La pirámide poblacional de España en 2014 muestra que los jóvenes de 30 a 35 años representan casi el 30% de la población, mientras que los ancianos son el 15.7% y los adultos el 24.9%. La pirámide tiene forma de bulbo debido a las bajas tasas de natalidad y mortalidad. Se trata de un país envejecido con una población activa, desarrollado con tasas reducidas de natalidad y mortalidad, influenciado por la inmigración.