3. Gárgolas
• Siempre me han fascinado las
gárgolas, quimeras y grifos que se
encuentran en las catedrales.
Siempre han despertado mi
curiosidad. En el caso de las
gárgolas, no son sólo meros elementos
decorativos, ya que se definen como "
la parte sobresaliente de un caño que
sirve para evacuar el agua de lluvia
de los tejados ", es por ello que no
hay que confundirlas con las
quimeras, que si son elementos
meramente decorativos.
4. Es fácil observarlas en las catedrales góticas. Se dice que los
canteros las esculpían para espantar a los malos espíritus y las
brujas y alejarlos de los templos.
• Las hay de varios tipos: famosas, como
las quimeras de Notre Dame de Paris,
originales, como el fotógrafo de la Catedral
de Palencia, curiosas comola de Dar
Vaider en la Catedral de Washington o el
unicornio y el elefante de la Catedral de
Barcelona y míticascomolas águilas del
edificio Crhysler en NewYork.
7. Todos estos seres a menudo monstruosos, nos vigilan en la
noche desde las alturas. Aquí os dejo una relación de las que
más me gustan, espero que las disfruteis.
• Gárgolas: guardianes frente al mal
Se asoman desafiantes en las cornisas de las grandes
catedrales góticas. Monstruos infernales, imágenes grotescas,
muecas burlonas o animales dantescos. Cualquier
representación es buena si consigue su objetivo: custodiar el
recinto sagrado de los embates del Maligno. Son las
defensoras pétreas, depositarias del encargo divino... Son las
gárgolas.
La Leyenda que las formó
Refiere la tradición oral francesa la existencia de un dragón
llamado La Gargouille, descrito como un ser con cuello largo
y reptilíneo, hocico delgado con potentes mandíbulas, cejas
fuertes y alas membranosas, que vivía en una cueva próxima
al río Sena.
8. • La Gargouille se caracterizaba por sus
malos modales: tragaba barcos, destruía todo
aquello que se interponía en la trayectoria de
su fiero aliento, y escupía demasiada agua,
tanta que ocasionaba todo tipo de
inundaciones.
• Los habitantes del cercano Rouen
intentaban aplacar sus accesos de mal
humor con una ofrenda humana anual
consistente en un criminal que pagaba así
sus culpas, si bien el dragón prefería
doncellas.
9.
10. • En el año 600 el sacerdote
cristiano Romanus llegó a
Rouen dispuesto a pactar con el
dragón si los ciudadanos de esta
localidad aceptaban ser
bautizados y construían una
iglesia dedicada al culto
católico.
11. • Equipado con el convicto anual y los atributos necesarios para
un exorcismo –campana, libro, vela y cruz–, Romanus
dominó al dragón con la sola señal de la cruz,
transformándolo en una bestia dócil que consintió ser
trasladada a la ciudad, atado con una simple cuerda.
• La Gargouille fue quemado en la hoguera, excepción hecha de
su boca y cuello que, acostumbrados al tórrido aliento de la
fiera, se resistían a arder, en vista de lo cual, se decidió
montarlos sobre el ayuntamiento, como recordatorio de los
malos momentos que había hecho pasar a los habitantes del
lugar.
12.
13. Sumideros Sagrados
• Esta curiosa leyenda, más
encantadora que real, viene
a explicar el origen de la
palabra gárgola como
sinónimo de escupir agua
con facilidad, intención
primigenia de las esculturas
ubicadas en las cornisas de
iglesias y catedrales
medievales
14. El concepto de una proyección decorativa a
través de la cual el agua se expulsase del
edificio era conocido desde la antigüedad,
siendo utilizado por egipcios, griegos,
etruscos y romanos.
15. • Mientras que los griegos tenían
especial querencia por las cabezas de
león, fueron los romanos los que
utilizaron estos canalones decorativos
con abundancia, tal y como lo
demuestran los ejemplares de la
ciudad de Pompeya, conservados
intactos hasta la actualidad merced a
la capa de lava que los cubrió durante
la erupción del Vesubio, en el primer
siglo de Nuestra Era.
Aunque cumplen funciones
decorativas y simbólicas su principal
tarea es desviar el agua de la lluvia
para evitar la erosión en los edificios
16.
17. • Durante la Edad Media, las gárgolas se utilizaron
como desagües y sumideros a través de los cuales se
expulsaba el agua de la lluvia, evitando que cayera por
las paredes y erosionase la piedra.
Es esta la utilidad a la que se refieren todos los idiomas
europeos, cuando idearon palabras para designar estos
apéndices arquitectónicos: el italiano gronda sporgente,
frase muy precisa, arquitectónicamente hablando, que
significa "canalón saliente"; el alemán wasserspeider,
que describe lo que una gárgola puede hacer, esto es,
escupir agua; el español gárgola y el francés gargouille,
que derivan del latín gargula, garganta; o el inglés
gargoyle, derivado de los dos anteriores.
18. • Las primeras gárgolas
aparecen a comienzos del
siglo XII. Es en la época
del gótico, concretamente
durante el siglo XIII,
cuando se transforman en el
sistema predilecto de
drenaje, si bien no todas
ellas tenían esta utilidad.
19. Parece que los primeros ejemplos góticos de gárgolas son las que
se pueden observar en la Catedral de Lyon, seguidas de las que
pueblan Notre-Dame de París.
20. • Aunque el arte medieval no predeterminó
una representación fija del dragón, sí
puede observarse en todos ellos la
existencia de alas semejantes a las de un
murciélago, animal asociado a la
oscuridad y el caos. Alas que,
probablemente, indican el origen angélico
del demonio.
Como es de sobra conocido, antes que
Lucifer se revelase y fuera expulsado del
paraíso, era el más bello de todos los
ángeles. Pero cuando cayó, toda su
belleza se transformó en fealdad,
cambiando su nombre por el de Satán,
que significa "adversario u oponente".
23. • Si unoes el diablo, Satán,
muchos son los demonios,
espíritus maléficos servidoresdel
ángel caído. Su representación
en la iconografía medieval recoge
todo lo que de repugnante y
desagradable tenía la naturaleza:
si Dios era el Creador de todas
las cosas bellas, su oponente,
Satán, sólo podía representar lo
feo,sórdido y despreciable.
24. • Ciertas gárgolas muestran estas características, sólo atribuibles al demonio
y sus servidores. Si bien la apariencia externa es humana, hay numerosos
signos demoníacos: los cuernos, las orejas animales puntiagudas, los
colmillos, las barbas, las alas membranosas, la cola, los pies en forma de
patas hendidas y desgarradoras, los cuerpos desprovistos de vello y el
semblante amenazador...
• Una gárgola con alguna de estas características, sino todas, era
inmediatamente asociada al mal, por parte de sus espectadores medievales.
• La fisionomía polimórfica de estas gárgolas diabólicas era la expresión
perfecta de la habilidad del demonio para transformarse, para presentarse
ante el cristiano desprevenido bajo diversos disfraces.
25.
26. Un arte terrorífico
• Es raro encontrar una gárgola sola.
Generalmente suelen estar agrupadas
en hileras, sobre los altos de iglesias y
catedrales, a modo de una sociedad de
gente de piedra.
• Las gárgolas del primer gótico apenas
si estaban elaboradas, pero según
fueron proliferando, el diseño se fue
haciendo cada vez más elaborado,
transformándose en auténticas obras de
arte. El rasgo distintivo de sus
expresiones es que nunca eran bellas
sino intencionadamente horribles,
grotescas o irónicas
27.
28. • En general, el gótico se caracteriza por ser más realista que
el románico, con la excepción de las gárgolas, que parecen
perpetuar la fascinación, típicamente románica, por las
criaturas grotescas y monstruosas.
• Desde finales del siglo XIII las gárgolas se hicieron más
complicadas, abandonándose la representación de animales,
que fueron reemplazados por figuras humanas. Aumentaron
su tamaño y se transformaron en figuras más exageradas y
caricaturizadas.
Las connotaciones demoníacas se abandonaron en el siglo
XV, cuando se extremaron las poses y expresiones faciales,
perdiendo sus significados religiosos y haciéndose más
cómicas.
29. • Las gárgolas eran algo más
que una decoración
funcional, si bien su
significado profundo
permanece aún sin
determinar. Entre las
numerosas que pueblan los
edificios medievales no se
han podido encontrar dos
iguales, demostración de la
extraordinaria imaginación
de sus constructores.
30.
31.
32. • La documentación
contemporánea a su
elaboración ofrece muy poca
ayuda en la resolución del
enigma sobre su significado
derivado, en gran medida, de
la costumbre medieval por
crear ambigüedad, lo que
provoca y permite múltiples
sentidos.
33. • La gran variedad, tanto en
formas como en
significados, va en contra
del uso típicamente
medieval, esto es,
educativo; si se quería
enseñar es evidente que
debía entenderse el mensaje
transmitido a través de las
gárgolas. Es por ello que
encontramos gárgolas no
sólo en iglesias y
catedrales, sino también en
edificios seculares y casas
34.
35. Guardianes de la Fe
Son muchas las explicaciones que se han intentado buscar, a lo
largo de los siglos, para explicar el significado oculto de las
gárgolas. Se han visto como símbolos de lo impredecible de la
vida, pues nunca representan especies animales conocidas.
• En otros casos, se ha dicho que son las almas condenadas por
sus pecados, a las que se impide la entrada en la casa de
Dios. Esta podría ser una interpretación apropiada,
especialmente, para las gárgolas más visibles y terroríficas,
que pueden servir como ejemplo moralista de lo que puede
ocurrirle a los pecadores.
36. Una de las teorías
explica que se creaban
como protectoras
de la Iglesia.
37. • De todas las explicaciones posibles, la más aceptada es
aquella que nos habla de ellas como guardianes de la Iglesia,
signos mágicos que mantienen alejado al diablo. Esta
interpretación puede explicar el porqué de tan diabólicos y
espantosos aspectos y su ubicación fuera del recinto sagrado.
38. • Esta línea argumental es la seguida por Richard de Fournival, Obispo de Amiens en el siglo XIII, y autor de
Roman d’Ablandane, donde cuenta cómo el maestro cantero Flocars hizo dos gárgolas de cobre, que situó en la
puerta de entrada a la ciudad de Amiens, con la intención de que evaluaran las pretensiones de todo aquel que
quisiera entrar en ella.
• Si el individuo era malévolo, las gárgolas escupían un veneno sobre él que lo mataba; por el contrario, si era una
buena persona, los guardianes se encargaban de escupir oro y plata.
39. Señales demoniacas
• Entre las posibles interpretaciones que se han
atribuido a las gárgolas destacan aquellas que las
asimilan a representaciones del demonio, tan presente
en el imaginario colectivo medieval, que recuerda al
cristiano la necesidad de seguir los preceptos religiosos
si quiere escapar del infierno. Así, muchas de las
llamadas gárgolas grotescas parecen representar a
dragones, diablos y demonios, símbolos del mal para el
cristiano de la Edad Media.
40.
41. • El dragón fue el animal
fantástico más
reproducido por el arte
medieval. La palabra
dragón deriva del
sánscrito dric, que
significa "mirar", en
referencia a la capacidad
de este animal para
destruir con sus ojos.
42. • Mientras que otros, como el león,
podían alternar su carácter
maléfico y benéfico, según la
representación que se considerase,
el dragón siempre ha significado,
dentro del arte occidental, maldad
y destrucción. De esta forma,
muchas veces se ha representado
al diablo como un dragón.
• Aunque el arte medieval no
predeterminó una
representación fija del
dragón, sí puede observarse
en todos ellos la existencia
de alas semejantes a las de
un murciélago, animal
asociado a la oscuridad y el
caos. Alas que,
probablemente, indican el
origen angélico del demonio.
43.
44. Si uno es el diablo, Satán, muchos son los demonios, espíritus
maléficos servidores del ángel caído. Su representación en la iconografía
medieval recoge todo lo que de repugnante y desagradable tenía la
naturaleza: si Dios era el Creador de todas las cosas bellas, su
oponente, Satán, sólo podía representar lo feo, sórdido y despreciable.
Ciertas gárgolas muestran estas características, sólo atribuibles al
demonio y sus servidores. Si bien la apariencia externa es humana, hay
numerosos signos demoníacos: los cuernos, las orejas animales
puntiagudas, los colmillos, las barbas, las alas membranosas, la cola,
los pies en forma de patas hendidas y desgarradoras, los cuerpos
desprovistos de vello y el semblante amenazador...
45. • Una gárgola con alguna de estas características, sino todas, era inmediatamente
asociada al mal, por parte de sus espectadores medievales.
• La fisionomía polimórfica de estas gárgolas diabólicas era la expresión perfecta de
la habilidad del demonio para transformarse, para presentarse ante el cristiano
desprevenido bajo diversos disfraces.
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47. Curso 2012-2013
• Manual realizado en las asignaturas de Plástica y Ciencias
Sociales, texto e ilustraciones, por los alumnos y alumnas de
2ºESOB del Colegio Hijas de Jesús de Pamplona.
• Con la colaboración de dos alumnos: Pablo
Ciriaco y Javier Gabari
48. • Alumnos de 2º ESO B: Olaia Aguirre, Aitor Aizpún, Paula Andión, Eric
Araque, Yelko Basterra, Iker Campos, Alejandro De Juan, Vivian
Espinosa, Lorena Francisco, Naiara García, Raquel García, Laura García de
Galdeano, Juan Manuel González, Anastasia Labuza, Nerea Merino,
Marina Molino,Pablo Mora, Lorea Muñoz, David Novoa, Miguel Angel
Pérez, Mikel Pérez, Jimmy Telles, Sergio Urdangariz.
• Profesora: Beatriz Agós