El documento discute el rol cambiante de los comunicadores en la sociedad de la información del siglo 21. Señala que la división digital está creando un mundo dividido entre los conectados y no conectados. También argumenta que es necesario promover la industria cultural local para mantener la identidad cultural frente a la globalización y exportar aspectos de la cultura nacional. Finalmente, propone que los nuevos comunicadores deben enfocarse en la información de proximidad, difundir el conocimiento local y promover el desarrollo a través de la industria cultural.