Este documento discute el papel del Espíritu Santo en el creyente cristiano. Explica que el Espíritu Santo es un consolador que guía a los discípulos a la obediencia y verdad, ayudándolos a vivir una vida espiritual. Sin embargo, el mundo rechaza al Espíritu Santo porque ama las mentiras sobre la verdad. El documento enfatiza la necesidad de una actitud de entrega al Espíritu Santo para vivir de acuerdo a Sus enseñanzas.