1. PRIMERA GUERRA MUNDIAL
La I Guerra Mundial duró cuatro años, tres meses y catorce días. El conflicto representó un
coste de 186.000 millones de dólares para los países beligerantes. Las bajas en los combates
terrestres ascendieron a 37 millones, y casi diez millones de personas pertenecientes a la
población civil fallecieron indirectamente a causa de la contienda. A pesar de que todas las
naciones confiaban en que los acuerdos alcanzados después del conflicto restablecerían la
paz mundial sobre unas bases estables, las condiciones impuestas promovieron un conflicto
aún más destructivo (que se inició en 1939 y que, no en vano, fue denominado II Guerra
Mundial). Los Imperios Centrales aceptaron los catorce puntos elaborados por el presidente
Wilson como fundamento del armisticio, esperando que los aliados los adoptaran como
referencia básica en los tratados de paz. Sin embargo, la mayor parte de las potencias
aliadas acudieron a la Conferencia de Paz de París (celebrada en Versalles) con la
determinación de obtener indemnizaciones en concepto de reparaciones de guerra
equivalentes al coste total de la misma y de repartirse los territorios y posesiones de las
naciones derrotadas según acuerdos secretos. Durante las negociaciones de paz, el
presidente estadounidense Wilson insistió en que la Conferencia de Paz de París aceptara su
programa completo organizado en catorce puntos, pero finalmente desistió de su propósito
inicial y se centró en conseguir el apoyo de los aliados para la formación de la Sociedad de
Naciones.
Las potencias vencedoras permitieron que se incumplieran ciertos términos establecidos en
los tratados de paz de Versalles, Saint-Germain-en-Laye, Trianón, Neuilly-sur-Seine y
Sèvres, lo que provocó el resurgimiento del militarismo y de un nacionalismo agresivo en
Alemania y desórdenes sociales en gran parte de Europa.
CAUSAS
Los verdaderos factores que desencadenaron la I Guerra Mundial fueron el intenso espíritu
nacionalista que se extendió por Europa a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX, la
rivalidad económica y política entre las distintas naciones y el proceso de militarización y
de vertiginosa carrera armamentística que caracterizó a la sociedad internacional durante el
último tercio del siglo XIX, a partir de la creación de dos sistemas de alianzas enfrentadas.
Fin de la guerra
Reforzados por las tropas provenientes del frente este, los alemanes ponen todas sus fuerzas
en su última ofensiva, nombrada por el General de Infantería Erich Ludendorff como
Kaiserschlacht (nombre clave Michael), a partir de marzo de 1918, sobre el río Somme, en
Flandes y en Champaña. Esta comenzó el 21 de marzo y se extendió hasta el 5 de abril,
aunque con el final de esta los alemanes continuaron con una serie de cuatro ofensivas
hasta el 17 de junio. Pero, mal alimentadas y cansadas, las tropas alemanas no pudieron
resistir la contraofensiva de Foch y fallan frente al objetivo final: París, quedando a 120 km
2. de la capital gala. El General Foch comanda sus tropas francesas y estadounidenses hacia la
victoria, en la segunda batalla del Marne. Los primeros tanques británicos entraron en
combate y la superioridad aérea aliada era evidente.
Versalles: Firmado el 28 de junio de 1919 entre los aliados y Alemania. Saint-Germain-en-
Laye: Firmado el 10 de septiembre de 1919 entre los aliados y Austria-Hungría. Sèvres:
Firmado el 10 de agosto de 1920 entre el Imperio otomano y los aliados (a excepción de Rusia
y Estados Unidos). Trianon: Acuerdo impuesto a Hungría el 4 de junio de 1920 por los
aliados, en el que se dictaminó la entrega de territorios a Checoslovaquia, Rumania y
Yugoslavia. Neuilly: Firmado el 27 de noviembre de 1919 en Neuilly-sur-Seine (Francia) entre
Bulgaria y las potencias vencedoras.
Lucharon 65,8 millones de soldados, de los que murieron más de 1 de cada 8, un promedio de
6 046 hombres muertos cada día en los cuatro años que duró la guerra.27 A consecuencia de
esta guerra cayeron cuatro imperios -el alemán, el austrohúngaro, el ruso y el otomano- y tres
grandes dinastías, los Hohenzollern, los Habsburgo y los Romanov. Confirmaba el final del
Absolutismo Monárquico en Europa. Se calcula que la guerra produjo aproximadamente ocho
millones de muertos y seis millones de discapacitados. Francia fue el país más afectado
proporcionalmente: 1,4 millones de muertos y desaparecidos, equivalentes a un 10% de la
población activa masculina, acompañado por un déficit de nacimientos. El estancamiento
demográfico francés se prolongó, con un envejecimiento de la población que sólo logró crecer
con la inmigración. El norte francés estaba en ruinas: casas, puentes, vías férreas, fábricas,
etc.
En el plano político, cuatro imperios autoritarios se derrumbaron, lo que transformó
profundamente el mapa de Europa, rediseñado por el tratado de paz de 1919:
el Imperio del zar quedó transformado en la Rusia comunista (más tarde la URSS),
el Imperio otomano se disolvió dando paso a Turquía (península de Anatolia y
Constantinopla),
el Imperio austrohúngaro fue disuelto dando paso a los Estados de Austria, Hungría,
Checoslovaquia y Yugoslavia como nuevos países independientes,
el Imperio alemán finalizó y fue reemplazado por la República de Weimar, que gobernaría
sobre una Alemania mermada territorial y económicamente por el pago de las reparaciones de
guerra.