1. Historia del Arte (BCS2)
ARQUITECTURA SIGLO XIX.
Lámina_49
Templo expiatorio de la Sagrada Familia (Antonio Gaudí).
En 1883, Gaudí, con 32 años aceptó continuar con el templo expiatorio, iniciado en clave neogótica por el arquitecto Paula de
Villar y financiado por las donaciones de fieles. Pensado y concebido con el espíritu de las grandes catedrales medievales,
Gaudí lo convirtió en la obra de su vida y en ejemplo único de una nueva arquitectura que aplica la geometría para emular las
formas que se encuentran en la naturaleza, al mismo tiempo que consiguió insuflar a cada elemento el más profundo
simbolismo religioso.
1. Identificación.
Nombre: Templo expiatorio de la Sagrada
Familia.
Autor: Antoni Gaudí i Cornet (1852 –
1926).
Estilo: Arquitectura Historicista
(neogótico).
Cronología: 1883 - 1926.
Tipología: templo expiatorio.
Dimensiones: naves y ábside, 90 m
(largo); transepto, 60 m (largo); nave
central, 15 m (ancho).
Localización actual: Barcelona.
Autor: Construida la cripta, un donativo
especial hizo posible ampliar el proyecto que iba a durar generaciones. Al final de su vida, se dedicó a
elaborar incansablemente aquella traza general que debía guiar las siguientes generaciones. En 1936, sin
embargo, un incendio destruyó todos sus dibujos y notas y sólo quedaron los modelos de yeso. Muchos
años más tarde, los avances técnicos nos han permitido desvelar las leyes de la geometría que animaron
sus estructuras, continuando con los parámetros que Gaudí estableció.
2. Descripción formal.
Edificio ligero, vertical, presidido por 18 torres cuya media
es de 100 m de altura, y rodeado en todo su perímetro por
un singular claustro. Tres grandes fachadas acogen 4
torres-campanario cada una, dedicadas a los doce
apóstoles; sobre el cimborrio, la torre de Jesucristo, de
170 m de altura; rodeándola la torre de la Virgen sobre el
ábside y las 4 torres de los evangelistas.
Planta e interior.
La planta de cruz latina sigue los parámetros góticos:
cuerpo central de cinco naves, transepto de tres naves con
portadas en ambos extremos, ábside con deambulatorio
de siete capillas poligonales y cripta.
Para Gaudí el interior del templo emula un bosque: “Las
columnas son troncos que se abren y sostienen copas
frondosas. La luz de los ventanales se filtra a través de los
árboles entre los claros ramajes. Por la noche, los orificios
se convierten en estrellas”.
Esta bella alegoría es claramente tangible en el interior del templo gracias al sistema arborescente. Las
columnas inclinadas se ramifican con la finalidad de que las ramas sostengan la cubierta en diversos puntos.
Las bóvedas se apoyan en estas
ramificaciones y prescinden de
contrafuertes exteriores.
Las bóvedas son superficies
estrelladas resultado de
atrevidas combinaciones de
figuras atrevidas (hiperboloides,
helicoides, conoides…)
plásticamente engendran un
juego de estrellas, de formas
1 IES Lacimurga C. I.
Javier Pérez (IES Lacimurga)
2. Historia del Arte (BCS2)
ARQUITECTURA SIGLO XIX.
abiertas o cerradas, que alcanzan su máxima belleza cuando la luz “resbala” por sus superficies dando lugar a
una extraordinaria visión que Gaudí sólo pudo calcular e intuir, y que causó un profundo impacto al hacerse
realidad.
Gaudí deseaba que al entrar en el templo, el fiel tuviera una visión unitaria que abarcara hasta el fondo del
ábside. La mirada se dirige hacia el profundo presbiterio, definido por un semicírculo de columnas y presidido
por un altar mayor elevado a causa de la cripta subterránea. Sobre el altar mayor se despliega toda una
simbología religiosa que culmina en un gigantesco Pantocrátor, realizado en mosaico e iluminado por la luz
procedente del gran óculo que cierra la torre de Jesucristo.
3. Contenido y significado.
Gaudí impregnó cada elemento de un profundo simbolismo religioso. Relacionó magistralmente la
arquitectura con una escultura entre naturalista y modernista, al servicio de la religión.
El exterior simboliza, a través de sus 18 torres, la esencia de la Iglesia católica: Jesucristo, María, los
apóstoles y los evangelistas.
Las fachadas, a la manera de un libro escrito en
piedra, narran:
El Nacimiento, al Este, narra la infancia de
Jesús.
La Pasión –esculpida por J. M. Subirachs-, al
Oeste, su muerte.
La Gloria, al Sur, el camino a la redención.
En el interior, soportado por más de 50 columnas –
las Iglesias de todo el mundo-, remite a la Jerusalén celestial.
A medida que el templo se erigía, el neoclásico inicial dejó paso a nuevas formas inspiradas en la naturaleza
que venían a ser la superación de las limitaciones del gótico. Gracias al sistema arborescente, Gaudí creó un
nuevo orden basado en las formas continuas de la naturaleza, diferente de los órdenes clásicos y de sus
variantes a lo largo de siglos. Querían conseguir una estructura que fuera capaz de resistir grandes cargas,
pero que también expresase el crecimiento de los árboles. El arquitecto se sirvió de la geometría para
traducir volumétricamente todas las formas vegetales y todos los elementos de la Sagrada Familia, desde las
columnas hasta los ventanales. Todos los elementos se supeditan a una modulación geométrica (unidad,
mitad, dos tercios) que se van repitiendo y configuran un todo profundamente interrelacionado.
2 IES Lacimurga C. I.
Javier Pérez (IES Lacimurga)