3. ¿Existe un sentido fundamental
para la vida?
- Nuestra vida tiene sentido cuando lo tiene para alguien.
- El tú, el otro, es siempre esa realidad personal que nos
permite descubrir el sentido del yo.
- Desde pequeños descubrimos que tenemos valor, a
través del amor de nuestros padres.
- Incluso de adultos lo experimentamos: Mi “yo” tiene
sentido cuando me siento amado por un “tú”.
De esta experiencia podemos extraer una primera conclusión:
El ser humano es un ser en relación
4. • ¿Hay un “Tú” que está más allá de todo “tú” humano?
• ¿Cuál es ese “Tú” que último que emerge en mi vida?
- Para el creyente, sencillamente Dios. A quien sentimos, no sólo
como el origen de la vida, sino que nos sostiene y mantiene en ella.
- El creyente se experimenta como “criatura de Dios”, como el hijo
respecto al padre.
- El amor que recibimos y damos, que nos hace sentirnos a gusto
en la vida, se fundamenta en que Él nos amó primero.
El ser humano es un ser abierto a la
trascendencia
12. – ¿Qué educación estoy dando a mis hijos?
– ¿Qué aspectos son los más importantes en
esa educación?
– ¿Hasta qué punto la Fe está presente en
ella?
Reflexiones