Los avatares para el juego dramático en entornos virtuales
Principios y tratamiento de heridas con terapia de presión negativa
1. PRINCIPIOS Y TRATAMIENTO DE HERIDAS CON
TERAPIA DE PRESIÓN NEGATIVA TÓPICA (TPN)
AUTORES
Juan Miguel Aranda Martínez. (Terrassa, Barcelona), Diplomado en Enfermería. Máster Oficial
Deterioro integridad Cutánea Ulceras y Heridas por la Universidad Católica de Valencia.
Oscar Germán Torres de Castro. (Madrid), Diplomado en Enfermería. Máster Universitario en
Investigación en Cuidados por la E.U.C
Iván Martínez Moya. (Terrassa, Barcelona), Diplomado en Enfermería. Máster Oficial
Deterioro integridad Cutánea Ulceras y Heridas por la Universidad Católica de Valencia.
RESUMEN
El propósito de este artículo, es revisar los principios fisiológicos de la cicatrización y los
fundamentos y uso del sistema de tratamiento de algunas heridas complejas, con Terapia de
Presión Negativa (TPN). La TPN, se basa en la aplicación de una presión subatmosférica
controlada, a una herida, usando una bomba eléctrica. El objetivo de esta terapia, es ayudar a
promover la cicatrización que no se logra mediante terapia estándar, en aquellas heridas que son
complejas.
La presión subatmosférica, que también se conoce como presión negativa, describe una presión
inferior a la presión atmosférica normal. Con esta presión se permite y facilita la salida de
moléculas de gas fuera de la de la herida mediante un sistema de aspiración. El tratamiento de
heridas con este sistema disminuye los niveles de microorganismos y en ocasiones permite la
instilación de antibióticos a nivel local necesarios para su tratamiento. Esto se debe a múltiples
factores: el efecto positivo de quitar el exceso de fluido sobre el flujo linfático y sanguíneo, la
mayor cantidad de oxígeno disponible para procesos oxidativos que eliminen bacterias y la
naturaleza cerrada del sistema.
Palabras clave: Terapia de presión Negativa Cicatrización de heridas
ABSTRACT
The purpose of this article is to review the principles of healing and physiological fundamentals
and treatment system using some complex wounds with negative pressure therapy (NPT). TPN
is based on applying a controlled subatmospheric pressure to a wound, using an electric pump.
The goal of this therapy is to help promote healing is not achieved by standard therapy in
those wounds that are complex.
The subatmospheric pressure, which is also known as negative pressure, describes a pressure
below normal atmospheric pressure. With this pressure enables and facilitates the exit of gas
molecules out of the wound using a suction system. The treatment of wounds with this system
lowers the levels of microorganisms and often allows instillation of antibiotic required locally
for treatment. This is due to several factors: the positive effect of removing excess fluid on
blood and lymph flow, the more oxygen available for oxidation processes that remove bacteria
2. and the closed nature of the system.
Keywords: Negative Pressure Therapy Wound Healing
INTRODUCCIÓN
Las heridas crónicas se caracterizan por su escasa o nula tendencia a la curación fisiológica,
requiriendo períodos muy prolongados para su cicatrización por segunda intención. Son una
importante causa de morbilidad, provocando un elevado porcentaje de incapacidad y
disminución de la calidad de vida, y se asocian a un incremento de la mortalidad. Por ello,
suponen un problema asistencial muy importante para el sistema sanitario y un elevado coste
económico debido fundamentalmente al incremento de las estancias hospitalarias y a
necesidades de cuidados prolongados.
En nuestro trabajo diario, los profesionales de la salud nos enfrentamos con frecuencia con
problemas caracterizados por la presencia de heridas crónicas de difícil cicatrización, algunas
de ellas con infección asociada, de variados tamaños y localizaciones. La presencia de estas
heridas genera un deterioro en la calidad de vida del paciente y de los familiares, debido a que
el progreso hacia la epitelización de la misma, es lento, difícil y en ocasiones complicado.
Hemos de tener en cuenta, que los tratamientos y las curas son laboriosos, dolorosos, costosos
para muchas veces no llegar al objetivo que no es otro que el restablecimiento de la barrera
epitelial y la cicatrización de las heridas.
La cicatrización de estas heridas se realiza por segunda intención. Esto sucede, cuando se
produce la epitelización de la herida después de haberse realizado el depósito de tejido de
granulación que se inicia en la base de la herida y que debe llegar hasta el nivel del tejido
circundante.
El profesional de la salud interviene a través de los tratamientos y técnicas que son utilizadas
con la finalidad de favorecer y hacer más rápido el proceso de cicatrización, intentando
restablecer al máximo posible y en el menor tiempo la mejor calidad de vida para el paciente.
Los tratamientos han evolucionado en relación a un mayor conocimiento de la fisiología de la
cicatrización como por el desarrollo de dispositivos sanitarios propios del avance tecnológico.
Aunque no sea determinante, si es evidente que en los últimos años la disciplina enfermera es
la que más se ha dedicado y responsabilizado del al tratamiento y control de las heridas
complejas.
El cuidado de las heridas es un tema tan antiguo como la historia del hombre. Solo recordar,
que el hombre de Neandertal, en Irak, hace 60.000 años A.C. usó hierbas contra las
quemaduras y las atendía y cuidaba hasta que cerraban, también el papiro de Smith (hace más
de 5000 años) nos refiere curaciones compuestas por grasa animal, miel y fibras de algodón;
sin saberlo estaba aplicando una técnica no adherente, antibacteriana, osmótica, enzimática y
finalmente absorbente de exudado.
3. Papiro de Smith
En la actualidad, podemos decir que existen tres tipos de curas:
1. La cura tradicional que utiliza apósitos de una manera pasiva, solo cubren la herida y
no tienen mayor interacción con esta; por lo que no modifican el entorno y se
constituye la denominada cura seca.
2. Por otro lado, la cura avanzada es aquella que se realiza con apósitos que tratan de
mantener un ambiente húmedo en la herida, suele interactuar con esta y por eso se
denominan apósitos activos.
3. Las técnicas avanzadas en el tratamiento de heridas son fruto del desarrollo
tecnológico y se caracterizan por no utilizar apósitos convencionales. Entre ellas
tenemos la terapia con oxigeno hiperbatico y la curación de heridas con la Terapia
Presión Negativa (TPN). Conocida también como cicatrización asistida al vacio.
Este es el propósito de este articulo, revisar los principios fisiológicos de la cicatrización y
posteriormente los fundamentos y uso del sistema de la TPN.
FISIOLOGÍA DE LA CICATRIZACIÓN
Es necesario conocer la fisiología de la cicatrización para poder entender el mecanismo y las
indicaciones para el uso de la TPN.
La cicatrización es un sistema complejo en el que participan numerosas células que interactúan
entre ellas a través de distintas sustancias que estimulan o inhiben la función de aquellas, por
lo que se puede afirmar, que la cicatrización es un proceso complejo con fases ordenadas y
secuenciales que se superponen entre ellas con la participación de células y mediadores
celulares.
Para hacerlo más didáctico este sistema complejo se divide en cuatro fases: hemostasia,
inflamación, proliferación y remodelación tisular.
I Fase de hemostasia
Se inicia en el momento de la injuria y dura de segundos a minutos. Producida la lesión aguda
del tejido, hay disrupción de vasos sanguíneos con la consiguiente extravasación de plasma,
células sanguíneas y otros factores hacia el intersticio. La inmediata respuesta a la injuria es la
vasoconstricción que es causada por la liberación de tromboxanos y prostaglandinas. La
función plaquetaria es trascendente en este paso. Es por ello que se puede afirmar que una
alteración en la calidad o cantidad de plaquetas produce un trastorno en esta fase con lo que
se retarda el proceso de cicatrización.
4. II Fase inflamatoria
Dura entre uno y tres días. Las prostaglandinas, histaminas, serotonina, y quininas producen
vasodilatación y aumento de la permeabilidad capilar. Todo ello produce edemas. Las
proteasas contribuyen en esta acción. Los monocitos llegan a las horas y luego se diferencian a
macrófagos y cumplen una función de “limpieza” de bacterias, detritus celulares. La infección,
es producto de una inadecuada interrelación entre agresores y factores de defensa así como el
incremento de detritus celulares o de tejido necrótico que hacen que esta fase quede
estancada y no se progrese a la fase siguiente, la proliferativa, con lo que se llega a la
denominada situación de herida crónica.
III Fase proliferativa
Dura entre cuatro y catorce días. Esta fase se caracteriza por la presencia de los fibroblastos y
la producción de la matriz intercelular del tejido conectivo. Simultáneamente se nota la
aparición de los vasos sanguíneos en el proceso que se denomina angiogénesis. El tejido de
granulación que caracteriza esta fase está constituido por la presencia de estos dos elementos.
Posteriormente aparecen otras células, como los pericitos y células musculares lisas, que
completan la conformación de los vasos sanguíneos. Todo este proceso se objetiva mediante la
presencia del tejido de granulación.
IV Remodelación tisular
Dura entre ocho días y un año. Es la última etapa, comienza al mismo tiempo que el depósito
de fibras de colágeno y continúa por meses. La célula principal es el fibroblasto que produce
fibronectina, acido hialuronico, proteoglicanos y colágeno durante la fase de reparación y que
sirven como base para la migración celular y el soporte tisular. Esta fase tiene una importante
repercusión clínica, pues de la calidad, cantidad y buena organización del colágeno va a
depender la fuerza tensil final de la herida. Como resultado del aumento en cantidad de
colágeno surgen problemas clínicos como las cicatrices hipertróficas y los queloides.
DURACIÓN Y ELEMENTOS QUE INTERVIENEN EN
CADA FASE
COAGULACIÓN
INFLAMACIÓN
PLAQUETAS
GRANULOCITOS
MONOCITOS
CITOCINAS
COAGULACIÓN
INFLAMACIÓN
PLAQUETAS
GRANULOCITOS
MONOCITOS
CITOCINAS
PROLIFERACIÓN
FIBROBLASTOS
MIOFIBROBLASTOS
QUERATINOCITOS
VASCULARIZACIÓN
PROLIFERACIÓN
FIBROBLASTOS
MIOFIBROBLASTOS
QUERATINOCITOS
VASCULARIZACIÓN
REMODELACIÓN
DISMINUYE EL
NÚMERO DE CÉLULAS
SE ORDENAN LAS
FIBRAS COLÁGENAS
REMODELACIÓN
DISMINUYE EL
NÚMERO DE CÉLULAS
SE ORDENAN LAS
FIBRAS COLÁGENAS
De 1 a 3 díasDe 1 a 3 días De 4 a 14 díasDe 4 a 14 días De 8 días a 1añoDe 8 días a 1año
5. HERIDAS CRÓNICAS
Las heridas crónicas son aquellas que se han detenido en la fase inflamatoria debido a un
desequilibrio entre los factores de crecimiento y las proteasas. Este desequilibrio se debe a la
presencia exagerada de citocinas inflamatorias, disminución de los factores de crecimiento,
alteración en el depósito de colágeno y de la matriz, alteración de la proliferación celular y de
la síntesis proteica.
La causa por la cual una herida se transforma en crónica es multifactorial. Cuando la tensión de
oxigeno se halla por debajo de los 40 mm Hg, se hace lenta la producción de colágeno. La
perfusión inadecuada de los tejidos o la isquemia aumentan el riesgo de infección de la herida.
Las heridas se cronifican en los pacientes con corticoterapia prolongada porque los corticoides
actúan en la fase inflamatoria inhibiendo a los macrófagos, la síntesis proteica y la
proliferación celular. Los AINES actúan inhibiendo a las prostaglandinas, afectando la
producción de colágeno. Los quimioterapicos alteran a los fibroblastos.
APLICACIÓN DE LA TPN EN EL MANEJO DE LAS HERIDAS AGUDAS Y CRÓNICAS
El uso de la Terapia de Presión Negativa (TPN) es un concepto desarrollado por Fleischmann y
cols. En 1993. Ellos utilizaron un sistema de vacío para tratar fracturas expuestas en pacientes
traumatizados.
A su vez en Estados Unidos, los doctores Louis Argenta y Michael Morykwas tuvieron una
experiencia similar comprobando que un estímulo mecánico de succión sobre el tejido de
granulación mejoraba la micro circulación y por tanto la llegada de nutrientes y oxígeno al
lecho de la herida, facilitando la eliminación de los exudados y acelerando el proceso de
cicatrización por segunda intención.
MECANISMOS FISIOPATOLÓGICOS DE LA TPN
Mecanismos para la cicatrización
6. QUÉ ES LA TERAPIA DE PRESION NEGATIVA Y EN QUE CONSISTE
Se basa en el uso de presión negativa o subatmosférica para el manejo de heridas complejas,
que estimula la aparición del tejido de granulación y controla el exudado.
La presión negativa sobre las heridas genera aumento de mitosis y angiogénesis, lo que
permite la contracción de la herida y la aparición rápida de tejido de granulación.
Básicamente su mecanismo de acción es a tres niveles del proceso de curación de heridas:
- Aspiración del excedente de líquido intersticial.
- Transmisión de fuerzas mecánicas que estimulan la proliferación tisular.
- Mantenimiento de un ambiente adecuado en la herida en cuanto a humedad y temperatura.
La TPN, consta de un conjunto de espumas de poliuretano con características especiales y un
sistema de reservorio que va conectado a una máquina de succión que regula las presiones de
manera muy precisa.
Con la utilización de la TPN se obtienen una serie de beneficios en la práctica clínica:
• Preparación del lecho de la herida: se crea una ambiente húmedo, cerrado y estéril
para que la herida cicatrice.
• Eliminación del exudado: se elimina todo el exudado que puede retrasar el proceso de
cicatrización.
• Reducción del edema, ya que se elimina todo el líquido del intersticio.
• El crecimiento de tejido de granulación se ve favorecido.
• Acercamiento de los bordes, al reducirse el volumen de la herida.
• Favorece la buena evolución de los injertos.
Terapia de Presión
Negativa Tópica
Terapia de Presión
Negativa Tópica
7. • Reducción de la carga bacteriana.
MECANISMO DE ACCIÓN
El propósito de esta técnica es hacer progresar la herida crónica de la fase inflamatoria a la
fase proliferativa. Para ello se debe limpiar la herida, disminuir la contaminación bacteriana, el
detritus celular, la inflamación y acelerar la proliferación celular, la vascularización a través de
la eliminación de líquidos que disminuye el edema y favorecer la circulación sanguínea y
linfática.
Se reconocen cuatro mecanismos primarios que han sido descritos en la literatura:
PRESIÓN SUBATMOSFÉRICA
SUBATMOSFÉRICA
PRESIÓN SUBATMOSFÉRICA
SUBATMOSFÉRICA
REDUCIR EL EDEMA
e
EDEMA
REDUCIR EL EDEMA
e
EDEMA
AUMENTAR EL FLUJO
SANGÍNEO
AUMENTAR EL FLUJO
SANGÍNEO
FAVORECE LA
PROLIFERACIÓN CELULAR
FAVORECE LA
PROLIFERACIÓN CELULAR
ACERCAMIENTO DE
LOS BORDES
(CONTRACCIÓN)
ACERCAMIENTO DE
LOS BORDES
(CONTRACCIÓN)
DISMINUYE LA
INMUNOSUPRESION
DISMINUYE LA
INMUNOSUPRESION
REDUCIR LA CARGA
BACTERIANA
REDUCIR LA CARGA
BACTERIANA
EVACUA
SECRECIONES
EVACUA
SECRECIONES
HERIDA CRÓNICA: LA CICATRIZACIÓN SE DETIENE
EN LA FASE INFLAMATORIA
CURACIÓN DE LA HERIDA
TEJIDO DE GRANULACIÓN
SE PASA A LA FASE
T
P
N
T
P
N
8. MATERIALES Y COMPONENTES PARA LA APLICACIÓN DE LA TERAPIA DE PRESIÓN NEGATIVA
Películas transparentes
Las películas de plástico hechas en polivinilo permiten el intercambio gaseoso y de vapor de
agua entre la herida y el medio ambiente, y mantienen el hermetismo del sistema; aíslan la
herida y la protegen de la contaminación externa.
Espumas de poliuretano (negras) y de polivinilo (blancas)
Se utilizan diferentes tipos de esponja adaptándose a las heridas. Se usa más frecuentemente
el apósito de esponja negra de poliuretano con poros reticulares abiertos que se consideran
los más eficaces para estimular el tejido de granulación. Es una material hidrófobo (repele la
humedad) por lo que mejora la eliminación del exudado.
El apósito de esponja blanca de alcohol polivínilico es una esponja densa de poro abierto. Es
una material hidrófilo (retiene la humedad) y debe ser humedecido previamente con agua
estéril. Posee propiedades no adherentes y habitualmente no requiere otros apósitos para
evitar que se adhiera a la herida.
La espuma de PU se coloca en la herida Tras la aplicación del tratamiento con TPN (125 mm
Hg), la succión hace que disminuya el volumen de la
espuma, pero su porosidad se mantiene, por lo que la
presión es la misma en todo el lecho de la herida.
9. Ventosa
Consiste en un dispositivo de plástico con múltiples perforaciones unido a un tubo; las
perforaciones están en contacto con la espuma y, el tubo, con el reservorio o canister.
Reservorio o canister
Son recipientes de plástico, con diferentes capacidades (300, 500, 1.000 ml), en las cuales se
recoge la secreción producida por la herida. Son desechables, herméticos y tienen filtros de
carbón para impedir la salida de olores al medio externo.
Máquinas de succión
Son sistemas especializados de succión, con autonomía de
funcionamiento y un microcomputador de manejo fácil, por medio de una pantalla de cristal
líquido y con instrucciones en forma de programas de auto enseñanza tutorial.
INDICACIONES Y CONTRAINDICACIONES
Se puede decir de una manera general que la TPN, está indicada y puede aplicarse para el
manejo de diversos tipos de heridas agudas, subagudas y crónicas en las que se necesite
estimular los procesos de reparación tisular, en especial granulación y epitelización
independientemente de su localización. En heridas con pérdida de sustancia, epidermis o
dermis, como serian las ulceras varicosas, diabéticas o cualquier lesión con pérdida de
continuidad. También está indicada en heridas que están en relación con síndromes
compartimentales, tanto en el abdomen como en las extremidades.
Las contraindicaciones son escasas, limitándose a heridas que presentan restos necróticos, los
tumores, la osteomielitis no tratada y las fístulas a órganos y cavidades.
INDICACIONES
1. En heridas crónicas donde han fracasado otras alternativas terapéuticas.
2. En heridas crónicas venosas, arteriales de presión neuropática.
3. En heridas agudas o subagudas, incluyendo quemaduras, heridas dehiscentes, injertos
cutáneos, heridas infectadas y pie diabético.
4. Heridas que generan abundante secreción.
10. INDICACIONES RELATIVAS
1. En heridas neoplásicas.
2. En fístulas entero cutáneas.
3. En casos con sangrado activo.
4. Pacientes con terapia anticoagulante.
5. En niños.
CONTRAINDICACIONES
1. En osteomielitis no tratadas.
2. Sobre arterias o venas expuestas.
3. En presencia de tejido necrótico.
4. En pacientes con trastornos psiquiátricos.
CONCLUSIONES
En España, los profesionales sanitarios y los pacientes llevan ya algunos años
beneficiándose de esta técnica, especialmente en el ámbito hospitalario y para las heridas de
etiología compleja.
Según nuestra opinión, es necesario establecer directrices para la práctica clínica con el fin de
garantizar que este método se use de forma correcta y segura y posicionarlo en el arsenal de
opciones terapéuticas modernas.
Aunque todavía hay algunas preguntas sin respuesta sobre el tratamiento con TPN, esta
terapia constituye un avance en el tratamiento de las heridas y tiene el potencial de mejorar
espectacularmente la morbi-mortalidad de los pacientes y reducir el riesgo de complicaciones.
Nuestra responsabilidad como profesionales es asegurarnos de tener los conocimientos y la
experiencia práctica necesarios para que los pacientes obtengan el máximo beneficio de esta
técnica, tanto en el ámbito hospitalario como en el ambulatorio.
Por último, nuestro deseo no es otro que el estimular a los lectores de este artículo, para mirar
con otros ojos las heridas crónicas y reorientar su diagnóstico y manejo de manera adecuada
basándose en la práctica basada en la evidencia y con el trabajo multidisciplinar que conlleva la
aplicación de esta técnica.
“El verdadero viaje del descubrimiento no es descubrir nuevos parajes, es mirar los ya
conocidos con otros ojos”. Marcel Proust.
11. BIBLIOGRAFIA
1. Argenta L, Morykwas M. Vaccum-Assisted Closure: a new method for wound control and
treatment: clinical experience. Annals of Plastic Surgery 1997; 38(6): 563-576.
2. Documento de posicionamiento de la European Wound management association: La presión
negativa tópica en el tratamiento de heridas. www.ewma.org/pdf/may07/posdoc%20spanish
%2007final.pdf.
4. Goigia, P. The biology of wound healing. Ost WoundManag 1992; 38(9):12-22.
5. Gualteros E, Correal M. Intervención de enfermería en pacientes con sistema de cierre
estimulado por vacio. Actualizaciones en Enfermería [Internet]. Vol. 9 No. 2, Junio 2006.
6. Jiménez Ce. Terapia de presión negativa, experiencia clínica con 87 casos y revisión de la
literatura. Rev Colomb Cir. 2007; 43:23- 7.
7. Lindholm L. Leg ulcer treatment in hospital and primary care in Sweden: cost effective care
and quality of life. Adv Wound Care. 2000; 8:45-50.
8. Elizondo Almeida J., Pucci Coronado J., Soto Pacheco L. Cierre Asistido con Presión Negativa
(VAC), Rev. costarric. cienc. Méd. 2001; 22(1-2): 59-64.
9. Robledo F, Mier J, Sánchez F, Suarez R, Vargas A, Bojalil L, Alvarado A, Blanco R. Uso del
sistema de cierre asistido con succión en el tratamiento de las heridas quirúrgicas infectadas.
Cir Ciruj. 2006; 74: 107-113.
10. Lambert KV, Hayes P, McCarthy M. Vacuum Assisted Closure: A Review of Development
and Current Applications. Eur J Vasc Endovasc Surg 29, 219–226 (2005)
11. Banwell P, Téot L. Topical Negative Pressure (TNP) Therapy. First international topical
negative pressure (TNP) therapy focus group meeting proceedings. London: TXP
Communications, 2004.
12. Nuevas técnicas para el cierre de heridas asistido por vacio;
www.aaos.org/jaaos/spanish/so2002sp.cfm.
13. Quantifying bacterial bioburden during negative pressure wound therapy: does the wound
VAC enhance bacterial clearance? Open Discussion. Annals of Plastic Surgery 2004; 52(3): 279.