2. ‘‘SOBRE LA PAZ ENTRE TODOS LOS PUEBLOS QUE
HA DE FUNDARSE
EN LA VERDAD, LA JUSTICIA, EL AMOR Y LA
LIBERTAD’’
A los venerables hermanos Patriarcas, Primados,
Arzobispos, Obispos y otros Ordinarios en paz y
comunión con la Sede Apostólica, al clero y fieles de
todo el mundo y a todos los hombres de buena
voluntad.
4. PAZ
Hablar de la Pacem in Terris es hablar de los Derechos del
Hombre.
Durante el pontificado de Juan XXIII, la tranquilidad
mundial fue alterada por diferentes sucesos como la creación
del programa Sputnik, el apogeo de la Guerra Fría y la
subsecuente construcción del Muro de Berlín, la Crisis de los
misiles de Cuba, la Guerra de Vietnam y la posibilidad de que
todo esto desembocara en una guerra nuclear; es en ese
contexto que surge Pacem in terris.
El 9 de abril de 1963, el papa firmó la encíclica durante una
rueda de prensa y anunció que se publicaría dos días más
tarde, también afirmó que iba dirigida «a todos los hombres
de buena voluntad» y no únicamente a la feligresía católica y
al episcopado. Además convocó a todos los humanos y a
todas las naciones a colaborar para conseguir la paz por
medio de la comprensión, la ayuda mutua y el respeto de los
derechos de los demás.
5. Apoyándose en la razón y la ley natural, Juan XXIII esboza una lista de
derechos y deberes que deben observar tanto los individuos como las
autoridades públicas, los gobiernos nacionales y la comunidad mundial. La
paz exige la observancia del orden querido por Dios. Este orden ha de
reconocer ante todo las leyes que impone la naturaleza del hombre en las
que se descubren los planes de Dios. El punto de partida y fundamento de
toda ley humana, arranca de la personalidad natural y dignidad natural del
hombre, dotado de derechos y de deberes. Dignidad acrecentada por la luz
de la Revelación Cristiana.
Así pues, la encíclica habla de las relaciones entre los poderes públicos y
los ciudadanos y de las relaciones que deben de existir entre los Estados.
Afirma que la paz no puede darse en la sociedad humana si primero no se
da en el interior de cada hombre, es decir, si primero no guarda cada uno
en sí mismo el orden establecido por Dios. Esta verdad es la que obliga a
todos los seres humanos a respetar a sus semejantes, además de
dignificar el mundo de trabajo, a poner especial atención en la actuación de
la mujer en la vida pública.
6. Considera que las relaciones internacionales son
consideradas bajo la misma óptica de la persona,
es decir, deberán regirse por la ley moral, por la
verdad, la justicia y el respeto. El Papa exhorta a
todos a luchar por reconstruir todas las formas de
convivencia en la tierra. Conjuntar amor y libertad,
es tarea difícil pero vale la pena por el bien de
todos. A esta labor se llama a todos los hombres de
buena voluntad.
7. LA ENCICLICA “MATER ET MAGISTRA Y PACEN
IN TERRIS” JUAN XXIII
¿Con qué objetivo se publica esta encíclica?
enumera la grandeza infinita de Dios creador
del universo y del hombre.
Esta encíclica se publicó con el fin de dar a conocer
la grandeza del Señor y el orden por él para lograr la
paz, el bien común e igualdad.
LA GRANDEZA DE DIOS: “la Creación del Hombre
a su Imagen y Semejanza”, que le dio conciencia,
sabiduría, inteligencia y libertad.
LA GRANDEZA DEL HOMBRE: progresión de la
ciencia y de los inventos; la capacidad para
reducirlos a servicios mediante las cualidades que
Dios le dio.
8. CITA Y EXPLICA LOS DERECHOS QUE
MENCIONA LA ENCÍCLICA
El derecho a la existencia y un nivel de vida digno:
Alimentación, vestido, habitación, descanso, atención
médica, educación y seguridad y de cualquier
eventualidad de pérdida demedio de subsistencia por
circunstancia ajenas a su voluntad.
Derecho referente a los valores morales y culturales:
Respeto de su persona, buena reputación; libertad para
buscar la verdad; defender sus ideas; derecho a la
educación y cultura un trabajo acuerdo a sus aptitudes y
a las capacidades.
Derecho de honrar a Dios:
Toda persona tiene el derecho a honrar a Dios, según lo
dicte su conciencia y profesar su religión tanto pública
como privadamente.
9. Derecho a las elecciones del propio estado:
Se habla de la libertad que tiene una persona a elegir su
propio estado civil, pero solo plantea dos opciones: formar
una familia en igualdad de derechos y de deberes entre
hombres y mujeres o seguir la vocación sacerdotal o vida
religiosa.
Derecho de asociación:
Derecho de reunión o asociación, a la libertad para crear dentro
de estas asociaciones, la estructura que se juzgue conveniente
para alcanzar los objetivos deseados, con responsabilidad.
Derecho de emigración e inmigración:
Todo el hombre tiene derecho a la libertad de movimiento y de
residencia dentro de la comunidad política de lo que es
ciudadano y también tiene derecho a emigrar otras
comunidades.
10. CORRELATIVOS A LOS DERECHOS ESTÁN LOS DEBERES
ENUMERA LOS MÁS RESALTANTES.
Deberes:
Inseparable corrección entre derecho y deberes en la misma persona:
Implica que cada derecho tiene unido de forma inseparable un deber qué cumplir.
Reciprocidad de derechos y de deberes entre personas distintas:
Debe existir una reciprocidad entre derecho y deber. Algunos solo exigen derechos y se
olvidan de sus deberes.
Mutuo colaboración:
Al ser los hombres sociables, deben vivir los unos con los otros y procurar los unos el bien de
los demás, eso es reconocer y respetar los derechos y deberes mutuas.
En actitud de la responsabilidad:
La dignidad de la persona humana requiere además que el hombre en el obrar proceda
consciente y libremente. Por lo cual en la vivencia con sus conciudadanos, tiene que respetar
derechos y cumplir obligaciones tomados por convicción e iniciativa.
11. Convivencia en la verdad, en la justicia, en el amor y en la libertad:
La convivencia entre los hombres será consiguientemente ordenada fructífera y propia de la dignidad
de la persona humana si se fundamenta sobre la verdad según la recomendación del Apóstol San
Pablo, esta convivencia llegará a ser real cuando los ciudadanos respetan los derechos y cumplir las
obligaciones vivificados por el amor y sientan como propios de las necesidades ajenas.
Orden moral:
Cuyo fundamento es el verdadero Dios. El orden que rige la convivencia entre los seres humanos es
de naturaleza moral, es un orden sobre la verdad, será practicado según la justicia, vivificado y
completado por el amor mutuo orientado para lograr la igualdad.
Señales de los tiempos:
Existen tres señales importantes de la época moderna: el avance obtenido por la clase trabajadora
al exigir cada vez más el ser tratados como personas en todos los sectores de la sociedad, el ingreso
de la mujer en la vida pública, exigiendo ser considerada como persona y no como instrumento y
exigiendo igualdad en sus derechos y deberes con el hombre.
La tercera señal lo constituye la familia. Todos los pueblos quieren ser libres. No quieren estar
atados a doctrinas que los colocan en situación de inferioridad ni a razones políticas o raciales que los
discriminan. Se dan cuenta de que todos los hombres son iguales y por esta razón exigen el respeto a
sus derechos.
12. AUTOR Y ÉPOCA DE SU PUBLICACIÓN.
Papa Juan XXIII -11 de abril de1963
13. La paz puede darse en la sociedad, si primero se
da en el interior de cada persona, uno debe
constantemente respetar el orden que Dios a
establecido. No se puede vivir en un mundo de
sometimiento ya sea territorialmente o
económicamente por satisfacer los intereses de
pocos.