Esta tesis puede ilustrarse mejor señalando dos desproporciones notables. La primera desproporción puede advertirse en el hecho de que, con una tasa de crecimiento demográfico por lo menos tres veces mayor que la de los países ricos, los países en desarrollo de hoy deben crear -por millón de habitantes- tres veces más empleos nuevos; pero deben hacerlo con recursos que apenas llegan tal vez a un vigésimo o menos del total de los recursos de los países ricos. Esto significa que los recursos por empleo requerido apenas llegan a un sexagésimo o menos. Esto significa a su vez que, si los países en desarrollo de hoy trataran de crear empleos de la misma clase y con la misma tecnología que los empleos de los países ricos de hoy, sólo un sexagésimo de sus nuevos buscadores de empleo, o sea menos de 2 por ciento, se emplearían en efecto con normas "modernas". El resto, más de 98 por ciento, permanecería desempleado. Por supuesto, la situación real no es tan sombría. Un número mucho mayor de los empleos se encontrará en los sectores rurales y otras ocupaciones que requieren menos capital por empleo, y la tecnología usada inclusive en trabajos similares será, en muchos sentidos, menos intensiva en capital y por lo tanto requerirá menos recursos. De todos modos, nuestro ejercicio numérico se aproxima suficientemente a la forma en que ocurren las cosas en los países en desarrollo de hoy para resultar significativo.
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
Ciencia Y Tecnología En Los Países En Desarrollo
1. Asignatura:
Ciencia, tecnología y sociedad
Tema:
Ciencia Y Tecnología En Los Países En Desarrollo
Facilitador:
Janio Bisoño Jiménez
Participante:
Johan Manuel Diaz del Orbe
Matricula:
17-0967
Fecha:
05/10/2018
2. CIENCIA Y TECNOLOGÍAPARA EL DESARROLLO DE LOS
PAÍSES POBRES
http://www.eumed.net/textos/06/singer-tecno.htm
Esta tesis puede ilustrarse mejor señalando dos desproporciones
notables. La primera desproporción puede advertirse en el hecho de que,
con una tasa de crecimiento demográfico por lo menos tres veces mayor
que la de los países ricos, los países en desarrollo de hoy deben crear -
por millón de habitantes- tres veces más empleos nuevos; pero deben
hacerlo con recursos que apenas llegan tal vez a un vigésimo o menos
del total de los recursos de los países ricos. Esto significa que los
recursos por empleo requerido apenas llegan a un sexagésimo o menos.
Esto significa a su vez que, si los países en desarrollo de hoy trataran de
crear empleos de la misma clase y con la misma tecnología que los
empleos de los países ricos de hoy, sólo un sexagésimo de sus nuevos
buscadores de empleo, o sea menos de 2 por ciento, se emplearían en
efecto con normas "modernas". El resto, más de 98 por ciento,
permanecería desempleado. Por supuesto, la situación real no es tan
sombría. Un número mucho mayor de los empleos se encontrará en los
sectores rurales y otras ocupaciones que requieren menos capital por
empleo, y la tecnología usada inclusive en trabajos similares será, en
muchos sentidos, menos intensiva en capital y por lo tanto requerirá
menos recursos. De todos modos, nuestro ejercicio numérico se
aproxima suficientemente a la forma en que ocurren las cosas en los
países en desarrollo de hoy para resultar significativo.
3. La otra desproporción puede observarse en la distribución actual de la
creación de conocimientos y tecnología nuevos entre los países ricos y
los países pobres. Aquí afrontamos la dificultad de que la "creación de
nueva ciencia y tecnología" no es directamente medible. Sin embargo,
como ocurre a menudo en la economía -por ejemplo en las estadísticas
del ingreso nacional, donde no podemos medir el producto total de algo-,
es posible que resulte medible el in sumo o el costo total requerido por la
producción. Por ejemplo, en las estadísticas del ingreso nacional, no
podemos medir realmente la producción de los empleados públicos o de
los profesores universitarios, de modo que utilizamos en su defecto los
sueldos que se les pagan. En esta forma utilizamos cifras de insumo
como aproximaciones de las cifras de producto. Esto lo hacemos sin
preocupamos mucho, aunque sabemos perfectamente que un buen
empleado público o profesor universitario puede valer para su país
mucho más que lo indicado por su sueldo, mientras que un empleado
público o un profesor malos pueden hacer una aportación fuertemente
negativa.
4. Cómo la tecnología ha permitido que países en
vías de desarrollo adelanten a los desarrollados
¿Es usted de los que piensan
que la tecnología tan sólo acrecenté la denominada brecha
digital? ¿Está usted convencido de que la tecnificación de la
sociedad sólo aumenta las diferencias entre ricos y pobres? ¿No
cree usted que puede haber campos tecnológicos en los que el
líder mundial sea un país en vías de desarrollo?
Tal vez en algunos aspectos lleve usted razón, pero en el artículo
de hoy le traemos algunos ejemplos irrefutables de que hay
evidentes casos que demuestran exactamente lo contrario. Hay
casos en los que la tecnología, lejos de aumentar las
diferencias, nos iguala, y trae nuevas oportunidades a países
en desarrollo que, sin ella, no habrían tenido su oportunidad de
oro para ser líderes en campos punteros en los que hacen
sombra a las economías y mercados más desarrollados.
https://www.elblogsalmon.com/economia/como-la-tecnologia-ha-permitido-que-paises-en-vias-
de-desarrollo-adelanten-a-los-desarrollados
5. Ciencia y tecnología en América Latina
http://www.unsam.edu.ar/tss/la-evolucion-de-la-ciencia-en-america-latina/
“Hay una concentración muy fuerte: Brasil representa el 65 %, México el 16 % y la
Argentina casi el 9 %”, dice Rodolfo Barrere, coordinador de la RICYT y de este
informe. Según Barrere, la Argentina es uno de los países más importantes de la
región ya que su inversión en los últimos 15 años ha crecido constantemente. De
todos modos, aclara que “ese crecimiento del gasto no se ha reflejado tanto en la
cantidad de artículos y patentes, ni tampoco es un país intensivo en inversión en
I+D: la de Brasil está por encima del 1 % del PBI, pero la de Argentina alcanza el
0,62 %, que de todos modos, para el contexto de América Latina, es un porcentaje
alto”.
Para elaborar este tipo de informes, los investigadores deben buscar las variables
más precisas que puedan reflejar el estado de la situación. “Hay que identificar qué
medir y cómo hacerlo, y eso tiene mucho que ver con los contextos, no es lo mismo
hacer indicadores para América Latina que para países de la Organización para la
Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Si uno mide igual estaría pensando
que el problema es el mismo, que las condiciones en las que se dan son las mismas,
6. y eso no es así. Por eso, en la Red tenemos un foro donde analizamos esto”, aclara
Barrere y agrega que, a veces, esto se traduce en una familia de indicadores
específicos o en la adaptación de otros que ya existían, porque aun con los ajustes
a cada situación particular no hay que perder de vista la posibilidad de comparar los
resultados con otros a nivel internacional.
7. Ciencia en los Países en desarrollo
http://www.un.org/spanish/esa/sustdev/agenda21/agenda21spchapter35.htm
Los científicos comprenden mejor ahora las posibles tendencias en esferas como el
cambio climático, el aumento de la tasa de consumo de recursos, las tendencias
demográficas y la degradación del medio ambiente. Es preciso tener en cuenta los
cambios que se producen en esas y otras esferas al elaborar estrategias de
desarrollo a largo plazo. Como primera medida para mejorar la base científica de
esas estrategias, es preciso comprender mejor la tierra, los océanos, la atmósfera
y la acción interconectada de los ciclos de aguas, nutrientes y biogeoquímicos y de
las corrientes de energía que forman parte del sistema Tierra. Esto es indispensable
para calcular en forma más exacta la capacidad de sustentación del planeta y sus
posibilidades de recuperación frente a las numerosas tensiones a que lo someten
las actividades humanas. Las ciencias pueden proporcionar ese conocimiento
mediante una investigación más a fondo de los procesos ecológicos y mediante la
aplicación de los instrumentos modernos y eficientes de que se dispone
actualmente, como los dispositivos de tele observación, los instrumentos
electrónicos de vigilancia y la capacidad de cálculo con computadoras y de
elaboración de modelos.