1. Piedra es el nombre del río que, en el suroeste de la provincia de Zaragoza, configura un paraje natural, cuya belleza atrae a miles de visitantes diarios. El Monasterio, fundado en 1194 por trece monjes de Poblet, en el antiguo castillo de Piedra Vieja, fue dedicado a Santa María de la Blanca y, su conjunto, ha sido declarado Monumento Nacional. La construcción del cenobio atravesó por tres etapas: La gótica primitiva (S.XIII); la gótica renacentista (S.XVI) y la clásica-barroca (S. XVIII) Al recinto amurallado se accedía por la Torre medieval del Homenaje y la iglesia, destruida en los primeros decenios de 1800, comunicaba con el claustro abierto de grandes arcos apuntados, y las distintas dependencias. La hermosa sala capitular (principios S.XII) era el centro neurálgico de la vida monástica y las celdas se albergaban en el edificio (S.XVII), convertido hoy en confortable hotel. Las columnas románicas del antiguo Palacio abacial sustentan el nuevo palacio, de estilo neoclásico, construído en el siglo XVIII.
6. El claustro es decididamente gótico con bóvedas de crucería y arcos apuntados de gran sencillez. La Sala Capitular del Monasterio de Piedra es probablemente lo más valioso, especialmente tras su modélica restauración que la ha devuelto todo su esplendor. Tiene planta cuadrada. Las bóvedas son de crucería sobre pilares fasciculados con múltiples columnillas en el centro (con restos de pintura original) y apoyos en los muros en forma de ménsulas. También es espectacular la comunicación de la Sala con el claustro mediante arcos bíforos apuntados con óculos hexalobulados y multitud de elegantes columnas con capiteles vegetales a base de "crochets". www. laboutiquedelpowerpoint. com