2. Sevilla es una ciudad llena de curiosidades y de historia, que prestándo un poco de atención a
las pequeñas cosas, podremos descubrir mucho acerca de ella.
● Podemos comenzar por la muralla de la Macarena, un lugar con gran historia.
Los árabes añadieron más a la defensa de la ciudad ensanchándola, y fortalecieron ese
ensanche amurallándolo bajo el dominio del sultán Alí Ibn Yusuf, quien
amplió el espacio protegido por la cerca en
casi dos veces su antigua superficie.
Los almorávides, que eran conscientes
del avance
conseguido sobre los reinos cristianos
del norte de España se dedicaron a
reforzar sus defensas,
construyendo y fortaleciendo las
murallas.
Tras el ataque vikingo del año 844, e
emir Abderramán II manda reconstruir
las murallas destruidas.
3. En pleno dominio árabe, el califa Abderramán III mandó destruir las murallas y puertas romanas en
el año 913, pensando que se evitarían conatos de secesión contra Córdoba, convertida por él
mismo en capital de Al-Ándalus.
El primer rey de la taifa de Sevilla, Abú al-Qasim ordena
levantar de nuevo las murallas en el año 1023 para
protegerse de las tropas cristianas.
La defensa amurallada tenía una dimensión de siete
kilómetros con 166 torreones, 13 puertas y 6 postigos.
En estas épocas Sevilla fue una ciudad cerrada, tal vez la
mejor amurallada de Europa. El trazado realizado está concebido
para favorecer la técnica defensiva del flanqueo, la técnica de
construcción era a base de tapial de argamasa, cal, arena y
guijarros, sólo se empleó el ladrillo en las bóvedas y las fajas
ornamentales de las torres.
4. Si viajamos al centro de la ciudad, a la Calle José Estoso antiguamente llamada Calle de la Venera,
por la concha que aún hoy conserva la baldosa que la cataloga como el Kilómetro Cero de la capital
hispalense; la venera que se conserva en la fachada de la casa número dos y un rótulo que la
bautiza como «centro geográfico de Sevilla».
5. En la Catedral también encontramos un pedacito de historia que nos ayuda a
comprender nuestro presente.
Es la tercera más grande
del mundo, después del San
Pedro en el Vaticano y del
San Pablo en Londres. Es
una de las últimas
catedrales góticas de
España, mostrando ya
evidencias del estilo
renacentista.
Se alza en el emplazamiento de
lo que era la Gran Mezquita en
el siglo XII. Fue convertida en
templo cristiano al conquistar la
ciudad Fernando III de Castilla
en el 1248. De la mezquita
original se conserva su alminar,
hoy día conocido como la
Giralda, y el Patio de los
Naranjos.
El exterior, con un magnífico juego de volúmenes,
manifiesta el talento de su arquitecto, cuyo nombre es
desconocido. Se entra por la Puerta del Perdón, antigua
entrada majestuosa de la mezquita
6. Este monumento, conforme se iba desmontando simultáneamente se iba edificando la
nueva catedral. Se ignora de quién fue el proyecto inicial, aunque se atribuye a Alonso
Martínez, Maestro Mayor de las obras entre los años 1386 y 1394.Desde el principio se
ideó un grandioso templo gótico, muy austero y riguroso, que pese a su extensión y a los
setenta y cinco años que duró la obra, mantuvo su estilo hasta el final. Se inauguró,
aunque a falta de algunos remates, en 1506, sin que se introdujeran cambios notables en
el plan original.
La Giralda, monumento declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1987 no sólo
destaca por su ubicación e historia, también debemos subrayar su factura arquitectónica,
su función a lo largo de los siglos y su significado dentro del Casco Antiguo de la ciudad.
Fue construida a imagen y semejanza del alminar de la mezquita Kutubia de Marrakech
(Marruecos).
Su aspecto actual data de 1568, año en el que se concluye su
cuerpo de campanas, obra del arquitecto Hernán Ruiz II, que
recreció el viejo alminar
almohade con cuatro cuerpos decrecientes rematados por una
escultura en bronce que
representa el triunfo de la Fe (el giraldillo), que le sirve de veleta
y da nombre al conjunto.
7. Vayámonos a una de las dos semanas más importantes y esperadas de Sevilla.
La feria de Abril, en ella encontramos un conjunto de casetas y atracciones donde
adultos y niños tendrán la diversión asegurada.
Es la feria más importante y conocida de cuantas se celebran en Andalucía, la más
visitada y la que más impacto económico tiene en la Comunidad Autónoma.
Consiste en el traje típico de la ciudad, su antigüedad se remonta a los primeros tiempos
de la feria, donde acudían las mujeres de los tratantes o comerciantes, muchas de la
etnia gitana y también campesinas, vestían cómodas batas de faena, a las que se les
añadía dos o tres volantes que con el transcurrir de los tiempos se fueron convirtiendo en
moda, además de ser una prenda cómoda de llevar,
realzaba el cuerpo femenino dándole un toque de
sensualidad que no conseguían con otras ropas.
Este hecho llamó tanto la atención
que las distintas clases de
alta cuna comenzaron a copiar
la indumentaria a partir
de la ExposiciónIberoamericana de
Sevilla de 1929.
El traje de flamenca había dado el
salto a formar parte de la moda.
8. Con la creación de las ciudades a lo largo y ancho de Europa a partir del siglo XI comienzan los
negocios y mercaderías de todo tipo de artículo con el que comerciar. En cada ciudad con una
asiduidad semanal o diaria hay un mercado, reunión de comerciantes, u otro encuentro
comercial, y en ciudades más preparadas por su
riqueza o situación estratégica se organizan las
ferias. En un principio surgieron para que los
comerciantes que no podían proveerse de
mercancía en las cercanías pudieran hacerlo en
un sitio específico y en una fecha señalada,
sobre todo al por mayor.
Con el tiempo, aquella bata que comenzó siendo una prenda cómoda de llevar a faenar, pasó a
ser el "traje de feria" para grandes y pequeñas, familias acomodadas y humildes, no había
distinción de clases ni edad, y su evolución fue paralela con el resto de diseños que se
actualizaban con cada época, apareciendo con distintos escotes, pelo recogido de una manera u
otra, traje ceñido o más suelto, acompañándose con otros complementos como son las flores,
collares, pendientes, mantones de Manila... en pocas palabras, en constante evolución sin dejar de
ser una prenda cómoda y vistosa de llevar.
9. El otro momento más esperado es la Semana Santa, La llegada de ésta trae consigo
decenas de procesiones que llenan las calles de nuestras ciudades. Se trata de desfiles
religiosos con los que los cristianos conmemoran la Pasión y Muerte de Cristo
La Pascua de los cristianos se celebra prácticamente desde el inicio de esta religión para
recordar los últimos días de Jesucristo y llevar ese mensaje al resto de la población. Aunque
las procesiones --entendidas como desfiles religiosos-- se celebran en todas las religiones,
las de España por Semana Santa son diferentes y tienen su propio origen e historia.
En Sevilla, el nacimiento de las Hermandades y Cofradías se sitúa alrededor del siglo XV.
Fueron grupos de laicos --es decir, personas no religiosas-- los que se unieron con dos
funciones principales:
la de apoyarse
mutuamente en
momentos
difíciles (como
enfermedades
y muertes) y la de
Experimentar la Pasión
de Cristo (la Penitencia).
Fue por este deseo de
"vivir el dolor de Cristo"
por lo que comenzaron a
salir a la calle a representar
Los padecimientos de
Cristo durante la Pasión.
10. Esto explica dos cosas: por un lado, que las primeras imágenes que salieron a las calles fueran de
Crucificados y de Dolorosas y, por otro, que hubiera dos clases de cofrades: los de luz --como los
de hoy en día-- y los de sangre, que se autoflagelaban.
La principal diferencia entre los pasos de Semana Santa de aquel entonces y las procesiones de
ahora son las autoflagelaciones. En el siglo XV, las Hermandades entendieron que ésta era la
mejor forma de ponerse en la piel de Cristo durante su Pasión.
Fue el Gobierno de Carlos III (siglo XVIII) el
que prohibió estas actuaciones, pues los
ilustrados del momento consideraron que la
flagelación pública no contribuía "a la
sincera piedad", sino que más bien era "un
auténtico exceso"