Escrito realizado para la VI Conferencia Centroamericana de Responsabilidad Social Empresarial.
Panamá, agosto 12 de 2010
Medellín es símbolo de cambio, de modernización, de internacionalización, de transformación. Medellín se ha convertido en modelo para otras ciudades colombianas (es la ciudad con mejor calidad de vida, según el Estudio Nacional de Competitividad), y se ha convertido en referencia de buen gobierno para otras ciudades del mundo.
Plan de gobierno de Susana Villarán para Lima Metropolitana
Medellín, alianzas público privadas para transformar una ciudad
1. Medellín, alianzas público-privadas para transformar una ciudad
Por Jorge Melguizo
VI Conferencia Centroamericana de Responsabilidad Social Empresarial
Panamá, agosto 12 de 2010
Hace solo 7 años Medellín era símbolo de lo peor: narcotráfico, violencias, inseguridad, corrupción.
Hoy, Medellín es símbolo de cambio, de modernización, de internacionalización, de transformación.
Medellín se ha convertido en modelo para otras ciudades colombianas (es la ciudad con mejor
calidad de vida, según el Estudio Nacional de Competitividad), y se ha convertido en referencia de
buen gobierno para otras ciudades del mundo.
En los muchos análisis de qué ha pasado y de cómo ha pasado en Medellín, se hace un enorme
reconocimiento al trabajo desde la Alcaldía de la ciudad pero se ha dejado de lado el
reconocimiento (y el conocimiento) de la muy importante vinculación del sector privado a los
grandes proyectos que han logrado las transformaciones urbanas, sociales, educativas y
culturales.
El sector empresarial siempre ha tenido un papel fundamental en el desarrollo de Medellín, desde
la creación hace ya más de 100 años de la aún existente Sociedad de Mejoras Públicas (un
modelo que debería ser más y mejor analizado, porque fue una especie de para-Estado y porque
con frecuencia superó en planeación y en obras al propio gobierno municipal y regional), pero
desde 2004 empresas y empresarios se han sumado a un norte común con la Alcaldía: invertir en
lo estructural, en educación y en cultura, como herramientas claves para la superación de la
inequidad y de la exclusión.
Todo ello ha logrado también, por supuesto, avances muy grandes en la seguridad de Medellín, a
pesar de que se mantienen los embates del narcotráfico en su intento por mantener controles
sobre territorios y negocios.
Medellín
Medellín es la segunda ciudad colombiana. Ha sido ciudad industrial, aunque ahora va derivando
hacia una ciudad de servicios. Tiene 2.300.000 habitantes, y con otros 9 municipios conforma un
Área Metropolitana de 3.500.000 habitantes.
En el año 1991 fue la ciudad más violenta del mundo, con una tasa de 381 muertes violentas por
cada 100.000 habitantes, que en cifras durísimas se traducían en casi 20 muertos diarios, todos los
días del año. La mayoría muertos a bala, la mayoría jóvenes.
2. En enero de 2004 cambió la historia política de Medellín y se inició una nueva etapa en su historia:
en ese mes comenzó a gobernar la ciudad un grupo de ciudadanos y ciudadanas que ganaron las
elecciones a nombre de un movimiento cívico – Compromiso Ciudadano -, con el aval político del
Partido Alianza Social Indígena.
La Alcaldía de Sergio Fajardo (2004 – 2007), un profesor de matemáticas sin ninguna experiencia
en política antes de ser elegido Alcalde con la mayor votación hasta entonces registrada en la
ciudad, logró una enorme transformación urbana, social, educativa y cultural.
Compromiso Ciudadano lo integraron inicialmente 50 personas, provenientes de la academia (de
universidades públicas y privadas), de las ONG, de organizaciones comunitarias y del mundo
empresarial. Hoy, 10 años después, esos 4 sectores siguen siendo los que “alimentan” a
Compromiso Ciudadano, movimiento que está en proceso de ingreso formal al Partido Verde, que
en las recientes elecciones presidenciales se convirtió en la segunda fuerza electoral del país, con
la votación más alta en la historia colombiana de cualquier movimiento político independiente.
Hoy Medellín no es ni la ciudad más violenta del mundo, ni la ciudad más violenta de
Latinoamérica, y ni siquiera es ya la ciudad más violenta de Colombia. En el 2.007, tuvimos la tasa
de muerte violenta más baja de los últimos 30 años: 26 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Medellín pasó, entre el 2004 y el 2007, del miedo a la esperanza.
En 2008 y 2009 subimos esa tasa, como consecuencia de la detención y extradición de 14 jefes
paramilitares que controlaban también parte del negocio de la droga, y esa detención originó unas
guerras internas entre las bandas criminales que intentan hacerse con el poder territorial en
algunas zonas urbanas de las principales ciudades colombianas. Una de las causas, aún no bien
estudiadas, es el incremento del mercado interno de drogas ilegales, como resultado de una
combinación de aumento en la producción de esas mismas drogas y de logros importantes en los
operativos de control del narcotráfico hacia el exterior: hoy se queda más droga ilegal en el país, y
su oferta en las calles de las principales ciudades explicaría en buena parte el incremento de las
acciones delictivas de los últimos dos años en varias capitales de departamentos.
El actual Alcalde, Alonso Salazar (2008 – 2011), periodista, investigador de asuntos sociales –en
especial los relacionados con las violencias y el narcotráfico en Colombia-, co-fundador con
Fajardo del Movimiento Compromiso Ciudadano y quien fuera su Secretario de Gobierno entre
2004 y 2006, continúa con lo iniciado en los 4 años antes pero esta vez con el reto enorme de que
después de su gobierno Medellín sea conocida en el mundo, también, por los enormes avances en
la superación de la pobreza.
El manejo transparente de los recursos (en una ciudad que venía de ser calificada en 2003 por la
Confederación Nacional de Cámaras de Comercio como una de las de mayor corrupción), la
intervención integral de territorios y de problemas (todas las herramientas del desarrollo puestas al
servicio de las zonas más pobres de la ciudad, con una apuesta por el urbanismo social), y la
decisión política y presupuestal de hacer que la educación y la cultura sean las herramientas
3. claves en el desarrollo de la ciudad y de la sociedad, marcan el rumbo político e institucional de
Medellín desde el 2004, y han llevado a que, por ejemplo, Medellín sea hoy la ciudad con más
optimismo en Colombia.
Desde el 2004, las intervenciones físicas que hace la Alcaldía están dirigidas al mejoramiento del
Índice de Desarrollo Humano, en especial por supuesto en las zonas más pobres. Cada ladrillo
debe traer resultados de inclusión y de equidad. Cada ladrillo debe tener un impacto social:
nuestra ciudad había priorizado la estética sobre la ética, y hemos dado la vuelta: hoy hacemos
evidente que el urbanismo social con alta calidad es una herramienta para la generación de una
mayor igualdad social y para la dignificación de las zonas más pobres. La mayor parte de las obras
se hacen en los barrios en los que el Estado no había llegado, o había llegado de manera muy
precaria.
“Hace algún tiempo hubiera dicho Berlín o Praga o Washington.
Hoy creo que recomendaría visitar Medellín, Colombia.
Parecería extraño pero es una ciudad tremendamente agradable,
hoy por hoy muy segura, y con un ambiente muy particular.
Sus habitantes son extraordinariamente amables
y, por alguna razón que no acabo de comprender, yo me siento muy bien ahí.”
Omar López Vergara, Director Editorial National Geographic en español.
El papel de empresas y empresarios
Durante las alcaldías de Sergio Fajardo (2004 – 2007) y Alonso Salazar (2008 – 2011), el gobierno
municipal ha logrado la articulación con empresas y empresarios, y las alianzas público – privadas
se han convertido en una de esas claves de la transformación de la ciudad, claves que están
siendo analizadas por otras ciudades del país y del mundo, y que se han convertido en referencia
para entidades multilaterales a hora de generar análisis sobre las posibilidades de que lo que
algunos han llamado “el modelo Medellín” se pueda hacer extensivo a otros lugares.
Dos sectores han concentrado, en especial, estos apoyos privados: la educación y la cultura.
Veamos algunos ejemplos y datos:
EDUCACIÓN
En Medellín, el 79% de la población escolar primaria y secundaria) está en la educación pública:
esto se había convertido en un gran problema, por la mala calidad de la educación pública en
relación con la privada. La educación no era un factor de inclusión y equidad. La Alcaldía ha
logrado, desde 2004, que la educación (y en especial la educación pública, incluyendo la de
primera infancia y la técnica, tecnológica y universitaria) se convierta en prioridad para la ciudad,
no solo para la administración municipal.
Gestión escolar
4. 150 Instituciones Educativas oficiales de las 227 del Municipio de Medellín, se han beneficiado
del apoyo del sector empresarial, social y universitario. 260 profesionales de 176 empresas
han destinado en promedio un total 1.400 horas mensuales en proyectos de mejoramiento de la
gestión escolar y el desarrollo de competencias.
Una relación apretada de estos proyectos específicos:
- Programa Líderes Siglo XXI: Voluntariado empresarial para el mejoramiento de la gestión
escolar. Lo coordina la Fundación Empresarial PROANTIQOUIA, ejemplo ella mismo de RSE.
- Voluntariado empresarial Escuelas de Calidad: empresarios, empresas y colegios privados
acompañan a instituciones educativas públicas en los procesos de calidad pedagógica y
administrativa.
- Talleres empresariales para la formación de competencias laborales, dirigidos a la comunidad
educativa de instituciones públicas.
- Foros de Calidad Educativa.
- Consorcio por la Infancia.
El acompañamiento de los voluntarios y de PROANTIOQUIA desde 2005 se calcula anualmente,
en unos 500 mil dólares.
Colegios de calidad
Implementados por la Alcaldía de Medellín y las Empresas Públicas de Medellín, empresa 100% de
propiedad pública del municipio de Medellín, responsable de todos los servicios públicos (agua,
alcantarillado, energía, gas, telefonía fija y celular, internet) de la ciudad y de buena parte de
Antioquia, estos colegios son ya referentes urbanos, centros de congregación comunitaria y de
mejoramiento de la calidad de vida en las comunidades beneficiadas.
Como parte de su modelo de implementación, se definió un grupo de socios que los apoyarán en
sus cuatro diferentes gestiones escolares: Académica, Directiva, Administrativa y Comunitaria.
Esta es una nueva propuesta para seguir garantizando la articulación entre diferentes sectores de
la economía en torno a la educación, una educación de calidad, transformadora de sociedad.
En estos convenios todas las instituciones aportan bajo el modelo de corresponsabilidad. Por año,
los aportes conjuntos pueden sumar unos 325 mil dólares.
Algunos otros apoyos privados a la educación pública de Medellín
5. - La Fundación Fraternidad Medellín (creada hace 53 años por grandes empresarios, a título
personal) donó en 2007 el inmueble del colegio San José de la Salle al Municipio de Medellín, para
la formación técnica y tecnológica de jóvenes de los 3 estratos más pobres. El monto de la
donación fue de 32.000 millones de pesos (más de 16 millones de dólares)
- Fundación Éxito apoyó con recursos económicos las mejoras en infraestructura de 6 plantas
físicas.
- La Fundación Terpel (empresa de estaciones de gasolina, perteneciente a la estatal Ecopetrol),
ha cofinanciado anualmente, desde 2005, un gran proyecto de educación ciudadana para 30.000
escolares.
- La Fundación Corona co-financió el 50% de la formación de los directivos docentes del proyecto
Colegios de Calidad.
- El premio “Medellín, la más Educada” (creado en 2005) ha tenido el apoyo de 13 empresas del
Grupo Empresarial Antioqueño (el conglomerado empresarial más fuerte del país).
- Suramericana de Inversiones aportó 2 ejecutivos para asesorar la Secretaría de Educación en el
proceso de modernización.
CULTURA
La Cultura en Medellín se ha convertido en un factor de inclusión y de equidad: lo mejor de la
cultura está hoy al acceso de la mayoría de la población, y uno de los sellos de nuestro enfoque de
convivencia es, precisamente, todo lo que gira entorno a la cultura, desde las infraestructuras para
la cultura hasta la nueva dimensión de los grandes eventos de ciudad.
El sector empresarial se ha vinculado permanentemente a esta tarea, no solo desde su propia
gestión de apoyo directo a la cultura (un buen número de las grandes empresas privadas tienen
líneas muy importantes de gestión cultural) sino con su vinculación a los proyectos impulsados
desde el 2004 por la Alcaldía.
Centro Cultural de Moravia
Uno de los hitos de esos apoyos es el Centro de Desarrollo Cultural de Moravia, construido en el
barrio que hasta 1984 fue el basurero municipal y desde entonces, hasta 2004, se convirtió en uno
de los barrios más peligrosos de Medellín. Este Centro fue iniciativa de la propia comunidad (una
red cultural barrial, integrada por personas de todas las edades, que llegaron a esta propuesta
como parte de un proyecto de memoria cultural), y pasó a sumarse a las estrategias de
intervención integral en este sector, con acciones de vivienda de interés social, recuperación de
6. quebradas, construcción de espacio público, de centro de salud, de colegio de calidad, de jardines
infantiles, y con un gran proyecto social como eje de todas esas acciones.
El Centro de Desarrollo Cultural de Moravia (la mejor casa de la cultura de toda la ciudad y hoy por
hoy posiblemente una de las 2 o 3 mejores del país), tuvo un costo de 3.5 millones de dólares, de
los cuales el 70% fue financiado por una fundación familiar de empresarios tradicionales de
Medellín que nos pidieron total anonimato para ellos.
Y, para el funcionamiento anual (unos 500 mil dólares), una Caja de Compensación Familiar,
Comfenalco, aporta el 70% desde 2008.
Parques Bibliotecas
Los Parques Biblioteca son otro de los grandes ejemplos de vinculación de sector privado a los
proyectos públicos desde 2004: además de que para su construcción y dotación se consiguieron
importantes apoyos de empresas, cada año, desde 2007, Comfama y Comfenalco (las dos Cajas
de Compensación Familiar de mayor presencia en nuestra región), aportan para su operación unos
2.5 millones de dólares, 500 mil dólares por cada Parque Biblioteca (Comfama opera 4 de los 5
parques bibliotecas y el otro lo opera Comfenalco), que se invierten en la gestión administrativa y
técnica, y en la programación cultural.
Vale decir que a los 5 Parques Bibliotecas que hoy funcionan en Medellín (ubicados en barrios con
bajo índice de desarrollo humano), van cada semana más de 85 mil usuarios, lo que equivaldría a
llenar dos veces cada semana nuestro estadio de fútbol.
PARA CERRAR: TRANSPARENCIA
Una gestión pública orientada a la transparencia en el manejo de los recursos públicos (“los
dineros públicos son sagrados” es uno de nuestros principios éticos y políticos en Medellín), exige
un gran compromiso de los funcionarios y directivos municipales pero, también, exige un gran
compromiso de la comunidad en general y de las empresas privadas en particular: la corrupción se
da cuando un privado (persona o empresa) paga a un público (funcionarios, directivos) para
obtener un privilegio que beneficia a ese privado y que deriva una utilidad importante para alguien
en lo público. Los resultados: enriquecimiento de privados a costa de los dineros públicos,
encarecimiento de lo público y pérdida de confianza de la comunidad en lo público.
Desde 2005 hacemos una Feria de la Transparencia, en la que rendimos cuentas de toda la
contratación, grande y pequeña, inscribimos nuevos proveedores (pasamos de 3 mil a 30 mil en 4
años) y educamos, a funcionarios y contratistas, en el cuidado de los recursos públicos.
Desde la Alcaldía de Sergio Fajardo manejamos una frase en nuestro movimiento político: la
corrupción es el principal impuesto que pagan los pobres. El Zar Anticorrupción colombiano afirma
7. que la corrupción en el país hace que se queden cada año en bolsillos privados unos 4 billones de
pesos (más de 2 mil millones de dólares), presupuesto superior al que maneja Medellín
anualmente.
Con cifras como esas, no ajenas a otros contextos pues no es un problema exclusivamente
colombiano, no debe extrañar entonces que cierre estas notas con la siguiente afirmación: la
principal política de responsabilidad social empresarial con la que debemos comprometernos en
nuestro continente es la de la lucha contra la corrupción: que nadie pague corrupción, que nadie
corrompa, que nadie ofrezca un peso a un funcionario público.
Un ejemplo sencillo, aleccionador pero dramático, da cuenta de lo que en Medellín estamos
haciendo en estos asuntos: hace un par de meses fue condenado con cárcel un joven arquitecto,
exitoso, por darle 10 mil pesos (5 dólares) a un agente de tránsito. El agente fue destituido después
de 15 años de trabajar en la Alcaldía y está en juicio para una posible condena. El juez lo
simplificó así: se cometió un delito, no importa el monto de ese delito.
En Latinoamérica, empresarios corruptos y funcionarios y políticos corruptos, hacen que todos los
días sea más difícil avanzar en la transformación de nuestras sociedades. Cambiar esto no tendría
por qué ser difícil. Ya nosotros en Medellín hemos demostrado que, a pesar de todo, es posible.