La pintura española del siglo XVII experimentó una gran evolución. En un principio dominó el naturalismo y el tenebrismo influenciados por Caravaggio. Más tarde, pintores como Velázquez y Murillo abandonaron este estilo en favor de una pintura basada en la luz, el color y la atmósfera. La temática fue principalmente religiosa al servicio de la Iglesia. Los principales centros fueron Valencia, Sevilla y Madrid, donde destacaron artistas como Ribera, Zurbarán, Murillo y Velázquez.
2. A pesar del contexto desfavorable, de decadencia política y económica, los reyes de la
casa de Austria fueron grandes coleccionistas de arte, deseosos de mostrar una imagen
fastuosa: los principales autores italianos, flamencos y españoles estarán representados
en sus colecciones .
Los reyes y la iglesia promoverán un enorme desarrollo de la pintura en este siglo
3. La pintura será la principal manifestación del arte barroco en España, con una
personalidad propia que la diferencia de la italiana y europea.
De las tres grandes corrientes europeas será el naturalismo la que tendrá mayor arraigo.
El barroco decorativo llegará a España en algunos grandes cuadros de altar a través de
Rubens. El clasicismo se desarrollará muy poco.
4. Técnicas:
Principalmente pintura al óleo sobre
lienzo.
Escaso desarrollo de la pintura mural al fresco,
practicada por artistas italianos y al final del siglo
XVII por la influencia del barroco decorativo.
5. Su temática será fundamentalmente
religiosa, al servicio de la Iglesia y de
las verdades de la fe definidas en
Trento.
La Iglesia será su principal cliente.
La pintura se acomodó a las exigencias
e intenciones contrarreformistas:
• Arte religioso.
• Proscripción del desnudo.
• Arte que no distrajera de las
verdades religiosas.
• Arte que conmueva al espectador a
través del sentimiento y que
exaltase el sentimiento religioso
(dolor, piedad, éxtasis, pasión,
fervor, martirio…).
6. Los principales temas estarán relacionados con
lo planteado por el Concilio de Trento y como
defensa de los valores católicos:
• La Virgen, especialmente Inmaculada, cuyo
dogma fue proclamado por la Iglesia mucho
más tarde, pero que era muy acogido en
España.
• El culto a los santos como intercesores y por
su ejemplo de entrega en martirios,
éxtasis…
• Los sacramentos, negados por los
protestantes.
7. Tan sólo algunos artistas
como Velázquez, que trabaja
y es protegido por la corte,
tendrán libertad para
desarrollar otras temáticas
diferentes (mitológica,
histórica, retratos, incluso el
desnudo…).
8. La pintura alegórica
o histórica se
desarrollará a
instancias de la corte,
como los del Salón de
Reinos del Palacio del
Buen Retiro, en un
claro homenaje y
propaganda del
poder de la
monarquía española.
Este salón está
decorado con
pinturas, llena de
simbolismo político
cuyo último objetivo
era la exaltación del
rey Felipe IV y
del poderío hispano
en el siglo XVII
Hércules. Zurbarán
Victoria de Fleurús. Vicente Carducho
Defensa de Cádiz. Zurbarán Recuperación de Bahía de Brasil.
J. B. Maíno
9.
10. Una de las pinturas
del Salón de Reinos
es La Rendición de
Breda, de
Velázquez,
recordando la toma
de esta ciudad
holandesa en 1625.
Muestra una
imagen de
clemencia de la
monarquía
hispánica, al no
humillar al vencido
y tratarlo como a un
igual.
11. El retrato será un género
muy cultivado, promovido
por los monarcas, los
grandes de la corte y la
iglesia.
• En la corte, Velázquez o
Claudio Coello
retratarán a la familia
real, exaltando su
grandeza y poder de
modo propagandístico,
empleando para la
familia real y los validos
el género ecuestre.
• Los pintores
representarán también
con gran realismo a los
grandes de la España
del momento: validos,
nobles, abades…
12. Se cultivará sobre todo el
retrato individual, si bien
Las Meninas puede
considerarse un retrato
colectivo, en este caso, de
la familia real.
13. No obstante, el afán por el naturalismo también
producirá retratos de personajes populares,
llenos de dignidad, como algunos cuadros de
Velázquez o Ribera.
14. La pintura de género tuvo un escaso
tratamiento, reducido prácticamente a las
escenas de niños callejeros de Murillo, si bien el
propio naturalismo de los personajes en los
cuadros religiosos…. en algunos momentos
hace que parezcan pinturas de género.
15. El bodegón se empleará por parte de
numerosos pintores (Zurbarán, Sánchez
Cotán…) muchas veces como muestra de su
oficio en la imitación de la naturaleza.
En otros con carácter alegórico y de devoción
religiosa o muestra de la fragilidad de los
placeres terrenales y de la realidad de la
muerte (Vanitas).
16. Un género que se desarrollará también será la
pintura de Vanitas, símbolo de la fugacidad de
la vida: los personajes y objetos representados
son todos símbolos de la fragilidad y la
brevedad de la vida, de la vanidad de los
placeres y poderes terrenales y de la presencia
de la única realidad de la muerte.
Vánitas. Antonio de Pereda. 1636
El Sueño del Caballero. Antonio de Pereda. 1650
In ictu oculi. Juan Valdés Leal. 1670/72
17. De la intencionalidad
religiosa de conmover al
espectador y de la
influencia del
naturalismo de
Caravaggio surgirá un
profundo naturalismo,
característico de toda la
pintura española de ese
siglo:
• Se representarán
personajes de modo
realista, sin idealizar,
muchas veces tipos
populares.
• Muchos temas se
representarán como
escenas de la vida
diaria y en entornos
corrientes.
18. Especial atención a la luz: desde el tenebrismo inicial (que algunos conservarán toda su
vida) hasta la perspectiva aérea de Velázquez y las atmósferas luminosas de Murillo.
19. En la primera mitad del siglo
XVII, la influencia del
tenebrismo de la pintura de
Caravaggio será una tendencia
general en la pintura española:
• Luz focalizada, violenta.
• Luz expresiva, que resalta y
oculta las partes que
interesa.
• Contraste entre zonas claras
y oscuras, con contrastes
muy netos entre ellas.
• Atmósferas teatrales,
misteriosas
Ribalta: Cristo abrazando a San Bernardo Zurbarán: San Francisco de Asís
Velázquez: Vieja friendo huevos
20. Algunos artistas
permanecerán, de algún
modo fieles al tenebrismo
durante toda su
trayectoria (Ribalta,
Ribera, Zurbarán).
Otros como Velázquez, por
influencia de la pintura
veneciana, de la pintura de
Rubens y de la pintura
italiana abandonarán el
tenebrismo y se
convertirán en maestros
en el tratamiento de la
luz, de los ambientes, del
aire y la perspectiva
atmosférica.
Murillo también
evolucionará hacia una
mayor luminosidad.
21. Mayor sencillez y equilibrio en
las composiciones y las formas
que en las obras italianas o
flamencas.
No hay movimientos violentos
ni impetuosos, prefiriéndose
organizar el tema en el cuadro a
partir de líneas diagonales y
escorzos.
Será a finales de siglo cuando se
desarrollen composiciones más
dinámicas, abigarradas, con gran
influencia de Rubens, Tintoretto
y el barroco decorativo, como las
de Carreño Miranda o Claudio
Coello.
• Velázquez: Las
Lanzas.
• Claudio Coello:
Adoración de la
Sagrada Forma
• Francisco Herrera:
Triunfo de San
Hermenegildo
22. • A comienzos de siglo se seguirán las tendencias de
carácter escurialense (severidad, decoro, rigidez),
junto con el naturalismo y tenebrismo importados de
Italia.
• Los diferentes pintores irán abandonando este
tenebrismo y lo sustituirán por una pintura
atmosférica, matizada, en la que la luz y el color
serán los principales protagonistas de la pintura,
como en el caso de Velázquez o Murillo.
• En el reinado de Felipe IV se produce la eclosión del
barroco español gracias a la influencia de la pintura
italiana y de Rubens (numerosas obras de este autor
en la colección de la corte española ) y a la difusión
de libros y estampas.
• Las composiciones irán adoptando progresivamente
las influencias del barroco italiano y flamenco: líneas
diagonales, contrastes, teatralidad, efectos
atmosféricos, violentos escorzos…
• Consecuencia de todo lo anterior, con los años la
pintura española mostrará una clara preferencia por
el color y la luz frente a las líneas definidas.
La pintura española experimentará una gran evolución a lo largo del siglo XVII:
23. Tres focos principales:
Valencia Sevilla Madrid
• Ribalta
• Ribera
• Joven Velázquez
• Zurbarán
• Murillo
• Juan Valdés Leal
• Velázquez
• Claudio Coello
• Básicamente tenebristas.
• Ribera va abandonando
el tenebrismo y
ampliando su colorido.
• Zurbarán se mantiene
próximo al tenebrismo
durante toda su carrera.
• Murillo evolucionará
hacia una pintura más
luminosa, dulce y
vaporosa.
• Valdés Leal será conocido
sobre todo por las
pinturas de Vanitas.
• Ambos serán pintores de
corte.
• Velázquez evolucionará
del tenebrismo de su
etapa sevillana hacia una
pintura basada en la luz,
el color y la captación de
la atmósfera.
24. Escuela valenciana:
Ribalta y Ribera.
• Serán los primeros en
recoger la influencia de la
pintura de Caravaggio.
• En sus escenas religiosas
llevarán al extremo el
naturalismo en sus
personajes , incluso
llegando a la fealdad (mujer
barbuda, personajes
deformes, pícaros,
ancianos…) y escenas .
• Emplearán un tratamiento
tenebrista de la luz, con
fuertes contrastes lumínicos,
si bien muchas veces
enriquecidos con colores
más ricos y vibrantes,
especialmente en el Ribera
posterior.
25. Escuela sevillana:
Zurbarán mantendrá la influencia
naturalista y tenebrista en casi toda
su obra.
Trabaja fundamentalmente para
órdenes monásticas y al servicio de
las directrices y temas de
contrarreformistas.
Pinta escenas en que destaca los
estados ascéticos o extáticos, el
fervor, una espiritualidad sencilla y a
veces dulzona.
Sus cuadros suelen ser austeros,
estáticos, con composiciones simples
y con un tratamiento poco cuidado
de la perspectiva.
Figuras sobrias, de carácter a veces
escultórico, labradas por los
contrastes lumínicos con unos
colores bastante sobrios.
26. Escuela sevillana:
Murillo, que se inicia como
un pintor naturalista y
tenebrista, pero con una
temática muy cercana,
familiar, dulce, que incita al
fervor a través de la
afabilidad.
Con el tiempo, por
influencia de Velázquez, de
Rubens y del barroco
decorativo, abandonará ese
tenebrismo y lo sustituirá
por atmósferas luminosas,
vaporosas, doradas, colores
más vivos y luminosos,
tratado con una pincelada
rápida, fluida, suelta y
vaporosa.
27. Escuela sevillana:
Murillo
Sus figuras del
Niño Jesús, de
la Sagrada
Familia o la
Inmaculada son
ejemplo de esa
gracia, dulzura y
candor, propios
de una
religiosidad
intimista,
amable,
sentimental…
28. Escuela sevillana:
Murillo
Sus cuadros de
personajes de las
calles sevillanas
muestran con
dulzura la vida de
la gente sencilla
de las calles de
Sevilla, la gracia y
el candor de los
rostros de los
niños, con sus
dulces y suaves
encarnaduras.
29. Escuela sevillana:
Juan Valdés Leal realizará algunas pinturas moralizantes especialmente arquetípicas del
clima de pesimismo y religiosidad de la España de la época:
Sus cuadros de Vanitas muestran como la muerte impera sobre cualquier gloria pasajera del
mundo, como la serie de pinturas que realiza para Miguel de Mañara.
30. Escuela sevillana:
Velázquez:
• Desde su formación naturalista y
tenebrista en Sevilla evolucionará
en su estancia en la corte a través
de la influencia de la pintura
italiana, veneciana y de Rubens
para desembocar en el gran genio
de la pintura aérea, de la luz y el
color, de la pincelada suelta, de los
todos vibrantes, plateados,
púrpuras… sin abandonar en
ningún momento un gran
naturalismo.
• Abordará todos los géneros, entre
ellos imponentes retratos
cortesanos, la pintura histórica,
alegórica, mitológica, el paisaje, el
desnudo… fruto de la libertad del
pintor protegido por la corte.
31. Escuela madrileña:
Claudio Coello aportará algunos de los aspectos de la pintura decorativa italiana, su
majestuosidad, colorido, dinamismo…