El documento resume los versículos 1-8 del capítulo 44 de Isaías. El Señor promete derramar su Espíritu sobre la posteridad de Israel y bendecir a sus descendientes. Predice la restauración de Israel en los últimos días, declarando que Él solo es el Dios de Israel y su Redentor, y no hay otro dios aparte de Él.