La investigación del profesor y la investigación académica tradicionalmente han estado divididas. Los profesores universitarios consideran la investigación de los profesores no universitarios como irrelevante, y viceversa. Sin embargo, es posible cruzar esta línea divisoria incorporando a los profesores no universitarios en debates sobre la investigación educativa, fomentando una auténtica colaboración entre académicos y profesores donde se comparta el conocimiento generado, y reconociendo que todos, incluidos los profesores no universitarios, pueden contribuir