativas a un nivel muy
alto, y contribuye a una sensación de
malestar y ansiedad generalizada entre
Elección de la carrera
“Les decimos que estudien cualquier
cosa que les interese en la universidad,
y que luego, averigüen qué quieren
hacer durante el resto de sus vidas. Entonces, empiezan en cualquier carrera
en la que están interesados y después
se vuelven locos cuando llega el momento en el que tienen que decir: “Voy
a ser médico, voy a ser biólogo molecular, voy a ser abogada, voy a ser novelista...”. No soportan la idea de que
van a entrar por una puerta y que todas las demás se van a cerrar de un
portazo. Se vuelven locos”.
Extracto de una entrevista televisiva
realizada por el filósofo
español Eduard
Punset
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los jóvenes adultos.
–En un mundo en el que hay demasiadas opciones e información en abundancia, ¿cómo podemos saber qué es lo
que realmente queremos? O, mejor dicho, lo que realmente necesitamos…
–Ese es justamente el verdadero desafío.
Tenemos que hacer oídos sordos a toda
la gente que intenta convencernos de
que necesitamos tal o cual ítem de ropa
o teléfono celular nuevos. Existen muchas investigaciones que sugieren que
las personas buscamos las cosas equivocadas, somos demasiado materialistas. Pero, honestamente, no sé cómo se
puede cambiar esto…
–¿Y cómo puede ser que poseamos tantas cosas, pero sigamos en la búsqueda
de algo más? ¿Qué cree que es lo que
estamos buscando?
–Creo que en el fondo, todos buscamos
la felicidad… en los lugares equivocados. Esa es la realidad.
–Con respecto a la tecnología, ¿por qué
nos seducen los nuevos aparatos con
más funciones cada vez –que en realidad ni aprovechamos–, y que los convierte en más complejos de usar?
–No puedo decir por qué lo hacemos,
pero definitivamente, hacemos esto. Y
parece que no aprendemos de experiencias pasadas que “usabilidad” es
más importante que “capacidad”.
–¿Podría describir cómo es el proceso
en que tomamos nuestras decisiones?
–Responder a esta pregunta llevaría un
libro entero. Recomiendo el mío –The
Paradox of Choice– para entender cómo decidimos, y Tropezar con la felicidad, del
psicólogo y profesor de
Harvard, Daniel Gilbert, para entender por
qué no aprendemos de
Arrepentimiento
“El arrepentimiento envenena las
buenas decisiones. Tomas una decisión;
es una buena decisión, pero quizás
no sea la mejor. Entonces, te arrepientes
de haberla tomado. Eso la convierte
en una decisión todavía peor. De manera que el arrepentimiento es tóxico.
Por otro lado, es una emoción muy
importante, porque es el que realmente
hace que nos tomemos en serio los errores que cometemos, en especial al interactuar con otras personas. Entonces,
creo que es de suma importancia
experimentar arrepentimiento para
motivarnos a ser mejores. El problema
es que tenemos esta emoción que
sentimos respecto de muchas, muchas
cosas que no valen la pena. ¿Sabes?
Nunca deberías lamentar haber pedido un plato en un restaurante. Pero
hay personas que, simplemente, no
pueden dejar de pensar en la posibilidad de haber cometido un error”.
Extracto de una entrevista televisiva realizada por el filósofo Eduard Punset
nuestros propios errores.
–Pensando en los jóvenes, ¿cómo les
afecta a ellos estar inmersos en una sociedad en la que viven sobrecargados
de opciones? ¿Se los puede ayudar desde el sistema educativo formal?
–Sí, es necesario enseñarles a limitar las
opciones, a apreciar que lo “suficientemente bueno” es, en general, suficientemente bueno y que no necesitan
siempre
“No soportan la idea de
que van a entrar por una puerta
y que todas las demás se
van a cerrar de un portazo.
Se vuelven locos”.
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“lo mejor”. También se les debe enseñar
a entender que a veces, los límites en la
libertad de elecciones pueden ser, más
que una maldición, una bendición.
–Pero muchas personas argüirían que lo
“suficientemente bueno” suena muy
conformista...
–En absoluto, lo suficientemente bueno
no tiene por qué ser conformista. Lo
que es suficientemente bueno para ti o
Los jóvenes
“Los alumnos están, literalmente,
volviéndose locos. Una razón significativa es porque no son capaces
de decidir nada. ¿Por qué no pueden decidir nada? Porque hemos
hecho que todo esté a su alcance.
Todas las cosas posibles”.
Extracto de una entrevista televisiva realizada por el filósofo Eduard Punset
para mí puede ser bastante diferente.
–Escribió el libro hace algunos años.
¿Las cosas han cambiado para bien o
para mal desde entonces? ¿Y cómo cree
que es el futuro que nos augura?
–A pesar de toda la atención que recibió mi libro, y de los cientos de mails
que recibí de gente que me decía que
describía este disconformismo a la perfección, no encuentro pruebas de que
las cosas hayan cambiado para bien…
Estoy seguro de que existen más opciones hoy que hace cinco años, cuando se
publicó el libro.
–Para terminar, ¿podría dar algunos
consejos para manejar mejor esta sobrecarga de eleccio-
“Entonces, a corto plazo,
el aguijón amargo son los errores
cometidos a largo plazo, la píldora amarga son los errores de no
haber actuado”.
Libertad
“Ahora creemos que no hay nada
más importante que la libertad. La libertad es elección. También creemos que, sin elección, no se puede ser
plenamente humano. Las personas necesitan ser las autoras de sus
propias vidas, vivir sus vidas como
ellas consideran adecuado. De manera que, si privas a la gente de esa
oportunidad, no sólo los hace infelices, sino que los hace desgraciados,
clínicamente deprimidos”.
Extracto de una entrevista televisiva realizada por el filósofo Eduard Punset
Tropezando con la felicidad
“Más que dirigirse hacia la felicidad, el hombre ’tropieza’ con ella.
Cada decisión que tomamos, lo hacemos pensando en alcanzar el mejor
futuro. Para luego descubrir que
raramente nos sentimos tan felices,
o tan tristes, como predijimos. ¿Por
qué? Al tomar decisiones, nos equivocamos sistemáticamente, y es por eso
que son objeto de estudio científico”.
Daniel Gilbert, profesor en Harvard,
en su libro Tropezando con la felicidad
nes y poder sentirnos mejor con nuestras decisiones? Es decir, ¿cómo podemos elegir mejor?
–Tres consejos generales: 1. Entender
que lo suficientemente bueno es suficientemente bueno. 2. Elegir cuándo
elegir. Muchas veces es mejor dejar a
otros, familiares o amigos, que elijan por
vos. 3. Y por último, hacer una regla propia que establezca cuántas opciones se
tendrán en consideración antes de elegir. Y agregaría que se debería mantener
el número por debajo de diez. !
Por: Dolores Gallo.
Fotos: Martín Estol/Archivo AVER.