2. Privilegio inigualable
• Ser salvo, por la gracia de Dios, es un
privilegio
• Servir al Señor en áreas de ministerio
es un privilegio
• Pero ser ministro de la Palabra es el
mayor privilegio que pueda recibir un
hijo de Dios
3. El ejemplo de Pablo
• Su pasado lo descalificaba para
ser lo llego a ser: Apóstol de
Jesucristo
• Pero fue llamado, no por los
méritos personales, sino a pesar
de que carecía de ellos
4. ¿Qué tengo que hacer Rom 15:15-18?
• “…Por la gracia que de Dios me es
dada”
• 1° Pauta: Reconocer que todo lo
que somos, lo que hacemos y lo
que tenemos, es por la gracia de
Dios
5. ¿Qué tengo que hacer?
• “…Para ser ministro de
Jesucristo…”
• 2° Pauta: Reconocer a quien
debemos obediencia absoluta
• Reconocer el ministerio especifico
que Dios nos ha dado y enfocarse
en ello
6. ¿Qué tengo que hacer?
• “…Ministrando el evangelio de
Dios…”
• 3° Pauta: Reconocer que debemos
servir la Palabra de Dios, que una
labor sagrada
7. ¿Qué tengo que hacer?
• “…Para que los gentiles le sean
como ofrenda agradable,
santificada por el Espíritu
Santo…”
• 4° pauta: Reconocer que todo es
para la gloria de Dios
8. ¿Qué tengo que hacer? Rom 15
• “Y lo he hecho de palabra y de
obra, con potencia de señales y
prodigios, en el poder del Espíritu
de Dios”
• 5° Pauta: Reconocer que los
resultados son la manifestación del
poder de Dios, no de la habilidad
personal
9. ¿Qué tengo que hacer?
• “…Para conducir a los gentiles a
la obediencia…”
• 6° Pauta: Reconocer que todo la
actividad ministerial, debe estar
en armonía con el eterno
propósito divino
10. ¿Qué tengo que hacer?
• Rom 15:30 “Pero os ruego,…, que
me ayudéis orando por mí a Dios”
• 7° Pauta: Reconocer la
importancia de que otros oren por
nosotros para lograr cumplir el
propósito divino