La mala conducta en el aula puede interferir con los objetivos académicos, por lo que es necesario cambiar esos comportamientos. Los principales problemas son la hiperactividad, agresividad, inseguridad y retraimiento social. Los maestros deben evitar estigmatizar a los niños y buscar la recuperación y reinserción de aquellos con problemas, ya que detrás de la mala conducta a menudo hay problemas de autoestima o aprendizaje.