1. Las masas populares
Termino que se refiere un conglomerado de personas de bajos recursos que se comportan
de modo tal que dan ilimitado respaldo al líder y así el hombre-masa acata las órdenes del
líder carismático que elogia a las masas populares por sus maravillosas cualidades con
grandilocuencia y pasión. Los pronombres singulares desaparecen del vocabulario. El
nosotros sustituye al yo.
Masas Populares: muchas personas.
Que son las masas populares al principio de cada periodo
El Papel de las Masas y de la Personalidad en la Historia
Desde diferentes concepciones se aborda el problema del papel de las masas y de la
personalidad en la historia, pero fundamentalmente, dos concepciones opuestas entre sí
se enfrentan respecto a este problema, una concepción científica, la materialista, y otra
concepción anticientífica, la idealista.
Entre los sociólogos e historiadores burgueses prevalece el punto de vista de que la
historia universal es resultado de la acción de grandes hombres, de héroes, caudillos y
conquistadores. Estos afirman que la fuerza motriz de la historia son los legisladores, los
ideólogos, los monarcas y por el contrario el pueblo explotado constituye sólo una masa
pasiva e inerte. Esta teoría idealista que sólo favorece a las clases dominantes, explica la
aparición de los estados, de los poderosos imperios, el florecimiento, la decadencia y su
colapso, los movimientos sociales y las revoluciones, es decir, todos los acontecimientos
importantes de la historia como producto de la acción llevada a cabo por las
personalidades descollantes. Los sociólogos de esta tendencia no alcanzan a comprender
certeramente la correlación entre la necesidad y la libertad histórica, entre lo necesario y
lo fortuito en la historia.
La verdad es que el desarrollo de la historia, con sus cambios y saltos, destacan y ponen
a la orden del día nuevas tareas y nuevos retos que estimulan la necesidad social de las
fuerzas capaces de acometerlas y resolverlas, estas mismas condiciones históricas de
mayor efervescencia hacen que aparezcan los jefes de las clases y los partidos a quienes la
historia encomienda la misión de hacer frente.
Por ello el materialismo histórico surge por la imperiosa necesidad de estudiar
científicamente la evolución social a través de leyes y teorías que puestas en práctica
luchan contra toda concepción idealista que pretenda frenar o desviar importantes
procesos en la historia.
La doctrina del materialismo histórico acerca del carácter objetivo de las leyes del
desarrollo de la sociedad, del papel determinante del modo de producción y de la lucha de
2. clases como fuerza motriz de la historia de toda sociedad dividida en clase, constituye la
base para resolver científicamente el problema de las relaciones mutuas, entre las masas
populares, las clases, los partidos, los jefes y el papel respectivo que cada uno de estos
elementos desempeña en el desarrollo social.
De ningún modo el materialismo histórico niega el papel de las personalidades en la
historia, por el contrario, reconoce la importancia de las grandes personalidades, de
trascendentales líderes, avanzados y progresistas; el materialismo histórico tampoco niega
que los hombres hacen la historia. El marxismo nos dice que son los hombres quienes
hacen la historia, pero no la hacen obedeciendo a fantasías o como se les viene a la
cabeza, las hacen en determinadas condiciones históricas dadas.
Así ha sucedido en todas las etapas del desarrollo social. El movimiento de los esclavos
en la antigua Roma, allí se destacó la figura grandiosa del jefe de los esclavos insurrectos,
Espartaco. En Venezuela el movimiento campesino contó con un importante dirigente
Ezequiel Zamora y así también en las revoluciones burguesas y de independencia, como
Miranda y Bolívar entre otros.
Al aparecer en la escena de la historia, la clase obrera revolucionaria se fortalece por la
acción de dos formidables pensadores, jefes, guías y maestros de la clase obrera
internacional Carlos Marx y Federico Engels.
La época del imperialismo y de las revoluciones proletarias hizo aparecer en la palestra
histórica la gran personalidad de Lenin y Stalin jefes del proletariado internacional que
comprendieron el desarrollo del movimiento histórico de la sociedad capitalista y con
acierto trazaron el camino por donde debía transitar la clase obrera, las grandes masas
oprimidas y explotadas en su lucha contra el capitalismo y el imperialismo.
Así pues, la garantía para que el partido del proletariado cumpla con su rol histórico es
trabajar por una estrecha vinculación ideológica, política y orgánica de la clase obrera y las
masas populares, sin lo cual no es posible dotarlas de una conciencia revolucionaria, no es
posible incorporarlas a la lucha por el Socialismo. Esto implica trazar y aplicar una correcta
línea de masas que, entre otras cosas, significa sintonizarse con sus condiciones sociales
de vida, con sus necesidades y aspiraciones; explicar el origen y naturaleza de las mismas;
establecer el camino para alcanzarlas y en ese proceso, elevar su conciencia política para
encauzar su lucha hacia la toma del poder.
“Son precisamente los hombres quienes hacen la historia, pero sólo en condiciones
dadas con que se encuentren y solo en la medida en que comprenden cómo se debe
modificarlas” Stalin.
3. Fases en el desarrollo del sistema de partidos venezolano
Desde 1908 hasta 1945: Aquí podemos distinguir distintos momentos. Desde 1908 hasta
1935, estamos en presencia de la dictadura de Juan Vicente Gómez, donde se produjo la
unificación administrativa y política del país. Fin de los conflictos civiles; la época del
caudillo aislado llegó a su término. El Estado Central se erigió sobre una sociedad
débilmente integrada. El impacto del petróleo contribuyó al cambio social a través de una
depresión de la agricultura tradicional y un estímulo de los movimientos masivos de
población.
Desde 1936 a 1945 el gobierno estuvo encabezado por dos generales: Eleazar López
Contreras (1936-1941) quien asumió a la muerte de Gómez. López actuó con cautela
contra las nuevas fuerzas políticas que ese estaban formando, pero al año y medio éstas
habían sido disueltas.
El general Isaías Medina Angarita (1941-1945) sucedió a López Contreras. Período de
liberalización política. Acción Democrática (AD) es reconocido legalmente. AD es pionera:
organización permanentemente presente en todos los niveles e integrando a muchos
grupos dentro de una estructura partidaria. Desde 1936 se crearon muchísimas
organizaciones políticas. Su tendencia, en general, fue hacia la izquierda, los sectores
tradicionales de la sociedad no entraron a competir en esta lucha.
AD (a pesar de ser un pequeño partido, de clase media, hasta el momento), en época de
Medina, comenzó la penetración en gran escala, creando y movilizando los gremios
industriales y campesinos. Pero la índole limitada del cambio frustró intensamente al
partido: las ventajas que conllevan al poder nunca beneficiaron a los activistas y
adherentes. Estas circunstancias ayudan a explicar la razón de que los dirigentes del
partido aceptaran la invitación de participar en una conspiración militar contra el gobierno
de Medina.
Del 1945 al 1958. En 1945 se produjo el primer movimiento cívico-militar derrocando al
gobierno de Medina a cargo de Rómulo Betancourt, del AD y su aliado Unión Patriótica
Militar (UPM). Este golpe es conocido como el principio de la gloriosa "Revolución de
Octubre".
Podemos caracterizar a la historia política de Venezuela compuesta por un "antes" del
pasado militarista y un "después" de una etapa progreso de progreso comandad por los
civiles (advenimiento de la política de masas). Se prepara, entonces, el escenario para la
construcción de la democracia.
Entre 1945-1948 comienza el sistema de partidos. Se formaron el Partido Demócrata
Cristiano (COPEI) hacia la derecha y la Unión Republicana Democrática (URD) hacia la
izquierda. A partir de allí se produjo el llamado "trienio adeco" que significa la primera
experiencia de gobierno civil de corte modernizante. En éste, es importante remarcar la
4. hegemonía establecida por el AD, quien imponía las reglas de juego, respaldas por la
mayoría y que, a su vez, excluían todo lo que no pertenecía a su partido. La estrategia fue
efectiva para afianzar las bases de AD, pero destruyó la legitimidad del partido ante los
grupos electorales opositores.
Frente a este monopolio del poder por parte de AD los militares comenzaron a sentir a
esta fuerza político-electoral como una amenaza y en 1948 se produce un golpe militar,
con Pérez Jiménez a la cabeza, receloso ante la mayor conquista del AD de espacios de la
vida social. La destrucción del AD se debió, en último término, a la amenaza que
significaba su continuidad en el gobierno para una amplia gama de intereses sociales.
Durante el "trienio", nuevas organizaciones se creaban y nuevas fuerzas eran movilizadas,
sin el desarrollo de reglas básicas de coexistencia y normas democráticas para delimitar el
conflicto. En consecuencia, el golpe militar del "48 fue aclamado por muchos sectores
como el fin de las persecuciones. Durante el período de gobierno militar entre 1948-1958,
los dirigentes, en la ilegalidad o en el exilio, reconocieron el papel de los intensos
conflictos nunca aminorados y el consecuente debilitamiento de la democracia durante el
trienio.
En 1958 se firmó el Pacto de "Punto Fijo", AD, COPEI y URD se pusieron de acuerdo sobre
una serie de criterios que tendían a la defensa y estabilidad del sistema democrático. Tal
vez, el rasgo más llamativo en la política venezolana después de 1958 sea el de las
decisiones conscientes y explícitas de las elites políticas de reducir la tensión y la violencia
inter-partidaria, de eliminar de la escena política todo problema de supervivencia y
legitimidad. El derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez no hubiera sido posible sin
la intervención de los militares en acuerdo con las principales fuerzas partidistas en la
clandestinidad.
Nos situamos dentro del nuevo contexto, "nuevo orden", de una democracia competitiva
en cuyo núcleo se formaron los partidos políticos modernos.
De 1959 a 1988. Hasta 1964, asumió AD con COPEI y URD. Se llevó a cabo una política
cuidadosa con los militares y la Iglesia; se suavizaron los elementos más socialistas de la
doctrina de AD.
Estos hechos empujaron a la izquierda hacia la insurrección, pero sus esfuerzos por
establecer una base en el campo se vieron derrotados por la presencia de organizaciones
previas y lealtades ya establecidas. Esta situación empujó a la izquierda a reelaborar su
inserción en el sistema de partidos
Modelo de la toma de decisiones: Pacto de Punto Fijo, formación de coaliciones, las
negociaciones con la Iglesia, la restricción de los programas, la derrota de la izquierda.
Estas decisiones ayudaron a crear un método para institucionalizar el conflicto. El
5. consenso es entendido como un código operacional de coexistencia, una limitación de
áreas comunes y no una expresión de intereses o creencias idénticas.
Los partidos en Venezuela son importantes por el doble papel que desempeñan: por un
lado se dedican a movilizar e incorporar grandes masas de gente a la política; por otra
parte, debido a su carácter amplio y heterogéneo, los partidos en sí han adquirido una
posición autónoma con respecto a cualquier sector en particular. Destacamos que la
izquierda no pudo nunca encontrar su lugar en esta dinámica bipartidista venezolana que
fue conformándose desde entonces, por no convertirse en una incidencia significativa en
la disputa los espacios de representación.
Un rasgo predominante es lo que podría denominarse la coerción estructural, que opera
en todos los niveles del sistema político. Esta coerción estructural exige que todos los
grupos e intereses pasen a través de la matriz partidaria para ser efectivos.
A partir del momento en que la URD cedió su lugar al COPEI en la competencia con la AD,
más inclinada hacia una derecha católica y anticomunista, que contaba con la simpatía del
liderazgo adeco que veía de una forma positiva a la formación de una oposición inclinada
a la derecha. Esto ayuda a reafirmar la tendencia hacia el bipartidismo, excluyendo el
ingreso de terceras fuerzas. El proyecto democrático bipartidista queda expresado en la
constitución de 1961, con la idea de una nueva generación política fortaleciendo al
gobierno civil frente a los militares. Los dirigentes de los partidos coincidían en la
necesidad de consolidar la estructura organizacional de los mismos.
Una vez en el poder, las primeras decisiones gubernamentales de la AD, en el área
económica, fueron vistas como antipopulares y conservadoras. Como resultado, la misma,
se dividió por primera vez, creándose el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR
1960), una segunda división se produjo en 1962, el Partido Revolucionario Nacionalista
(PRN), comandado por Raúl Ramón Gimenéz. La consolidación del bipartidismo ayudó a la
formación del sistema duopólico que concentraba el poder en los equipos dirigentes de
los dos principales partidos.
La tercera división de la AD, 1968, poseía un contenido ideológico mayor que las
anteriores. Esta división se cuenta como causa decisiva del primer triunfo electoral de
Caldera y COPEI en la misma fecha, reafirmando el carácter bipartidista.
En 1969-1973 el COPEI en el gobierno, presentó una solución ante la pacificación y
reinserción de la izquierda guerrillera en la política democrática, además de reformas
institucionales de carácter modernizante. EL Movimiento al Socialismo (MAS), 1970, puso
énfasis en superar la dependencia del capitalismo. Este fue concebido como el nuevo
"tercer partido" del sistema, con capacidad para transformar al naciente bipartidismo en
un sistema de "dos partidos y medios".
6. Para esta época los dos principales partidos, comenzaron a ser menos ideológicos, y se
convirtieron en partidos "catch-all".
El retorno de la AD, en 1983, se consideró como la consolidación de un bipartidismo
conservador, el cual se apoderó del estado, al tiempo que se fue separando de la
población. Los partidos de la coalición bipartidista se desgastaron, revelándose en los años
siguientes, tanto en la calidad de sus mensajes como en su declinante capacidad
movilizadora.
La deriva centralista se hizo insostenible, a tal punto que la elección de los candidatos se
fue complicando, donde los perdedores de autoexcluyeron del partido, sin otra
explicación que su inconformidad personal. Esto llegó hasta los fundadores de los partidos
poniendo en peligro la estructura bipartidista.
Con una crisis económica, la nostalgia por una era de prosperidad y buenas épocas
perdidas, sirvió el candidato de AD, Pérez, para la sucesión de 1988.
En esta etapa del declive bipartidista se pudo observar el advenimiento de dos subclivajes:
Estado / mercado: de corte más estructural (que funcional), apoyando políticas
neoliberales con objetivo de reducir tanto la intervención del estado, como la de las
fuerzas partidistas. Se correspondió al gobierno tecnocratizante de Pérez.
Centralizado / descentralizado: éste es más funcional que el anterior. Está referido al
creciente poder local y regional frente al gobierno y sus partidos, ubicando al centralismo
político como aquel que no permitía el desarrollo.
De 1989 a la actualidad: con Carlos Andrés Pérez en el gobierno (segunda vez en el
poder), como consecuencia de una reducción en la influencia partidista, se comenzó a
tomar medidas de ajuste antipopulares, marcando con ello un distanciamiento con
respecto a la efectiva "democracia de partidos", que había funcionado hasta el momento.
A partir de esta etapa comenzó el ocaso de la democracia bipartidista, marcado por un
auténtico descontento democrático por parte del pueblo A esto le agregamos, la
descentralización político-administrativa que comenzaría con la elección directa de
gobernadores y alcaldes, a la que se llamó "liderazgos regionales". Esto debilitó la
estructura nacional partidista, junto con una lógica de los intereses proveniente del
espacio extra-partido y un fraccionalismo creciente en el seno de los mismos que
socavaron el sistema duopólico.
Con respecto al contexto social se produjo, a principios de 1989, un estallido social
denominado "caracazo" que manifestó un rechazo al bipartidismo.
7. El declive bipartidista en el segundo gobierno de Pérez estuvo asociado al derrumbe del
sistema institucional del Estado. En 1992 se produjo la destitución de Pérez, y en el
proceso electoral de 1993, se conformó un escenario que presentaba una nueva relación
de fuerzas, donde Rafael Caldera, candidato extra-partido, asumió como presidente. Dicho
partido representaba un golpe decisivo al duopolio partidista del pasado, pero que no
significó su definitivo desplazamiento del poder.
El gobierno de Caldera implementó políticas públicas altamente impopulares que
contradecían su promesa electoral de oposición al neoliberalismo. Esto implicó un
debilitamiento del capital político del presidente. Caldera buscó apoyo en AD,
consiguiéndolo rápidamente a fin de fortalecer sus propias aspiraciones presidenciales. En
este momento el COPEI se encontraba muy debilitado mientras que el AD se encontraba
parcialmente recuperado. Podemos decir que: "este espejismo triunfalista adeco fue la
causa principal de la debacle que seguiría a la estrategia político electoral escogida frente
al avance de la candidatura de Chávez."
Las elecciones de 1998 significaron el final del ciclo bipartidista y el comienzo de una
época de inestabilidad. Durante la campaña electoral de dichas elecciones, estuvo
presente el apoyo partidista que se fortaleció frente al posible ascenso de Hugo Chávez a
la presidencia. Los resultados de estas elecciones demostraron una insuficiencia electoral
del bipartidismo para imponerse al candidato contrario. Quedaron conformados dos
polos: el "Polo Patriótico", liderado por Chávez (quien planteaba una estrategia en
términos de amigo/enemigo), por un lado y por otro, el "Polo Democrático", producto de
la alianza entre el COPEI y la AD, que apoyaban la candidatura de Salas Roemer (candidato
extra-partido). Sin embargo, este hecho tuvo resultados adversos, ya que el electorado
rechazó los "40 años de bipartidismo y corrupción", inclinándose hacia la "solución
Chávez".
Chávez y su movimiento, el chavismo, canalizaba las aspiraciones políticas de un grupo de
militares, el Movimiento Bolivariano Revolucionario (MBR) – que en 1997 pasó a llamarse
Movimiento V República (MVR) -, con objetivo de dar fin a la corrupción y la pobreza.
Chávez poco a poco fue convirtiéndose en un líder carismático (en términos de Weber),
apoyado por la ilusión populista. Encuentran refugio en un líder como Chávez, las clases
medias empobrecidas, como así también la gran masa popular.
Finalmente, Chávez ganó las elecciones de 1998. En este mismo momento se agudizó el
desarrollo de la antipolítica con movimientos antipartido. El MVR acentuó su participación
política en un terreno nuevo de una política neopopulista que se amplió con el creciente
descontento de la vieja clase política. El triunfo de Chávez y del MVR puede considerarse
como el triunfo de un antipartidismo militante, y también, de una abstención sin
precedentes en la etapa democrática.
Chávez asumió a principios de 1999 y sigue gobernando hasta nuestros días. Durante su
primer gobierno, el mismo adquirió un carácter plebiscitario. El nuevo presidente logró
8. imponer su propio proyecto de Constitución como aquel que identificaba al movimiento
revolucionario. Se incorporó el ideal de "democracia participativa", punto central en el
"proceso de cambio" (revolucionario) que proponía el chavismo, que enfrentaba su visión
a la de una "democracia representativa" de la historia bipartidista. Y es que se hablaba de
un "nuevo comienzo", reflejo de la voluntad popular venezolana, el cual "se propone
como la "nueva" propuesta que habría de conducir un voluntarista "volver a empezar" en
el que encontraría su lugar un vasto sector social desencantado con la "democracia
bipartidista", que se encontraba viviendo un declive profundo". La constitución se
transforma en el elemento primordial en el cual el pueblo venezolano encontrará aquellos
principios que reafirmarán su protagonismo político.
Al mismo tiempo, decimos que gobernaba sin una oposición fuerte y homogénea, y con un
Parlamento y Poder Judicial sometidos a su voluntad. El presidente es quien imponía su
fuerza hegemónica y la de su partido.
El ascenso de Chávez al poder estuvo apoyado por una especie de ideología del "nuevo
comienzo". La conformación de un "fuero" militar – expreso en la Constitución-, que
excluyó cualquier control civil, era un indicio de la deriva autoritaria (militarista) del nuevo
régimen. Esto se opuso a la principal tarea de la oposición que radicaba en la defensa de
las conquistas democráticas, distanciándose así del gobierno de Chávez, más por
diferencias ideológicas que de intereses.
El "fenómeno Chávez" produjo un movimiento hacia posiciones polarizadas en la arena
electoral de la dinámica partidista, proceso que fue percibido cada vez más por las elites
dirigentes. La alta polarización del electorado favoreció el funcionamiento de una
democracia plebiscitaria basada en la personalidad del presidente carismático. Es por ello
que podemos calificar al sistema de partidos venezolano como un "pluripartidismo
polarizado", con una línea de oposición bilateral que dará como resultado amplias
coaliciones partidistas en el gobierno y la oposición.
Las dos coaliciones en disputa por copar el centro eran:
De izquierda hacia el centro: MVR, MAS, PPT, PCV;
Del centro a la derecha: AD, COPEI, LCR, PV, PJ.
El carácter plebiscitario del gobierno chavista sumado a la debilidad de los partidos de la
oposición estuvieron y están relacionados con la capacidad del gobierno actual para
neutralizar todo esfuerzo autónomo de estructuración de los partidos.
Actualmente, el clivaje que rige la política social venezolana es el de la oposición
democracia de partidos / democracia plebiscitaria, que se fue conformando
aproximadamente con las elecciones de 1998. Ésta última está asociada a la época del
"retorno del líder", refiriéndose al fenómeno Chávez (líder revolucionario), que es la
9. expresión personalizada del "pueblo soberano", quien no estuvo presente en la
democracia de partidos. Desde sus comienzos, Chávez no necesitó de los partidos o
movimientos más que para su fortalecimiento personal.
La nueva política de España y nueva estrategia patriótica
Nuevas estrategias políticas de bolívar en Jamaica
Carta a Jamaica
a política española creó un dilema de intereses entre los exportadores agrícolas y los
manufactureros locales, un conflicto entre libre comercio y protección que fue transferido
casi intacto a las nuevas repúblicas. Mientras que la industria pedía vanamente
protección, la agricultura buscaba más mercados para la exportación de los que permitiría
España. América continuaba excluida del acceso directo a los mercados internacionales,
seguía forzada a comerciar sólo con España, seguía desprovista de estímulo comercial
para su producción. En Venezuela los grandes terratenientes criollos, señores de vastas
haciendas, propietarios de numerosos esclavos, productores de cacao, añil, tabaco, café,
algodón y curtidos, tenían permanentemente dificultades por el control español del
comercio
de
importación
y
exportación.
La conquista francesa de España, el colapso de la España de los Borbones, el implacable
imperialismo de los liberales españoles, todo produjo un profundo e irreparable daño a las
relaciones entre España y América. Los americanos tuvieron que ocuparse desde entonces
de su propio destino. Ya no tenían a los Borbones; no querían a Napoleón no se fiaban de
los liberales. Una vez que se tomaron decisiones autónomas, la independencia cobró
impulso, rápidamente. Recorrió el subcontinente en dos grandes movimientos.
Larevolución del sur fue más rápida, avanzando desde el Río de la Plata, a través de los
Andes hasta el Pacífico. La revolución del norte, hostigada más de cerca por España, se
desvió desde Venezuela a Nueva Granada y volvió a su lugar de origen. Ambas
convergieron
en
Perú,
la
fortaleza
de
Espana
en
América.
Hasta
su
exilio
en
Jamaica
El Libertador se fue a Nueva Granada por un segundo exilio, después se va a la colonia
británica
de
Jamaica
en
mayo
de
1815.
Entretanto, una poderosa armada y un ejército aguerrido, bajo el mando del general Pablo
Morillo, desembarcaba en Venezuela. La causa de la independencia parecía perdida.
Bolívar se quedó en Jamaica hasta diciembre de 1815. Después de haber escapado
milagrosamente a una tentativa de asesinato en Kingston, se fue a Haití donde recibió la
generosa ayuda del presidente Alejandro Petion. Gracias a él, su expedición logró alcanzar
Margarita, después Capurano y Ocumare de la Costa. Allá decretó la emancipación de los
esclavos, convencido de que un país que combate por la libertad no podía albergar en su
10. seno
el
cáncer
social
de
la
esclavitud.
Carta a Jamaica que Simón Bolívar firma en 1815, se pública en inglés en 1818 en el
Jamaican Quaterly and Liberty Gazette, se pública en español 1833en el tomo XII de la
Colección de documentos relativos a la vida pública del Libertador de Francisco Javier
Yánez y Cristóbal Mendoza, se ha tomado como documento importante para la
independencia ya que señala el proyecto de autonomía política y social de
Hispanoamérica.
La expedición de Los Cayos de San Luis o sencillamente Expedición de Los Cayos, es el
nombre con el que son conocidas las dos invasiones que desde Haití organizó el Libertador
Simón Bolívar a fines de 1815 llevándolas a cabo durante el año 1816 con la finalidad de
liberar
a
Venezuela
de
las
fuerzas
españolas.
Un grupo de patriotas que habían logrado huir de Venezuela tras la caída de la república
se reunieron en Haití, Bolívar fue nombrado jefe en la Asamblea de Los Cayos tras lo que
planearon la expedición y con la ayuda del presidente de Haití, Alexandre Petion, obtienen
las municiones y armas que necesitan. La expedición sale de Los Cayos de San Luis y tras
atracar en la isla de Margarita, ataca Carúpano y desembarca en Ocumare de la Costa. El 6
de julio varios cientos de esclavos se unen a sus fuerzas debido a la proclamación previa.
Morales supo de la llegada de Bolívar y se apresura a marchar de Valencia hacia Ocumare
con unos doscientos hombres. José Guero se une a él con otros cien soldados y juntos se
dirigieron a Ocumare a entrentar a Bolívar. Soublette procede el 8 de julio a marchar en La
Cabrera con setecientos soldados. De allí parte hacia Maracay, que ocupa sin resistencia.
Consecuencias
de
esta
expedición
A pesar de los reveses sufridos por los expedicionarios y por el propio Libertador en
Ocumare, la importancia histórica de la Expedición de los Cayos radica en que la misma
permitió que Santiago Mariño, Manuel Piar y luego José Francisco Bermúdez
emprendieran la liberación del oriente del país, y que MacGregor con Soublette y otros
jefes se internaran definitivamente en Tierra Firme, para abrir paso al triunfo definitivo de
la
República.
El
regreso
definitivo
(1817)
A comienzos de 1817 Bolívar se halla en Barcelona. Su objetivo es apoderarse de la
Provincia de Guayana, y hacer de ella la base para la liberación definitiva de Venezuela. En
julio, la capital de aquella Provincia, Angostura (hoy Ciudad Bolívar), es tomada por los
patriotas. Se organiza de nuevo el Estado. Bolívar crea el Consejo de Estado, el Consejo de
Gobierno, el Consejo Superior de Guerra, la Alta Corte de Justicia, el Tribunal del
Consulado, y se preocupa por establecer un periódico (que aparecerá en junio de 1818), el
«Correo de Orinoco». Entre tanto, tiene que luchar no sólo contra los españoles sino
también contra la anarquía que se había insinuado en su propio campo: en octubre de
1817, tras un juicio militar, el General Manuel Piar, uno de los principales jefes
11. republicanos, es fusilado en Angostura. Hacia esos mismos días, el Libertador dicta la «Ley
de Repartición de Bienes Nacionales», que habrá de contribuir a fortalecer el sentimiento
patriótico.
Campaña
del
centro
(1818)
En 1818 la campaña del Centro se inicia bajo favorables auspicios, pues el Libertador logra
sorprender en la ciudad de Calabozo al general realista Morillo, pero los republicanos son
derrotados en el sitio de Semén. Días después, en el Rincón de los Toros, Bolívar está a
punto de morir a manos de una patrulla realista, en plena noche. El 5 de junio está de
nuevo en Angostura. Llegan entonces un Agente Diplomático de los Estados Unidos y un
gran
número
de
voluntarios
europeos.
Ocupación
de
Angostura
El 15 de febrero de 1819, se instala en Angostura el Congreso, concurriendo a este acto 26
de los 30 representantes electos. Por la provincia de Caracas asistieron Juan Germán
Roscio, Luis Tomás Peraza, José España, Onofre Basalo y Francisco Antonio Zea; por
Barcelona Francisco Parejo, Eduardo Hurtado, Diego Bautista Urbaneja, Ramón García
Cádiz y Diego Antonio Alcalá; por Cumaná Santiago Mariño, Tomás Montilla, Juan
Martínez y Diego Vallenilla; por Barinas Ramón Ignacio Méndez, Miguel Guerrero, Rafael
Urdaneta y Antonio María Briceño; por Guayana Eusebio Afanador, Juan Vicente Cardozo,
Fernando Peñalver y Pedro León Torres; por Margarita Gaspar Marcano, Manuel Palacio
Fajardo, Domingo Alzuru y José de Jesús Guevara. Posteriormente se incorporaron los
diputados por Casanare: José Ignacio Muñoz, José María Vergara y Vicente Uribe; Zea
pasó a figurar en el cuadro de esa diputación y Manuel Cedeño se incorporó luego como
diputado
por
la
provincia
de
Guayana.
La directiva del cuerpo quedó constituida de la siguiente manera: Presidente, Francisco
Antonio Zea y Secretario, Diego Bautista Urbaneja.