3. Anna
Nonell
1r
accèssit
prosa
4t
UN
SOMNI
Et
miro,
somrius.
Em
mires,
somric.
Respiro
molt
a
poc
a
poc,
gaudint
el
moment
per
que
no
s’acabi
mai.
Ring,
riing,
riiing!!!
Sona
l’alarma
del
telèfon
mòbil
de
manera
insistent,
com
si
el
soroll
produït
sortís
d’un
gran
megàfon
que
en
distorsionés
el
so.
M’enfado
i
començo
a
colpejar
els
coixins;
no
vull
que
aquells
instants
es
perdin.
Malauradament
aquella
alarma
ho
ha
aconseguit.
No
recordo
res
del
que
ha
passat
al
meu
somni.
Decebuda,
perduda,
vençuda
per
un
fet
que
no
podia
arreglar.
Coberta
de
llençols,
intentant
recordar:
hum...
hum..
hum...,
és
inútil.
No
es
pot
fer
res,
massa
tard.
Tanco
els
ulls
i
ho
intento
altre
cop.
Cansada,
intento
aixecar-‐me
i
caminar
cap
a
la
cuina.
Got
de
llet
amb
cereals,
agafo
l’entrepà
i
corrents
a
l’institut.
Avui
no
tinc
gens
de
ganes
d’anar-‐hi,
estic
enfadada
amb
mi
mateixa
per
no
poder
recordar
que
ha
passat,
però
hi
haig
d’anar.
Entro
per
la
porta
i
només
avanço
una
passa.
Allà,
un
dolç
noi
ros,
alt
amb
una
cara
molt
bonica
i
un
cos
tres
vegades
millor.
Et
miro,
somrius.
Em
mires,
somric.
Respiro
molt
a
poc
a
poc
gaudint
el
moment
per
que
no
s’acabi
mai.
M’acosto
molt
a
poc
a
poc,
silenciosament,
amb
la
mateixa
il·∙lusió
que
un
nen
de
3
anys
amb
una
piruleta.
Tres
passes,
dues
passes,
ja
només
en
queda
una
i
m’aturo.
T’acostes
una
mica
més,
mitja
passa,
dos
centímetres,
un...
Els
teus
llavis
estan
tan
propers
que
puc
sentir
la
teva
respiració
nerviosa:
buf,
buf,
buf;
cada
cop
més
de
pressa.
Ens
fusionem
en
un
petó
ple
d’emocions,
sensacions,
sentiments.
Feia
cinc
anys
que
no
ens
veiem
i
tot
gràcies
a
un
somni
oblidat,
per
fi
ens
retrobem.
T’estimo
amor
i
el
teu
record
m’ha
fet
tenir-‐te
altre
cop
al
meu
costat.
4. Marta
Bernat
3r
E
1r
premi
ex-‐aequo
VIURE
O
FUGIR?
Fets
passen,
paraules
que
fugen
buscant
una
sortida,
sense
saber
tan
sols
que
la
vida
es
va
acabant,
que
han
de
pronunciar-‐se
abans
no
sigui
massa
tard.
Dies,
nits.
Tot
corre
el
seu
temps.
I
no
esbrinem
cap
altre
camí,
només
el
de
la
veritat
de
la
vida,
la
veritat
de
la
felicitat.
Impotència,
si.
Un
sentiment
que
no
deixa
escapar,
reté
fins
que
els
minuts
deixen
de
transcórrer,
les
hores
paren
d’avançar.
Potser
si
que
s’ha
acabat
el
temps,
potser
és
hora
de
mirar-‐se
un
mateix
i
dir
“sóc
jo,
no
tu”,
cuidar-‐se,
estimar-‐se,
simplement
fer-‐se
valer.
Que
ningú
et
negui,
t’anul·∙li,
t’humiliï,
t’abandoni.
Fes
saber
al
món
que
hi
ets,
importes,
i
no
marxaràs
tan
fàcilment.
Perquè
la
vida
transcorre,
se’ns
esvaeixen
oportunitats
com
la
pols
entre
els
dits,
i
les
paraules
sempre
acaben
fugint,
sense
saber
mai
però,
si
tornaran.
5. Sandra
Rodríguez
1r
premi
ex-‐aequo
prosa
4t
LA
HISTORIA
DEL
SANGUINARIO
ASESINO
DE
OXFORD
STREET
Un
aviso
al
lector,
Estimado
amigo,
antes
de
leer
esta
historia
quiero
hacerle
saber
de
la
brutalidad
y
crueldad
con
la
que
se
describen
algunos
sucesos.
Me
dispensará
usted,
querido
lector,
pero
comprenderá
que,
en
tal
caso,
no
he
podido
redactarla
de
otro
modo.
Podrá
juzgar
usted
mismo
cuando
la
haya
leído
íntegramente
y
entonces
me
comprenderá
a
la
perfección,
estoy
seguro
de
ello.
Se
preguntará
si
he
tenido
algún
atisbo
de
lucidez
al
escribir
esta
historia,
y
por
eso
mismo
quería
hacerle
conocedor
de
algo,
así
que
antes
de
que
piense
que
la
locura
ha
invadido
mi
ser,
deje
que
me
justifique.
Esta
historia
está
basada
en
hechos
verídicos.
Así
que
yo
no
he
inventado
ninguno
de
los
sucesos,
es
más,
yo
no
he
inventado
absolutamente
nada
de
lo
que
va
a
leer
usted
a
continuación.
¿Podría
tratarse
de
un
artículo
periodístico,
una
narración?
Sí,
por
qué
no.
Llámelo
como
quiera.
En
todo
caso,
voy
a
decirle
algo.
Esta
es
la
escalofriante
historia
de
alguien
perverso
y
ruin,
un
loco
demente
que
no
le
temblaba
el
pulso
a
la
hora
de
matar.
No
todos
pueden
o
deben
escuchar
este
relato,
querido
amigo,
ya
se
lo
he
avisado.
Ignoro
si
después
de
esta
breve,
pero
clara
carta
de
presentación,
querrá
usted
seguir
leyendo
o
cerrar
el
libro,
creyendo
que
le
estoy
intentando
tomar
el
pelo.
Pero
le
voy
a
decir
algo,
no
lo
haga,
siga
leyendo
esta
historia
porque
a
juzgar
por
mi
aparente
majadería
podría
resultar
un
relato
poco
ocurrente
de
un
lunático
cualquiera,
pero
al
contrario,
es
una
narración
interesante
y
cautivadora
al
fin
y
al
cabo.
Sea
osado,
estimado
lector,
y
atrévase
a
adentrase
en
la
historia
del
sanguinario
asesino
de
Oxford
Street.
Atentamente,
El
autor
6. Durante
esos
oscuros
días
de
niebla
no
había
ser
humano
que
se
atreviese
a
andar
por
las
tenebrosas
calles
de
Londres.
La
ciudad
estaba
vacía,
desierta,
ya
sólo
correteaban
las
ratas
por
los
callejones
que
apestaban
a
humedad.
Hacía
semanas
que
nadie
se
aventuraba
a
pasar
las
noches
fuera
de
su
casa.
Los
bares
y
tabernas
estaban
cerrados,
y
no
sólo
por
la
escasez
de
clientes,
sino
porque
sus
dueños
también
estaban
aterrorizados.
Ellos
también
sabían
lo
que
sucedió
semanas
atrás,
todo
Londres
lo
sabía.
Se
rumoreaba
que
en
algún
lugar
recóndito
de
la
ciudad
se
ocultaba
un
hombre,
un
loco
perturbado,
un
asesino
en
serie
que
torturaba
a
todas
sus
víctimas
de
tal
manera,
que
ni
la
imaginación
más
descabellada
podría
concebir.
La
policía
las
hallaba
en
un
pésimo
estado.
Todas
aparecían
mutiladas,
degolladas
y
torturadas
severamente.
La
imagen
era
inenarrable,
y
el
crímen,
inhumano.
La
primera
víctima
fue
una
niña
de
unos
diez
años.
Se
llamaba
Diane
Setterfield,
tenía
unos
radiantes
cabellos
de
oro
y
una
hermosa
carita
de
ángel.
Yacía
con
los
ojos
cerrados,
como
si
estuviera
envuelta
en
un
profundo
sueño.
Tenía
el
cuerpo
lleno
de
magulladuras
y
el
abdomen
se
hallaba
parcialmente
desgarrado
por
una
herida
profunda
e
irregular
y
no
se
encontró
el
corazón
de
la
víctima.
No
hubo
nadie
que
pudiese
concebir
aquello.
Fue
la
brutalidad
más
grande
de
la
que
fueron
testigos.
La
policía
trabajó
duramente
para
hallar
al
culpable,
pero
este
nunca
apareció.
Fue
otra
niña
de
la
misma
edad
la
segunda
víctima,
Jane
Winter.
Pero
esta
tenía
la
tez
más
oscura
y
los
cabellos
rizados
y
castaños.
Fue
encontrada
en
una
esquina
de
la
calle
Oxford,
la
misma
que
la
primera
chiquilla.
Su
garganta
había
sido
seccionada
profundamente
por
dos
cortes.
A
partir
de
este
segundo
asesinato
cundió
el
pánico.
Y
el
culpable
seguía
sin
ser
detectado,
visto
o
conocido.
Al
cabo
de
una
semana
los
forenses
informaron
que
a
la
víctima
le
habían
extraído
el
corazón.
Pasaron
meses
hasta
que
el
desalmado
asesino
comietiera
otro
homicidio.
Esta
vez
fue
diferente,
la
víctima
no
era
una
niña,
sino
un
joven
de
unos
dieciocho
años,
rubio
de
ojos
claros
llamado
Tom
Green.
Lo
encontraron
atado
a
un
árbol,
ahorcado.
Tenía
el
vientre
ensangrentado,
lleno
de
cortes.
Le
habían
abierto
el
pecho
para
usurparle
su
corazón.
El
último
cadáver
que
se
halló
fue
el
de
un
hombre
sin
techo,
delante
del
número
13
de
Oxford
Street,
un
siniestro
edificio
que
proyectaba
su
sombra
sobre
la
calle.
Constaba
de
dos
plantas
y
carecía
de
ventanas.
No
tenía
sino
una
puerta
en
la
planta
baja
y
un
banco
delante
de
esta.
La
casa
en
general
carecía
de
pintura,
pero
sobre
todo,
de
vida.
El
cuerpo
de
Maurice
McGregor
fue
encontrado
allí,
delante
de
la
casa,
horriblemente
mutilado,
y
al
igual
que
sus
predecesores,
no
se
encontró
su
corazón.
Todos
se
preguntaban
por
qué
robar
el
órgano
más
preciado.
Puede
que
fuese
de
lo
que
él
carecía:
de
corazón.
7. Pero
lo
más
curioso
fue
por
qué
la
policía
no
se
preguntó
nunca
si
el
motivo
por
el
cual
el
asesino
mató
a
sus
víctimas
en
Oxford
Street
fue
porque
él
mismo
vivía
allí,
en
esa
misma
casa.
Quizá
era
demasiado
evidente,
demasiado
fácil,
o
demasiado
estúpido.
El
caso
es
que
nunca
se
investigó
en
esa
calle
y
tampoco
quisieron
adentrarse
en
esa
casa
donde
a
veces
se
veía
un
atisbo
de
luz
en
una
de
las
ventanas.
Desde
ese
día,
el
13
de
Oxford
Street
es
un
lugar
maldito
para
los
ciudadanos,
nadie
quiere
pisar
ni
siquiera
el
umbral
de
esa
morada.
Al
cabo
de
un
tiempo
todo
el
mundo
decía
haber
sido
testigo
de
alguna
de
las
conocidas
muertes
y
acudían
a
los
medios
para
hablarles
de
lo
que
habían
visto.
Pero
nadie,
ni
el
más
locuaz
daba
una
descripción
clara
del
asesino.
Y
ninguna
coincidía.
Se
decía
que
era
rubio,
con
apariencia
raída,
o
moreno,
alto
y
con
un
sombrero
oscuro,
lúgubre...
Pero
fue
extraño
saber
que
todos
le
atribuían
el
mismo
rostro:
un
semblante
que
nadie
dudaría
en
rehuir:
tan
desagradable,
hediondo
y
repulsivo,
que
al
verlo
daban
ganas
de
regurgitar,
“era
algo
repugnante”,
decían
todos.
Poco
a
poco,
la
niebla
se
disipaba
y
débiles
rayos
de
luz
diurna
se
abrían
paso
entre
inquietos
jirones
de
vapor
e
iluminaban
la
gran
ciudad
londinense.
Los
asesinatos
cesaron
un
dia.
Pero
nunca
nadie
encontró
a
ese
hombre,
jamás.
Todo
el
mundo
sabe
la
verdad
de
esta
historia,
así
que
quién
les
diga
que
son
meras
leyendas
o
simples
fantasías,
chismes
o
habladurías,
mienten.
El
horror
y
el
pánico
de
los
hechos
impiden
decir
a
algunos
la
verdad.
Les
daré
un
consejo,
no
dejen
que
el
miedo
les
invada
a
ustedes
también,
esta
historia
debe
ser
contada
como
se
merece.
Y
a
los
que
niegen
la
existencia
del
despiadado
sanguinario,
no
les
crean,
porque
yo
les
acabo
de
contar
la
única
y
verdadera
historia
del
sanguinario
asesino
de
Oxford
Street.
Mr.Murderer
8. Anna
Gelabert
1r
premi
ex-‐aequo
prosa
4t
MANTENIR
LA
CALMA
I
SEGUIR
ENDAVANT
Hi
ha
coses
que
un
no
pot
fer
tot
sol
sense
l’ajuda
d’algú
altre,
coses
tan
simples
com
discutir,
moure
un
sofà
o
doblegar
un
llençol.
Jo
tota
la
meva
vida
he
pensat
que
l’ideal
era
viure
en
parella.
Aquella
sensació
de
tenir
sempre
algú
al
costat
que
et
pugui
ajudar
quan
ho
necessites,
amb
qui
compartir
tots
els
teus
moments,
sentiments
i
opinions,
algú
a
qui
poder
estimar
i
ser
estimat,
algú
amb
qui
ser
correspost,
qui
et
doni
suport
i
que
t’ajudi
encara
que
no
ho
demanis,
o
que
et
doni
calor
humà
i
companyia
quan
ho
necessitis.
Una
parella,
per
molt
estranya
i
complicada
que
sigui.
De
fet,
hi
ha
parelles
de
tot
tipus:
parelles
que
acaben
convertint-‐se
en
trios,
parelles
heterosexuals,
homosexuals,
parelles
a
distància,
parelles
perfectes,
parelles
que
són
impossibles
per
naturalesa,
per
història,
per
distància
o
per
física,
encara
que
no
per
química,
o
parelles
en
les
quals
la
química
s'ha
anat
perdent
fins
al
punt
de
desaparèixer.
Parelles
que
van
ser
en
algun
moment
i
ja
no
són
res...
i
és
això
el
que
realment
ens
espanta,
el
perdre
a
la
persona
que
estimem.
Tots
temem
la
solitud,
aquella
aterradora
sensació
de
que
ningú
ens
estima
ni
ens
fa
costat,
de
no
ser
mai
correspostos
o
notar
que
ningú
està
disposat
a
regalar-‐nos
un
somriure
o
una
paraula
d’afecte.
Normalment
quan
una
parella
es
trenca
la
primera
sensació
que
es
té
és
de
pànic,
una
por
incontenible
al
canvi,
a
la
pèrdua
de
control
sobre
les
nostres
vides,
una
por
atroç
a
estar
sol.
Pensar
què
farem
sense
aquella
persona,
amb
qui
compartirem
les
nostres
alegries,
tristeses,
plors,
riures,
discussions,
reconciliacions...,
què
farem
quan
ja
no
la
tinguem
al
costat,
quan
ens
trobem
completament
sols
davant
la
crua
realitat.
Quan
s'arriba
a
aquest
punt
solitud
sentim
que
el
món
ens
cau
al
damunt,
però
no
ens
n’adonem,
fins
al
cap
d’un
temps,
que
realment
la
ruptura
pot
portar-‐nos
a
un
lloc
millor.
No
ens
adonem
que
la
fi
d’una
història
és
simplement
el
començament
d’una
altra,
que
pot
ser
fins
i
tot
millor
que
l’anterior,
i
que,
encara
que
no
ho
pensem,
tots
tenim
gent
al
voltant
que
ens
dóna
suport
i
ens
ajuda
a
continuar.
I
és
aquí,
en
aquests
moments,
quan
t’adones
de
qui
realment
val
la
pena,
qui
són
els
vertaders
amics,
qui
t’ajudarà
i
et
recolzarà
quan
ho
necessitis
i
malauradament,
pel
contrari,
qui
no
ho
farà.
I
aleshores,
quan
pensis
que
tot
està
perdut,
que
ja
mai
no
tornaràs
a
estimar
algú
com
ho
havies
fet
amb
aquella
persona,
o
que
mai
ningú
no
t’estimarà
a
tu,
quan
creguis
que
no
hi
ha
volta
enrere,
que
la
vida
és
injusta
i
cruel,
quan
totes
les
teves
esperances
estiguin
trencades,
serà
just
en
aquest
moment
quan
la
vida
faci
un
gir
i
et
sorprengui
mostrant
la
seva
millor
cara,
oferint-‐te
el
millor
d’ella.
Ningú
sap
que
ens
prepararà
el
futur
ni
el
destí,
si
és
que
hi
creiem,
però
per
9. això
mateix,
des
d’avui
crec
que
el
més
important
a
la
vida
és
mantenir
la
calma
i
seguir
endavant.
10. Gerard
Casas
2n
accèssit
prosa
4t
UN
CONTE
DE
FADES
Era
un
dia
qualsevol,
un
dia
dins
la
mateixa
rutina
de
sempre.
I
si,
ella
es
va
tornar
a
veure
amb
el
seu
novio
al
sortir
de
la
universitat.
Se
la
veia
més
alegre.
Feien
un
any
i
dos
mésos
junts,
així
que
no
extranyava
pas
aquell
somriure
d'orella
a
orella
dibuixat
al
seu
rostre.
En
un
tres
i
no
res
se'l
va
trobar
de
genolls
devant
seu.
En
aquell
moment
va
passar
vergonya.
Li
va
dir
que
parés,
que
tothom
els
estava
mirant.
Va
treure
una
petita
capseta
de
la
butxaca
del
pantaló,
i
la
va
obrir
tot
dient:
“Sé
que
no
els
hi
agrado
als
teus
pares,
però
ells
què
saben?
Jo
no
soc
tant
gran,
ni
tu
ets
tant
petita.
T'he
demostrat
durant
tot
aquest
temps
que
t'estimo,
accepta
aquest
anell,
casat
amb
mi.”
No
sabia
com
reaccionar,
el
reflex
de
l'anell
als
seus
ulls
li
tapava
la
vista.
Li
va
respondre
que
si,
que
clar
que
l'acceptava.
Feliços
l'un
amb
l'altre,
temps
bonics,
petons,
amor,
somriures,
passió...
El
temps
va
anar
passant.
Rams
de
flors,
mirades
alegres,
plans
pel
futur,
nova
casa...
Tot
semblava
correcte.
Una
nit
li
va
comentar
que
semblava
que
estava
bevent
una
mica
massa.
Agressiu,
va
atacar
amb
un
“M'estas
dient
borratxo?”
o
un
“Calla
eeh,
que
jo
sé
ben
bé
el
que
faig”.
La
va
fer
pujar
al
cotxe
i
treure
aquella
cara
trista.
No
gaire
més
tard,
va
trucar
a
sa
mare:
“Mare,
estic
embarassada!”.
No
hi
havia
millor
motiu
per
a
ser
feliç!
Contenta
va
veure
com
el
seu
marit
ho
celebrava
sortint
amb
els
seus
amics.
Trobava
que
lo
normal
seria
celebrar-‐lo
amb
la
familia,
però
pel
que
veia
ell
tenía
un
punt
de
vista
molt
diferent.
Quan
va
arrivar
va
preguntar-‐li
on
havia
estat.
No
semblava
disposat
a
contestar,
se'l
veia
una
mica
inquiet.
Es
respirava
tensió
a
la
sala
d'estar.
També
li
va
semblar
sentir
olor
a
colonia
barata...
Li
va
comentar.
Sense
temps
per
reaccionar
va
sentir
un
“calla!”
seguit
d'una
bofetada.
El
primer
cop
va
ser
el
pitjor,
no
tant
pel
dolor,
si
no
pel
shock
de
la
situació.
Aquella
nit
ell
dorm
al
sofà,
però
ella
no
dorm,
somnis
trencats,
llàgrimes
en
el
coixí.
Un
simple
perdó
intenta
solucionar
la
situació
tensa.
Són
coses
normals
de
parella,
pensa
ella,
no
cal
explicar-‐ho
a
ningú.
Mesos
més
tard
neix
el
nadó.
Era
nena.
Tots
estaven
contents,
somriures
i
feliçitat
a
l'hospital.
Al
arrivar
a
casa
va
caure-‐li
un
mur
de
acusacións
de
culpabilitat
per
part
del
marit.
Ell
volia
un
noi,
no
es
conformava
amb
una
altra
cosa.
Discusions
van
fer
arrivar
una
altra
agressió,
aquell
cop
no
es
va
saber
controlar.
Ella
va
acavar
a
l'hospital,
altre
cop.
11. El
divorci
va
arrivar
aviat.
Una
nova
vida
per
refer,
ferides
per
cicatritzar,
un
nou
amor,
un
nou
lloc
on
viure.
Tot
semblava
perfecte
al
cap
d'uns
anys,
lluny
del
seu
ex-‐marit,
lluny
de
la
tensió.
Un
dia
qualsevol
tornava
de
la
feina,
i
li
va
semblar
veure
una
sombra
al
seu
portal.
Imaginacions
seves,
va
pensar.
Un
ganivet
va
sortir
d'entre
la
foscor
i
dotze
ganivetades
van
acavar
amb
una
història,
un
conte;
un
conte
de
fades.
Actualment
moren
massa
dones
a
aquest
país
per
causa
de
la
violència
de
gènere.
És
una
història,
un
conte,
però
un
conte
basat
en
fets
reals.
És
la
nova
plaga,
és...
el
final
del
conte
de
fades.
12. Adán
Ridaura
3r
C
2n
premi
prosa
EL
MANUSCRIT
Hola,
si
has
trobat
aquest
manuscrit
és
que
has
buscat
d’entre
els
llocs
més
amagats
del
Parc
Forestal
de
Mataró.
Si
ets
capaç
de
dedicar-‐me
una
estona
en
aquesta
societat
on
el
temps
passa
tant
ràpid,
pots
continuar
llegint,
però
si
no
et
veus
amb
cor,
deixa
el
manuscrit
on
l’has
trobat
i
no
mencionis
res
a
ningú.
Has
continuat
llegint,
em
caus
bé.
Començaré
pel
meu
nom,
em
dic
Jordi
Ambròs
i
aquest
any
faré
vuitanta
anys.
La
meva
història
és
molt
interessant,
quan
jo
tenia
vint
anys
tenia
un
grup
d’amics
que
anàvem
junts
a
la
discoteca,
ens
estàvem
hores
i
hores
al
local
d’un
amic,
anàvem
al
cinema
de
l’època...
En
definitiva,
ens
ho
passàvem
d’allò
més
bé
i
el
més
important:
estàvem
molt
units.
De
cop
va
arribar
l’estiu
del
52
i
un
dia
tot
anant
cap
a
la
platja
ens
vam
trobar
un
mapa
del
tresor,
com
a
les
pel·∙lícules.
Com
et
pots
imaginar
vam
pensar
que
era
originari
d’algú
que
s’avorria
molt,
però
van
anar
passant
els
dies,
les
hores,
la
calor,
les
noies...
I
només
quedaven
dues
setmanes
de
vacances
i
ja
farts
de
cada
dia
anar
a
la
platja
i
cada
nit
anar
a
la
discoteca
ens
vam
fixar
en
el
mapa
del
tresor.
Aquest
ens
situava
l’inici
a
la
Plaça
Santa
Anna,
deia:
“Haz
veinte
pasos
hacia
el
norte,
gira
noventa
grados
hacia
la
derecha,
avanza
treinta
pasos
hacia
el
este...”
I
a
part
d’això
també
ens
feia
preguntes,
de
les
quals
si
no
en
trobàvem
resposta
no
podíem
seguir
endavant.
Tot
això
era
tant
llarg
que
quan
es
feia
fosc
deixàvem
una
pedreta
pintada
de
color
vermell
al
lloc
on
ens
havíem
quedat
i
continuàvem
el
matí
següent.
Ja
era
setembre
i
el
cel
ens
ho
va
recordar
deixant
anar
uns
quants
litres
d’aigua.
Tot
aquell
misteri
ens
va
portar
al
pic
del
Castell
de
Mata.
Encara
me’n
recordo
de
l’última
frase:
“Muy
bien,
ya
has
llegado
a
tu
destino,
ahora
sólo
tienes
que
cavar
dos
metros
de
profundidad
para
encontrar
tu
tesoro”.
Em
fa
gràcia
quan
diu
“sólo
dos
metros”,
ens
vam
estar
cavant
cinc
hores
i
ho
vam
fer
de
nit
perquè
els
de
protecció
de
boscos
no
se’n
adonessin.
Quan
per
fi
el
vam
trobar,
un
baül
gegant,
amb
un
munt
de
joies
i
diners...
Amb
tot
allò
podíem
deixar
d’estudiar
i
viure
del
conte
tota
la
vida,
però
va
ser
allò
mateix
el
que
ens
va
obrir
el
ulls.
Amb
tots
aquells
diners
no
ens
hauríem
d’esforçar
en
res
per
aconseguir
els
nostres
propòsits,
ens
podríem
comprar
el
que
volguéssim
i
per
tant
deixaríem
de
quedar
perquè
a
casa
ho
tindríem
tot.
Ja
no
estaríem
tant
units.
I
vam
fer
el
que
vam
creure
convenient,
amagar-‐lo
a
un
altre
lloc
i
aquest
lloc
va
ser
on
sempre
havíem
estat
junts:
El
Parc
Forestal
de
Mataró.
El
tresor
rebutjat
per
tots
nosaltres
havia
pertangut
als
Comptes
de
Barcelona,
els
quals
havien
sigut
propietaris
del
Castell
de
Mata,
i
van
amagar
el
tresor
allà
abans
que
els
ataquessin
els
pirates,
interessant,
eh!
13. Suposo
que
ara
et
preguntaràs:
“I
a
on
del
Parc
Forestal
està
aquest
tresor?”.
Doncs
et
respondré
la
pregunta
de
la
següent
manera.
No
t’ho
diré.
No
vull
que
et
tornis
superficial,
no
vull
que
estiguis
tancat
a
casa
amb
els
teus
diners
i
no
surtis
al
carrer,
no
vull
que
deixis
de
banda
els
teus
amics
i
si
no
en
tens,
no
vull
que
deixis
anar
la
possibilitat
de
tenir-‐ne,
no.
Vull
que
visquis
la
vida
des
de
l’humiliat
i
sobretot,
vull
que
siguis
feliç,
perquè
molta
gent
d’aquesta
societat
no
ho
és.
Jo,
segurament
ja
m’he
mort,
però
tu
ets
quedaràs
amb
la
incògnita
de
si
hi
ha
un
tresor
de
veritat
o
ho
ha
escrit
algú
que
s’avorria
aquest
estiu
metre
passaven
els
dies,
les
hores,
la
calor
i
les
noies.
14. Aina
Anderton
2n
premi
poesia
3r
B
JO
VOLDRIA
Jo
voldria
volar
però
em
manquen
les
ales
jo
voldria
cantar
però
em
falla
la
veu
jo
voldria
dir
tot
però
no
trobo
paraules
jo
voldria
fer
niu
però
no
trobo
el
meu
arbre
jo
voldria
esperar
però
es
tant
llarga
l’espera
tant
sols
puc
sospirar
i
amagar-‐me
la
pena.
Felicitat
15. Clara
Cambray
2n
premi
prosa
4t
IMPOTÈNCIA
MÚLTIPLE
Aquella
sensació
d'impuresa
s'havia
apoderat
totalment
de
mi,
els
meus
músculs
eren
petits
cristalls
acabats
en
punta
i
els
meus
ossos,
grans
de
sorra
indefensos
i
fràgils
incapaços
de
protegir-‐se
d'una
ventallada
suau.
Ja
feia
quasi
disset
anys
des
que
la
malaltia
havia
estat
diagnosticada
i
per
tant
sabia
que
em
quedava
poc
temps,
però
no
volia
tirar
la
tovallola,
en
aquell
moment
no.
alguns
els
hi
sortia
aquella
rialla
traïdora
en
veure'm,
altres
al·∙lucinaven
en
observar
la
estranya
posició
de
la
meva
mirada,
perduda,
que
no
era
ni
mirada,
era
més
bé
la
posició
dels
ulls
que
per
culpa
de
l’avanç
en
la
malaltia,
aquells
verdosos
iris
que
havia
heretat
de
la
meva
mare,
així
com
ella
ho
va
fer
de
la
seva
pròpia,
havien
quedat
clavats
en
un
punt
fix.
Altres
em
miraven
amb
compassió
fent
veure
que
entenien
la
meva
situació,
aquests
eren
els
pitjors!
El
que
no
sabien
és
que
tot
i
que
no
ho
semblés
el
meu
cor
i
el
meu
cervell
restaven
intactes
i
per
tant
percebia
tot
el
que
passava
al
meu
voltant;
el
problema
era
que
no
ho
podia
expressar.
El
patiment
era
cada
vegada
més
intens
i
la
medicació
cada
cop
menys
eficaç,
però
no
ho
podia
deixar
anar
en
aquell
moment,
havia
de
mantenir-‐me
ferma.
El
meu
marit
es
passava
dia
i
nit
investigant
sobre
l’esclerosi
múltiple
però
tots
els
esforços
eren
inútils,
ja
no
sabia
com
dir-‐li,
prou
em
costava
articular
dos
paraules
seguides.
I
quan
ho
aconseguia
anaven
dirigides
a
la
Marta,
sí
la
Marta,
estímul
pel
qual
encara
em
quedaven
forces
a
dins,
la
nena
que
després
de
sis
hores
de
part
va
sortir
a
la
llum
mitjançant
una
cesària
forçada.
Heretarà
de
mi
aquesta
fastigosa
malaltia?
Em
preguntava
dia
i
nit,
pregant
que
així
no
fóra.
Em
sentia
culpable
de
la
vida
que
la
nena
portava
i
que
en
un
futur
podria
tenir.
Em
preguntava
també
si
realment
havien
valgut
la
pena
tots
aquells
esforços
per
a
tirar
endavant,
però
sabia
que
qüestionar-‐me
no
em
serviria
de
res.
Una
de
les
coses
que
més
m'aterrava
era
saber
que
quan
els
pulmons
em
comencessin
a
fallir
i
el
cor
disminuís
la
velocitat
dels
seus
batecs,
ningú
del
meu
entorn
ho
podria
notar
i
jo
tampoc
podria
fer-‐ho
percebre;
per
tan
moriria
solitària
i
estic
segura
que
el
meu
patiment
seria
màxim,
sentint
més
que
mai
la
impotència
del
no
poder-‐hi
fer
res.
JOSEFINA
MORÉS
16. Marta
Bernat
3r
premi
poesia
3r
ESO
MIRADA
TENDRE,
SENTIMENT
COMPLICAT
Per
què
no
mirar
aquells
ulls,
tan
fins,
tan
bells,
fins
que
el
sol
decaigui
i
l’instant
s’esvaeixi?
Per
què
no
sentir
la
suau
brisa
que
palpa
el
meu
plor,
i
fugir
de
la
tempesta
que
m’inspira
dolor?
Potser
és
senzillament
difícil,
simplement
complicat.
Tan
sols
un
joc
versàtil,
que
no
deixa
respirar.
I
si
profundament
observes
les
cristal·∙lines
llàgrimes
relliscants,
veuràs
un
xic
de
la
veritat
del
que
realment
és
la
felicitat.
17.
Júlia
Caballé
3r
premi
prosa
4t
SALTA
LA
SORPRESA
I
ETS
FELIÇ
DIUMENGE
11
DE
MARÇ,
UN
DIA
A
BARCELONA
Em
llevo
amb
mal
de
cap
i
la
sensació
de
no
haver
dormit
bé,
un
altre
cop.
Ara
ja
és
pràcticament
normal...
Em
fa
moltíssima
mandra
haver
d’anar
a
Barcelona
amb
el
cau,
tant
que
per
uns
moments
em
plantejo
si
quedar-‐me
a
casa
o
no.
Finalment
la
idea
de
passar-‐me
tot
el
dia
tancada,
avorrint-‐me
i
lamentant-‐me
de
la
mala
època
que
passo
sense
distreure’m
amb
res
m’espanta
i
prefereixo
fer
alguna
cosa
diferent
que
no
sigui
amargar-‐me
menjant-‐me
més
l’olla.
La
Mireia
i
l’Alba
m’esperaven
a
baix
sense
haver-‐me
avisat;
no
m’esperava
trobar-‐
me-‐les
al
portal
de
casa
per
anar
cap
a
l’estació
juntes.
Em
reben
totes
amb
un
somriure
encomanadís
i
amb
ganes
de
começar
el
dia.
Arribem
a
l’estació
i
ens
esperem
a
que
vinguin
els
altres
pioners
dels
altres
caus.
Parlant
de
coses
diverses
veig
que
arriba
en
Pol,
ben
bé
no
sé
quina
mena
de
relació
tenim,
si
és
que
en
aquell
moment
en
teniem
alguna,
tan
sols
ens
veiem
als
concerts
i
ens
havien
presentat
una
tarda
molt
per
sobre,
mai
no
haviem
parlat
massa
així
que
no
sabia
què
fer,
si
saludar-‐lo
de
lluny,
si
acostar-‐m’hi
i
fer-‐li
dos
petons
i
dur
a
terme
la
típica
conversa
(que
no
serveix
absolutament
per
res
però
que
malgrat
tot
tohom
l’utilitza
com
a
recurs
freqüent)
de
preguntar
què
tal
li
va
tot.
No
em
preocupa
massa
i
decideixo
aixecar
el
cap
i
dir
hola
amb
un
gest
acompanyat
d’un
tímid
somriure.
El
viatge
amb
tren
es
fa
d’allò
més
entretingut,
aprenc
jocs
nous
i
enigmes
molt
curiosos.
Des
del
meu
seient
el
veig,
i
ell
em
veu
a
mi.
Quan
sense
voler
ens
trobem
les
mirades
una
a
sobre
l’altra
somriem
i
de
seguida
la
desviem.
Arribem
a
Arc
de
Triomf.
El
sol
pica
amb
força.
Ens
acabem
d’ajuntar
amb
la
resta
de
caus
i
agrupats
en
petits
grups
saludant-‐nos
entre
tots
finalment
s’acosta
ell.
“Què
tal
petitona?”
M’abraça
amb
energia.
Li
dic
que
bé
i
ens
posem
a
parlar,
superem
la
fase
de
conversa
inútil
i
ens
atrevim
a
parlar
de
la
seva
samarreta
de
la
Pegatina,
i
de
que
li
va
encantar
el
concert,
i
que
ha
descobert
Txarango
i
que
també
li
agrada
molt.
Fem
unes
activitats
ràpides
per
trencar
una
mica
el
gel
i
moure’ns
només
començar.
Esmorzem
i
cau
algun
comentari
de
les
meves
trenes.
Els
caps
ens
fan
fer
una
fila
de
tots
els
caus
i
amb
un
retolador
a
la
mà
es
dediquen
a
dibuixar-‐
nos
un
número
a
la
galta,
que
serà
el
grup
en
el
que
anirem.
Ens
separen
a
tots
els
que
anem
a
la
unitat
junts,
suposo
que
per
conèixer
a
l’altre
gent
i
casualment
a
en
Pol
li
pinten
un
dos,
18. igual
que
a
mi.
Fariem
les
activitats
de
la
gincama
junts,
ens
passariem
el
matí
voltant
per
Barcelona,
ell
dues
noies
més
i
jo.
“Qui
faci
millor
les
proves
i
amb
menys
temps
guanya,
i
com
a
recompensa
té
un
premi!”,
criden
els
caps
per
motivar-‐nos,
ens
confessen
que
la
sorpresa
per
qui
guanyi
és
un
pollastre
a
l’ast.
En
Pol
li
canvia
l’expressió
de
la
cara
només
en
sentir
aquesta
última
part,
em
mira
fixament
als
ulls
i
em
diu
“Júlia
hem
de
guanyar
sigui
com
sigui,
jo
per
un
pollastre
faig
el
que
calgui,
sóc
capaç
de
tirar
a
qualsevol
a
la
via
si
cal!
Hem
de
guanyar!”.
M’ho
diu
tant
convençut
que
me’l
crec
i
m’afanyo
a
canviar
d’actitud.
Deixo
enrera
les
meves
poques
ganes
de
tot
i
la
idea
de
passar
el
dia
a
Barcelona
tan
sols
pel
fet
de
fugir
de
Vilassar
i
em
mentalitzo
i
em
fico
al
cap
que
serà
un
dia
genial,
que
ens
esforçarem
i
motivarem
tant
com
calgui
a
totes
les
proves
que
ens
parin
i
que
a
més
a
més
guanyarem.
I
és
que
quan
menys
t’ho
esperes,
salta
la
sorpresa
i
descobreixes
que
avui
pots
ser
feliç.
Endavant!
19.
Neus
Calafell
1r
premi
poesia
3r
C
JUGA
AMB
MI
Si
jugues
avui
amb
mi
a
combinar
lletres,
entendràs
per
fi
el
que
senten
els
poetes.
Si
inventes
unes
cançons,
si
penses
en
rima,
si
somies
sons,
ja
estàs
fent
poesia.
I
si
els
teus
mots
romanen
per
sempre
en
el
pit
d’aquells
que
entenen
tot
allò
que
tu
has
escrit,
això,
és
jugar
a
ser
poeta.
Lletres