1. “Santa Rosa de Viterbo”<br />“Conflictos y Soluciones”Huaraz-Curso: F.C.C.-Profesor: Aldo Briseño.-Alumna: Inés Araujo Medina.-Grado_2º-Sección:”D”-Año: <br />El Emir y el Mendigo:<br />Narrador: Un emir tuvo una noticia de que, cerca de la ciudad, había un juez muy hábil, para descubrir la verdad, y queriendo conocerlo personalmente, se disfrazo de mercader y se puso en camino.<br />Cerca ya de la población, donde el juez vivía, se acerco al emir un mendigo y le pidió una limosna .El emir le dio algunas monedas, y cuando iba a seguir su camino el mendigo lo detuvo nuevamente <br />Emir: ¿Qué más quieres de mí?<br />Mendigo: te ruego que me lleves en tu caballo hasta la plaza.<br />Narrador: el emir acepto y lo llevo, pero cuando llegaron el mendigo no quería bajarse <br />Emir: ya hemos llegado bájate.<br />Mendigo: bájate tú ¿no sabes que el caballo es mío?<br />Narrador: el emir quedó asombrado, en donde la muchedumbre le aconsejo que fuera donde el juez que él lo sabía todo.<br />Cuando llegaron el juez dijo:<br />Juez: ¿cuéntenme su caso?<br />Narrador: entonces el emir le conto lo que había sucedido <br />Pero el mendigo dijo lo mismo pero afirmando que el caballo era suyo .<br />Narrador: el juez dijo:<br />Juez: dejad el caballo y volved mañana.<br />Narrador: al día siguiente volvieron, donde el juez dijo:<br />Juez: ¿reconocerías tu caballo entre otros 20?<br />Emir: Lo reconocería <br />Juez: ¿y tú?<br />Mendigo: también <br />Juez: entonces síganme, se dirigieron a una cuadra y el emir reconoció al caballo, y el mendigo también.<br />Narrador: entonces volvió a su despacho y le dijo al emir:<br />Emir: ¡toma el caballo, es tuyo!<br />Narrador: y ordeno que le dieran 50 azotes al mendigo.<br />Cuando el juez se alejaba, el emir se dirigió hacia el.<br />Juez: ¡que!, ¿acaso no estás contento con la sentencia?<br />Emir: no es eso, bien atraído por su fama me he sorprendido por lo que acaba de hacer me podrías decir como lo averiguaste <br />Narrador: el juez sencillamente respondió: <br />Juez: le sometí a la prueba para ver de quien era el animal, cuando te acercaste al caballo, este te miro, pero cuando el mendigo lo toco el caballo no le miro .Así fue que descubrí la verdad.<br />Narrador: entonces el muy agradecido se fue.<br />