1. Grandes científicos ecuatorianos
Misael Acosta Solís
Es, quizá, el más grande científico ecuatoriano en la especialidad de la Botánica, ecología,
silvicultura, fitogeografía. Y conservación de recurso.
Su amor y admiración por la naturaleza surgió de niño al observar, en su natal Ambato, la
destrucción de los bosques y la erosión del suelo. También decisivo que en su juventud fuera un
incansable excursionista y excelente observador, por lo que adquirió un respeto y un
conocimiento profundo de la naturaleza. En Ciencias Naturales del Ecuador.
Visito varios países del mundo para construir importantes redes internacionales de
comunicación científica. Recibió nombramientos por sus investigaciones.
Sus logros más importantes fueron:
Liderar, en el ecuador, un proceso para que la gente cambie de actitud frente a la
naturaleza, y la conserve. Sus argumentos fueron especialmente económicos, pero
también ecológicos, estéticos, morales y patrióticos.
Promovió importantes expediciones geográficas, fitogeografías y forestales. Describió
especies de interés forestal, agrícola y médico, y las formas de aprovecharlas.
Reunió una colección de 25000 especímenes vegetales. Sus investigaciones se
plasmaron en numerosos libros, revistas y artículos científicos publicados en el ecuador
y en el extranjero.
Fundo varias instituciones conservacionistas e investigativas: el instituto ecuatoriano de
ciencias naturales, el instituto botánico de la universidad central y el departamento
forestal.
Fue profesor de la universidad central, universidad de Guayaquil y politécnica nacional,
donde transmitió conocimientos geobotánicas, de botánica económica y de
conservacionismo a varias generaciones; fue un pionero de la educación ambiental.
Combatió la explotación no-técnica de las selvas, acusando a campesinos y compañías
madereras, de extraer indiscriminadamente la madera. Pero en esta época, el ecuador estaba
más interesado en el desarrollo, en la industrialización, en la modernización agrícola, y los
políticos no estaban dispuestos a hacer cumplir las leyes que restringían el uso de los recursos
naturales.
En su quinta privada, llamada estación experimental de tierras áridas quinta equinoccial, realizo
experimentaciones conservacionistas. Allí demostró que era posible restaurar, mediante técnica
forestal, incluso los terrenos más erosionados.
Fuente: BACHILLERATO QUIMICA PAG, 39