Este documento resume varios conceptos clave de la literatura hispanoamericana como lo real maravilloso, el realismo mágico, lo fantástico y el boom latinoamericano. Define estos términos y los ilustra con ejemplos de obras como Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez y Rayuela de Julio Cortázar. También analiza conceptos como el narrador y los elementos imaginarios en Cien Años de Soledad.
5. LO REAL MARAVILLOSO
• Prólogo de Alejo Carpentier a El reino de este mundo:
• Critica el surrealismo:
• Invocado por medio de fórmulas consabidas que hacen de ciertas pinturas un
monótono baratillo de relojes amelcochados, de maniquíes de costurera, de vagos
monumentos fálicos, lo maravilloso se queda en paraguas o langosta o máquina de
coser, en el interior de un cuarto triste, en un desierto de rocas.
• Reivindica lo americano:
• A cada paso hallaba lo real maravilloso. Pero pensaba, además, que esa presencia y
vigencia de lo real maravilloso no era privilegio único de Haití, sino patrimonio de la
América entera, donde todavía no se ha terminado de establecer, por ejemplo, un
recuento de cosmogonías. Lo real maravilloso se encuentra a cada paso en las vidas
de hombres que inscribieron fechas en la historia del Continente y dejaron apellidos
aún llevados: desde los buscadores de la Fuente de la Eterna Juventud, de la áurea
ciudad de Manoa, hasta ciertos rebeldes de la primera hora o ciertos héroes
modernos de nuestras guerras de independencia de tan mitológica traza como la
coronela Juana de Azurduy.
• Y es que, por la virginidad del paisaje, por la formación, por la ontología, por la
presencia fantástica del indio y del negro, por la Revelación que constituyó su reciente
descubrimiento, por los fecundos mestizajes que propició, América está muy lejos de
haber agotado su caudal de mitologías.
• ¿Pero qué es la historia de América toda sino una crónica de lo real-maravilloso?
6. REALISMO MÁGICO
• Preocupación estilística y el interés de mostrar lo irreal o extraño como
algo cotidiano y común.
• Introducido a la literatura hispanoamericana por Arturo Úslar Pietri en
su ensayo El cuento venezolano:
• Lo que vino a predominar en el cuento y a marcar su huella de una manera
perdurable fue la consideración del hombre como misterio en medio de
datos realistas. Una adivinación poética o una negación poética de la
realidad. Lo que a falta de otra palabra podrá llamarse un realismo mágico.
• Características:
• Elementos mágicos/fantásticos percibidos por los personajes como parte de
la normalidad.
• El tiempo es cíclico, no lineal, según tradiciones disociadas de la racionalidad
moderna.
• Se distorsiona el tiempo para que el presente se repita o se parezca al
pasado.
• Transformación de lo común y cotidiano en una vivencia que incluye
experiencias sobrenaturales o fantásticas.
• Cien años de soledad de Gabriel García Márquez.
7. LO FANTÁSTICO
• El relato fantástico se produce en los discursos
narrativos en los que aparecen un orden real y
otro extraordinario en conflicto.
• La narración fantástica produce en el lector una
sensación de perturbación en relación con la
nueva situación que modifica la realidad.
• Relatos de Cortázar:
• Carta a una señorita en París
• No se culpe a nadie
8. EJEMPLOS
«Todos sabían que la iguana verde, la
mariposa nocturna, el perro desconocido, el
alcatraz inverosímil, no eran sino simples
disfraces. Dotado del poder de trasformarse
en animal de pezuña, en ave, pez o insecto,
Mackandal visitaba continuamente las
haciendas de la Llanura para vigilar a sus
fieles y saber si todavía confiaban en su
regreso. De metamorfosis en metamorfosis,
el manco estaba en todas partes, habiendo
recobrado su integridad corpórea al vestir
trajes de animales».
«Hubo un tiempo en que yo pensaba mucho
en los axolotl. Iba a verlos al acuario del
Jardín des Plantes y me quedaba horas
mirándolos, observando su inmovilidad, sus
oscuros movimientos. Ahora soy un axolotl».
“Dicen que Tita era tan sensible a la
cebolla que desde que estaba en el
vientre de mi bisabuela (Mamá Elena)
lloraba y lloraba cuando ésta picaba
cebolla; su llanto era tan fuerte que
Nacha, la cocinera de la casa, que era
medio sorda, la escuchaba sin esforzarse.
Un día los sollozos fueron tan fuertes que
provocaron que el parto se adelantara.
…Contaba Nacha que Tita fue literalmente
empujada a este mundo por un torrente
impresionante de lágrimas que se
desbordaron sobre la mesa y el piso de la
cocina. En la tarde, ya cuando el susto
había pasado y el agua, gracias a los
efectos de los rayos del sol, se había
evaporado, Nacha barrió el residuo de las
lágrimas que había quedado sobre la
loseta roja que cubría el piso. Con esta sal
rellenó un costal de cinco kilos…”
9. REALISMO MÁGICO VS. LO
FANTÁSTICO
REALISMO MÁGICO LO FANTÁSTICO
ESPACIO Y TIEMPO SEMEJANTE AL
NUESTRO AUNQUE EN
AMÉRICA (EXOTISMO)
EL MISMO DEL LECTOR
LO SOBRENATURAL SE PERCIBE COMO
PARTE DE LA REALIDAD
SE PERCIBE COMO UN
PROBLEMA
INQUIETANTE
15. EL BOOM
• Fenómeno editorial y literario que surgió entre los años 1960
y 1970, cuando el trabajo de un grupo de novelistas
latinoamericanos relativamente jóvenes fue ampliamente
distribuido en todo el mundo.
• Unido a la Revolución cubana hasta el “caso Padilla”.
21. RAYUELA
• Del lado de allá
• Horacio en París con sus amigos (el Club de la
serpiente) y la Maga.
• Capítulo 7: beso.
• Capítulo 32: carta a Rocamadour.
• Del lado de acá
• Horacio regresa a Buenos Aires y pasa tiempo
con sus amigos Talita y Traveler.
• Capítulo 41: el tablón.
• De otros lados (Capítulos prescindibles)
• Capítulo 68.
24. CIEN AÑOS DE SOLEDAD (I)
• Así la definía Fuentes en la carta que le escribió a
Julio Cortázar tras leer el manuscrito de la novela :
• "una crónica exaltante y triste, una prosa sin desmayo,
una imaginación liberadora".
• "He leído el 'Quijote' americano, un Quijote capturado
entre las montañas y la selva, privado de llanuras, un
Quijote enclaustrado que por eso debe inventar al
mundo a partir de cuatro paredes derrumbadas", le
contaba Fuentes a Cortázar y lo recordaba en el prólogo
de la edición conmemorativa de "Cien años de soledad"
preparada por las Academias de la Lengua Española.
• "¡Qué maravillosa recreación del universo inventado y
re-inventado! ¡Qué prodigiosa imagen cervantina de la
existencia convertida en discurso literario, en pasaje
continuo e imperceptible de lo real a lo divino y a lo
imaginario".
25. CIEN AÑOS DE SOLEDAD (II)
• “Yo nunca me he cansado de decir que ‘Cien
años de soledad’ no es más que un vallenato de
trescientas cincuenta páginas”.
• Narración con una estructura cíclica temporal: los
acontecimientos del pueblo y de la familia Buendía,
así como los nombres de los personajes se repiten
una y otra vez, fusionando la fantasía con la realidad.
• El libro se compone de 20 capítulos no titulados:
• Tres primeros: éxodo de un grupo de familias y
establecimiento del pueblo de Macondo.
• Capítulos 4-16: desarrollo económico, político y social
del pueblo.
• Últimos cuatro capítulos: su decadencia.
26. CIEN AÑOS DE SOLEDAD (III)
• Comienzo: "Muchos años después, frente al pelotón de
fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar
aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el
hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de
barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas
diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas,
blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era
tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para
mencionarlas había que señalarlas con el dedo".
• Final: "porque las estirpes condenadas a cien años de soledad
no tienen una segunda oportunidad sobre la tierra".
27. EL NARRADOR
• Con Aureliano, el sanscritista que descifra esos manuscritos que ya habían
intentado leer sin éxito otros miembros de la estirpe, descubrimos que allí
está la historia de Macondo y de la familia «escrita por Melquíades hasta en
sus detalles más triviales con cien años de anticipación»
• A medida que se acerca en la lectura al momento que vive, esos cien años
de anticipación van acortándose, lo narrado y lo sucedido se van
aproximando hasta coincidir totalmente («empezó a descifrar el instante
que estaba viviendo, descifrándolo a medida que lo vivía, profetizándose a sí
mismo en el acto de descifrar la última página de los pergaminos, como si se
estuviera viendo en un espejo hablado»).
• Lo que Aureliano Babilonia lee en los últimos instantes de su vida es lo que
los lectores han leído hasta ese momento, lo que Melquíades escribió
dentro de la historia que cuenta «Cien años de soledad» es «Cien años de
soledad». El narrador no era un narrador-dios, alejado de la realidad ficticia,
sino un narrador-personaje (dotado de poderes mágicos) que narraba la
historia indirectamente, a través de unos manuscritos, escritos dentro de la
novela, y que sólo en las últimas líneas descubrirá el lector que son la
novela misma: Melquíades es el narrador de «Cien años de soledad».
28. ELEMENTOS IMAGINARIOS (I)
• Lo mágico
• El gran ‘mago’ realizador de maravillas es Melquíades, cuyos imanes
pueden atraer «los calderos, las pailas, las tenazas y los anafes» de las
casas y hasta «los clavos y los tornillos». Dice «poseer las claves de
Nostradamus» y es un experto en conocimientos marginales y
esotéricos. A Melquíades no ‘le ocurren’ cosas imaginarias: él las
provoca, gracias a sus artes mágicas, a ese poder sobrenatural que le
permite regresar de la muerte hacia la vida «porque no pudo soportar la
soledad».
• Lo milagroso
• El padre Nicanor Reyna convence a los apáticos macondinos que den
dinero para la construcción del templo mediante esta «prueba
irrebatible del infinito poder de Dios»: levitar doce centímetros luego de
tomar una taza de chocolate.
• Remedios sube al cielo como lo hacen la Virgen y las santas en la
imaginería católica y Fernanda hace bien en reclamarle «a Dios que le
devolviera las sábanas» que escoltaron a la bella.
29. REMEDIOS LA BELLA
A pesar de que el coronel Aureliano Buendía seguía creyendo y repitiendo que Remedios,
la bella, era en realidad el ser más lúcido que había conocido jamás, y que lo demostraba a
cada momento con su asombrosa habilidad para burlarse de todos, la abandonaron a la
buena de Dios. Remedios, la bella, se quedó vagando por el desierto de la soledad, sin
cruces a cuestas, madurándose en sus sueños sin pesadillas, en sus baños interminables,
en sus comidas sin horarios, en sus hondos y prolongados silencios sin recuerdos, hasta
una tarde de marzo en que Fernanda quiso doblar en el jardín sus sábanas de bramante, y
pidió ayuda a las mujeres de la casa. Apenas había empezado, cuando Amaranta advirtió
que Remedios, la bella, estaba transparentada por una palidez intensa.
-¿Te sientes mal? -le preguntó.
Remedios, la bella, que tenía agarrada la sábana por el otro extremo, hizo una sonrisa de
lástima.
-Al contrario -dijo-, nunca me he sentido mejor.
Acabó de decirlo, cuando Fernanda sintió que un delicado viento de luz le arrancó las
sábanas de las manos y las desplegó en toda su amplitud. Amaranta sintió un temblor
misterioso en los encajes de sus pollerines y trató de agarrarse de la sábana para no caer,
en el instante en que Remedios, la bella, empezaba a elevarse. Úrsula, ya casi ciega, fue la
única que tuvo serenidad para identificar la naturaleza de aquel viento irreparable, y dejó
las sábanas a merced de la luz, viendo a Remedios, la bella, que le decía adiós con la
mano, entre el deslumbrante aleteo de las sábanas que subían con ella, que
abandonaban con ella el aire de los escarabajos y las dalias, y pasaban con ella a través
del aire donde terminaban las cuatro de la tarde, y se perdieron con ella para siempre en
los altos aires donde no podían alcanzarla ni los más altos pájaros de la memoria.
30. ELEMENTOS IMAGINARIOS (II)
• Lo mítico-legendario
• El Judío Errante es un monstruo irresistible («Tenía el cuerpo cubierto de
una pelambre áspera, plagada de garrapatas menudas, y el pellejo
petrificado por una costra de rémora» y su sangre es «verde y untuosa»)
y mortal: perece ensartado en las varas de una trampa, es colgado en un
almendro, incinerado en una hoguera.
• Gabriel vive en París «en el cuarto oloroso a espuma de coliflores
hervidos donde había de morir Rocamadour».
• Lo fantástico
• niños que nacen con una cola de cerdo
• agua que hierve sin fuego y objetos domésticos que se mueven solos
• una peste de insomnio y una de olvido
• manuscritos que levitan
• un burdel zoológico cuyos animales son vigilados por un perro pederasta
31. LA VEROSIMILITUD
• Descubrir que «La tierra es redonda como una naranja» deja a José Arcadio
‘fascinado’, «hechizado, repitiéndose a sí mismo en voz baja un sartal de asombrosas
conjeturas, sin dar crédito a su propio entendimiento».
• «Mientras Macondo celebraba la reconquista de los recuerdos, José Arcadio Buendía y
Melquíades le sacudieron el polvo a su vieja amistad. El gitano iba dispuesto a
quedarse en el pueblo. Había estado en la muerte, en efecto, pero había regresado
porque no pudo soportar la soledad. Repudiado por su tribu, desprovisto de toda
facultad sobrenatural como castigo por su fidelidad a la vida, decidió refugiarse en
aquel rincón del mundo todavía no descubierto por la muerte, dedicado a la
explotación de un laboratorio de daguerrotipia. José Arcadio Buendía no había oído
hablar nunca de ese invento. Pero cuando se vio a sí mismo y a toda su familia
plasmados en una edad eterna sobre una lámina de metal tornasol, se quedó mudo
de estupor».
• La levitación del padre Nicanor Reyna ocurre luego de que toma «una taza de
chocolate espeso y humeante»: «Luego se limpió los labios con un pañuelo que sacó
de la manga, extendió los brazos y cerró los ojos. Entonces el padre Nicanor se elevó
doce centímetros sobre el nivel del suelo. Fue un recurso convincente. Anduvo varios
días por entre las casas, repitiendo la prueba de la levitación mediante el estímulo del
chocolate, mientras el monaguillo recogía tanto dinero en un talego, que en menos de
un mes emprendió la construcción del templo»
32. LA HIPÉRBOLE
El coronel Aureliano Buendía promovió treinta y dos levantamientos
armados y los perdió todos. Tuvo diecisiete hijos varones de diecisiete
mujeres distintas, que fueron exterminados unos tras otros en una
sola noche, antes de que el mayor cumpliera treinta y cinco años.
Escapó a catorce atentados, a setenta y tres emboscadas y a un
pelotón de fusilamiento. Sobrevivió a una carga de estricnina en el
café que habría bastado para matar un caballo. Rechazó la Orden del
Mérito que le otorgó el presidente de la república. Llegó a ser
comandante general de las fuerzas revolucionarias, con jurisdicción y
mando de una frontera a otra, y el hombre más temido por todo el
gobierno, pero nunca permitió que le tomaran una fotografía. Declinó
la pensión vitalicia que le ofrecieron después de la guerra y vivió hasta
la vejez de los pescaditos de oro que fabricaba en su taller de
Macondo.
33. LA ENUMERACIÓN
[El coronel Buendía] vio una mujer vestida
de oro en el cogote de un elefante. Vio un
dromedario triste. Vio un oso vestido de
holandesa que marcaba el compás de la
música con un cucharón y una cacerola.
Vio a los payasos haciendo maromas en la
cola del desfile, y le vio otra vez la cara a
su soledad miserable cuando todo acabó
de pasar, y no quedó sino el luminoso
espacio en la calle, y el aire lleno de
hormigas voladoras, y unos cuantos
curiosos asomados al precipicio de la
incertidumbre. Entonces fue al castaño,
pensando en el circo, y mientras orinaba
trató de seguir pensando en el circo, pero
ya no encontró el recuerdo. Metió la
cabeza entre los hombros, como un
pollito, y se quedó inmóvil con la frente
apoyada en el tronco del castaño.
Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las
muchedumbres de América, vi una plateada
telaraña en el centro de una negra pirámide, vi
un laberinto roto (era Londres), vi interminables
ojos inmediatos escrutándose en mí como en un
espejo, vi todos los espejos del planeta y
ninguno me reflejó, […] vi la reliquia atroz de lo
que deliciosamente había sido Beatriz Viterbo, vi
la circulación de mi propia sangre, vi el engranaje
del amor y la modificación de la muerte, vi el
Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la
tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí
vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese
objeto secreto y conjetural, cuyo nombre
usurpan los hombres, pero que ningún hombre
ha mirado: el inconcebible universo.
Jorge Luis Borges: El aleph
34. LA REPETICIÓN
• Macondo es llamado «la ciudad de los espejos (o los espejismos)», y
en otro momento se dice de los Buendía que «la historia de la
familia era un engranaje de repeticiones irreparables, una rueda
giratoria que hubiera seguido dando vueltas hasta la eternidad, de
no haber sido por el desgaste progresivo e irremediable del eje».
• Esos nombres que se repiten acarrean con ellos algo más profundo:
las psicologías, los destinos. «Mientras los Aurelianos eran retraídos,
pero de mentalidad lúcida, los José Arcadio eran impulsivos y
emprendedores, pero estaban marcados por un signo trágico».
• Viejecita y semiciega, Úrsula verifica la ley familiar de la repetición
en los detalles más mínimos: «al cabo de algún tiempo descubrió
que cada miembro de la familia repetía todos los días, sin darse
cuenta, los mismos recorridos, los mismos actos, y que casi repetía
las mismas palabras a la misma hora».
35. LAS PROPIEDADES
TRASTOCADAS DEL OBJETO
• De José Arcadio Buendía se dice que sus «ventosidades
marchitaban las flores».
• La «melancolía» de Amaranta «hacía un ruido de marmita
perfectamente perceptible al atardecer».
• Enamorarse a primera vista, tiene en Macondo consecuencias
orgánicas: «La imagen de Remedios, la hija menor del
corregidor... le quedó doliendo en alguna parte del cuerpo. Era
una sensación física que casi le molestaba para caminar, como
una piedrecita en el zapato».
• La sensibilidad y ternura pueden cristalizar en una materia
laberíntica: «La sensibilidad de Amaranta, su discreta pero
envolvente ternura habían ido urdiendo en torno al novio una
telaraña invisible, que él tenía que apartar materialmente con
sus dedos pálidos...».
36.
37. CURIOSIDADES DE C.A.S. (I)
• Repetición de nombres.
• Úrsula ordena a las cocineras que hagan carne y pescado “porque
nunca se sabe qué quieren comer los forasteros”.
• El coronel Aureliano mata a Prudencio Aguilar.
• Diecisiete hijos de la guerra del coronel: tíos bastardos de Gabo.
• Aparece Mercedes con su trabajo de boticaria.
• Los amigos de Aureliano Buendía son Álvaro, Alfonso y Germán.
• Amaranta Úrsula (que sueña con tener dos hijos que se llamen
Rodrigo y Gonzalo) teje su mortaja, igual que la tía Petra.
• Explica el novelista que «había una chica que correspondía
exactamente a la descripción que hago de Remedios la bella.
Efectivamente se fugó de su casa con un hombre y la familia no
quiso afrontar la vergüenza y dijo, con la misma cara de palo, que la
habían visto doblando unas sábanas en el jardín y que después
había subido al cielo...».
38. CURIOSIDADES DE C.A.S. (II)
• Gabo utiliza documentos históricos: “cuadrilla de
malhechores”.
• Apariciones de personajes de otros escritores: Cortázar,
Fuentes, Carpentier.
• Aparece también él mismo: “El pueblo había llegado a tales
extremos de inactividad, que cuando Gabriel ganó el concurso
y se fue a París con dos mudas de ropa, un par de zapatos y las
obras completas de Rabelais…”.
42. LA CIUDAD Y LOS PERROS (1963)
Alberto Fernández “el Poeta”
El Jaguar Ricardo Arana “el Esclavo”
Teresa
43. FRAGMENTO DEL CAPÍTULO I
Subía la escalera de las aulas. Ahora no se preocupaba del ruido de los botines; allí no
había nadie, fuera de los bancos, los pupitres, el viento y las sombras. Recorrió a grandes
trancos la galería superior. Se detuvo. El chorro mortecino de la linterna le descubrió la
ventana. «El segundo de la izquierda», había dicho el Jaguar. Efectivamente, estaba flojo.
Fue retirando con la lima la masilla del contorno, que recogía en la otra mano. La sintió
mojada. Extrajo el vidrio con precaución y lo depositó en el suelo. Palpó la madera hasta
encontrar el cerrojo. La ventana se abrió, de par en par. Ya adentro, movió la linterna en
todas direcciones; sobre una de las mesas de la habitación, junto al mimeógrafo, había
tres pilas de papel. Leyó:
«Examen bimestral de química. Quinto año. Duración de la prueba: cuarenta minutos».
Las hojas habían sido impresas esa tarde y la tinta brillaba aún. Copió rápidamente las
preguntas en una libreta, sin comprender lo que decían. Apagó la linterna y volvió hacia
la ventana. Trepó y saltó: el vidrio se hizo trizas bajo los botines, con mil ruidos
simultáneos. «¡Mierda!», gimió. Había quedado en cuclillas, aterrado. Sus oídos no
percibían, sin embargo, el bullicio salvaje que esperaban, las voces como balazos de los
oficiales: sólo su respiración entrecortada por el miedo. Esperó todavía unos segundos.
Luego, olvidando utilizar la linterna, reunió como pudo los trozos de vidrio repartidos
por el enlosado y los guardó en el sacón. Regresó a la cuadra sin tomar precauciones.
Quería llegar pronto, meterse en la litera, cerrar los ojos. En el descampado, al arrojar
los pedazos de vidrio, se arañó las manos. En la puerta de la cuadra se detuvo; se sentía
extenuado.
44. FRAGMENTO DEL CAPÍTULO I
[…] El Jaguar caminó delante, entró al baño empujando la puerta con las dos manos. En la
claridad amarillenta del recinto, Cava comprobó que el Jaguar estaba descalzo;
sus pies eran grandes y lechosos, de uñas largas y sucias; olían mal.
—Rompí un vidrio —dijo, sin levantar la voz.
Las manos del Jaguar vinieron hacia él como dos bólidos blancos y se incrustaron en las
solapas de su sacón, que se cubrió de arrugas. Cava se tambaleó en el sitio, pero no bajó la
mirada ante los ojos del Jaguar, odiosos y fijos detrás de unas pestañas corvas.
—Serrano —murmuró el Jaguar, despacio—. Tenías que ser serrano. Si nos chapan, te juro...
Lo tenía siempre sujeto de las solapas. Cava puso sus manos sobre las del Jaguar. Trató de
separarlas, sin violencia.
—¡Suelta! —dijo el Jaguar. Cava sintió en su cara una lluvia invisible—. ¡Serrano!
Cava dejó caer las manos.
—No había nadie en el patio —susurró—. No me han visto.
El Jaguar lo había soltado; se mordía el dorso de la mano derecha.
—No soy un desgraciado, Jaguar —murmuró Cava—. Si nos chapan, pago solo y ya está.
El Jaguar lo miró de arriba abajo. Se rió.
—Serrano cobarde —dijo—. Te has orinado de miedo. Mírate los pantalones.
45. EL POST-BOOM
El Post-Boom puede verse como la literatura que vino después del Boom y que
evolucionó o cambió a partir de éste. A pesar de tener un nombre relacionado con ese
movimiento, la novísima literatura no tiene muchos puntos en común con el Boom, más
bien lo que se encuentra son diferencias.
a) Los novísimos abandonan la preocupación por la creación de nuevos tipos de
literatura (meta-literatura) como se podía apreciar en las obras de Julio Cortázar, Mario
Vargas Llosa, Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes Macías, entre otros.
b) Se prefiere un estilo más directo que es más fácil de leer. Además, se vuelve al
realismo y no se encuentran preocupaciones existencialistas, como en las obras de
Cortázar.
c) También se da una preferencia a la narrativa histórica, es decir, la que está basada en
hechos reales.
d) Son de notar que las obras tienen gran precisión histórica, requiriendo investigación
sobre la época y el lugar en cuestión.
e) Muchas obras tratan el tema del exilio, que fue común en los autores que cultivaron
este movimiento.
f) Es de notar también el surgimiento de la literatura femenina y un cambio en el
tratamiento de la sexualidad en las obras.
46. AUTORES
• Manuel Puig, El beso de la mujer araña, 1976
• Reinaldo Arenas, Antes que anochezca, 1992
• Mario Benedetti, Primavera con una esquina rota, 1982
• Alfredo Bryce Echenique: Un mundo para Julius
• Isabel Allende: La Casa de los espíritus
• Roberto Bolaño: Los detectives salvajes, 2666