1. El reinado de los Reyes
Católicos.
Autor: José Carlos García
González. Prof. de la
Sección Bilingüe del Liceo
XVII de Poznan.
2. Introducción. Hechos clave.
• La época de los Reyes Católicos
es un momento clave en la
historia de la Península Ibérica.
– Con el matrimonio de Isabel
de Castilla y Fernando de
Aragón se produjo la unión
dinástica de los dos grandes
reinos: Aragón y Castilla,
aunque los dos mantuvieron
sus propias leyes e
instituciones.
– Además también se produjo
la conquista de Granada, la
anexión de Navarra a Castilla
y la conquista de Canarias y
Melilla, con lo que quedaba
configurada la base territorial
del actual Estado español.
– Durante el reinado de los
Reyes Católicos asistimos
al fortalecimiento del
poder de la Corona, a la
formación del Estado
autoritario moderno y a
una expansión exterior,
tanto en Europa como a
través del descubrimiento
y colonización de América.
– Además, se produjo
prácticamente la
unificación religiosa con la
conquista del reino de
Granada, la expulsión de
los judíos y la Pragmática
de 1502, que obligaba a los
moriscos a la conversión o
a la expulsión.
3. La sucesión en Castilla y Aragón. La
guerra civil en Castilla.
• Enrique IV de Castilla,
hermano de la futura reina
Isabel I, tuvo que
enfrentarse a una rebelión
de la nobleza y se inició
una campaña de
desprestigio contra el rey.
El enfrentamiento había
llegado a tal extremo que
en la ciudad de Ávila
llegaron a celebrar una
ceremonia humillante para
el rey: la farsa de Ávila de
1464, pretendiendo
proclamar rey al
hermanastro de Enrique,
Alfonso. Sin embargo,
Enrique IV conseguirá
imponerse por las armas
a los rebeldes.
Grabado que representa a
varios nobles humillando a
un monigote que representa
al rey en la Farsa de Ávila.
4. La sucesión en Castilla y Aragón. La
guerra civil en Castilla.
• La nobleza rebelde intentará
ofrecer también el corona a
Isabel, hermana de Enrique
IV, a lo que Isabel se negó
mientras viviera su hermano.
• Sin embargo, Enrique IV,
presionado por la situación
política, nombrará heredera
a su hermanastra Isabel,
pese a que tenía una hija
que podría heredar el trono:
Juana, apodada la
Beltraneja (ya que según
sus enemigos, su verdadero
padre era Beltrán de la
Cueva, el hombre de
confianza del rey)
A la izquierda:
imagen de
Enrique IV.
Abajo: Portada
del libro: “La
Beltraneja”, en
el que vemos
un retrato de
Juana la
Beltraneja.
5. La sucesión en Castilla y Aragón. La
guerra civil en Castilla.
• En el Tratado de los Toros de Guisando
(1468), Enrique IV y su hermana Isabel
acordaron que ésta última sería la
heredera al trono castellano con la
condición de que se casara con
Alfonso V de Portugal.
• Sin embargo, Isabel negociará
personalmente con Juan II de Aragón su
matrimonio con el príncipe Fernando
de Aragón. Esta unión matrimonial
suponía un alejamiento de la tradicional
política de amistad castellana con
Portugal, al tiempo que planteaba
problemas sobre su legitimidad (ya que
existía un problema de consanguineidad:
Isabel y Fernando eran primos en
segundo grado).
Retrato de la reina Isabel I de
Castilla.
6. La sucesión en Castilla y Aragón. La
guerra civil en Castilla.
• El matrimonio de Isabel
con Fernando de Aragón
llevó a un conflicto entre
Isabel y su hermano
Enrique IV, que nombró
sucesora a su hija Juana
la Beltraneja.
• Así, al morir Enrique IV,
existía un conflicto entre
los derechos sucesorios
de Juana y de Isabel.
• La muerte de Enrique IV el
12 de diciembre de 1474 sin
haber dictado testamento
marcará el inicio de una
guerra civil que se
desarrollará entre 1474 y
1479.
Mapa de la Península Ibérica a la llegada al trono
de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. La
Península se encontraba dividida en cinco reinos:
Portugal, Castilla, la Corona de Aragón, Navarra y
el reino musulmán de Granada.
7. La sucesión en Castilla y Aragón. La
guerra civil en Castilla.
• A la muerte de Enrique
IV, Isabel se
autoproclamará reina de
Castilla, consiguiendo el
apoyo de algunos de los
nobles más influyentes y
de muchas ciudades del
valle del Duero y del Tajo.
• Mientras, Juana, que se
había casado con
Alfonso V de Portugal,
también conseguiría el
apoyo de algunos nobles
y ciudades y alcanzaba
una alianza con Francia,
que sumará al apoyo
portugués. Imagen de una batalla en el siglo XV. Batalla de
Azincourt entre franceses e ingleses. Siglo XV.
8. La sucesión en Castilla y Aragón. La
guerra civil en Castilla.
• En el bando de Isabel estaban la
mayoría de las ciudades, casi todo el
clero y la mayoría de los grandes linajes
nobiliarios; además de la ayuda exterior
de Aragón.
• Juana contaba con el apoyo de un
sector de la nobleza, de algunos
miembros del clero y con la ayuda de
Francia y, sobre todo, de Portugal.
• La guerra se prolongará debido al
equilibrio de fuerzas; sin embargo, en
1476 las tropas castellanas que
apoyaban a Isabel derrotarán en la
decisiva batalla de Toro a los
portugueses; a partir de entonces, la
guerra se decidirá a favor de Isabel.
• Finalmente, el Tratado de Alcaçovas
(1479) pondrá fin a la guerra, siendo
reconocida como reina Isabel I.Tratado de Paz de Alcaçovas.
9. La sucesión en Castilla y Aragón. La
guerra civil en Castilla.
• Con la firma del Tratado de
Alcaçovas en 1479 el rey
portugués Alfonso V
renunciaba a sus aspiraciones
sobre castilla y reconocía a
Isabel I como reina, mientras
que Juana, que se negó a
renunciar a sus derechos al
trono, será recluida en un
convento.
• Por otro lado, a comienzos de
1479 moría Juan II de Aragón,
que será sucedido en el trono
por su hijo Fernando II, casado
con Isabel I de Castilla desde
1469. De este modo, las dos
grandes coronas hispanas
quedaron unidas por el
matrimonio entre sus reyes.
Retrato de Fernando de Aragón e Isabel de
Castilla, llamados los Reyes Católicos.
Pese a que cada reino conservó sus leyes e
instituciones, Isabel y Fernando acordaron
gobernar conjuntamente sus reinos:
¡Tanto monta, monta tanto!
10. La unión dinástica.
• La unión de Isabel,
reina de Castilla
tras la guerra civil
que tuvo lugar
entre 1474 y 1479,
y de Fernando, rey
de Aragón, unía de
hecho a ambos
reinos, pero se
trataba de una
UNIÓN DINÁSTICA:
Aragón y Castilla
mantuvieron sus
fronteras, sus
leyes y sus
respectivas
instituciones y
particularidades.
Medallón de
los Reyes
Católicos de la
fachada
Universidad de
Salamanca.
11. La unión dinástica.
• Al acceder Isabel al trono de Castilla y
Fernando al trono de Aragón nacía
una nueva entidad política: la
MONARQUÍA HISPÁNICA. Ésta
debe entenderse como una unión
dinástica de dos coronas, en la que
cada reino siguió conservando sus
leyes e instituciones; unos territorios
(Castilla, Aragón, Cataluña y Valencia)
que tendrán en común una misma
monarquía.
• Aunque la palabra España ya existía,
se refería sólo a los territorios
hispánicos y no tenía un sentido
político, de modo que los Reyes
Católicos nunca utilizaron el título de
Reyes de España, sino de los
territorios que formaban la Corona de
Castilla y la Corona de Aragón.
TITULACIÓN DE LOS REYES
CATÓLICOS.
Don Fernando y doña Isabel,
por la gracia de Dios, rey y
reina de Castilla, de León, de
Aragón, de Sicilia, de Toledo,
de Valencia, de Galicia, de
Mallorca, de Sevilla, de
Cerdeña, de Córdoba, de
Córcega, de Murcia, de Jaén,
de los Algarbes, de Algeciras,
y de Gibraltar y de Guipúzcoa,
conde y condesa de
Barcelona, y señores de
Vizcaya y de Molina, duques
de Atenas y de Neopatria,
condes de Rosellón y de
Cerdaña, marqueses de
Oristán y de Graciano.
12. La unión dinástica.
• Las leyes, la
moneda, las
instituciones
(incluidas las Cortes)
de cada reino,
permanecieron
diferenciadas y las
fronteras entre los
distintos territorios
obligaban al pago de
impuestos sobre las
mercancías al cruzar
de la Corona de
Castilla a la Corona
de Aragón.
13. La unión dinástica.
• Sin embargo, los Reyes Católicos
decidieron gobernar
conjuntamente en todos sus
territorios tal y como se declaraba
en la Concordia de Segovia,
acuerdo en que se fijaba que, en
Castilla, tanto Fernando como
Isabel tendrían la misma
capacidad de decisión política y
las órdenes reales irían firmadas
por ambos; aunque Isabel retenía
en exclusiva los derechos
sucesorios. Mientras, en Aragón,
las leyes sólo permitían ser rey a
Fernando, pero éste firmó en 1481
un decreto que concedía a su
esposa, en la práctica, la
corregencia.
• Cada uno de los dos
soberanos participaba
activamente en los asuntos
de los reinos del otro, en
ocasiones conjuntamente,
a veces por separado, pero
generalmente de mutuo
acuerdo.
• Sin embargo, ni Isabel ni
Fernando se plantearon
nunca la posibilidad de
crear una monarquía
unitaria y centralizada;
sino que su concepto
patrimonialista de la
monarquía era puramente
medieval.
14. El reforzamiento de la Monarquía.
• Durante las décadas
anteriores a la llegada al
poder de los Reyes
Católicos la autoridad de la
monarquía, tanto en Castilla
como en Aragón, había sido
contestada una y otra vez
por la nobleza.
• Los Reyes Católicos
intentarán reforzar el
poder de la Monarquía
limitando el de la nobleza y
el clero; es decir, se trataba
de convertir una monarquía
de carácter feudal, limitada
por las prerrogativas
jurisdiccionales y las
acciones de la nobleza, en
una monarquía autoritaria.
La Virgen de los Reyes Católicos. Pintor anónimo
español del siglo XV. (Museo del Prado)
15. El reforzamiento de la Monarquía.
• En primer lugar, los Reyes Católicos
recuperaron parte del patrimonio real en
manos de algunos nobles. Así, en las
Cortes de Toledo de 1480 se decretaba la
recuperación de tierras de realengo
usurpadas por los nobles desde 1464.
• En segundo lugar, potenciaron la
presencia de representantes reales
(gobernadores y corregidores reales).
Las Cortes de Toledo de 1480 también
decretaron el envío de corregidores a
todos los municipios castellanos.
• Crearon la Santa Hermandad (1476),
con atribuciones policiales, judiciales y
de recaudación de impuestos. Será un
elemento de pacificación social y control
de la delincuencia y el bandidaje, al
tiempo que reducía el poder de la nobleza
y sus ejércitos señoriales.Fachada de la cárcel de la Santa
Hermandad en Toledo.
16. El reforzamiento de la Monarquía.
• Además, los Reyes Católicos, en ese
mismo sentido de pacificación social y
limitación del poder nobiliario,
declararon ilegales las guerras
privadas.
• También se ocuparon del control de
las Órdenes militares castellanas,
que se habían convertido en poderosas
instituciones con grandes rentas y
extensos dominios territoriales y que
habían participado en numerosas
revueltas nobiliarias durante la Baja
Edad Media. Así, para limitar su poder
y beneficiarse de sus elevadas rentas,
incorporarán a la Corona los
maestrazgos (territorios bajo el
dominio de las órdenes militares) de
dichas órdenes, que quedarán bajo el
control del Consejo de Órdenes
Militares.
Fotografías del castillo de la Orden de
Calatrava en el municipio de Calatrava la
Nueva (Ciudad Real)
17. El reforzamiento de la Monarquía. La
Santa Hermandad.
• Las hermandades habían sido
fuerzas de seguridad
organizadas por numerosas
ciudades que habían
demostrado su utilidad en los
años de caos y desorden del
reinado de Enrique IV; Isabel y
Fernando reorganizaron estas
hermandades creando la Santa
Hermandad.
• Para garantizar que la Santa
Hermandad estuviera bajo control
de la Corona, crearon el Consejo
de la Santa Hermandad en
1476. La Santa Hermandad, con
sus milicias, desempeñará un
papel fundamental en la
reducción del poder de la nobleza
y en la persecución de los
criminales.
Escultura en
madera
policromada
de Fernando
el Católico.
18. El reforzamiento de la Monarquía. La
Santa Hermandad.
• La Santa Hermandad actuaba como fuerza
policial, persiguiendo a los bandoleros y
vigilando los caminos.
• Ejercían de jueces sumarios en delitos como el
robo o el asesinato.
• Con la creación de la Santa Hermandad la
Corona ya no necesitaba de los ejércitos
privados de los nobles para las funciones de
mantenimiento del orden.
• Además, eran los municipios los que
mantenían (con hombres y dinero) las milicias
de la Santa Hermandad, milicias que los reyes
también podían aprovechar como
complemento del ejército real, tal y como
hicieron los Reyes Católicos en la Guerra de
Granada.
Escudo de los Reyes Católicos, con el yugo, que representa a Isabel (Ysabel) y las flechas, que
representan a Fernando. Las franjas rojas y amarillas representan a la Corona de Aragón y el castillo
con el león a la Corona de Castilla; en la parte inferior, la Granada, símbolo del reino de Granada que
conquistaron e incorporaron a sus dominios.
19. El reforzamiento de la Monarquía. La
pacificación social en Castilla y Aragón.
• Los Reyes Católicos redujeron
el poder político de la nobleza:
– Fortaleciendo los tribunales
reales frente a los tribunales
señoriales.
– Reduciendo el papel de los
ejércitos privados
(declarando ilegales las
guerras privadas y, sobre
todo, con la creación de la
Santa Hermandad).
– Potenciando la incorporación
de juristas y letrados de
formación universitaria a los
cargos superiores de la
administración, frente a la
nobleza que
tradicionalmente había
ocupado dichos cargos. Fachada de la Universidad de Salamanca.
20. El reforzamiento de la Monarquía. La
pacificación social en Castilla y Aragón.
• Sin embargo, con los Reyes
Católicos, la nobleza
consolidará su riqueza
económica y su
preeminencia social:
• Reconocieron la inmunidad
de la nobleza frente a los
impuestos y su jurisdicción
señorial .
• Buscaron la colaboración de
algunos miembros de la
nobleza en las tareas de la
administración.
• Concesión de nuevos títulos.
• Sin embargo, destaca la
aprobación de nuevas leyes
reguladoras de la institución
del mayorazgo en las
Cortes de Toro de 1505.
Palacio de
la Casa de
las
Conchas,
en
Salamanca.
21. El reforzamiento de la Monarquía. La
pacificación social en Castilla y Aragón.
• Con el mayorazgo, el patrimonio
familiar pasaba íntegro al hijo
mayor (que no podía vender ni
dividir dicho patrimonio), con ello
se evitaban las divisiones por
herencia y se protegía a la nobleza
de posibles embargos, lo que
significaba la salvaguardia del
patrimonio de la nobleza y, por
tanto, la consolidación de su
poder económico.
Imágenes del
Palacio de los
Duques del
Infantado, en
Valladolid.
22. El reforzamiento de la Monarquía. La
pacificación social en Castilla y Aragón.
• Por otro lado, Fernando el
Católico, con la Sentencia
Arbitral de Guadalupe de 1486,
acabará con la nueva rebelión
de los payeses de remensa que
había estallado dos años antes.
Con la Sentencia Arbitral de
Guadalupe se abolían los malos
usos (entre ellos la remensa u
obligación del campesino de
pagar una redención para poder
abandonar su tierra). A cambio,
los payeses debían pagar a sus
señores las rentas atrasadas e
indemnizarles con cierta cantidad
de dinero, pero se eliminaba la
servidumbre de los payeses de
remensa y la inestabilidad social
en la zona. Miniatura medieval que representa diversas
tareas agrícolas.
23. La administración.
• Durante el reinado de los
Reyes Católicos se pondrán
las bases del régimen
polisinodial que se
desarrollará durante el siglo
XVI y se mantendrá durante
toda la Edad Moderna en los
reinos hispánicos.
• Poli=muchos
• Sínodos=consejos (reuniones)
• La administración se fue
haciendo más compleja y
requería una burocracia más
numerosa y especializada, que
se nutría cada vez más de
juristas y letrados.
24. La administración. Los Consejos.
• Existieron, durante el
reinado de los Reyes
Católicos, dos tipos de
consejos:
• Consejos de carácter
territorial: Consejo de
Castilla, Consejo de
Aragón (y
posteriormente
también Consejo de
Navarra, tras ser
incorporada a Castilla).
• Consejos con
funciones específicas:
Consejo de la Santa
Inquisición, Consejo de
Cruzada y Consejo de
Órdenes Militares.
Mapa de los cinco reinos en que se dividía la Península
Ibérica al comienzo del reinado de los Reyes Católicos.
25. La administración. Las Cortes castellanas.
• En cuanto a las Cortes, la
reducción del poder de la nobleza,
el clero y las ciudades, estuvo
cargada de consecuencias para la
institución que tradicionalmente los
representaba (las Cortes).
• Las Cortes castellanas eran un
organismo que los monarcas
consultaban cuando querían y
que servía para reforzar la
autoridad de la corona, pero no
para limitarla. El derecho de
representación correspondía tan
sólo a 17 ciudades (18 con la
incorporación de Granada desde
1492), cada una de las cuales
enviaba dos procuradores en
cuya selección la corona
intervenía directamente.
Retrato de la reina Isabel de Castilla
26. La administración. Las Cortes castellanas.
• Las Cortes tenían el
derecho de presentar
peticiones, pero no poder
legislativo, que en
Castilla descansaba
exclusivamente en la
Corona. Las nuevas leyes
no requerían el
consentimiento de las
Cortes, a no ser que
estuvieran en
contradicción con la ley
antigua. Sin embargo, la
Corona tenía que
consultar a las Cortes
para obtener ingresos
(impuestos)
extraordinarios.Casa de las
Conchas.
Salamanca.
27. La administración. Las Cortes aragonesas.
• Mientras, en los reinos de la
Corona de Aragón, las Cortes
contaban con mayores medios
para contestar el gobierno de los
monarcas.
• Las Cortes aragonesas estaban
formadas por tres estamentos: la
nobleza, el clero y las ciudades.
Aunque eran convocadas por el
rey, el derecho de asistir a ellas
estaba claramente establecido y
no dependía (como en el caso de
Castilla) de la decisión de los
reyes.
• En Aragón, el monarca no podía
legislar sin las Cortes ni imponer
impuestos sin su consentimiento. Retrato del rey Fernando de Aragón.
28. La administración. Las Cortes aragonesas.
• Además, en los intervalos entre
las reuniones de las Cortes, se
constituía una Diputación del
Reino, comité formado por los
diferentes estamentos
representados en Cortes y que se
reunía para supervisar el
cumplimiento de las leyes por
parte de los funcionarios reales y
los particulares y para controlar la
administración de los ingresos
públicos.
• En esencia, las Cortes de Cataluña
y Valencia eran similares a las de
Aragón (aunque en Cataluña estaba
formada por tres estamentos:
nobleza, clero y ciudades).
• En cualquier caso, todas las
Cortes de los reinos de la
Corona de Aragón eran
instrumentos potenciales de
oposición a la Corona.
Retablo de la Catedral de Huesca.
29. La administración. Los corregidores.
• Los Reyes Católicos potenciaron
una institución que ya existía
anteriormente: los corregidores,
que actuarán como
representantes del poder real
en las ciudades de realengo.
Estos corregidores se convertirán
en piezas esenciales del poder
real como supervisores de la
actuación de alcaldes y
regidores, estando al frente de
la política local y de la
recaudación de impuestos.
• La institución actuó tanto en la
Corona de Castilla como en la
Corona de Aragón.
30. La administración. Los corregidores.
• Las funciones de los corregidores
abarcaban actividades judiciales
(entendiendo en causas civiles y
criminales), administrativas (en
relación con las obras públicas,
vigilancia del funcionamiento de los
mercados…), políticas y militares.
• El carácter de funcionario al servicio
de la monarquía, nombrado por el rey
y costeado por el municipio, otorgaba a
la figura del corregido un carácter
impopular que explica la oposición de
muchas ciudades. Por otro lado, las
ciudades y villas sometidas a
jurisdicción señorial (tanto de nobles
laicos como eclesiástica) quedaron al
margen de este sistema. Escultura de Fernando el Católico
31. La administración de justicia.
• En lo que se refiere a la
administración de justicia, los
Reyes Católicos pronto
abandonaron la práctica medieval
de juzgar en persona durante sus
viajes y se limitaron a desarrollar y
extender determinadas
instituciones de justicia.
• En Castilla, según fue
aumentando la necesidad de
establecer sedes fijas para los
tribunales superiores, se pasó
de la audiencia itinerante,
creada en 1371 a una nueva
organización de la justicia:
– Una Chancillería en
Valladolid, con función de
tribunal superior.
Posteriormente, se
estableció otra Chancillería
en Granada, con
jurisdicción para todos los
territorios al sur del Tajo.
– Dos Audiencias, como
tribunales de rango menor a
las Chancillerías: una en
Santiago y otra en Sevilla.
32. La administración de justicia.
• En la Corona de Aragón, Fernando
creó una Audiencia en cada uno de
los tres reinos (Aragón, Cataluña y
Valencia).
• Mientras, en Navarra, el papel de la
Audiencia lo desempeñaba el
Tribunal de la Corte Mayor.
• Sin embargo, la
administración de
justicia tenía dos
problemas importantes:
• La considerable
extensión de los
señoríos que, al menos
en primera instancia,
quedaban fuera de la
jurisdicción real.
• La gran diversidad de
fueros locales y
normas, a menudo
confusas y
contradictorias entre sí.
Real
Chancillería
de
Valladolid
33. El ejército.
• En Castilla, los reyes
consiguieron un incremento
importante de los ingresos
fiscales que les permitió actuar
con mucha mayor libertad que
sus antecesores. Gracias a esos
fondos pudieron organizar un
ejército permanente que
convirtieron en un instrumento
de guerra moderno, con gran
capacidad de maniobra y bien
dirigido, constituyendo un
elemento esencial de la
expansión exterior.
• En este ejército la nobleza,
apartada en parte de la política,
conservará cargos y
prerrogativas.
Juan de Borgoña: La toma de Orán por el
ejército de Fernando el Católico.
34. Unificación territorial: Granada.
• La guerra de Granada supuso la
incorporación a Castilla del último
reino musulmán de la Península
Ibérica. Motivos del inicio de la
guerra:
• Por un lado, la frontera con el
reino nazarí era una fuente de
conflictos y problemas, aunque
los reyes nazaríes se
declarasen vasallos de Castilla.
• Por otro lado, los Reyes
Católicos, con la guerra e
Granada, podían orientar el
belicismo de la nobleza de la
época hacia una empresa que
beneficiase a la Corona,
revitalizando la Reconquista. Esculturas de los Reyes Católicos.
35. Unificación territorial: Granada.
• Las relaciones entre Castilla y
el reino de Granada se habían
ido deteriorando a lo largo del
siglo XV.
• Al tiempo, los reyes nazaríes se
encontraban en una situación
de debilidad: población muy
elevada para el territorio que
ocupaba, lo que hacía imposible
el autoabastecimiento
alimentario, luchas entre
bandos nobiliarios rivales (que
implicaban incluso a la familia
reinante, llegando a estar
enfrentados el emir (Muley
Hacén, su hermano Muhammad
el Zagal y el hijo de Muley
Hacén, Boabdil).Felipe Vigarny. Capilla Real de Granada.
Guerrero nazarita con adarga.
38. • Será una guerra larga y costosa, en la que participaron tanto la
nobleza, como las milicias de la Santa Hermandad.
39. Unificación territorial: Granada.
• La evolución de la
guerra estuvo
marcada por los
asediosde diversas
ciudades.
Finalmente, las
tropas castellanas
sitiaron Granada,
cuyo asedio duró
casi un año. El 2 de
enero de 1492 el
último rey nazarí,
Boabdil el Chico,
entregaba la ciudad
a los Reyes
Católicos; con ello
terminaba el
proceso de
Reconquista.
La rendición de Granada.
40. Unificación territorial: Granada.
• La capitulación, pactada con
Boabdil, garantizaba la libertad,
los bienes y la conservación de la
religión islámica y las costumbres
de los musulmanes del reino de
Granada. Sin embargo, a pesar de
ello, los musulmanes fueron
expulsados de las ciudades,
excepto de Granada y muchos
optaron por emigrar. La guerra y el
exilio de quienes optaron por
abandonar el territorio peninsular
significó la pérdida de la mitad de
la población del reino (unos
150.000 habitantes), sólo
parcialmente suplida por unos
40.000 colonos castellanos.
Vista de la Alhambra de Granada.
41. Unificación territorial: Granada.
• Por otro lado, la situación de
tolerancia religiosa que se había
prometido en las capitulaciones
duró poco.
• En 1499 la acción del Cardenal
Cisneros, enviado para promover
la conversión de los musulmanes
granadinos, provocó una revuelta.
• Tras controlar la rebelión que se
generalizará en las zonas
montañosas de Granada, se forzó
a los musulmanes granadinos a
convertirse al cristianismo o a
emigrar, y la misma medida fue
aplicada a los mudéjares del resto
de Castilla, que no se habían
rebelado.
Retrato del Cardenal Cisneros.
42. Unificación territorial: Navarra.
• En 1512 Fernando el Católico
estaba en guerra con el rey
Luis XII de Francia por el
control de Italia.
• Los reyes de Navarra eran
vasallos y aliados del rey de
Francia, motivo por el que
cuando Fernando les exigió
que dejaran paso a sus tropas
para atacar Francia, se
negaron.
• Apoyándose en esta negativa,
Fernando dio la orden de
invadir Navarra en ese
mismo año de 1512; invasión
que apenas tuvo resistencia
por parte de la población.
Retrato de Fernando el Católico.
43. Unificación territorial: Navarra.
• El territorio navarro
quedó anexionado
a Castilla, aunque
manteniendo sus
fueros e
instituciones
propias, entre ellas
las Cortes.
Escudo de Navarra.
44. La conquista de Canarias.
• Durante el siglo XIV las Islas Canarias fueron
exploradas por marinos genoveses,
mallorquines, catalanes…, aunque sus
expediciones solían partir de puertos
andaluces o portugueses. En aquel entonces,
el interés que despertaban estas islas, pobres
y alejadas, era más bien escaso.
• Entre 1402 y 1474 (durante los reinados de
Enrique III y Enrique IV de Castilla), se
conquistan las islas de Lanzarote,
Fuerteventura, La Gomera y El Hierro. La
iniciativa correspondió a miembros de la
nobleza, que las incorporaron al régimen
señorial. La primera expedición (1402) la
dirigió Jean de Béthencourt, que ocupó
Lanzarote y Fuerteventura, y se ofreció
como vasallo al rey de Castilla, Enrique III
(padre de Isabel la Católica)
Retrato de Jean de
Béthencourt.
45. La conquista de Canarias.
• Durante el reinado de los Reyes
Católicos se conquistarán las tres
islas restantes: Gran Canaria
(1480-1483), La Palma (1492-1493)
y Tenerife (1494-1496).
• La conquista no se efectuó por el
envío directo de tropas reales, sino
a través del sistema de
capitulaciones, que sería aplicado
después en la conquista de América:
se establecía un contrato con
capitanes o jefes individuales para
que llevaran a cabo la conquista de
los nuevos territorios en nombre
de la monarquía; al tiempo, se
enviaban eclesiásticos para que
evangelizasen a la población
indígena. El papel de la monarquía
se reducía a autorizar y controlar la
empresa.
46. La conquista de Canarias.
• En pocos años creció el
número de colonos castellanos
que se instalaron en Canarias,
a la vez que se estimuló la
asimilación de los indígenas
sometidos: los guanches.
• La conquista y el proceso
colonizador plantearon en
pequeña escala algunos de los
problemas que luego se
presentarán en América: la
relación entre la iniciativa
particular y la autoridad del
soberano, la guerra contra
“infieles”, la inmigración desde la
Península Ibérica, la esclavitud de
la población indígena, la
introducción de instituciones
castellanas…
Cómo el rey de la isla de Lanzarote vino y se hizo cristiano», ilustración del manuscrito Le Canarien, crónica fra
47. La expansión mediterránea de los
Reyes Católicos: Italia.
• Con los Reyes Católicos, se
impulsó una política exterior
centrada en el enfrentamiento
con Francia (continuando con la
tradicional rivalidad aragonesa
hacia el país vecino). El
escenario del enfrentamiento fue
Italia.
• En un primer momento, con la
intención de apartar a Fernando
el Católico del escenario
italiano, el rey de Francia Carlos
VIII, devolvió los condados
catalanes de Rosellón y
Cerdaña (1493), en posesión de
Francia desde la guerra civil
catalana.
48. La expansión mediterránea de los
Reyes Católicos: Italia.
• Posteriormente, el rey
francés invadió el reino
de Nápoles, cuyo
monarca era
descendiente de Alfonso
V de Aragón (quién
había conquistado
Nápoles en 1443,
dejándoselo como
herencia a su hijo
ilegítimo Ferrante I).
• Fernando el católico,
alegando que Nápoles
era vasallo del Papa,
envió su ejército y
expulsó a los franceses
(1496).
Arriba: El Condottiero
Gattamelata, de
Donatello. Abajo: El
condottiero Bartolomeo
Colleoni, de Verrochio.
49. La expansión mediterránea de los
Reyes Católicos: Italia.
Retrato de
Gonzalo
Fernández de
Córdoba,
conocido
como el Gran
Capitán, que
se distinguió
como brillante
militar y dirigió
las tropas de
Fernando el
Católico en las
guerras de
Italia.
• El hijo y sucesor de
Carlos VIII, Luis XII
de Francia, volverá a
intentar conquistar
Nápoles en el año
1500 y 1511, siendo
nuevamente
derrotado por las
tropas de Fernando el
Católico.
• El resultado de las
guerras de Italia
será la
incorporación del
reino de Nápoles a
la Corona de
Aragón en 1504.
50. La expansión mediterránea de los
Reyes Católicos: el Norte de África.
• Los Reyes Católicos iniciaron
también una política de
expansión destinada a ocupar
una serie de puertos
estratégicos situados en el
Norte de África.
• Se trataba de la ocupación de
ciudades costeras que eran
consideradas posible base de
futuros ataques islámicos a la
Península Ibérica y, a la vez,
refugio de los piratas
berberiscos que dificultaban la
navegación y comercio en el
Mediterráneo Occidental. Retrato de Isabel de Castilla
51. La expansión mediterránea de los
Reyes Católicos: el Norte de África.
• Sin embargo, la ocupación
española en el norte de
África se limitará a ciertas
plazas fuertes: Melilla
(1497), Mazalquivir (1505),
Orán (1509), Bugía y
Trípoli (1510). Como
consecuencia de estas
conquistas también se
logró la sumisión del rey de
Argel.
Toma de Orán por el Cardenal
Cisneros. J. de Borgoña.
52. La política matrimonial de los Reyes
Católicos.
• Los Reyes Católicos intentaron reforzar sus
relaciones exteriores mediante una estudiada
política de enlaces matrimoniales de sus
hijos, que tenía dos objetivos básicos:
• 1) Consolidar la amistad con Portugal y
disponer los medios para una futura
incorporación de este reino a la Monarquía
Hispánica. En este sentido se entiende el
matrimonio de la hija mayor de los Reyes
Católicos, Isabel, con el heredero de la corona
portuguesa y, tras su muerte, con el propio rey
Manuel I, quien, tras enviudar de Isabel, contrajo
matrimonio con doña María, hermana de la
fallecida Isabel, cuarta hija de los Reyes
Católicos. Si el príncipe Miguel, hijo del
matrimonio entre Manuel e Isabel no hubiese
muerto, habría heredado todos los reinos de la
Península Ibérica.
Retrato del rey Manuel I
de Portugal.
53. La política matrimonial de los Reyes
Católicos.
• 2) Estrechar relaciones con los vecinos y/o rivales de Francia:
Inglaterra y el Imperio Romano Germánico, con el fin de aislarla.
Se trataba de enlazar con las dinastías reinantes situadas al norte y
este de Francia para contrarrestar la fuerza de esta última; además,
eran países con los que Castilla mantenía relaciones comerciales
activas:
– Respecto a Inglaterra, casaron a su hija menor, Catalina, primero
con el príncipe heredero (Arturo) y, tras su muerte, con el rey
Enrique VIII.
– Para establecer vínculos con el Imperio, se concertó un doble
matrimonio: el del primogénito Juan, heredero de los Reyes
Católicos, con la princesa Margarita de Austria y el de la princesa
Juana, hermana de Juan (la famosa Juana la Loca) con Felipe el
Hermoso. Se establecía así un doble matrimonio entre dos de los
hijos de los Reyes Católicos y dos de los hijos del Emperador
Maximiliano de Austria.
De esta manera, el cerco de Francia resultaba casi completo.
54.
55. La política matrimonial de los Reyes
Católicos.
• Esta política
determinará en
gran medida la
evolución posterior
de la monarquía
hispana, que se vio
involucrada en
conflictos
centroeuropeos
durante el siglo XVI
al recaer la
herencia de los
Reyes Católicos
sobre el hijo de
Juana: Carlos,
nieto de los Reyes
Católicos y del
emperador
Maximiliano.
56. La política religiosa de los Reyes
Católicos: la reforma eclesiástica.
• La Iglesia había perdido
prestigio durante los años XIV y
XV; el comportamiento de una
gran parte del alto clero apenas
se diferenciaba del de la
aristocracia, de cuyas filas
procedía, mientras que en las
órdenes monásticas había caído
en desuso la disciplina. Además,
una gran parte de los
sacerdotes carecía de la
preparación adecuada para
realizar sus tareas eclesiásticas.
• Los Reyes Católicos, con la
colaboración del cardenal
Cisneros iniciaron la tarea de
reforma de la Iglesia en sus
territorios.
Retrato del Cardenal Cisneros.
57. La política religiosa de los Reyes
Católicos: la reforma eclesiástica.
• Uno de los ejes fundamentales
de esta política de reforma
eclesiástica será la selección
cuidadosa de los candidatos
para ocupar los cargos
eclesiásticos. Por esta razón y
para fortalecer su soberanía,
intentaron reducir la jurisdicción
de Roma y que el
nombramiento de los cargos
eclesiásticos fuera realizado por
la Corona, no por el Papado.
• Finalmente, a partir de 1486 el
papa otorgó a la Corona
española el derecho a
proponer a los titulares de los
obispados de sus reinos: es
lo que se conoce como
PATRONATO REGIO.
F. Gallego,
Virgen de
los Reyes
Católicos.
Bartolomé
Bermejo,
Santo
Domingo de
Silos.
58. La política religiosa de los Reyes
Católicos: la Inquisición.
• La Inquisición o Tribunal del Santo
Oficio era una institución creada por
el Papado en la Edad Media para
combatir las herejías.
• En los reinos hispánicos, tras los
progromos del siglo XIV, había
aumentado mucho el número de
judíos conversos (en muchos
casos, el motivo de estas
conversiones era evitar las
persecuciones y la hostilidad
antisemita). Sin embargo, en muchos
casos, los conversos seguían siendo
objeto de la ira popular, conversos
que eran acusados en muchos
casos de JUDAIZAR (es decir,
seguir practicando a escondidas la
religión judía).
Pedro Berruguete, Santo Domingo y los albigenses.
59. La política religiosa de los Reyes
Católicos: la Inquisición.
• El instrumento de
control de la ortodoxía
católica por parte de
Isabel y Fernando será
el TRIBUNAL DE LA
SANTA INQUISICIÓN;
institución cuyo
objetivo era perseguir
la herejía y la
heterodoxia.
• La Inquisición nunca
había actuado en
Castilla y se encontraba
en retroceso en Aragón
y en el resto de Europa. Auto de Fé.
60. La política religiosa de los Reyes
Católicos: la Inquisición.
• Con la intención de perseguir a los
falsos conversos (que suponían un
elemento de conflictividad social), los
Reyes Católicos solicitaron al Papa el
establecimiento del tribunal de la
Inquisición en Castilla.
• Así, en 1478, los Reyes Católicos
obtuvieron del Papa Sixto IV, una bula
que les autorizaba a nombrar
inquisidores.
• Los Reyes Católicos reforzaron la
institución de la Santa Inquisición y la
convirtieron en un instrumento de
control ideológico y de unidad religiosa,
al encargarle la persecución de la
herejía y, en especial, la persecución de
los falsos conversos.
Pedro de Berruguete, Auto de Fé.
61. La política religiosa de los Reyes
Católicos: la Inquisición.
• Pese a tratarse de un órgano
eclesiástico y con una finalidad
esencialmente religiosa, el
Tribunal de la Santa Inquisición,
quedó bajo la autoridad directa
de la Corona, a la que
correspondía el nombramiento
de los cargos inquisitoriales y el
control de sus finanzas. En este
contexto, la institución inquisitorial,
que comenzó persiguiendo a los
falsos conversos en tiempos de
los Reyes Católicos, se convirtió
con sus sucesores en un
mecanismo de represión
ideológica al servicio de la
Corona.
Retrato del Inquisidor General Tomás de Torquemada.
62. La política religiosa de los Reyes
Católicos: la expulsión de los judíos.
• El 31 de marzo de 1492 los Reyes
Católicos decretaron que los
judíos debían convertirse al
cristianismo o abandonar los
reinos hispánicos en el plazo de
cuatro meses.
• Para comprender semejante
decisión, hay que tener en cuenta
que en la Edad Moderna, la religión
era también una cuestión de Estado,
en tanto que la unidad religiosa
suponía una mayor cohesión
social. De hecho, los Reyes
Católicos tenían entre sus
colaboradores a muchos judíos
(algunos de ellos conversos y otros
no); sin embargo, prevaleció la
voluntad política y religiosa de tener
en sus territorios una sociedad más
homogénea.
La expulsión de los judíos. Pintura
histórica de Emilio Salas, siglo XIX.
63. La política religiosa de los Reyes
Católicos: la expulsión de los judíos.
• En cuanto a las causas de una
decisión tan drástica e
inesperada, son difíciles de
comprender, sobre todo si se
tiene en cuenta que los judíos
apoyaron económicamente a la
monarquía. Los historiadores
han buscado explicaciones
muy diversas:
– El deseo de satisfacer la
hostilidad popular hacia
los judíos, poniendo fin a
un problema social y de
orden público persistente.
– La intención de apropiarse
de los bienes de los judíos
expulsados.
– Según el historiador
Domínguez Ortiz, evitar que
el ejemplo de los judíos
influyese en los conversos y
los empujase a judaizar. En
este sentido, pudieron haber
ejercido una gran influencia
sobre los reyes algunos de
sus colaboradores conversos,
como el Inquisidor General,
Tomás de Torquemada. De
hecho, eran los inquisidores
quienes declaraban que los
conversos que judaizaban lo
hacían por influencia de sus
parientes y amigos que aún se
mantenían fieles al judaísmo.
64. La política religiosa de los Reyes
Católicos: la expulsión de los judíos.
• Consecuencias:
– Pérdida cuantitativa de población.
Salieron de los reinos hispánicos entre
unos 100.000 y unos 150.000 judíos
(las cifras han sido muy discutidas por
los historiadores).
– Una gran pérdida cualitativa en las
actividades económicas y las
profesiones liberales, ya que se
trataba de un grupo de población que
desempeñaba actividades
económicas de gran importancia:
médicos, artesanos especializados,
comerciantes, prestamistas…
– Se generó entre la población un rechazo
hacia las actividades comerciales
(mentalidad antiburguesa), que se
consideraban propias de judíos. Autor anónimo, Interrogatorio
a un judío.
65. La política religiosa de los Reyes
Católicos: la expulsión de los judíos.
• La expulsión de los judíos era el
episodio final de una persecución,
iniciada en la Edad Media, contra
un colectivo que, aunque gozaba
de cierto estatus económico
(muchos de los principales
banqueros reales eran judíos),
estaba excluido de la vida pública y
vivía en barrios separados
(alhamas o juderías).
• Los judíos expulsados de la
Península Ibérica (a la que
llamaban Sefard) mantendrán
durante siglos gran parte de su
herencia hispana, incluida la
lengua castellana, así como un
rito religioso característico: son los
llamados judíos sefardíes.
Calles de la
antigua judería
de Córdoba.
66. La política religiosa de los Reyes
Católicos: los moriscos.
• En lo que respecta a la política
religiosa de los reyes católicos con los
musulmanes granadinos hay que tener
en cuenta que la incorporación de los
500.000 musulmanes de Granada
presentaba un doble problema: sus
enormes diferencias respecto a la
sociedad cristiana mayoritaria y su
concentración en una zona estratégica
frente a las costas del Magreb,
dominadas por el Islam.
• Así las cosas, aunque la rendición firmada
en Granada, inicialmente garantizaban a
los musulmanes conquistados
(mudéjares), el mantenimiento de su
libertad, propiedades, religión y
costumbres, los Reyes Católicos
intentaron que los musulmanes de
Granada que convirtieran al cristianismo.
Bajorrelieve de la Capilla Real de
Granada que representa el bautismo
de mujeres mudéjares.
67. La política religiosa de los Reyes
Católicos: los moriscos.
• En un primer momento se optó por la
persuasión y el respeto a su lengua y
formas de vida (fórmula que intentó llevar a
cabo el primer arzobispo de Granada,
Hernando de Talavera).
A la izquierda: Relieve
de la Capilla Real de
Granada, de Felipe
Bignarny en el que se
representa el bautismo
de musulmanes
granadinos.
A la derecha: Bautismo
de musulmanes
granadinos.
68. La política religiosa de los Reyes
Católicos: los moriscos.
• Sin embargo, los escasos
resultados de esta táctica
llevaron a dejar la tarea de la
conversión de los
musulmanes granadinos en el
Cardenal Cisneros en 1499.
Cisneros llevará a cabo una
política de conversiones
forzosas que violaban los
pactos de capitulación de
1492 y, finalmente, el
descontento de la población
islámica llevará a la rebelión
del barrio granadino del
Albaicín (1499-1502), que se
extendió a las Alpujarras y
la Serranía de Ronda (1500).
Las Alpujarras, grabado de Joris Hoefnagel realizado
en 1564
69. La política religiosa de los Reyes
Católicos: los moriscos.
• Con la sublevación de los
mudéjares granadinos, los Reyes
Católicos tenían las manos libres
para romper definitivamente los
compromisos contraídos en 1492.
• Los decretos de 1501 y 1502
obligaban a los musulmanes a
convertirse al cristianismo o
abandonar Castilla y Aragón.
• La mayoría aceptó el bautismo,
pero sin convicción, y siguió
practicando la religión islámica
clandestinamente; manteniendo
además, sus características
culturales (lengua árabe, vestido,
comida…) serán los llamados
MORISCOS (musulmanes
convertidos al cristianismo tras el
decreto de 1501)
Imágenes
que
representan
los moriscos
de las
Alpujarras.
70. El problema sucesorio.
• Isabel morirá en 1504 y, a su muerte se
abre el problema de la sucesión al trono
de Castilla.
• El único hijo varón de los Reyes Católicos,
don Juan, murió en 1497, sin dejar
descendencia.
• En consecuencia, los derechos de
sucesión pasaron a la hija mayor de los
reyes, Isabel, casada con el rey don
Manuel de Portugal; en 1498 ambos
tuvieron un hijo, Miguel, destinado a
recoger ambas sucesiones y reconocido
como heredero por las Cortes de Castilla y
Aragón, pero Miguel murió en 1500, tres
años después que su madre.
• La sucesión pasó entonces a la segunda
hija de los Reyes Católicos: Juana,
casada con el archiduque de Austria,
Felipe, príncipe de los Países Bajos. Felipe el Hermoso, obra pictórica de
Juan de Flandes, finales del siglo XV.
71. El problema sucesorio.
• Sin embargo, las relaciones entre
Felipe y sus suegros fueron
empeorando, tanto por razones
personales como políticas, puesto
que adoptó en política exterior una
política favorable a Francia. Por esta
razón, el testamento de Isabel la
Católica declaraba a Juana reina
propietaria de Castilla, pero en
caso de ausencia o incapacidad
(ya había dado algunas muestras
de desequilibrio) se confiaba la
regencia a Fernando hasta que el
príncipe Carlos (hijo de Felipe el
hermoso y de Juana la loca), que
había nacido en 1500, cumpliera
los veinte años.
Retrato de Juana la loca, hija de Fernando de
Aragón e Isabel de Castilla.
72. El problema sucesorio.
• En este contexto, tras
la muerte de Isabel,
Fernando renunció al
título de rey de
Castilla y asumió el
de Gobernador del
reino, tal y como
estipulaba el
testamento de Isabel;
después convocó
cortes para obtener el
reconocimiento de su
posición; las Cortes de
Toro (1505), que
reconocieron a
Fernando como
regente de Castilla.
Retrato de Felipe
el Hermoso (o
Felipe de
Habsburgo) y
Juana la loca.
73. El problema sucesorio.
• Sin embargo, parte de la nobleza
castellana apoyará la pretensión
de Felipe el Hermoso de ocupar
el trono, de modo que cuando
Felipe desembarcó en La Coruña,
Fernando se encontró sin apoyos
para sostenerse en el poder.
• Por otro lado, Fernando el Católico
se había aproximado a Francia
para contrarrestar los apoyos de
Felipe casándose con la princesa
francesa Germana de Foix, pero
este segundo matrimonio resultó
impopular en Castilla.
• Así las cosas, Fernando renunció
al gobierno de Castilla y se retiró
a la Corona de Aragón en 1506.
Arriba: El
Testamento de
Isabel la
Católica, cuadro
de Eduardo
Rosales, siglo
XIX.
Abajo: Escena de
la película: Juana
la Loca.
74. El problema sucesorio.
• Sin embargo,
Felipe el
hermoso murió
tres meses más
tarde, y dada la
situación mental
de Juana, se
abrió un nuevo
vacío de poder.
• Así las cosas,
Fernando el
Católico volverá
a tomar la
posesión de la
regencia hasta
su muerte en el
año 1516.
La actriz española Pilar
Pérez de Ayala en varias
escenas de la película:
Juana la Loca, dirigida
por Vicente Aranda.
75. Fin de esta historia.
Continúa con el
próximo capítulo:
El Imperio de Carlos
V, la dinastía de los
Habsburgo.