3. El viaje era largo. Así que salimos de Burgos a las
siete de la mañana aproximadamente.
El trayecto fue ameno. Bueno, yo no me enteré de
mucho, porque estuve jugando al NFS Most
Wanted 2012 en mi preciada PS Vita y estuve
escribiendo mi entrada de Halloween desde mi
Sony Reader. Al llegar a Madrid, paramos en
Rivas Vaciamadrid. Desayunamos en el 100
Montaditos. ¿El qué? Una tostada de pan rústico
con tomate casero, aceite “del bueno” y jamón
ibérico. ¡Os lleváis mi enhorabuena! ¡Ah! Y ColaCao
para los niños y café para los adultos. Un diez para
el desayuno...
4. Cuando llegamos a Cuenca, nos alojamos en el
hotel Torremangana. Me encantó. Estaba al
lado de un parque, era céntrico, moderno...
5. Fuimos al centro de Cuenca. Paseamos por la
orilla del Huécar hasta llegar a la abominable
colina para subir al Puente Colgante. Mis
padres (en especial, mi madre) estaban
aterrados (aterrada). Por eso dijo que
fuésemos primero al Parador de Cuenca.
6. Después de tomar un café (¡OTRO!), pasamos
por el Puente Colgante. ¡Por fin! Tenía tantas
ganas que quería pasar tantas veces como
me diese tiempo en todo el día... Si, mi madre
estaba aterrada. Me cogía de la mano, me
decía: ¡Vete por el centro!
-Ay, mamá, tranquila, que no nos vamos a
caeeeeeeeeeeeeeeeeaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhh!
Es broma...
7.
8. Al llegar a la Plaza Mayor, ya era
un poco tarde, así que nos
fuimos a tomar algo. Vimos la
Catedral (inacabada). Me recordó
a la de Notre-Dame, por su
carácter gótico y por sus tres
cuerpos. También divisamos el
Ayuntamiento.
9.
10. No pudimos esperar más, y nos fuimos a tomar
el “vermouth”. Estuvimos en un lugar
acogedor, emblemático... La PLAZA
MAYOR.
Esto es lo que tiene una ciudad pequeña, que a
la hora de comer, todo el mundo se concentra
en los bares para tomar algo... Nos vimos mal
para encontrar sitio... Yo necesitaba algo frío.
AGUA. Mis padres se tomaron una caña y
yo... ya lo he dicho.
11. Mis tripas me pedían algo... ¡Necesitaba comer!
Miramos un restaurante de la Plaza Mayor,
pero no nos convenció...
Buscamos por una calle pequeñita y vimos
algo que nos dejó boquiabiertos (los precios
también). Estaba decidido... Comimos en un
convento actual, que en realidad, era un
hotel****. El restaurante era moderno,
nuevo, acogedor... El ALJIBE.
¡OTRO 10 PARA LA COMIDA!
12.
13. Después de comer, contratamos una visita
guiada nocturna por la ciudad de Cuenca y
nos dirigimos al Museo de Arte Abstracto.
Me encantó. Está ubicado en la Casa Colgada
más emblemática de Cuenca y contiene una
de las colecciones más completas de pinturas
y esculturas de artistas españoles de la
generación abstracta de los años ‘50 y ’60.
Cultivaron la abstracción gestual, matérica y
geométrica...
18. Llegaba la hora y fuimos al punto de encuentro: las
escaleras de la Catedral.
Había caído la noche y la ciudad te envolvía. Parecía
que no hubiera pasado el tiempo.
Cuenca fue conquistada por Alfonso VIII. Y la verdad,
de una manera muy fácil. Cuenca está situada en un
lugar estratégico, entre las Hoces del río Huécar y las
del Júcar, con unos acantilados impresionantes. El
único lugar de acceso a la ciudad era por el Alcázar,
hoy día en ruinas, solo queda su torre Mangana,
llamada así por “catapulta (máquina)”, de origen
árabe. Torre defensiva de la ciudad.
Lo que hizo Alfonso VIII fue sitiarlos. Les dejó sin agua
ni comida hasta que se rindieron. Poco épico, pero para
eso están las historias...
19. El guía nos comentó que el guardián de la ciudad era un viejo pastor
ciego. El ejército se adentró bajo los lomos de las ovejas (el mismo
sistema que utilizó Ulises para salir de la cueva donde los tenía
encerrados Polifemo).
El ejército, fácilmente, accedió a Conca, nombre árabe. Eso sí, dejó
libres a sus habitantes.
También nos contó otra leyenda:
La historia de esta leyenda transcurre en los años después de la
conquista de Cuenca, parte del pueblo moro después de haber
perdido la ciudad de Cuenca se negaron a abandonarla, la larga
ocupación en la ciudad de Cuenca vivida por los moros muchos
pertenecían a una generación que había nacido ya en Cuenca y
no conocían otras Ciudades, decidieron pues, quedarse en Cuenca
bajo el ahora dominio Cristiano.
Siendo así, se decidió que cada cultura conservara su propia zona
en los diferentes barrios que había en aquella época antigua en
Cuenca.
En uno de esos barrios de Cuenca que pertenecía a los moros,
estaba la vivienda de la mora más bella, ella se había enamorado
de un joven de las tropas del ejército cristiano, encargadas de
vigilar y asegurar la calma en ambas culturas.
20. Su amor se debía de mantener en secreto y cualquier contacto entre
las dos culturas estaba vetado, esta situación provoco que se
vieran a escondidas por una pequeña ventana de la residencia de
la mora.
La situación se complicó cuando el padre de la mora, según las
tradiciones típicas había llegado el momento de casar a su hija
con el joven que había pedido su mano, ante esta situación la
guapa mora se negó y rechazo el casamiento.
Sin entender el motivo de tal rechazo vivido, el joven moro no se
dio por vencido y empezó a investigar cual podían ser sus razones
para negarse a ser su esposa. Al margen de esto, los dos
enamorados, el soldado y la joven mora tuvieron la idea de que si
se casaban ya nada podría separarlos, para casarse la bella mora
tenía que convertirse al cristianismo, por lo que la idea se
complicaba más.
La intención de los jóvenes era, escapar sigilosamente la noche
siguiente y buscar un cura que les convirtiera en marido y mujer.
La torre mangana que en aquella época antigua era el principal
reloj de la ciudad les sirvió para sincronizar sus planes,
acordando que al sonar el reloj de la torre Mangana, irían a
buscar al cura que les uniese como matrimonio cristiano.
21. Cuando la noche acordada empezó a sonar el reloj de la torre
manga, salieron en busca el uno del otro, de nada sirvió, el
avispado moro que desde el día de su rechazo vigilaba los
pasos de la pareja, reuniendo una muchedumbre de moros,
atacaron y mataron al joven soldado enamorado de la mora,
por lo cual nunca llegaron a poder reunirse esa noche.
Tuvo que pasar varios meses, hasta que la verdad fue revelada
a la bella mora, del porque su amado caballero nunca llego
al sitio que habían escogido para reunirse. En ese mismo
instante que se enteró de esta noticia, la bella mora intento
suicidarse para estar con su amado en los reinos del cielo,
cosa que impidió el cura amigo presente en la misma
habitación.
También le advirtió que el sacrificio estaba negado para los
cristianos y si lo permutaba jamás iría al Cielo a reunirse
con su amor.
22. EL FINAL, DOS
VERSIONES:
1ª- Cuenta la leyenda
que esta mora, después
de haberse cambiado al
cristianismo, sin poder
volver son su familia
mora ni tener forma de
alcanzar a su amado, se
fue al convento que está
en la calle San Pedro
donde permaneció hasta
el fin de su vida…
23. • 2ª- Otra versión del final de la leyenda dice
que la mora se murió de amor en el Cerro de
la Doncella, que es donde había quedado con
el cristiano y por eso sus ojos miran al Casco
Antiguo desde el sitio donde está esperando...
24. Paseamos por la ciudad desde el
Castillo (solo quedan
vestigios) hasta las Casas
Colgadas (s. XVI) por los
lugares más emblemáticos
(La Cárcel, El Cerro, El
Seminario...).
25.
26.
27. Y agotados, fuimos al hotel a cenar y a
dormiiiizzzzz...
Nos levantamos y nos dirigimos a...
28. Pueblo de Madrid con una personalidad singular,
como su Plaza Mayor.
Plaza Mayor: catalogada como una de las más
bonitas del mundo. Lugar de encuentro donde se
celebraban las ferias de ganado, y convirtiéndose
en plaza de toros. La plaza está soportalada y
cerrada por construcciones de tres plantas y
balcones de madera denominados claros.
Visitamos la Iglesia de Nuestra Señora de Asunción,
la más antigua, y al lado, se sitúa la Torre del Reloj
y, cómo no, el teatro Lope de Vega.