1. Para el 12 de diciembre de 2015
El pacto
PARA ESTA SEMANA: Génesis 9:1-17; 12:1-3; Gálatas 3:6-9, 15-18; Éxodo
24; Jeremías 31:31-34; 1 Corintios 11:24-26.
TEXTO CLAVE: "Vienen días -afirma el Señor- en que haré un nuevo pacto
con el pueblo de Israel y con la tribu de Judá" (Jer. 31:31).
PREVIEW
L
a gracia de Dios es un regalo que muchos dicen entender, pero que
devalúan, o sobrevalúan, al punto de que deja de ser un regalo.
La historia del pecado, la promesa de salvación dada a Adán y a
Eva luego de haber pecado y la relación que Dios construye con
aquellos que eligen adorarlo, revelan de qué se trata ía grada verdadera.
El amor que Dios tiene por nosotros forma la base de la gracia que nos
da, y esta grada dirige cada aspecto de cómo se relaciona con nosotros.
El pueblo de Israel recibió revelaciones de la gracia de Dios en su viaje
por el desierto desde Egipto a la Tierra Prometida. Aunque la fidelidad del
pueblo fluctuó, la fidelidad de Dios permaneció constante porque estaba
motivada por su gracia. Él nos llamó de la oscuridad a su luz maravillosa.
Su gracia era el código de amor que hizo posible que trabajara en sus
vidas. Este tema subyacente del amor y la gracia de Dios fue revelado a
Jeremías cuando habló del nuevo pacto.
Esta semana, al estudiar sobre el sufrimiento del pueblo de Israel,
hagámoslo con el fin de evaluar nuestro caminar diario con Dios. Por
más que sea fácil descartar sus desafíos y reír de sus caídas y errores,
es importante que veamos que sus experiencias nos enseñan la manera
de ver a Dios como un Dios de amor y de justicia. Él no se regocija con
la muerte de nadie, sino que desea que todos se arrepientan. La gracia
verdadera cambia y convierte el corazón.
SÁBADO
05Diciembre
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Lección para jóvenes / 75
fe
2. DOMINGO
06Diciembre
t =
A
EVANGELISMO DEL CORAZÓN
Un pacto es un acuerdo legal entre dos o más partes. Desde una
perspectiva bíblica, un pacto es una promesa de Dios. Podemos tener la
seguridad de que él siempre cumple su parte del trato porque es puro
de carácter. Él se comunica con nosotros, nos redime, y garantiza que
tenemos vida eterna mediante sus pactos.
La palabra "testamento" viene del latín y quiere decir pacto. Entonces,
la Biblia es un documento de pacto. El Antiguo Testamento representa
el antiguo pacto, y el Nuevo Testamento representa el nuevo pacto. La
Biblia menciona varios pactos diferentes. El hilo que conecta todos estos
pactos es la grada por la cual Dios ofrece salvación a la raza caída, que
reclama su justicia a través de la fe en él. Los pactos están clasificados
en dos categorías: condicional e incondicional.
Pactos condicionales (Gén. 2:16,17)
Los pactos condicionales contienen regulaciones que deben ser cumpli
das para recibir la promesa. La desobediencia a estas regulaciones resulta
en castigo. Un ejemplo perfecto de un pacto condicional es el pacto que
Dios hizo con Adán y Eva. Dios les dijo que no comieran del fruto del
árbol del conocimiento del bien y del mal en el Jardín del Edén. Dios les
prometió vida eterna, como recompensa por la obediencia a esta regu
lación. Él también prometió que la consecuencia por desobedecer es la
muerte. Entonces, cuando comieron del fruto del árbol del conocimiento
del bien y del mal luego de ser tentados por Satanás, se convirtieron en
seres mortales, sujetos a la muerte.
Pactos incondicionales (Gén. 9:9-17)
Los pactos Incondicionales no tienen regulaciones o condiciones; per
manecen aplicables sin importar la conducta humana. El pacto entre Dios
y Noé es un ejemplo de un pacto incondicional. La maldad en la tierra
escaló a tal punto que Dios se arrepintió de haber creado a los seres
humanos (Gén. 6:7). Por eso envió un diluvio, que destruyó toda vida en
la Tierra que no había sido protegida por el arca.
Luego de este diluvio, el Señor prometió que nunca más destruiría la
Tierra completamente con agua. Dio un arcoiris como señal de este pacto.
Este es un pacto incondicional, porque el Señor nunca destruirá la Tierra
nuevamente con un diluvio, sin importar cuánto nos rebelemos contra él.
Biblia en mano ——— ................—— — —
! Lee Génesis 9:1 al 17. ¿Qué pacto hizo Dios con la humanidad, y de qué modo
se refleja la gracia de Dios hacia su creación?
j Medita en la belleza y la grandeza de un arcoiris. Especialmente, a la luz de
lo que la Biblia nos dice acerca de este fenómeno luminoso. ¿De qué modos
puede acercarnos a Dios, a la trascendencia, a algo más grande de lo que
este mundo ofrece?
76 / Lección para jóvenes
3. UN CONTRASTE ENTRE EL
ANTIGUO Y EL NUEVO PACTO
"Los israelitas no percibían la pecaminosidad de su propio corazón, y
no comprendían que sin Cristo les era imposible guardar la Ley de Dios; y
con excesiva premura concertaron su pacto con Dios. Al creerse capaces
de ser justos por sí mismos, declararon: 'Haremos todas las cosas que
Jehová ha dicho, y obedeceremos' (Éxo. 24:7).
"Los términos del pacto antiguo eran: Obedece y vivirás. 'El hombre
que los cumpla, gracias a ellos, vivirá' (Eze. 20:2; Lev. 18:5); pero 'maldito
el que no confirme las palabras de esta ley para cumplirlas' (Deut. 27:26).
El nuevo pacto se estableció sobre 'mejores promesas', la promesa del
perdón de los pecados, y de la gracia de Dios para renovar el corazón
y ponerlo en armonía con los principios de la Ley de Dios. 'Pero este es
el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice
Jehová: Pondré mi ley en su mente y la escribiré en su corazón [...]. Por
que perdonaré la maldad de ellos y no me acordaré más de su pecado'
(Jer. 31:33, 34).
"La misma ley que fue grabada en tablas de piedra es escrita por el
Espíritu Santo sobre las tablas del corazón. En lugar de tratar de esta
blecer nuestra propia justicia, aceptamos la justicia de Cristo. Su sangre
expía nuestros pecados. Su obediencia es aceptada en nuestro favor.
Entonces el corazón, renovado por el Espíritu Santo, producirá los frutos
del Espíritu. Mediante la gracia de Cristo viviremos obedeciendo a la Ley
de Dios escrita en nuestro corazón" (PP341, 342).
"Lo que debéis entender es la verdadera fuerza de la voluntad [...].
Todo depende de la correcta acción de la voluntad [...]. No podéis cam
biar vuestro corazón, ni dar por vosotros mismos sus afectos a Dios; pero
podéis escoger servirlo [...]. De ese modo, vuestra naturaleza entera estará
bajo el dominio del Espíritu de Cristo, vuestros afectos se concentrarán
en él y vuestros pensamientos se pondrán en armonía con él" (CC 47).
LUNES
07Diciembre
Biblia en mano
I Lee Génesis 12:1 al 3; 15:1 al 5; 17:1 al 14. ¿Qué nos dicen estos textos acerca
de lo que Dios quería lograr por medio del pacto que hizo con Abraham?
! Lee Gálatas 3:6 al 9 y 15 al 18. Según Pablo, ¿en qué sentido el pacto hecho con
Abraham se conecta con Jesús y con la salvación solo por la fe?
j Medita en la gran verdad de que la esperanza de salvación solo viene por la
justicia de Jesús, acreditada a ti por fe. ¿Qué gran esperanza y gozo puedes
obtener de esta maravillosa provisión hecha en tu favor?
Lección para jóvenes / 77
4. MARTES
08Diciembre
A
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EL DIOS INCANSABLE DEL PACTO
Desde ia Caída, siempre ha habido un pueblo que permanece fiel a
Dios. Fue su propósito que en cada generación hubiera siervos fieles, a
través de quienes brillara la luz de la justicia. Set, Enoc, Noé y Abraham
fueron algunos de esos siervos. Dios estableció el pacto con Abraham de
que sería una gran nación, y una bendición (Gén. 12:1-4). Los descendien
tes de Abraham, el pueblo de Israel, fueron los benefactores de este pacto.
No fueron elegidos por algo que hubieran hecho para merecer el favor de
Dios ni nada que fueran capaces de lograr por su propia cuenta. Fueron
elegidos porque Dios es un Dios que mantiene sus pactos (Deut. 7:6-8).
Durante los cuatrocientos años que los israelitas estuvieron exiliados
en Egipto, casi se olvidó por completo el conocimiento de Dios. Pero Dios
no los olvidó, ni el propósito que tenía para ellos. Él los libró de Egipto
así como le había prometido a Abraham siglos antes.
Cuando Moisés subió al monte para encontrarse con el Señor, los
israelitas hicieron un becerro de oro y lo adoraron. Dios podría haberlos
destruido; pero Moisés intercedió por ellos. En Tabera, el fuego del Señor
quemó a quienes estaban en los alrededores del campamento porque
se habían quejado (Núm. 11:1, 2). En Sitín, la idolatría y el adulterio del
pueblo encendió la ira del Señor y mató a miles (Núm. 25:1-3).
Podemos encontrar rebelión en Israel por generaciones; y también
podemos encontrar los esfuerzos incansables de Dios por atraerlos nue
vamente. A veces, usó recursos drásticos como exilio, plagas, hambruna,
guerra, e incluso muerte. Él anhelaba que volvieran al Dios de sus padres.
En lugar de ser la luz que Dios quería que fueran, adoptaron las cos
tumbres idólatras de los paganos. Pero aun así Dios declaró: "Con amor
eterno te he amado" (Jer. 31:3).
En Jeremías 31:31 al 34, Dios sigue buscando a su pueblo rebelde. Les
promete que hará un nuevo pacto, en el que toma responsabilidad por
la parte de su pueblo en cumplir el pacto. "Pondré mi ley en su mente, y
la escribiré en su corazón" (vers. 33). ¡Qué Dios! ¡Cuánto amor!
Biblia en mano .............................................................. ......................
j ¿Cómo se hizo el pacto entre Dios e Israel en el Monte Sinaí? (Éxo. 24.)
j Lee Flebreos 4:2. ¿De qué manera este versículo explica el fracaso de Israel?
¿Cómo podemos aprender a evitar el mismo error?
j ¿Cuán a menudo has dicho: "Todo lo que el Señor me dice haré", solo para
dejar de cumplirlo? ¿De qué modo esta realidad desafortunada hace que la
promesa de gracia sea mucho más preciosa? ¿Qué esperanza tendrías sin ella?
78 / Lección para jóvenes
5. EL PILOTO DE NUESTRA NAVE
En Éxodo 24, Dios hizo un pacto con los judíos en el cual estipuló sus
requisitos. Este fue el primer pacto. El pueblo aceptó obedecer fielmente
esos requisitos, pero poco después desobedecieron. Como adoramos a
un Dios de gracia, él introdujo un nuevo pacto, en el que prometió poner
la Ley en sus mentes y escribirla en sus corazones (Jer. 31:32-34). Este
pacto es también para nosotros.
Hoy, Cristo escribe su pacto en nuestros corazones para que podamos
apreciar y aceptar lo que el Espíritu Santo nos impulsa a hacer. Jesús pro
metió que el Espíritu Santo nos enseñaría, corregiría, y recordaría cuáles
debieran ser nuestras expectativas según el punto de vista de Cristo. El
nuevo pacto es nuestra única esperanza de salvación, ya que incluye
justificación por la fe en Dios (Gál. 2:16). Como somos pecadores, nada
de lo que podamos hacer puede salvarnos. Cristo murió para que poda
mos obtener vida eterna a través de su sangre. Al ver que no podíamos
adherirnos al antiguo pacto, Cristo, en su grada, dio su vida por nosotros.
Los cristianos devotos dependerán completamente de la gracia de
Dios, ofrecida en Jesucristo. "Por medio de Jesús, el cual testificó que 'el
Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su
vida en rescate por muchos' (Mat. 20:28; ver 1 Tim. 2:6), Dios 'ganó' a la
iglesia 'por su propia sangre' (Hech. 20:28). En Cristo 'tenemos redención
por su sangre, el perdón de pecados' (Efe. 1:7)".’
Debemos permitir que Cristo sea el piloto de nuestra nave y nos guíe
a través de la vida. A continuación, hay algunas maneras en que puedes
hacer de esto una realidad:
Lee y estudia la Biblia cada día. Si estás teniendo un problema en
particular o un deseo de saber algo en especial sobre Dios, usa una con
cordancia para encontrar versículos sobre esos temas. ¿Enfrentó Jesús un
problema similar? Si es así, ¿cómo lo hizo?
Ora. "La santificación es progresiva. Por medio de la oración [...] cre
cemos constantemente en comunión con Dios".12
Reconoce que Dios es el propietario. Permite que Cristo y el Espíritu
Santo te equipen con pensamientos y acciones genuinos. Ten fe en Cristo
y en el Espíritu, porque la fe es el ingrediente duradero que permite que
trabajen en nosotros.
Biblia en mano *»—
j Lee Jeremías 31:31 al 34. ¿Qué significan estos textos tanto en su contexto
original como en el de nuestros días?
1 Creencias de los adventistas del séptimo día, 2aed., Ministerial Association,
General Conference of Seventh-day Adventists, 2005, p. 125.
2 Ibid., p. 139.
Lección para jóvenes / 79
M IÉRCOLES
09Diciembre
Sb
A
11
6. JUEVES
10Diciembre
A
11
DESCUBRIENDO EL NUEVO PACTO
Aunque Satanás siempre intenta borrar a Dios de su merecido lugar en
nuestras mentes y corazones, al mundo nunca le faltó una revelación de
quién es él. Desde los antiguos profetas hasta hoy, de los pactos antiguos
al nuevo pacto (Jer. 31:33), Jehová está buscando fervientemente revelar
su amor extravagante por la raza humana. Ei mejor testimonio de ese
amor es el regalo de su Hijo, Jesucristo.
Nuestro Dios es un Dios que cumple sus pactos. Quiere personas que
se unan a él para revelar las riquezas de su gloria y sabiduría al universo
entero. Por eso, quiso entablar un pacto con Abraham. Este pacto era
para bendecir a Abraham y multiplicar sus descendientes, a punto tal
que superarían la cantidad de estrellas. Abraham aceptó los términos del
pacto y lo implemento inmediatamente en su hogar.
Luego de mucho tiempo, el pueblo de Dios terminó siendo esclavo en
Egipto, a causa de su infidelidad. Pero la fidelidad de Jehová permanece
constante, a pesar de la variable humanidad. Él recordó las promesas que
había hecho a Abraham, y envió a Moisés para liberar a los hebreos de
Egipto. Dios se reveló como su Creador y Padre. También les reveló su
santa Ley grabada en piedra, para que recordaran el pacto perpetuo en
el que estaban entrando (Éxo. 20).
Un pacto llevó a otro, y cada uno reflejó la incompatibilidad entre
un Dios que cumple sus pactos y su pueblo. Dios vio que a menos que
viniera en carne humana nunca podríamos llegar a estar ante él. De esto
se trata el nuevo pacto. "Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su
Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que
tenga vida eterna" (Juan 3:16). En Jesús se forjó un nuevo pacto, en el
cual Dios y la humanidad se reconciliaron. El regalo de la gracia eleva a
la humanidad al estándar de Dios, y todos los pecadores que acepten
a Cristo como su Señor y Salvador heredan la justicia que proviene de
Dios mismo (Jer. 31:33).
Biblia en mano —.— — — — ™ —
I Lee Lucas 22:20 y 1 Corintios 11:24 al 26. ¿Cómo se vinculan estos textos con la
profecía de Jeremías?
j La próxima vez que participes del servicio de comunión, piensa en el voto de
Cristo de que no bebería más del fruto de la vid hasta que lo haga con nosotros
en el Reino de Dios. ¿Cómo te hace sentir esto? ¿Qué dice acerca de la cercanía
que Cristo procura tener con nosotros?
80 / Lección para jóvenes
7. RECUERDA
En la lección de esta semana examinamos el pacto eterno de Dios con
la humanidad, específicamente en relación con su fidelidad hacia los
israelitas. En Éxodo 24:4 al 8 vemos que cuando Moisés compartió las
palabras del Señor con el pueblo, sus corazones fueron conmovidos y
respondieron: "Haremos todo lo que el Señor ha dicho, y lo obedecere
mos" (vers. 7). Sin embargo, si continúas leyendo, verás que tuvieron una
relación de muchos altibajos con Dios: a veces obedeciendo, y muchas
otras alejándose. Tú y yo también fallamos en nuestras promesas a Dios.
Pero en su amante bondad, él siempre perdona (si le pedimos perdón), y
permanentemente mantiene su fidelidad para con nosotros.
VIERNES
11Diciembre
CONSIDERA
» Da un paseo por la naturaleza, y reflexiona en el pacto que Dios hizo
contigo y en cómo su fidelidad da forma a tu vida. Detente, de tanto
en tanto, para tomar notas.
» Escribe una oración de arrepentimiento por las veces en que te has
alejado de Dios. Pon esa oración en tu Biblia, cerca de algún versículo
que te recuerde la fidelidad de Dios.
» Compón una pieza musical (con o sin letra) que exprese la esperanza
que te da el pacto eterno de Dios.
» Estudia, compara y contrasta diferentes pactos de la Biblia. Estudia el
rol que tuvo la muerte de Jesús en todos esos pactos.
» Dibuja una imagen que represente uno de los pactos de la lección de
esta semana. Pon esa imagen en tu Biblia, cerca de los versículos que
hablan sobre el pacto que elegiste.
» Escribe una obra teatral, para que tu clase de Escuela Sabática repre
sente, acerca de las lecciones que has aprendido en el estudio de la
lección de esta semana.
» Ora, pidiendo perdón por las veces que has roto tu pacto con Dios. Tam-
• bién, ora agradeciendo por la fidelidad de Dios durante esos momentos.
AMPLÍA
Génesis 9:1-18; 15; Deuteronomio 30:1-10; 2 Samuel 7:4-16; 1 Crónicas
17:3-15; Jeremías 31:31-40.
Elena de White, Patriarcas y profetas, cap. 32: "La Ley y los dos pac
tos", pp. 333-342.
Colaboraron esta semana: Samba Chiseya, Cape Town, Sudáfrica; Solwazi Khumalo, Pretoria,
Sudáfrica; Tedah P. Khumalo, Pretoria, Sudáfrica: Nonhlanhla Mlalazi, Cape Town, Sudáfrica:
Sincengani Mabhena Nee Ncube, Pretoria, Sudáfrica; Antonio Zacarías Felino, Claremont, Cape
Town, Sudáfrica: AHison Sauceda, Dayton, Ohio, EE.UU.
Lección para jóvenes / 81