Las normas básicas de atención del gato incluyen alimentarlo de forma regular en su propio plato y mantenerlo separado de la vajilla de los humanos, proveerle una cama propia en lugar de la cama del dueño, y limpiar diariamente la cubeta de piedras. También es importante llevar al gato regularmente al veterinario para chequeos y evitar la automedicación, ya que algunas sustancias pueden ser mortales para los gatos.