La educación sistémica, conduce a la forma de dimensionar su administración, conocer los protagonistas que en ella intervienen, el rol que desempeñan quienes en ella intervienen, así como la forma de organizar y conducir el espacio se centra más en quien dirige la escuela, el liderazgo directivo.
Doctorado en Educación en Innovación Tecnológica Educativa
1. Doctorado en Educación en Innovación Tecnológica
Educativa
Materia
Principios básicos de la administración educativa
Ensayo: Dimensiones de la administración educativa
Tutora
Dra. Mónica Lizárraga Flores
Tutorado
Juan Daniel Álvarez Hernández
Tuxpan, Jalisco a 14 de febrero de 2014.
2. Introducción
Hablar de educación en tiempos actuales, es un tema de relevancia por la
sociedad y quienes formamos parte formal y sistemática en este proceso
social. Desde distintas perspectivas vertemos opiniones que causalmente se
encuentran las mismas ideas con distintas palabras que nos conducen al
análisis de la calidad.
Para los que estamos familiarizados de alguna manera en el ámbito educativo,
sabemos (al menos lo básico) los mecanismos que se manejan en esta
empresa pública que para lo sociedad en general desconoce (por decirlo así) la
forma operativa de este servicio público pero sabe que si puede incidir y
participar desde dentro o fuera de esta como sociedad (a su vez el estado) y
exija respuestas de atención a las necesidades e intereses de las nuevas
generaciones; así como la empresa educativa exhorta a la sociedad y al estado
mayor participación para cumplir con su cometido, es decir la reciprocidad.
La era moderna con sus avances en ciencia y tecnología ha trasformado a la
sociedad, pasar de ser simple receptor, a ser una sociedad del conocimiento y
de la información, por ende la educación se ha convertido en una prioridad
social, económico y cultural. El avance de ciencia y tecnología trae bonanzas
pero también incrementa desigualdades, el papel de la educación juega un
significado mayúsculo en la sociedad actual.
Por lo tanto, la educación sistémica, conduce a la forma de dimensionar su
administración, conocer los protagonistas que en ella intervienen, el rol que
desempeñan así como la forma de organizar y conducir el espacio que le
corresponde en la vida escolar, centrándose más quien dirige esta empresa
local llamada escuela, el liderazgo directivo.
3. Dimensiones de la administración educativa
I. El directivo como gestor de aprendizajes escolares.
La vida escolar cobra verdadero significado en las aulas, es aquí donde yace
toda la teoría de la política educativa, donde aterrizan los proyectos de la
visión de cada gobierno en turno en materia educativa, así como de los
compromisos que se adquieren en congresos internacionales en aras de
propagar una mejor educación de calidad.
Para ello es indispensable conocer la estructura que presenta técnicamente el
sistema educativo nacional para ir de lo general a lo particular, sin embargo nos
centraremos en lo más tangible y evidentemente social que es en el plantel
escolar, permitiendo ir entrando en materia sobre el análisis de este aparato
educativo, su organización sistémica para el control y realización de acciones
de los agentes que se involucran y conviven en el contexto escolar (directivo,
docentes, alumnos y padres de familia).
El cómo, qué, cuándo, quién (es), dónde, porqué y para qué, son directrices
que comparten los protagonistas en la vida escolar en las distintas dimensiones
curriculares del proyecto educativo como lo es en el caso de primaria indígena
Plan Escolar de Desarrollo Educativo (PEDE) y su correspondiente Plan Anual
de Trabajo (PAT): pedagógica, organizativa, administrativa y de participación
social en el afán de la gestión escolar.
Al respecto Pozner (1994) define a la gestión escolar como conjunto de
acciones, articuladas entre sí, que emprende el equipo directivo en una
escuela para promover y posibilitar la consecución de la intencionalidad
pedagógica en y con la comunidad educativa.
Para ello se requiere de elementos cualitativos y cuantitativos que proporcionen
datos fidedignos reales que permitan identificar y conocer la problemática por
atender (los distintos actores del contexto educativo) tomando en cuenta los
insumos necesarios que se ocupan para abatir o disminuir los problemas que
se presentan en las distintas dimensiones curriculares del PEDE Y PAT.
4. Considerando que la vida escolar y sus correspondientes acciones deben
responder a las necesidades e intereses sociales, como efecto del fenómeno
social de la globalización.
Todo esto en un contexto de pauperización del oficio de enseñar, en condiciones
laborales deficientes, con escasos medios y recursos, y con políticas económicas
privatizantes, restrictivas y con marcado acento en los resultados y en los
conocimientos instrumentales, dejando en último lugar la formación del ciudadano
acerca de sus derechos, de la justicia y de la equidad. (Pozner, 1994)
Sin lugar a duda la tecnología avanza más rápido que la forma operativa del
proceso de enseñar, sin objetar las condiciones de infraestructura de los
centros educativos que casi o nada cuentan con equipo tecnológico rebasados
por este elemento que si bien no es la panacea universal del modelo educativo
nacional ésta ya es parte de la cotidianidad tanto del estudiante como de la
sociedad en general, en la que se le asigna a la educación un papel central de
las nuevas estrategias de desarrollo sustentable.
Carlos Villar Araujo establece que la escuela como unidad educativa está
basado en un modelo que emerge cuando las relaciones de trabajo se hallan
en trance de reacomodación y recomposición, el mimetismo intrínseco de los
actores debido a que durante la ejecución del proyecto escolar este se tiende a
modificar, hacer ajustes y precisiones correspondientes así como estar en
constante evaluación pertinentes.
Es aquí donde convergen todos los elementos tanto del ámbito de la
administración y lo pedagógico; sin un control administrativo no habría cavidad
al buen desarrollo funcional de la vida escolar, es aquí donde opera la
organización institucional que por una parte debe prestar atención o respuestas
contundentes a la población estudiantil, magisterial (roles que juegan),
dependencias externas y propias de la escuela todo dentro de un marco
jurídico que valide su sistematización y pueda rendirse cuentas de los logros y
dificultades u obstáculos presentados.
Una buena administración, una planeación educativa y una buena gestión
traducen el alcance de los logros de metas (cualitativos y cuantitativos)
reflejados en las aulas y contexto inmediato en los aprendizajes significativos
5. de los estudiantes. Sin embargo las escuelas siguen siendo microscopios
sociales muy complejos (Escudero, 1998), porque se involucran varios agentes
en el proceso del transitar de la vida institucional, ya que en teoría se
comparten responsabilidades en la práctica discrepan evidentemente.
Entonces ya es hora de que cada cual comience a asumir sus propias
responsabilidades, su específico protagonismo. Y a actuar en consecuencia.
De lo contrario, hay protagonismos exclusivos que se convierten en
culpabilidades anunciadas. (Cuadernos de pedagogía, 1991)
La delegación de funciones (roles) en la institución son formas de coordinar los
esfuerzos por llevar acabo el buen desempeño primordial que es el pedagógico
sin restar importancia a los demás ámbitos o dimensiones, pero es el más
trastocado de la escuela pues aquí se refleja la aceptación o en casos el
repudio social.
Se afirma que la delegación de funciones a la unidad educativa en asuntos
relacionados con el ejercicio del poder, tanto para la administración financiera y
las cuestiones pedagógicas, como para las normativas y directivas, aseguran a
las escuelas:
una gran flexibilidad en la obtención y empleo de los recursos;
habilidad para generar y distribuir recursos según las necesidades;
aumento de la capacidad creativa, de innovación y e
experimentación;
aumento de autonomía en la toma de decisiones;
disminución del control burocrático;
mayor participación e involucramiento de toda la comunidad
educativa. (Jacques Hallack, 1992)
Distribuye poderes y tareas en niveles central, intermedio y local o escuela para
la redefinición de poderes y responsabilidades en la que se manifiesta un
diseño de un nuevo estilo de gestión educativa centrado en el fortalecimiento
de las relaciones de la escuela con su medio social inmediato.
6. II. La nueva escuela.
La educación debe transformarse para enfrentar los retos de la sociedad
actual, para ello es necesario enunciar los cuestionamientos ¿qué es lo que se
debe transformar en la educación?, ¿a qué necesidades sociales se debe
responder?, ¿cómo pueden impulsarse dichas transformaciones?, ¿quiénes
tienen que hacerlo? Y ¿cuál es la tarea de los directivos en este proceso? Para
ello se requiere un poco de fundamentos sobre tan imperantes interrogantes.
Un cambio de paradigma de la función escolar y sus protagonistas con el
cometido de transformar para mejorar la calidad educativa, circunscrita en una
política educativa debido al fenómeno de la globalización económica y cultural
ha trastocado varios ámbitos de la vida humana en sociedad, en aras de la
evolución perfectible de la vida en y para la sociedad; para ello la Organización
de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)
consensó en el foro mundial sobre la Educación en Dakar (2000) los objetivos
del milenio entorno en atender las necesidades (intereses) educativas de las
sociedades del conocimiento como meta a cumplirse en el 2015 bajo el
proyecto Educación Para Todos (EPT). Por lo tanto cada nación se
compromete en atenderlas, y a establecer reformas que permitan alcanzar los
objetivos que se trazaron en la cumbre.
Esto propicio el análisis de estereotipos nacionales arraigadas en la vida
operativa de las instituciones escolares, paulatinamente implementar reformas
curriculares, pedagógicas (reforma educativa) con el objetivo de mejorar la
calidad y cobertura en la educación que se imparte y…
de las necesidades básicas de aprendizaje de todas las personas por igual (niños,
jóvenes y adultos) se refieren a las herramientas esenciales para el aprendizaje (
lectura, escritura, expresión oral, cálculo, solución de problemas) y a los contenidos
básicos de aprendizaje (conocimientos teóricos y prácticos, valores y actitudes) que
hacen posible la sobrevivencia, el desarrollo pleno de las capacidades, vivir y trabajar
con dignidad, participar en el desarrollo, mejorar la calidad de vida, tomar decisiones
fundamentales y continuar aprendiendo. (UNESCO, 1990)
Bajo esta premisa, en 1992, la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (CEPAL) y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el
7. Caribe (OREALC) trazó los objetivos centrales bajo los conceptos de
“Ciudadanía y competitividad” aludidos en el documento “Educación y
conocimiento, eje de la transformación con equidad”, en la que señala como
principales desafíos de América Latina: Consolidar la moderna ciudadanía en
un contexto de democracia, cohesión social, equidad y participación y generar
condiciones para la competitividad internacional que permita a la población el
acceso a los bienes y servicios modernos.
Y como criterio para el diseño de las políticas, “la equidad y el desempeño”, y
como lineamientos para las reformas institucionales “la integración nacional y la
descentralización”. Bajo estos postulados se encuentra los roles de quienes
intervienen en el proceso educativo, subrayando el papel primordial del
directivo en el conocimiento, aplicación y manejo de la normatividad (con
conciencia) y del desempeño en la gestión escolar así como el marco jurídico,
elementos fundamentales de activación en esencia de la institución como parte
de la política educativa.
La administración y gestión escolar ha sido un tema que desde sus orígenes
conceptuales en el ámbito empresarial la han adoptado las instituciones pública
y la educativa no es la excepción, con la finalidad de organizar las prácticas y
pautas de trabajo y del papel de los profesores que en ella laboran en el
proceso productivo, así como atender lo que la sociedad espera de ella
(Elizondo 2001) considera la necesidad de repartir atribuciones centrales a las
entidades escolares en cuestiones financieras, administrativas, normativas,
directivas y pedagógicas, provisionando así:
Gran finalidad en la obtención y empleo de los recursos.
Habilidad para generar y distribuir recursos según las necesidades.
Aumento de la capacidad creativa, de innovación y de experimentación.
Aumento de la autonomía en la toma de decisiones.
Disminución del control burocrático.
Mayor participación e involucramiento de toda la comunidad educativa.
Transformar la práctica de la gestión educativa de pasar de un modelo
burocrático a un modelo emergente, si bien tiene sus lados positivos el modelo
8. burocrático basado en una teoría socialista como el estar basada en la
racionalidad en la adecuación de los medios a los objetivos que se pretende
esta evoluciona conforme al ritmo de las sociedades.
Elizondo (2001) menciona a Max Weber; la burocracia tiene las siguientes
peculiaridades:
1. Carácter legal de las normas y los reglamentos.
2. Carácter formal de las comunicaciones.
3. Carácter racional de la división del trabajo.
4. Impersonalidad en las relaciones.
5. Jerarquía de autoridad.
6. Rutinas y procedimientos estandarizados.
7. Competencia técnica y meritocracia.
8. Especialización de la administración separada de la propiedad.
9. Profesionalización de los participantes.
10.Completa previsibilidad del funcionamiento.
Dicho modelo como cualquier otro tiene sus pros y contras, sin tomarse como
una receta que soluciones la complejidad existente en la administración y
gestión institucional de las interacciones de los protagonistas que en ella
intervienen para conquistar metas y/o objetivos escolares, esto está en
constante evaluación, ajustes o modificaciones pertinentes para obtener
resultados óptimos. Pero aclara que este modelo no consideraba las
características y condiciones particulares de las escuelas, entre otras que han
pasado desapercibidas hasta en la actualidad. A demás de agregarse que este
pensamiento sociológico invade también las formas de enseñanza, donde el
alumno tiene el papel receptivo y el docente, el activo.
Ante las constantes transformaciones sociales y el avance de la ciencia y de la
tecnología, el ámbito educativo presenta retos sustanciales que obliga a
retomar su objetivo conferido socialmente, estableciéndose un modelo
emergente basado en 2 ejes operativos, la organización escolar y la
caracterización de los sujetos que coordina y toman decisiones en los procesos
educativos: los directivos. Compartiendo con el modelo burocrático tres
9. principios, calidad, competencia y excelencia, bajo las premisas de impulsar
una participación democrática, otorga autonomía para el logro de propósitos y
objetivos educativos, se ejerza el liderazgo compartido, el establecimiento de
organización escolar así como la planeación y su respetiva evaluación bajo la
implementación de un proyecto escolar como elemento operativo de la escuela.
III. Organizar y conducir.
Una organización que aprende es aquella en la que su gente, a todos los niveles, individual
y colectivamente, está continuamente incrementando su capacidad para producir
resultados sobre lo que realmente le preocupa. Richard Karash.
La escuela como entidad administrativa y de gestión, requiere de una
organización bajo la consigna de alcanzar sus propósitos y objetivos en base a
la misión que se traza en un lapso estipulado que permitirá trascender desde
su contexto inmediato al metacontexto.
Desde tiempos en que la educación paso a manos del estado, esta fue
modificando su estilo instructivo a deductivo y ahora al constructivo, objeto de
acumulación de teorías y corrientes educativas distintas y concepciones muy
propias pero que en común han buscado consolidar y unificar en dos
concepciones, enseñar y aprender. Sin lugar a duda, la escuela es el espacio
propicio en la que convergen infinidad de elementos del metacontexto que si
bien este ha sido parte de su creación, también es de reconocerse que ha
estado en rezagos que arrastra desde antaño por políticas educativas que
descuidaron varios aspectos y se centraron en la idea de reproducir replicas
ideológicas tal vez para perpetuarse en el poder.
Quizá desde esta perspectiva se tenía la idea que la escuela no produce
(desde una perspectiva social, económica y cultural), es decir solo ofrece un
servicio público consagrado en la carta magna y que la sociedad tiene derecho
a recibir, tal concepción traía consigo el desprendimiento de la escuela con la
sociedad y viceversa e inclusive del estado ya que no era prioridad en
proyectos nacionales por consiguiente mermaron la condición del papel de la
escuela.
10. A medida de los cambios sociales a nivel mundial, la educación es vista desde
otro enfoque que como bien dice Schlemenson (1996), la conjunción del doble
aspecto (pedagógico y gerencial económico) parece ser parte de un
sinceramiento básico entre los sectores que interactúan en el ámbito de la
escuela; que permite, liberar el proceso de crecimiento y desarrollo que dan
identidad y sentido propio a la organización de las escuelas.
Dentro de este nuevo paradigma que se le atribuye a la escuela, denota el rol
protagónico del liderazgo directivo que responde a una complejidad en
constante integración y perfeccionamiento basado en un modelo empresarial
que se le asume a la escuela.
La escuela guarda relación con este modelo. La situación es equiparable al de una
empresa pequeña o mediana en la cual tiende a haber una superposición entre el rol
de dueño y el de director –similar a la superposición entre capital y trabajo-, donde el
que dirige es el mismo que asume el riesgo económico. (Schlemenson 1996)
Aclara tres dimensiones del rol del director como experto especialista
pedagógico, empresario y gerente, para transformar a la escuela en una
organización con exigencias económicas y administrativas. Sin embargo este
planteamiento presenta ciertas dificultades, por un lado la resistencia del
director pues por naturaleza su formación está basada en el conocimiento de la
pedagogía y no explícitamente en los demás roles, debido a los mecanismos
creados para ocupar de docente frente a grupo a directivo y en el otro de los
casos de maestro y director con grupo como se encuentran en las escuela de
organización multigrado o unitarias que el documento analizado no toca en
ningún momento.
Schlemenson (1996) hace referencia a J. Flynn Bucy, en la que establecen las
tipologías empresariales dominantes: el artesano, el clásico y el gerencial,
estas características son en las que puede identificarse el rol directivo
dependiendo del proyecto educativo escolar que diseñe la institución y de la
misión y visión para y en su contexto y metacontexto.
La comunidad es quien evalúa la calidad de la enseñanza en las organizaciones
educativas, y de allí se deriva su reputación. La figura del director, el prestigio de la
11. escuela, son importantes y constituyen una parte sustancial de la relación de los
profesionales de la educación con su público.
Los nuevos paradigmas de la dirección además del cumplimiento de las
funciones administrativas se involucran también el servicio a la comunidad, el
currículo y el desarrollo profesional de los docentes, bajo una idea gerencial
que asume en la institución sin desligarse del valor formativo que brinda sin
soslayar los intereses pedagógicos circunscritos en el proyecto escolar en
congruencia en el contexto escolar y el metacontexto global.
Sin embargo se puntualiza que la relación entre contexto y metacontexto puede
existir incongruencias o conflictos que el sujeto lo coloca en el dilema de
equivocarse en el contexto primario, o de acertar por razones erradas o de una
manera errada.
"responde precisamente a una crisis proveniente de la interacción de metacontextos
incluyentes de la educación en nuestro país y refleja también un momento de la
educación en el mundo", que da cuenta de cómo el contexto va cambiando en función
de las nuevas realidades que van emergiendo en la sociedad actual y que a su vez "
conllevan una reformulación de la escuela y del rol del director". (Gregorutti, 2008)
La vida de las institución escolar conlleva enormes desafíos que tienen que
analizarse desde el seno mismo de esta por parte de los protagonistas que en
ella intervienen y por agentes externos esta, pero bajo el liderazgo compartido
del director y en común acuerdo con todos los que integran el desarrollo
escolar decidirán el rumbo a emprender.
IV. Rol como maestro de grupo de primer grado de educación
primaria indígena.
Básicamente ubicadas en las cuatro dimensiones del Proyecto Anual de
Trabajo.
Dimensión pedagógica.
Promover el trabajo de reflexión y análisis de los textos por parte de los
alumnos (coloquialmente enseñarles a que aprendan a leer) de lo que leen o
cómo leen. Mostrar a los alumnos estrategias que usa un lector o escritor
12. experimentado (contexto inmediato) así hacer evidentes las decisiones y
opciones que presentan al desarrollar estas actividades. Dar a los alumnos (as)
orientaciones puntuales para la escritura y la lectura, que le tomen sentido y
significado al propósito de la lectura y la escritura. Estimular a los alumnos (as)
a escribir y leer de manera independiente sin descuidar la calidad de su trabajo.
Fomentar el uso y aprecio por la lengua indígena. Organizar la biblioteca de
aula, ser facilitador en la construcción de aprendizajes de los niños (as),
atender etc. Evaluar los aprendizajes de los alumnos. Involucrar a los padres
de familia y comunidad a participar en asuntos educativos así como desarrollar
las líneas de trabajo del programa de Escuela de Tiempo Completo.
Dimensión organizativa.
Generar condiciones que favorezcan las buenas relaciones entre todos,
análisis y participación en los consejos técnicos de escuela para el logro de los
objetivos de la ruta de mejora, organizar, ejecutar las líneas de trabajo
educativo establecidas en el programa ETC en conjunto con los maestros del
plantel y directivo.
Dimensión administrativa.
Responder a una serie de requerimientos técnico-administrativos, elaborar la
planeación por proyectos, llevar el registro de asistencia de los alumnos así
como lo concerniente de sus calificaciones. Coordinación permanente de
recursos materiales, de tiempo, además de garantizar acciones de control de la
información relativa a todos los alumnos y padres de familia, cumplimiento de la
normatividad; así como la relación con el director de la escuela en sus
funciones de enlace entre las normas y disposiciones de la autoridad educativa.
Dimensión de participación social.
Compartir la responsabilidad formativa de los estudiantes con los padres de
familia, tutores y comunidad en general e identificar las acciones en las que
puedan participar. Así como con el consejo escolar de participación social, la
asociaciones de padres de familia, los vecinos.
13. CONCLUSIONES
El sistema educativo, con lleva a dimensionar su administración de manera
eficiente y eficaz por el liderazgo compartido del directivo en la escuela,
asignar, conocer y cumplir responsablemente con los roles de quienes
intervienen en el proceso escolar es una tarea con consciencia.
Vivir el mundo escolarizado que presenta la institución educativa desde
distintas dimensiones que se enmarcan en un proyecto escolar es estar en una
evaluación constante de la misma así como ser evaluado por todos
(constructivamente) y el saber administrar o contribuir a esta es parte
fundamental.
Comúnmente se considera la administración educativa empieza desde arriba y
llega a que solo se cumpla como requisito en la escuela y el aula o que es
tarea afín solo del directivo; cambiar esta idea desde su raíz causal de origen
entre los protagonistas de la entidad educativa es en esencia transformar la
escuela.
14. REFERENCIAS
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escuela, I Dirección, liderazgo y gestión escolar.(pp 27-59). México: Paidós.
ELIZONDO, A. (2001). Administración y gestión escolar. En La nueva escuela,
II Dirección, liderazgo y gestión escolar. (pp 61-97). México: Paidós.
ESPASA. (2005). Diccionario español. [En línea]
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[2014/02/14]
GREGORUTTI. (2008). La gestión de las instituciones educativas. [En línea]
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[2014/02/14]
POZNER, P. (1994). El directivo como gestor de aprendizajes escolares.
México: AIQUE.
SEJ. (2011). PEDE Y PAT. ORIENTACIONES PARA ELABORAR EL PLAN
ESCOLAR DE DESARROLLO EDUCATIVO Y PROGRAMA ANUAL DE
TRABAJO. MEXICO: SEJ
SHLEMENSON, A., LEJTMAN, S., GONZALES, G., ALFARERI, M., APEL, J. Y
TOMASINI, C. (1996). Organizar y conducir la escuela. Reflexiones de cinco
directores y un asesor. México: PAIDÓS.
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UNESCO. (2005). Hacia las sociedades del conocimiento. [En línea]
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