1. La amenaza de la Comunicación Interna
Por Javier Villalba. http://jvillalba.wordpress.com/ (Gabinete de Presidencia.
Pelayo Mutua de Seguros. Miembro de la Vocalía de Comunicación Interna DirCom).
Resulta difícil comprender por qué una palanca estratégica se encuentra tan
debilitada en numerosas empresas. Me refiero a la función de comunicación
interna que, en la mayoría de los casos de empresas que conozco, se relega a
mera actividad de publicación de contenidos –bajo diferentes formatos y para
distintos canales- y en los mejores casos se le asigna la responsabilidad de la
organización de eventos internos.
Así se limita su alcance y se empobrece su repercusión quedando en terreno de
nadie como un simple servicio de retransmisión de notas informativas o de
congregación a actos de empresa.
Indudablemente no sucede esto en todos los casos, pero en muchas de ellas la
comunicación interna ni se considera una función ni se considera estratégica.
Avalo mis afirmaciones en mi conocimiento del sector y en el sondeo que tuvimos
ocasión de realizar hace dos años entre los asociados de DIRCOM, donde se puso
de manifiesto que, aun partiendo del sesgo que significa pertenecer a la asociación,
la función de comunicación interna tan solo está diferenciada en algo más de la
mitad (52,27%) de las empresas encuestadas; luego no tiene entidad propia en un
número significativo (47,73%) de las organizaciones. No creo que haya cambiado
mucho el panorama de nuestra realidad empresarial.
¿Por qué si le da tanta prevalencia a la comunicación con los clientes, lo
obvio en una esfera resulta tan obtuso en otra?
A fuerza de preguntar y de observar organizaciones, se termina llegando a alguna
conclusión, seguramente no sea universal, pero tal vez sea clarificadora en algunos
contextos. Extraigan ustedes sus conclusiones.
1. La comunicación interna exige transparencia, pero la transparencia se
opone al arte de la opacidad.
2. Requiere informar con veracidad, lo que no es lo mismo que disponer
hechos y datos de modo que el mensaje resulte verosímil.
3. La comunicación en las empresas se produce entre adultos, por lo que el
hecho comunicacional demanda realismo; la exigencia de realismo pone
límites al encuadre informativo, y con ello acota la agenda de actualidad.