Este documento describe la unión económica y monetaria europea y la crisis continua que enfrenta. Explica que la armonización de las políticas monetarias y fiscales ha limitado la soberanía de los estados miembros. También analiza que las tensiones se deben a tener una política monetaria común frente a políticas fiscales nacionales, y a los aumentos en los déficits públicos. Finalmente, sugiere que para resolver la crisis se debe crear un tesoro común europeo que emita deuda común respaldada por todos los gobiern
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Diapositivas sobre la Union Economica y Monetaria
1. UNIVERSIDAD DE PANAMÁ
CENTRO REGIONAL UNIVERSITARIO DE LOS SANTOS
ESCUELA DE FINANZAS Y BANCA
FACULTAD DE ECONOMÍA
TRABAJO DE: BANCA IV
PROFESORA JANNETH BATISTA DE DOMINGUEZ
TEMA: LA UNIÓN ECONÓMICA Y MONETARIA
LA CRISIS QUE NO CESA
2. UNIÓN ECONÓMICA Y MONETARIA
Una unión económica es una forma superior de integración a la que
supone el mercado común. Añade a éste un mayor grado de
armonización de las políticas económicas nacionales en un intento de
eliminar la discriminación que puede derivarse de las disparidades en
dichas políticas.
A medida que se intenta progresar en la armonización de las políticas
comunes surgen dificultades derivadas de la cesión de soberanía por
parte de los Estados miembros, armonizar las políticas monetarias y
fiscales fundamentalmente, supone que los gobiernos de los países del
área tienen un menor margen de actuación para su política general.
3. Como son objeto de la
integración todas las
actividades económicas en el
ámbito espacial de una unión
económica –entre ellas la
política financiera-, la
concertación de una política
monetaria común lleva a la
creación de un banco central
común y finalmente a la
adopción de una moneda única,
con lo que se perfecciona una
unión monetaria.
4. LA CRISIS QUE NO CESA
Las continuas tensiones que afectan a la deuda
soberana de algunos países de la Unión
Monetaria, entre ellos a España, y que se
traducen en un aumento tendencial de las
primas de riesgo y del coste de las nuevas
emisiones, tienen un doble origen:
haber pactado una política monetaria común
frente a políticas fiscales nacionales, sometidas
estas últimas a límites fácilmente superables; y
los rápidos aumentos de los déficit públicos
derivados de la caída de los ritmos de
crecimiento, a partir de 2007, acrecentados,
además, por la confianza de algunos gobiernos
en los efectos balsámicos de un gasto público
acrecentado.
5. Hasta el momento, las
turbulencias –que ponen en
tela de juicio la existencia
misma del euro– han recibido
un tratamiento paliativo, a
través de varios fondos
comunitarios destinados a
facilitar ayuda financiera a los
países en situación más
delicada, ayuda sometida a
condicionalidad, y a través de
las intervenciones del Banco
Central Europeo. Sin que, por
el momento, las tensiones se
hayan calmado.
6. Tensiones, a nuestro
entender, que no remitirán
hasta que los dirigentes de
la Unión Monetaria Europea
aborden el núcleo del
problema y decidan
desnacionalizar la política
fiscal y crear un Tesoro
común que sea el único
autorizado para emitir
deuda común, respaldada
por todos los gobiernos de
la Eurozona. De hacerse así,
y de canjearse esa nueva
deuda, en todo o en parte,
por la deuda soberana en
curso, la desconfianza que
afecta a la deuda pública de
varios países remitiría, los
tipos de interés de las
emisiones se reducirían y
los ritmos de crecimiento de
los miembros de la Unión
Monetaria, hoy muy
reducidos o negativos, se
elevarían sustancialmente.