Este documento resume los principales movimientos literarios latinoamericanos desde el superrealismo hasta el boom, incluyendo características de cada uno y autores representativos. Explica que durante el boom latinoamericano entre los años 1950-1960 surgieron novelas innovadoras que rompieron con el naturalismo, utilizando técnicas como el tiempo no lineal y múltiples voces narrativas. Los cuatro autores principales del boom fueron García Márquez, Vargas Llosa, Cortázar y Fuentes, aunque también se mencionan otros como Donoso y Carpent
1. The Greenland School
Departamento de Lenguaje
Guía I
Escritores del Boom Latinoamericano
“El descubrimiento de nosotros mismos se manifiesta
como un sabernos solos; entre el mundo y nosotros
se abre una impalpable, transparente muralla: la de
nuestra conciencia”/Octavio Paz1
Entre los años ’50 y ’60 del siglo XX, en Hispanoamérica, surgió una
serie de novelas de gran calidad artística y de extraordinaria originalidad. Fue
el crítico Ángel Rama, quien designó a este conjunto de obras como Nueva
Novela. La expresión boom latinoamericano, se acuñó después en vista del
éxito alcanzado por estas novelas.
En estricto rigor, los autores del boom son cuatro: el colombiano
Gabriel García Márquez, el peruano Mario Vargas Llosa, el argentino Julio
Cortázar y el mexicano Carlos Fuentes. Sin embargo, otros escritores que
participaron en esta explosión narrativa hispanoamericana son: José Donoso
(chileno), Juan Carlos Onetti (uruguayo), Adolfo Bioy Casares, José María
Arguedas, Rosario Castellanos, Alejo Carpentier (cubano), Manuel Puig, entre
otros.
Pero, ¿Cuál era el escenario en que se encontraban estos narradores?
¿De dónde surgen sus obras y temáticas? Recordemos que con el Naturalismo
(1890-1934) se tiene una concepción cientificista, racionalista de la literatura y
del mundo. Esta concepción tiende a reducir la vida a un ámbito coherente y
lógico, rechazando todo aquello proveniente del mito, el inconsciente o fuera
de los mecanismos de causa-efecto.
Efectivamente, los escritores del boom buscarán otros medios de
expresión que den cuenta de otra realidad, más intimista. Acá puedes
apreciar las diferencias sustanciales entre la novela moderna y la
contemporánea:
Novela moderna (1890-1934 Novela contemporánea (1935
aprox.) aprox.)
1- Articulación causa-efecto del 1- Articulación no-causal del
relato. relato (aparentemente
2- Tiempo lineal, cronología absurda, gratuita).
objetiva. 2- Tiempo no lineal, subjetivo,
3- Respeta a las leyes de interno.
representación (mímesis) de la 3- Desarticulación de las leyes de
realidad. representación.
4- Un sentido dominante. 4- Una pluralidad de sentidos.
5- Un solo (único) nivel de lectura. 5- Diversos registros de lectura.
6- Seriedad en el tono de narrar. 6- Espíritu lúdico.
7- Respeto al discurso. 7- Alteración de la discursividad.
8- Una voz narrativa. 8- Varias voces narrativas
(polifonía).
Cedomil Goi2, propone una historia de la literatura hispanoamericana
basada tanto en la línea historiográfica –método de las generaciones-, como en
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2. las transformaciones de los procedimientos poéticos básicos (evolución de la
figura del narrador, estructura del mundo ficticio, etc.). A continuación
veremos el extracto de esta tipología que incorpora a algunos de los
exponentes del boom:
El Superrealismo (1935-1941)
Es un movimiento literario que surge en Hispanoamérica, es una manera
de expresar el mundo a través de la literatura. Explica lo que está “sobre” la
realidad, viene del surrealismo y va más allá del realismo.
Este movimiento refleja la superación del realismo (fotográfico), lo que
trae consigo una serie de crisis. El ser humano termina perdiendo las certezas
sobre el mundo, que habían comenzado con “la duda” de René Descartes en la
Edad Moderna.
Se descubre una nueva manera de conocer el mundo, de lo que se
entiende por realidad. Antiguamente la manera de ver el mundo era a través
de la religión, del arte, de la ciencia y esto permitía al ser humano acercarse
con seguridad a las cosas y hacia sí mismo; como consecuencia, el mundo se
torna ininteligible, donde: “No todo parece ser lo que es”.
El tiempo ya no es uniforme, sino que está en la conciencia. Distinción
de un tiempo cronológico (el histórico, de los relojes) y otro subjetivo
(psicológico, interno).
En cuanto al espacio, Einstein propone nuevas teorías (Relatividad) y,
por otra parte, Freud aporta a este panorama desde el psicoanálisis. El mundo,
entonces, reside en la conciencia. No existe una única realidad: en el mundo
conviven múltiples realidades y todas ellas son válidas.
El subconsciente lleva a otros modos de narrar:
- Ab ovo: desde el principio.
- In media res: desde el medio.
- In extrema res: desde el final.
Características de esta nueva literatura:
- Fractura en la historia literaria, aparición de una nueva novela.
- Oposición entre realismo y antirrealismo.
- Mundo interior, laberíntico.
- Tiempo subjetivo, interior.
- Autonomía de la obra poética, de la novela.
- Destrucción del mundo y del lenguaje.
Se elimina la seriedad al narrar, y se reemplaza por un modo más
humorístico, más carnavalesco, lo lúdico, el delirio, la imaginación, entre otros.
En cuanto a lo carnavalesco: se entiende como lo opuesto a lo oficial, al tono
serio, religioso (dogmático). Incorpora la parodia, la risa. El carnaval ignora la
distinción entre espectadores y actores (ya que es para que todos lo vivan, lo
experimenten), no hay fronteras espaciales, hay una trasgresión de las normas
formales, de la “cultura académica”.
• Generación Superrealista de 1927: Rompe los esquemas racionalistas, el
espacio exterior pierde trascendencia. Una realidad que va más allá de la
apariencia. Nuevas técnicas y herramientas. Corriente de la conciencia, lo
fantástico, lo esotérico. Narrador fragmentado, ambiguo, que contrasta con el
narrador unívoco del período moderno. Maestros: James Joyce, Franz Kafka,
F.Dostoiewski, Virginia Wolf, Marcel Proust, William Faulkner, entre otros.
Exponentes: Jorge Luis Borges, Manuel Rojas, Alejo Carpentier (Lo real
maravilloso). En la vertiente más surrealista: Juan Emar, Braulio Arenas.
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3. • Generación Neorrealista de 1942:
a) Neorrealismo Social: Vuelta a la novela de la tierra, personaje
colectivo, son políticos, marxistas. Denuncia, lucha de clases, un
narrador parcial. Se la considera un retroceso hacia la sensibilidad del
criollismo y mundonovismo. Exponentes: Óscar Castro, Nicomedes
Guzmán.
b) Neorrealismo Superrealista: Desplazaron al realismo social,
entroncan (tienen parentesco) con Borges. Cortázar señala “hay que ser
revolucionarios en la literatura” (y no un literato de la revolución).
Exponentes: Julio Cortázar, Ernesto Sábato, Juan Carlos Onetti, María
Luisa Bombal, Juan Rulfo.
• Generación Irrealista de 1957: Intensificación de los N. Superrealistas.
Hay más conciencia en el punto de vista. Propone una imagen mítica,
maravillosa o caleidoscópica del mundo. Exige participación activa del lector.
Comienza literatura de desencanto, angustia, desesperación. Fuerte influencia
del existencialismo, psicoanálisis, surrealismo y marxismo.
Exponentes: Gabriel García Márquez (Realismo mágico), José Donoso, Manuel
Puig.
• Generación Infrarrealista de 1972: Escritores que penetran en el
escenario histórico con talento creador.
Exponentes: Mario Vargas Llosa, Severo Sarduy, Gustavo Sáinz, Jorge
Edwards, José Emilio Pacheco, Antonio Skármeta.
Se percibe entonces una inclusión de códigos míticos, oníricos,
inconscientes, que difuminan, traspasan, y transforman lo real. La idea en que
la realidad no se agota en lo puramente racional ni en el orden lógico o
natural conlleva una ampliación, un enriquecimiento del mundo; pero al mismo
tiempo, significa una complicación y ambigüedad considerables. El narrador ya
no es una voz única que ordena y reduce la significación del mundo mediante
una clara explicación, sino es una voz ambigua, o fragmentada (polifonía:
conjunto de voces). Se confunde con el mundo. No existe un solo punto de
vista, sino diversas perspectivas sobre un mismo acontecimiento (de ahí el
carácter ambiguo o plurisignificativo de la narración).
Por otra parte, se utilizan nuevas técnicas de montaje, heredadas del
lenguaje cinematográfico, por ejemplo: “flashback” y “racconto”.
Las temáticas recurrentes de los exponentes del boom
latinoamericano:
- La marginación social.
- La angustia existencial.
- La incomunicación.
- La impersonalidad en una sociedad contemporánea que privilegia lo
urbano sobre lo rural.
Hilando aún más fino, podemos encontrar los siguientes motivos o
temáticas:
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4. 1- La angustia: Aquí aparece una angustia metafísica (que va más allá de
lo físico). Tiene honda repercusión la filosofía existencialista, ansiedad
ante el vacío, ante la nada.
2- El tedio/hastío: (Taedium vitae) está más relacionado con lo espiritual.
El hastío, la vacuidad, amenazan de precipitar al individuo que padece
estos males hacia el sinsentido, incluso al suicidio.
3- La melancolía: Ausencia del ser amado; está la frustración y la
incomprensión.
4- La desesperación: En ocasiones se presenta en las obras como suicidio
o locura; en otros casos se da como alienación (que intenta huir de la
realidad).
5- La soledad: El ser humano se siente aplastado por la sociedad o por el
grupo social y la solución es buscar aislamiento (se aleja hacia su propia
espiritualidad). Ser humano desamparado ante el vacío existencial.
6- La libertad: Se trata de una ausencia de libertad y los personajes se
lamentan por ello. Ser significa “ser libre” (según los existencialistas). La
familia, la tierra, el origen: son problemas, porque implican ataduras. La
persona debe hacerse responsable (lo que dificulta la libertad).
7- Pérdida de la inocencia: Dolor del “paraíso perdido”, se conserva
aquella nostalgia. Se echa de menos aquellas cosas positivas que ya no
están.
8- Dios: Pasa a ser un problema, que se manifiesta como presencia o
ausencia. Ocurre el deicidio: el matar a Dios para tomar su papel de
creador (Vargas Llosa incorpora este concepto dentro de su “Novela
Total”, al suplantar a Dios como creador). Está el de los ateos y el de los
cristianos. Heidegger y Sartre: existencialismo ateo. K.Jaspers y
G.Marcel: existencialismo cristiano.
9- El amor y el sexo: El amor no se da como amor platónico, sino que se
da en todas sus manifestaciones, excepto en lo platónico (ideal). Va
desde lo puro a lo impuro, de lo heterosexual a lo homosexual.
10- La muerte (o destrucción): Se ve como una destrucción e
imposibilidad de salir de la existencia y también es la imposibilidad de
salvación de la existencia.
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