1. Historia del Arte (BCS2)
ARTE GRIEGO.
El Partenón.
¿Un edificio que conmemora una victoria sobre los persas? ¿Una construcción religiosa
consagrada a la diosa Atenea? ¿Tal vez un monumento que proclama la grandeza de la polis
ateniense a mediados del siglo V a.C? Todo eso y muchas cosas más es lo que simboliza el
Partenón, además de ser un edificio que, con el paso de los siglos, ha soportado abandonos,
bombardeos (por parte de los turcos) e incluso saqueos (por parte de los cultos ingleses,
quienes disfrutan hoy en el British Museum de Londres de un amplio repertorio escultórico
obtenido en este templo).
Identificación.
TIPO: arquitectura.
TÍTULO: Partenón (Templo de Atenea
Pathenos).
AUTORES: Ictinos y Calícrates, con la
supervisión de Fidias.
FECHA: 447-432 a.C.
LOCALIZACIÓN: Acrópolis de Atenas,
Grecia.
ESTILO: arquitectura griega de época
clásica. Estilo dórico.
Análisis formal.
FORMA: obra arquitectónica de planta
rectangular, de 69,5 mt de largo y 31 mt de
ancho, con cubierta a dos aguas.
MÉTODO: construcción realizada mediante
sillares de mármol pentélico. Se debieron
emplear en la obra alrededor de 14300 bloques
de piedra.
DESCRIPCIÓN: El Partenón es uno de los ejemplos más significativos del orden dórico
griego. Se trata de un templo octástilo (8 columnas en cada fachada) y períptero (las
columnas rodean todo el edificio, siendo 17 en cada uno de los lados mayores).
Todo el conjunto se asienta sobre
una plataforma formada por un
estilóbato y dos estereóbatos.
Siendo una obra de estilo dórico,
las columnas carecen de basa y su
fuste está recorrido en sentido
longitudinal por estrías, unidas a
arista viva. Hacia el centro del fuste
se produce un leve ensanchamiento
o éntasis, mediante el cual los
arquitectos trataron de corregir los
efectos de proporción que acusaría el
ojo humano a la vista del edificio.
Por el mismo motivo, las columnas
aparecen levemente inclinadas hacia
el interior. Los fustes rematan en
una moldura cóncava, el collarino,
sobre la cual se asienta el capitel, de apariencia geométrica y compuesto por dos
elementos: el equino, de sección curva, y el ábaco, a modo de pequeña losa que recibe
directamente el apoyo de los elementos superiores. Por encima de los capiteles de las
columnas corre un entablamento organizado, de abajo arriba, en tres partes. La primera es
un arquitrabe liso. La segunda es el friso, constituido por una sucesión alternante de triglifos
(formados por estrías verticales) y metopas (que presentan decoración escultórica). Remata
el conjunto una cornisa, saliente respecto a los elementos anteriores.
1 IES lacimurga C. I.
J. Javier Pérez (DTO. Geografía e Historia)
2. Historia del Arte (BCS2)
ARTE GRIEGO.
El empleo de una cubierta a dos aguas genera en cada uno de los lados menores un
amplio espacio triangular, el frontón, cuyo perímetro exterior aparece recorrido por una
cornisa saliente, de modo que el espacio interior, o tímpano, queda libre para ser decorado
con esculturas.
Si se recorre el templo longitudinalmente, tras la fachada se accede a
un primer espacio interior, el pronaos. Este conjunto da paso a la
cella o capilla, aislada del resto del edificio mediante un muro de
sillares. En esta estancia se alojaba la estatua de la diosa Atenea
Parthenos, a quien estaba consagrado el templo. En la parte trasera
se adopta un esquema semejante: un nuevo pórtico de seis columnas
da paso a una sala menor, el opistodomos, en el que cuatro
columnas sostienen la cubierta. Esta dependencia servía para
custodiar el tesoro del templo y objetos del culto a la diosa.
Análisis simbólico.
La simbología del Partenón en enormemente amplia y, al mismo tiempo, muy clara. De una
parte, el mismo templo, como lugar de culto de Atenea, viene a simbolizar a la propia
diosa, sobre todo en su consideración de divinidad protectora por antonomasia de la polis
ateniense. A tal efecto, la cella acogía una colosal escultura de11 metros la diosa, hoy
perdida, pero de la que aún se conserva in situ el basamento que la sostenía.
Pero la simbología escultórica del Partenón se hacía
evidente sobre todo mediante la decoración
escultórica que originariamente presentaba el
edificio. Así, los dos frontones del templo
reproducían los temas del nacimiento de Atenea y
el combate entre esta diosa y Poseidón (o
Patronato del Ática).
Por su parte, en las metopas del friso exterior se
representan, como si de viñetas se tratase, cuatro
temas diferentes. En los dos lados menores, con 14
metopas cada uno, aparecen la Amazonomaquia y la
Gigantomaquia. En los lados mayores, con 33
metopas cada uno, los temas seleccionados son la
Centauromaquia y la Illiupersis o Guerra de Troya.
Todo este conjunto simboliza la capacidad de la
polis de Atenas para vencer a sus enemigos,
representando las luchas que los atenienses o sus
antepasados mantuvieron con amazonas, gigantes,
centauros o troyanos, temas clásicos en la mitología griega.
Finalmente, a lo largo del muro de la cella, corre un
friso de estilo jónico en el que se representa una
procesión que cada cuatro años tenía lugar en
Atenas. Se trata de las Panateneas, en la que un
amplio cortejo acudía a entregar a la diosa un peplo
bordado por las jóvenes de la ciudad. Todo ello es un
trasunto de la propia polis ateniense y de sus valores
cívicos, de su organización y de sus costumbres. En
todo este programa escultórico, así como en el
diseño de las trazas generales del templo, se ha
creído ver la mano de Fidias, el más destacado de los artistas atenienses del siglo V a.C.
Finalmente, cabe señalar que el Partenón se mantuvo en un estado aceptable de
conservación casi dos mil años, pese a ser destinado a diversos usos: iglesia bizantina,
cristiana, mezquita y, más tarde, polvorín. En 1687 una bomba destruyó ese polvorín y su
explosión arrasó la cella, destrozando algunas columnas. A comienzos del siglo XIX el inglés
Lord Elgin decidió arrancar del templo muchas de las obras escultóricas y llevarlas hasta su
país, donde aún se encuentran hoy, alojadas en el Museo Británico.
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J. Javier Pérez (DTO. Geografía e Historia)