3. ¡Piense antes de abrir!
La Biblia está llena de
amonestaciones para que vigilemos
nuestra lengua, para que tengamos
cuidado con lo que decimos.
Proverbios 13:3. El que
guarda su boca guarda su
alma; Mas el que mucho
abre sus labios tendrá
calamidad.
Proverbios29:20. ¿Has visto
hombre ligero en sus
palabras? Más esperanza
hay del necio que de él.
4. Mateo 5:33-37 Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No
perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. Pero yo os digo:
No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de
Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por
Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza
jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.
Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de
esto, de mal procede.
Puede que algunos se
pregunten por qué la
Biblia pone tanto énfasis en
nuestro hablar.
5. Para un cristiano,, el análisis sobre la
forma de hablar es doblemente
importante, porque nunca podrá ser
«la sal de la tierra» y «la luz del
mundo» (Mateo 5.13, 14), si su
hablar no refleja su compromiso con
el Señor.
«Además habéis
oído que fue dicho
a los antiguos: No
perjurarás…»
(vers. 33a).
La palabra «perjurarás» se refiere a
cometer perjurio.
“Perjurio” RALE: Significa:
Juramento en falso
6. El Antiguo Testamento enseñaba:
«Cuando alguno hiciere voto a Jehová, o hiciere juramento ligando
su alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme
a todo lo que salió de su boca» (Números 30.2).
«Cuando haces voto a Jehová tu Dios, no tardes en pagarlo; porque
ciertamente lo demandará Jehová tu Dios de ti, y sería pecado en ti»
(Deuteronomio 23.21)
Las instrucciones en cuanto
a cumplir un voto
estaban estrechamente
relacionados con el tercero
de los Diez Mandamientos:
«No tomarás el nombre de
Jehová tu Dios en vano»
(Éxodo 20.7a).
En el libro de Levítico, Dios
declaró: «Y no juraréis falsamente
por mi nombre, profanando así el
nombre de tu Dios. Yo Jehová»
(19.12).
7. También pueden ser un reflejo de las palabras del noveno
mandamiento: «No hablarás contra tu prójimo falso
testimonio» (Éxodo 20.16).
Números 30:2. Cuando
alguno hiciere voto a
Jehová, o hiciere
juramento ligando su
alma con obligación, no
quebrantará su palabra;
hará conforme a todo lo
que salió de su boca.
Pero yo os digo: No juréis en ninguna
manera; ni por el cielo, porque es el
trono de Dios; ni por la tierra, porque
es el estrado de sus pies; ni por
Jerusalén,6 porque es la ciudad del
gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás,
porque no puedes hacer blanco o
negro un solo cabello
(Mateo 5.34–36).
8. Los maestros judíos habían desarrollado un complejo sistema con
respecto a qué votos eran vinculantes y cuáles no. Jesús se refirió a
esta forma de razonamiento en Su reproche mordaz de los escribas y
fariseos en Mateo 23,
¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo,
no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor.
¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que
santifica al oro? También decís: Si alguno jura por el altar, no es
nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor.
¡Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que
santifica la ofrenda? Pues el que jura por el altar, jura por él, y por
todo lo que está sobre él; y el que jura por el templo, jura por él, y
por el que lo habita; y el que jura por el cielo, jura por el trono de
Dios, y por aquel que está sentado en él (versos 16–22).
9. Los rabinos judíos enseñaban que si se usaba el nombre de Dios, el
voto era obligatorio, sin embargo, si no se usaba Su nombre, el voto
no era obligatorio. Como resultado de ello, no dudaban en jurar por
el cielo, por la tierra, por la ciudad de Jerusalén ni incluso por sus
cabezas (es decir, por sus vidas)
En cuanto a las distinciones que los
judíos hacían en los tiempos de Jesús,
Este dijo que nada por lo que juraban
podía estar separado de Dios.
El punto de Jesús es
que nada en la vida
—incluyendo el más
pequeño de los
cabellos de la
cabeza—puede estar
aparte del Creador
de todas las cosas.
Santiago 5:12. Pero sobre todo,
hermanos míos, no juréis, ni por el cielo,
ni por la tierra, ni por ningún otro
juramento; sino que vuestro sí sea sí, y
vuestro no sea no, para que no caigáis
en condenación.
10. Mateo 5:37 … porque lo que es más de esto, de mal procede.
La palabra traducida
como «mal» podría
querer decir
«el maligno»
(es decir, el diablo) o
«lo malo» (tal como
un corazón malo).
Puede que haya una implicación
en cuanto a que la única razón
para que los juramentos y votos
sean necesarios es que vivimos
en un mundo corrupto, donde
abunda la mentira.
Lo que estaba
enseñando Jesús…
Si el propósito del texto que
nos ocupa no era
prohibir totalmente los votos
ni los juramentos, ¿cuál fue el
objetivo? ¿Qué deseaba Jesús
que aprendiéramos de Sus
palabras?
11. 1) No haga juramentos frívolos.
Muchos lo hacen hoy. No solo son malos, sino inútiles.
Y el uso blasfemo de invocar a Dios.
… no hay en el universo mayor causa de asombro
de su paciencia, que el hecho de que Dios no
se levante en venganza y de un golpe envíe de
una vez al infierno al que jura profanamente.
Ciertamente, en un mundo como en el que vivimos,
donde su nombre es profanado todos los
días, a toda hora y a cada momento por miles,
Dios muestra que él es lento para la ira, ¡y que
su misericordia no tiene límites!
12. 2) Sea una persona veraz.
Una persona sincera no tiene necesidad de juramentos.
¿Como calificamos a las personas el día de hoy?
Mentirosos, falsos, hipócritas,
«… desechando la mentira, hablad verdad
cada uno con su prójimo» (Efesios 4.25).
Debemos de esforzarse por ser sinceros y
cultivar una reputación por decir la verdad.
3) Cumpla siempre con su palabra.
-Cada vez más personas no están cumpliendo con lo
que dicen que van a hacer.
-No les importa hacer promesas que no tienen intención
de cumplir.
13. ¡Sea una persona de palabra!
Salmo 15:4 “…el que aun jurando en daño suyo, no por eso
cambia”
Quiere decir que cuando un hombre temeroso de Dios promete hacer algo, lo
hace; aunque le haga daño hacerlo.
Habrá ocasiones cuando no es posible mantener una
promesa.
14. “tenemos una crisis de integridad
en nuestra cultura”
-Si vamos a ser la sal de la tierra y la luz del
mundo, tenemos que ser personas de integridad.
-Si vamos a ayudar a hombres y mujeres a venir al
Señor, tenemos que ser personas de integridad.
Jesús nos aconseja “Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no,
no…” (Mat 5:37)
VLS “Si van a hacer algo digan que sí, y si no lo van a
hacer digan que no. Todo lo que digan de más viene del
diablo