proyecto de mayo inicial 5 añitos aprender es bueno para tu niño
Prog Ed18 Ingrid Odgers
1. PROGRAMA RADIO WEB ED 18 –INGRID ODGERS
Rossana Arellano – Chile
Acunando madres
Voy a pescar las horas pateando los celos, madre
esconderé en la arena mis remolinos
agarraré tus fiebres por el pescuezo
mientras te pinto un viaje
en barquitos de papel mantequilla.
Y estarás en tu playa
arrebatándole al viento futuras noches
que quieren ser esquivas.
Me internaré en el secreto de la vida, madre
seré el torrente en tu pecho hoy flaco
para tranquear el paso de la huesuda.
Le he de ceder la espiral de mi sueño
mientras desdeño velorios a pedradas.
Voy acunando madres cruzando las plazas,
aplastando sentencias como a cucarachas
y en estos dedos tristes que transitan mareados
desyerbaré aún temblando las astutas malezas.
Rossana Arellano
1
2. Abróchame el alma
Te contaré
del tiempo que implacable se desborda
en ojos de paloma.
Se instaló el día
y el aroma arrebatador, ahora
chasquea nuestras gargantas.
Ya no te busco
en los viejos renglones de un poema
ni escribo del pasado.
Sí, he celebrado
la cercanía de mi propio invierno
en tardes de silencio.
Es imposible
que las alegrías sean paganas
en todas nuestras vidas.
Tú ¡Por favor!
Abróchame el alma a la esperanza y
luz, en los nuevos sueños.
2
3. Rolando Revagliatti – Argentina
La raíz
Ella se propuso incendiarme el camino
contrastar la roca y el silencio
bordear el horizonte con sus rulos y trinos
desbrozar la soledad y el sol eléctrico
Yo dispuse sus manos sobre toda la herida
de mi látigo terco
ahondé la claridad
la oscuridad
la decidida
inicial de su cuerpo
Ella se deslizó como la gota plena
como una fiebre verde y bienvenida
como un reloj de arena o como arena
y extendida
Yo sepulté la racha de la umbrosa
constelación de pájaros y lenguas
unté sus manos
otra vez
su rosa
constituí en ausencia
No se puede vivir con tanta muerte
ni morir
ni se sabe qué hacer con la sed
y con el hambre
donde ponemos la agonía
algo
no cabe
Otro pájaro (o el mismo)
incrustó su pico
en la única
raíz.
3
4. Quiero escribir
Papá
quiero escribir
un libro lúbrico
obtuso
alucinado
un libro que falte no escribir
el más atroz
más mal no escrito
ni siquiera
un poquito.
Defección
Qué defección la de tu boca
gráfica
demasiado apretada cuando cerca
y cuando lejos
lejos
No claudico tan agrio
como los gatos fallecidos
a la intemperie
del invierno
No hablo ahora de médanos licenciosos
sino de arena mojada y poca
No.
Irreversible
1
Empantané a una hormiga en ruda mermelada
seduje a una campana
badajo-filamento
¿y qué descubro y cubro
cuando la piel te rasgo
cuando te mondo y mando?
2
Di en el verde de una de tus alas
con mi pasión irreversible
di conmigo en él
3
Yo te quiero
¿viste?
como un marinero
4
5. Mariela Rios Ruiz - Tagle – Chile
CAMBIAR AL UNIVERSO EN LLAMAS
SALPICADO DE AZUL DISTANTE
El costo de la vida
sin intereses,
tiene descuento:
por la gran liquidación de clones.
Hijos de pelo azul
y ojos a elección:
dos cabezas
para multiplicar
la inteligencia a la venta.
El ángel en pie de guerra,
camina por el paseo Ahumada,
los peatones
perdieron la capacidad de asombro.
Lo echan a patadas,
depositando su cuerpo
para ser fotografiado
por los reporteros:
en las escalinatas de un Banco.
Las campanas de San Francisco
rugen a lo lejos:
mientras la multitud lo acribilla
a garabatos centelleantes.
CON TANTA LIBERTAD, SIN MUROS Y
APRISIONADOS
Detrás del muro,
los maniquíes
desafían al público.
La capilla será demolida,
para construir,
cubierto de graffitis,
un mall hiperpanorámico.
Acongojados ángeles infieles,
la justicia como todo es desechable.
El ángel cautivo de sus sueños,
no desprecia los elementos,
ni elabora altares compartidos:
los borradores del cielo,
5
6. reclaman sin consuelo su regreso.
Cambia su piel
de noche en noche,
clandestinos juglares,
mendigos indulgentes,
albergan sus alas
en los barrios.
Los ángeles gimen
en las riberas del limbo:
con tanta libertad
aprisionados.
ESTA NOCHE, UNA LUZ BRILLANTE
CON URGENCIA DE VIVIR
Transmuta la flor en ángel quebrado
de espacios siderales,
sobre el hombre:
rayo que enmohece.
Un misterio
absorbe la espera;
se salva el hombre del hombre,
estambre enjaulado
de ángel invisible.
La luna en su aleph en sombras:
abre flores de mirada en celo,
resucitando sigilosos aeoroplanos desahuciados. Le memoria se hunde
en su morada de látex pasajero.
El universo
y sus abanicos desplegados,
transforman en eco el caos imperioso,
gestando la alquimia inclemente,
mundo de metales:
dioses moribundos.
Descansa,
6
7. ángel mendigo:
goza la libertad y la furia.
Pasajero inválido sin parlantes, ni ecualizadores.
IHOSVANY HERNÁNDEZ - La Habana, Cuba
En la caverna cuyo nombre será Altamira
una mano sin cara traza la curva
de un lomo de bisonte.
JORGE LUIS BORGES
EN PLENA JAURÍA
tímida
la mano coloca el cerco donde
caerás
en busca de sustento. No hay salvación en esta tierra que el fuego
consume levemente y se hace cuita entre los cielos advenedizos. No hay paz,
animal atrapado por el error de huir hacia el cerco
cuando otras comitivas se afanan en la caza.
Ante la lanza que el hombre dispone para su primera estocada
serás mortal
y sin embargo:
aquí tendrás tu eternidad.
INICIACIÓN DE LA PALABRA
veo el cuerpo diezmado en este templo que me edifico.
La rutina es el espacio jugando a persistir
entre la sábana y el café que inicia el día.
Hablo de amor cuando sin advertir la última propuesta.
Hallo la calma cuando el silencio recobra su esplendor
en este tractus que el mañana impone,
sortilegio de conocer otra historia que avizoro
sobre el gobelino desdibujado con nombre de ciudad
7
8. en donde rostros
emergen de la lluvia
con un cómplice ademán de sarcasmo.
No es la ingratitud lo que nos salva
ni el creciente fervor por el ídolo del sueño
enmascarado en el portarretrato.
Aquí habita un hombre conspicuo
a la hora de la partida.
todo reino anuncia sus fantasmas/ fantasías
medianoche de desvelos
salpicando lo que queda abocetado
de ciudad.
Veo el cuerpo dibujado:
un bisonte que inició el viaje y que hoy
apresuro en otra caverna.
Rehago el dibujo al estilo de Miró.
Difícil me ha sido repetir la historia.
Son otras las dádivas que asoman
desde la pared con eco de bestia,
caricias que el ido viajero no repetirá
y yo lamo
en la advertencia de esta necesidad de ser escuchado,
de querer salvar todo argumento
ponerlo ante los paseantes,
esos que no perciben el rumor,
el vaho de la bestia sin guarida,
el hombre que escribe las actas de un pasado elocuente,
de un principio inhabitado
en el instante en que llega mi mano y traza otra curva, otra flecha
otra paradoja traslúcida,
celestial.
Ay de este escriba macilento
que tiende a trocar el rumor que baña a Altamira
de líneas y salvaje voz,
visión de ir numerando cada acta en donde el anochecer
comenzará por ser alma descreída/ febril
alma dispuesta a perpetuar el grito del hombre/
del escriba/ del poeta
de este que insta al pecado
para echarse junto al animal y arrancarle los símbolos,
sólo los símbolos
que lo hacen mortal
en este otro lenguaje
que aquí pugna por ser nave
y se hace lumbre
en tanta oquedad sostenida
y lacerante.
8
9. PRETEXTO DEL ANIMAL
llevo años sin pensar,
sólo te dibujo en mi absorto aislamiento
avizorando
la necesidad de otra mano cuando
todo depende ciertamente de ti
y desconoces
del rito que nos unirá
al trazar la curva insolente que tu cuerpo
impone en cada estancia
como un aullido ahogándose en mis ojos,
como un perfecto estado donde aunar la lírica
a esa voz que me turba hasta la mudez
razones inequívocas que dicen/ ilusamente
profetizar los siglos por venir
el pan que tendremos para salvarnos
antes que otra religión
instaure un anónimo ídolo semejante al nuestro,
idéntico a ti,
pretexto que exploro por el vórtice de estos años
sin diálogo
salvándome en la rutina del dibujo
del enmascaramiento
del juego de vestir otra piel
como si fuéramos animal sin caza/
caza sin acechador.
de http://www.canasanta.com
MARGARITA KURT FONSECA- Concepción, Chile
NADIE QUIERE EL HILO AZUL DE LA EXISTENCIA
Para mi madre
¿Quién sostiene el hilo azul de la existencia?
Mujer compañera, hermana, amiga, varona bíblica,
no pensarás en dormirte verticalmente
si la semilla está inmadura en las espigas,
cuando el sol se alimenta de tu piel suavemente fértil
y el palpitar de la sangre despierta esa rebeldía
de oxígeno en la magia de génesis y apocalipsis.
Puedes tenderte sin ojos bajo el árbol desnudo, pero
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10. no puedes creer que ya te has muerto,
la muerte no ronda en cuatro actos olvidados.
Inunda el alma con exilio torrencialmente, tu espalda
la viga maestra del fuego sacro,
prohibido soñar con un vuelo inconcluso. Prohibido.
Tu mano es un clavel heredado surgiendo guerrero
después del invierno, de todos los invierno y el sol
que al medio día entrelaza ternura pequeña.
mejor enseña a suavizar el viento más rudo, el misterioso
que hará polvo las espesas murallas de adobe,
tu mano, su mano, todas.
Teje en este anochecer la escalera más alta
que guarde orgullosa la sombra tutelar y proteja
el vuelo que nacerá en cualquier mañana.
Pachamama o mamadre,
la oreja más infinita de comprensiones y enigmas,
refugio indestructible de fragilidad,
invernadero del origen y el amor florecido,
filósofa de la eternidad un poco anónima y temerosa;
cultiva sin cansancio este pensamiento de aromo libertario,
de paz, de aire encapullado, de farolas, de azafrán.
Mira por fin el horizonte, mujermadre
y acércalo con fuerza sobrehumana.
Nadie quebrará el hilo azul.
Publicado por INGRID en domingo, mayo 17, 2009 0 comentarios
PABLO CASSI ESTAY - Putaendo, Chile
TU PROJIMO INEVITABLE
Acabó tu indiferencia.
Terminaste amándome sin remedio,
aterrizando en mi corazón.
Guárdate intacta hasta la noche.
NO TODOS SEREMOS HUESPEDES
En la Casa del Padre
no se vende terrenos urbanizados
para construir poblaciones,
condominios
ni lujosos hoteles.
No se permutan
10
11. sitios eriazos
a orillas de la playa
donde se asoleen
mujeres desnudas.
En la Casa del Padre
no todos seremos huéspedes.
AZUCENA CABALLERO HERRERA - San Felipe, Chile
TATUAJE
Un vuelo misterioso
de apagadas luciérnagas
me sentencia
a extender mis manos
tatuadas
con signos de silencio.
MI PADRE
Vivió todas las estaciones
permanentemente
ensombrecido.
De sus manos
cayó el dolor
acumulado en la calle.
La sonrisa de la Paz
lo condujo
a la geografía horizontal.
OSCURO TRANSITO
Siguiendo al sol
atravesé milenios de silencio.
Ciega me extravié
en la edad
de los recuerdos olvidados.
11
12. JOSE LUIS MEJIA HUAMAN -Lima, Perú
ESTABAN DE NOSOTROS TAN LEJANOS
a Mario, porque los amigos, sí son para siempre.
Se nos empiezan a morir los viejos
y sus arrugas pasan a nosotros
la muerte ya no es cosa de los otros
y pierden gentileza los espejos.
Era distinto cuando fue el abuelo
el que por siempre se quedó dormido
era un viejito bueno y consumido
que se marchaba a descansar al cielo.
Era distinto porque los ancianos
que cuando niños todos conocimos
eran ancianos desde que los vimos
y estaban de nosotros tan lejanos.
Ahora sentimos mucho más los muertos
porque los vimos jóvenes y fuertes
porque nos duele verlos tan inertes
tan nada tan vencidos tan inciertos.
Resulta de repente que ahora estamos
mucho más adelante en el camino
resulta que está añejo nuestro vino
resulta que avanzamos y avanzamos.
Hoy empezamos a sentir la muerte
como una realidad inapelable
astuta poderosa inderrotable
superior a la ciencia y a la suerte.
Lloramos por los viejos que se han ido
que nos dejaron solos sin permiso
que se nos fueron sin ningún aviso
sin tan siquiera haberse despedido.
Que somos egoístas y lloramos
de rabia y de miedo y soledad
ahora estamos solos en verdad
y sin saber siquiera adónde vamos...
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13. SILVESTRE FUGELLIE MULCAHY- Punta Arenas, Chile
LLUVIA EN LA CASONA
Acaeció en una tarde fría
de algún lejano otoño.
Del tejado, las láminas cincadas
deslizaban en hileras corrugadas
sus hilillos transparentes
por canaletas y cumbreras.
En la faz del cielorraso
asomaban algunas débiles goteras
que rozaban las paredes lúbricas
y marcaban en el rugoso empapelado
varias grietas zigzagueantes
de su agua nominal, de su vieja agua.
En el liviano y rápido escurrir
las precipitaciones exteriores
formaban goterones por canales
y atanores, y en algún tramo afluente
sonaba su música líquida y antigua.
Tras la celosía, el cielo oscuro,
de fino y plúmbeo sayal,
pespuntaba sus aceradas agujas
como si cocieran la húmeda vereda.
Briosos golpes asestaba el chaparrón
sobre las ventanas vítreas
y en la puerta heráldica maciza.
Y sólo era lluvia intempestiva,
pasajera y condensada,
que tañía su arpa etérea
sobre la techedumbre de hojalata
y que calaba, fuera y dentro,
el triste corazón de la casona.
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14. ANA MARIA JULIO - La Calera, Chile
DE NADA ME ARREPIENTO
Si he de partir mañana
de nada me arrepiento,
todo mi espacio al fin
se llenó con tus besos,
en tus manos el sol
dibujó muchas flores,
casa, trigal y vino,
paloma, libro, verso.
Nunca tuvo más brillo
la luna en el invierno.
Si he de partir mañana
tú nunca estarás lejos.
En mi casa, la niebla
vestirá los espejos
y hará un muro de luz
con todos nuestros sueños,
yo volveré a buscar
en mi rostro perdido
que huella que dejó
en mi boca tu beso.
Si he de partir mañana
de nada me arrepiento.
EQUINOCCION DE PRIMAVERA
Mi infancia y tú
son el estanque,
donde mi corazón se va poblando
de pájaros y trigo,
de amaneceres blancos.
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15. MARINO MUÑOZ LAGOS - Mulchén, Chile
NUESTRAS MANOS
Madre mía,
de tu mano suave y cautivante
anduve desde niño
por los caminos de la tierra:
atravesé los pueblos más pequeños,
las ciudades, algunos países,
el mar y la nieve,
la soledad y la tristeza,
el amor y el olvido.
Sin soltarme jamás,
tiernamente,
por el sol y la sombra.
Presente en mis palabras
te recuerdo
como esa mañana del ayer
y el rocío.
Vaso de leche
allá en la infancia pura;
vaso de vino
en los años que restan.
Mano tuya en la mía:
paloma de mi canto.
VICTORIA SFEIR GIACAMAN - La Serena, Chile
ESTA MUJER
Esta mujer no llora.
Va siguiendo un camino.
Una estrella invisible
guía su corazón.
GESTO DE UNAS MANOS
Me he negado a dormir en las horas calladas...
he querido volar con las alas heridas,
en mi vida he buscado apacibles auroras,
mas no tienen presente ni tendrán mañana.
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16. Tú conoces el gesto de mis débiles manos
que no quieren morir de dolor al no verte.
Siempre amé promesas de vida
y la llama perenne que encendía mis sueños.
¡Tú conoces el gesto de mis débiles manos!
He bajado al abismo.
He tocado la altura infinita.
He sangrado y crecido en la cruel soledad.
Ya no tengo temor a enfrentar el mañana.
DELIA DOMINGUEZ - Chile
PIDO QUE VUELVA MI ANGEL
En nombre de todo lo perdido
de los cometas que nunca más volvieron
a señalar caminos con sus colas de fuego
porque la muerte se paseó en puntillas
desde el pecho de una mujer que pudo amarnos:
pido que vuelva mi ángel.
Por la maleza que cubrió los patios
donde se hundió la luz como canción de cuna
y nuestra soledad fue canto de lechuzas
en el retumbadero de la noria:
pido que vuelva mi ángel.
Por las estufas apagadas en las cocinas del sur
donde los paños bordados en punto de cruz
conservan la lengua de Goethe
en estrictas sentencias que todos olvidaron:
pido que vuelva mi ángel.
Por las manos del hombre
que cargaban antiguas escopetas de caza
y tendían cueros de venados sobre las camas frías
en los dormitorios mojados del invierno:
pido que vuelva mi ángel.
Por lo que compartieron nuestra cena,
y probaron el pan y la sopa de la felicidad
cuando aún ninguna muerte
tomaba asiento a nuestro lado
y creíamos ser los héroes de una juventud eterna:
pido que vuelva mi ángel.
Por el amor, en fin, por el olvido
y lo que fue verdad en el entierro de los sueños,
por ti y por mí, temblando de esta maldita soledad,
visibles desde lejos en el paraíso terrenal:
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17. pido que vuelva mi ángel.
JUAN ANTONIO MASSONE DEL CAMPO - Chile
HASTA MUY PRONTO
No estoy aquí para apropiarme
de la luna o del zorzal en vuelo
que cruza patios y luego pliega
sus alas y regresa y hasta luego.
Tampoco me pusieron en la tierra
para olvidar la brisa o el desierto.
El día es tan natural como un secreto
que espera al otro lado de las puertas.
Y sin embargo, la calle me desprecia
como alguien maldiciendo o propalando
su nada de fragor bajo los párpados.
Yo vine aquí para aplacar la nada.
Abro los brazos y digo el nombre tuyo.
Hasta pronto, nada más, hasta muy pronto.
TELEGRAMA
Hoy es tu cumpleaños.
Lo inolvidable es una
emoción que va conmigo.
Alguna vez te quise.
Hoy es sólo tu cumpleaños.
Juan Carlos Rivera – Argentina
Surfear en lo turbio
quot;Eres y serás lo que recuerdas, / lo que una vez llegaste a imaginar”,
de Reinaldo García Ramos, en La quietud.
Pisar el rellano, el descansillo de la vida
imaginando un pedazo de ventana que no muestra
perspectiva alguna,
sólo una pequeña sombra descolorida, un alarido
que viene desde adentro, desde las lacias tripas,
intolerantes al crecimiento atípico e impávido de sus células,
a la patología que carcome y necrosa/ al tumor
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18. que lo engulle todo o a la presión que paralizará la máquina.
Descender abruptamente el escalón, caer, levantarse
con las manos enrojecidas (adoloridas por el batacazo)
con la boca pastosa y las amígdalas inflamadas,
pero sin pus,
acompañando esa luz menstrual, casi uterina
que el semen no alcanza a conmover y fundir/ a procrear.
Degustar una cena recalentada e insabora
detrás de una voz radial (en off, que sube y baja a fondo de…),
como debe decir en los malos guiones,
que rompe la rutina intentando acariciar
por dentro el cuenco del tímpano
y sólo consigue un lamento oscuro, un pozo ciego
sin olor a mar, una caja negra intelectualmente vacía
donde la rutina vaga disonante hasta el escondrijo
comatoso de la axila indiferente al desodorante matinal
y de ahí descarga sus incertidumbres en el intestino húmedo.
Surfear hasta donde llegue el impulso y caer como un amasijo
caliente que entumezca la lengua, que te atragante y paralice
como un eructo repentino
en medio de una conversación formal, que perece semejante
a cierta desazón muda, que te saca las ganas vespertinas
de orinar y te eclipsa hasta los ojos.
Sólo entonces es que te traigo de vueltas, al comienzo/
sin rellanos ni descansillos
sin ventanales ni cenas disonantes, evadiendo formalidades
que pulvericen esa ligadura/ sin altares con festejos afros
sin afeites que te adornen/ como llegaste al mudo mundo.
Y te retengo en el silencio, te exprimo completamente/
hasta lo inadmisible intentando resucitar viejos tiempos,
recordando antiguas riñas, grandes rencores,
pero son sólo eso: vanos intentos de resucitación forzosa,
traqueotomías
de puertas abiertas que buscan aires portuarios y salitre
en una ciudad temerosa/ contraria al mar y al discurso libre.
¿No sé qué hacer cuando todo se detiene y confundo los olores
y sonidos? Entonces las ganas intentan evaporarse tibiamente/
me paralizo/ dejo de surfear en lo revuelto
y siento músicas quot;naúsicasquot;,
que me quitan las fuerzas de seguir encima de la tabla por temor a
caer en las fauces de los tiburones y me dejo caer para siempre.
¿No sé si darte de comer como a las avecillas raras, inventarte
un mar sin corrientes traicioneras o echarte lejos de mi almohada hosca
hasta que recuerdes?
Buenos Aires, 38 grados de calor y me marcho al Norte,
sin playas, ni arenas movedizas ni tablas de surf.
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19. Cómplices palabras
quot;No creo en las palabras (...) las he visto afirmar/ negar, mentir
al pie de los altares y patíbulosquot;.
Armando de Armas,
Sobre la brevedad de la ceniza.
Las palabras se incrustan mutiladas contra mis contra mis cristales
se parapetan en mi placard y gimotean
tras mis pasos,
heridas/ dolidas/dañadas/prostituidas/cansadas
se desangran bajo la escalera,
tropiezan unas contra otras al borde del abismo,
se tocan impúdicamente sin pensar en sus géneros y concordancias/
en sus tildes y acentuaciones, en si son diptongos o
triptongos/ llanas o agudas/ sin recato hacen el amor/ desfachatadas/ procaces/
sin pensar en el qué dirán/ sólo en el goce momentáneo/ en la cabalgata
cansina de la vigilia, en la agonía del naufragio, en los estertores de un faro sin
olor a mar. Poco a poco se travisten, se camuflan como voces cómplices aquí
en
esta noche/ sobre mi mesa de luz,/ tras los ojos y
los rictus de las
máscaras que cuelgan de mi sala./ Se escabullen dentro de la almohada y no
me dejan respirar; me cortan el aliento/ pues temen descomponerse,
infectarse, destriparse, engullirse, parecer en el intento/ su egoísta
espíritu de trascendencia las malogra (¡y las salva!), las entierra bajo
el lodo de un monótono cementerio en La Tablada, / las enferma de miedo
y lo que es peor... les nubla el entendimiento, la
razón./Mis palabras
confunden fronteras, geografías, nortes y sures/ galopan histriónicas
por el mundo, con caras de mosquitas muertas/ o malsanos rubores
egocéntricos, / arder en la pira son su sino, cenizas sus afanes/ mojarse
hasta los huesos su tarea/ son como las ausencias de una Habana extramuros,
que ya me resulta extranjeramente ocre.
Mis palabras se mueren de tedio, gritan, insultan sin sentido/
se matan de risa con afilada boca/
diseñan su orgía, su festín de vida o muerte... Cortadas a la
medida/ se lanzan tras su presa/ desvarían por un elogio que les levante
el ánimo/ por un secreto que decir/ juntas trazan estrategias de
ataques y lisonjas: antípodas de un plan mayor/ para el momento oportuno/
para la hora de la puñalada por la espalda./ Mis palabras buscan una
camisa de fuerza, algún
psicofármaco para sedar/ ciertas botellas de vino
para seducir, se quitan el polvo y su carcoma/ y lo hacen con
19
20. profesionalidad, con sutilezas universitarias,/ con estudiada altanería de
diccionario enciclopédico español.
En definitiva, son ellas - todas - un amasijo de hierros mohosos,/
un brebaje hecho ex profeso para colegialas y malevos,
charcas putrefactas donde se hospedan larvas de mosquitos,/
perfumes de free shop de algún viejo aeropuerto sin controlador aéreo.
Peregrinas, sin concilio, traman su partida y su
llegada/ diseñan su
reducto/ buscan su buhardilla, su telo, su letargo, su vigilia.
Por eso, cuando cierro la boca me atraganto, vomito, me mareo,
sube mi presión arterial/ una rara sensación de acidez/ se hospeda bajo mi
lengua
y sale fétidamente hacia afuera./ Por eso es que soy también de los que
nunca ha creído en ellas,/ las colecciono en frascos asépticos para los
días de exámenes de sangre/ y análisis de orina/ e
intento, de vez en
cuando - y por desquite - empujarlas por el tragante del baño,/
a donde van a parar los miasmas pútridos del día.
Buenos Aires, ya sin palabras.
¿Anclado en la isla?
“No hallarás nuevas tierras, no hallarás otros mares.
La ciudad te seguirá. Vagarás por las mismas calles.
Y en los mismos barrios te harás viejo;
y entre las mismas paredes irás encaneciendo.
Siempre llegarás a esta ciudad”.
C. P. Cavafis
Siempre llegaré a esta ciudad de espalda al río
con alfileres en el corazón y navajazos en los bolsillos
escuchando canciones que me recuerdan los escasos zapatos que tuve y
aquel pantalón de colegio azul – como la isla - que mi madre
lavaba en las noches y colocaba detrás del refrigerador para planchar a la
mañana.
La vida ya no es como antes,
mi placard se ha llenado de camisas de todos los colores
las que siempre quise tener y sin embargo tienen poco uso,
decenas de pantalones se doblan indiferentes entre mis perchas de la
abundancia,
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21. pero persiste una rara incertidumbre de que mi piel ya no es mía,
me sigue confundiendo esa sobresalto de querer llenar todos los vacíos del
alma,
como si la existencia estuviera ceñida a abarrotar ausencias materiales.
Me siento solo sin parque en un banco de barrio con faroles rotos
y vuelvo a montarme en el cachumbambé de tablas carcomidas y hierro
oxidado,
intento atestar nuevamente esa maleta de madera verde mambí que hizo mi
padre,
apodada “el botiquín” por mis compañeros de clase,
pero ya no me avergüenzan tanto los motes y las risas contagiosas.
Una extraña mezcla de sabores y olores ya no vienen de la cocina de mi madre
no tuve posibilidad de llegar a su entierro
se despidió en la reja de casa y nunca más quiso abrir sus ojos/
tampoco conozco la tumba donde sosiega su cuerpo,
y no he podido llevarle aún un ramo de flores amarillas/
sus rosas se ponen a miles de kilómetros de donde descansa
desventajas de vivir en una isla sitiada.
Mientras los vaticinios viajan entre las líneas del horizonte
mi hermana sigue poniendo sus vasos de agua con cascarilla
para ahuyentar los malos ojos y reza todas las noches pidiendo salud
y la prosperidad que no llega.
Trato de inventar palabras pero sigo anclado en ese pedazo de tierra colorada
con un extraño olor a asfalto calcinado
y me resisto culturalmente a localismos y voces que me suenan ajenas, aunque
estoy pronto a tener otra ciudadanía.
Mañana seré otro mapa otra calle otros rasgos vagaré por otra ciudad
cual tórrida siesta provinciana de la que no quiero despertar,
saldrá el sol tímido desde este culo del mundo y me descubriré sentado
en la otra vereda donde miraba pasar a los apátridas
para, entonces, todo me será groseramente indiferente
como las encrucijadas de los caminos que se bifurcan
y ya no conducen a tierra firme.
21
22. Cristian Lagos - Curacautín, Chile
YO SOY TU OTRA MUERTE
cuando el trigo barnizó el agua se dio cuenta que el bastón de sus huesos
estaba gastado. Puso sus manos en un hueco tibio de pichón y respiro un
ancho barco que se hundía en su andar en el horizonte de sus ojos. Luego,
Escuchó el tañir de la capilla que era su pezón y se vio molino balanceándose
en sus propias tablas.
Yo soy tu otra muerte y tu mi otra orilla Se dijo, volteando el filo de un hacha
hacia la pared para ahuyentar de esta manera los párpados azules que caían
tras los vidrios
YO SOY TU OTROMAR Y TU OTRA ORILLA
Hazme un nudo en las arterias
No sea cosa que me arda de oxígeno y mis labios se agrieten
de tanto roquerío suelto
de tanta costilla y carne
de ballena flameando en el litoral de chile.
Aúllame mi loba de mar esta noche.
La luna se ahoga en mis costados donde soy más agua y más espuma
y más pescado entre las redes.
Estos parajes florecen en ti mi cisne
en ti mi ventana que se abre en la bruma con enjundia enrojeciendo de lloica
en esos cerros
agrego más ríos a mi sangre
reparto harina y levadura
acharcada en el movimiento marítimo de mis articulaciones
tras los vidrios
los árboles
mostrándonos sus rasgos indolentes a los niños que orinábamos
la cama
mis tuétanos
van a dar a un campo arado
el peso implacables de los días me arquea
sale de mi
una flecha dulce una placenta un hombre que se hizo fiambre
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23. YO SOY TU PUERTA
Toma un poco de agua que me hincho
De madera
Que me raspo si entras o sales
a la fiesta de la calles donde no soy el invitado
Tablas
ábranse tablas esta noche con sus aguas golpeándose
pura espuma se deshace lo salino de tus ojos
cerrados en el nervio turbio jinetea sin manta
sin aire
sin pulmones
colgándose solo en las vigas
con su cráneo blanqueándose en cenizas
hasta los mapas se inundan cuando se abalanzan
los gajos de tu carne
cuesco en las tablas que me cimbra mientras oigo
lo sexual del agua que pasa en estas vetas
mientras llueve
ALEJANDRO CABROL - Argentina
POESIA Y TU
un susurro en el oído
despierta la tempestad interior
que pronto tendrá tu cuerpo
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24. tu opio de palabras
moja hojas moradas
y ojos rojos
con rosas en el pecho
hasta mi lecho
me tiñes de sangre
y dejas
toda mi noche en vela
sin tiempo tan tarde tiemblo
tentado a desatar
el tiento de tus breteles...
en la tela blanca descorchar colores
colores que no eran antes
que los inventaras
brilla en tus labios
la húmeda marca de mi barca
tenues huellas
de la última bandada de palomas
que has bebido
es así
a borbollones
las horas gotean mármol
en tus caderas
y yo
soy
la
estatua
salina y sola
en la capital de tu reino
perfumado y negro
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27. MIGUEL -MÉXICO
MI AMOR INFINITO
hermoso viento del sur
ha llegado a mi vida
respiro sus praderas inmateriales en mi mente
escurro en el mar de sueños
con la sombra de su cuerpo
que se esfuma con el suspiro del recuerdo
cerca escucho su aliento
lamentos que se posan en las ramas
y estremecen mi infeliz silencio
soplo de esperanzas retorna a mi rostro
caricias de palabras trae el viento
desahogos de amor cierran mis ojos
esperando regresar a tus labios
ingrato descubrir tu amor
como la flor que abre en primavera
no es el sol quien daña su esmalte
el aire que mece su espíritu
es mi amor quien marchitara su vida
convirtiéndola en tierra estéril
arrancándola de su naturaleza
Regando el polen de su amor
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28. ROSSANA ARELLANO -CHILE
Las manos esqueléticas del mundo
Las manos esqueléticas del mundo
se elevarán feroces en gruñidos
y no habrá patrocinio de bruñidos
que semejen diademas en un fundo.
Los hombres impasibles contrahechos
alzarán sus vergüenzas con gran ira
y las voces que envuelven la mentira
crujirán de temor ante los hechos.
A quién perfora ojos bajo el ala
le ha de llegar la cita con la muerte
en golpes de unas manos espontáneas
Descenderá su caja tierra en pala
nadie recordará su voz tan fuerte
diluyéndose en feas instantáneas.
Rossana Arellano
Grechka Lee Maldonado
Kissimmee, FL
Estados Unidos
SOLO UNA NOCHE
Noche eterna
entregada de emociones
inquieto crepúsculo, sutil esfera
en mi corazón latente,
investido del aroma
perfumado de tus besos
recojo esa esencia dulce
húmeda, mojada de tu boca
pétalos cubiertos, rozándome
los labios,
alimentas mi aliento
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29. mi sosiego,
suave, pausado
y en suspiros muero, por tenerte
amanecida de tus besos
solo quiero,
sumirme quieta, en tu recuerdo
y allí en tu espacio
contemplarme en el reflejo
de esos,
tus ojos, negro azabache
que me robaron el alma
y me hechizaron
en tiernos ensueños
-“ven, despójame del alma”
-“ven aflora todos mis sentidos”
quedo frágil, impávida
detenida en tu silencio
desenlazo el mutismo
que en el viento desmesurado,
-“yo te pienso”
-“te recuerdo”
entorno que me gravitas
latente de sentirte,
en el soplo de la brisa
muero por tus besos
suave, lejana, ausente,
-“mas solo mío, solo mío”
busco esa
melodía intensa de tu pecho
donde descubrirme, inadvertida
noche de insomnio
sinfonía vacía en mi lecho,
sabanas descubiertas
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30. frías, vacías,
mas deseosas y anhelantes;
-“solo de ti, solo de ti”
añorando tu cuerpo
recordando,
tu boca, tus labios, tus besos
-“mas solo, de ti enamorada”
noche de vigilia
intensa, desmedida
buscando tu presencia
sumergirme en ti,
donde el desvelo
no me mienta, y vestida de tu ausencia
Me regales solo una noche más…
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