La venta del país robado —lo cual representa el Pacto Wang-Ortega— es parte de la historia escrita por los gobiernos sucesores del ejército de ladrones y mentirosos —soldados, curas doctrineros y encomenderos— que invadieron Nicaragua para saquearla en nombre del Imperio Español y la ICC. El sucesor actual es el GRUN que se proclama “cristiano, socialista y solidario” para tratar de esconder que, en realidad, es producto del pacto entre dos representantes de los asaltantes del patrimonio de la nación —José Daniel Ortega Saavedra, el tal Danielito, y José Arnoldo Alemán Lacayo, el tal Gordo, y de la violación de la Constitución de la nación con la indulgencia de la ICC.
Nicaragua: La guerra del gobierno en defensa del pacto wang ortega
1. Politikos
Revista del pensamiento racional
Editor: Humberto Gómez Sequeira-HuGóS
25 de Diciembre de 2014 -Los Angeles, California, USA
Nicaragua:
La guerra del gobierno en defensa del Pacto Wang-Ortega
Mientras la fuerza de choque del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional
(GRUN) desarrolla la guerra civil en defensa del Pacto Wang-Ortega en contra de la
nación decente que practica su derecho natural de oponerse a la construcción del canal
interoceánico, la Asamblea Nacional de Nicaragua (La Chanchera1) publicó su deseo
navideño:
“Que esta Navidad convierta cada deseo en flor, cada dolor en estrella, cada
lágrima en sonrisa, cada corazón en dulce morada”.
1
La Chanchera es el nombre del lugar en donde se sacrificaba a los chanchos los sábados a la
medianoche para vender sus cuerpos destazados en el mercado. Asimismo, es el nombre que el
proletariado usaba para referirse al Palacio Nacional en donde se reunían los lacayos del dictador
Anastasio Somoza-Debayle, el tal Tachito, para legislar la mentira y el saqueo de la nación. De aquí, el
FSLN adoptó el nombre de la Operación Chanchera o “¡Muerte al Somocismo! que realizó
exitosamente el Comando Rigoberto López Pérez el 22 de agosto de 1978.
2. Nicaragua: La guerra del gobierno en defensa del Pacto Wang-Ortega
Por Humberto Gómez Sequeira-HuGóS
Página 2 de 6
La Navidad es un evento ficticio que la Iglesia Católica Colonialista (ICC)
impuso en la vida de la humanidad como el nacimiento del “Mesías redentor” por
medio de la guerra para conquistar la mente de las víctimas de su mentira y extraerles
el tributo de la “salvación eterna”.
El deseo de los asambleístas es una burla cruel disfrazada de “fe cristiana” que
revela su estado mental absurdo e hipócrita. En realidad, sus mentiras están dirigidas a
los esclavos tributarios del Estado —que mantienen su opulencia y arrogancia— como
un dictamen monárquico: “Aguanten su sufrimiento y si sienten hambre cómanse las
uñas”. Su discurso no es político, sino que un oscurantismo que no ha resuelto ni
resolverá nunca la cuestión social real: el empobrecimiento continuo del proletariado
producido por la lucha constante de la burguesía por apropiarse de una mayor
cantidad de la riqueza que el proletariado produce. Su deseo navideño tampoco sirve
para esconder su odiosa gordura de casta parasitaria privilegiada que participa de la
corrupción que produjo el acuerdo de venta de la nación entre dos millonarios avaros
sin sensibilidad humana ni ecológica: el encomendero José Daniel Ortega Saavedra (el
tal Danielito) —presidente del cártel llamado Frente Sandinista de Liberación Nacional-
FSLN— y el capitalista filibustero Wang Jing, presidente del cártel llamado Hong Kong
Nicaragua Canal Development Investment Co. La visión imperialista de Wang Jing —
Nicaragua es una mina que debe explotar para beneficio de su clase capitalista y sus
generaciones— es compartida por el GRUN y es la razón de la guerra civil que está
haciendo.
En la realidad creada por la lucha de la burguesía contra el proletariado —
desempleo, miseria y destrucción de la Tierra— para mantenerse como la clase
dominante propietaria de los medios de vida de la humanidad, sus agentes en el
GRUN están haciendo la guerra contra la nación decente que lucha en contra de su
decisión dictatorial de vender el patrimonio nacional. Los medios de vida —la tierra, la
flora y la fauna— que la nación y el mundo necesitan para vivir serán destruidos para
satisfacer la ambición de un cártel imperialista de construir un canal interoceánico a
través del corazón de la nación nicaragüense con el apoyo de un gobierno corrupto. El
canal será como una de las pirámides de los faraones egipcios cuya base es la
explotación y los cuerpos muertos del proletariado. Esta obra sin sentido no producirá
el bienestar de la mayoría desposeída por la burguesía y la ICC: los descendientes de
las naciones indígenas y negras. Su brutalidad es impulsada por la avaricia de los
capitalistas filibusteros y sus lacayos en el GRUN, quienes están imponiendo su
acuerdo de ladrones y mentirosos para enriquecerse a sangre y fuego.
3. Nicaragua: La guerra del gobierno en defensa del Pacto Wang-Ortega
Por Humberto Gómez Sequeira-HuGóS
Página 3 de 6
La difamación de sus opositores, la amenaza, la represión, la expropiación
forzada y el asesinato son los instrumentos que el GRUN está usando para imponer su
deseo de Navidad y año nuevo. El objetivo del gobierno no es “el bien común” y su
método no es la democracia. La dictadura impuesta con fusiles y garrotes sobre la
oposición decente por su fuerza de choque —ignorante, servil y violenta— es la
manera en que el GRUN se mantiene en el poder con la aprobación de la burguesía y
la indulgencia de la ICC. Las llamadas “turbas sandinistas” en realidad sirven para
mantener la “paz del terror” que la burguesía necesita para realizar el saqueo de la
nación. Las turbas que dirigía la Colacha2 en defensa de la dictadura de la burguesía
durante la dinastía somocista-católica ejecutaban la misma función. La burguesía ha
preservado esta tradición gubernamental con la ayuda de Danielito —su encomendero y
líder supremo de las turbas—, quien antes de tomar el poder del Estado demostró
tener aptitud para purgar a las personas —incluso a sus camaradas— que veía como
obstáculos para la realización de su ambición.
El GRUN está conformado por ladrones y mentirosos —encomenderos y curas
doctrineros que representan los intereses del Consejo Superior de la Empresa Privada
(COSEP) y el Fondo Monetario Internacional-FMI— que luchan por mantener a
Nicaragua como país robado en el que la burguesía es la dueña de los medios de
producción de la nación y el proletariado es la clase esclava que produce la riqueza de
la nación que la burguesía se roba. El origen de este atraco está en la guerra que los
ascendientes de la burguesía hicieron en contra de las naciones indígenas y negras para
desposeerlas, evangelizarlas, deshumanizarlas y esclavizarlas. Este gobierno es el
continuador de la tradición de vileza establecida por los líderes del Partido
Conservador y del Partido Liberal que vendieron la soberanía nacional a los usureros
imperialistas yanquis y asesinaron a Augusto César Sandino —General en Jefe del
Ejército de Defensa de la Soberanía Nacional de Nicaragua— con la indulgencia de la
ICC. El legado de los líderes burgueses, conservadores y liberales, vendepatria es la
guerra civil, la invasión de los marines yanquis, el atraso, el oscurantismo católico y el
racismo. Esta herencia es el virus ideológico que controla la mente del GRUN y
produce su política antinacionalista. Su juicio es que la soberanía de Nicaragua no tiene
valor sin la venta de los medios de vida de la nación.
2
Colacha: sobrenombre de Nicolasa Sevilla Montes, la dama de hierro engendrada por la corrupción
de la burguesía, el clero y su dictadura. Ella fue la jefa de las fuerzas de choque que la Mafia católica-
somocista usaba para aterrorizar, atacar y asesinar a los opositores y sospechosos.
4. Nicaragua: La guerra del gobierno en defensa del Pacto Wang-Ortega
Por Humberto Gómez Sequeira-HuGóS
Página 4 de 6
La venta del país robado —lo cual representa el Pacto Wang-Ortega— es parte de
la historia escrita por los gobiernos sucesores del ejército de ladrones y mentirosos —
soldados, curas doctrineros y encomenderos— que invadieron Nicaragua para
saquearla en nombre del Imperio Español y la ICC. El sucesor actual es el GRUN que
se proclama “cristiano, socialista y solidario” para tratar de esconder que, en realidad,
es producto del pacto entre dos representantes de los asaltantes del patrimonio de la
nación —José Daniel Ortega Saavedra, el tal Danielito, y José Arnoldo Alemán Lacayo,
el tal Gordo, y de la violación de la Constitución de la nación con la indulgencia de la
ICC.
La secta que rinde culto a Danielito —los autodesignados comandantes
sandinistas— reemplazaron su proclamado objetivo de liberación nacional cuando
luchaban contra la dictadura somocista-católica con la piñata nacional y los pactos con
sus adversarios políticos para distribuirse el poder del Estado y seguir piñateando. La
irracionalidad —compuesta de auto derecho, personalismo, violencia y religión— y la
mentira son los componentes del método que dicha secta y su líder han usado para
administrar el Estado y negociar la distribución del usufructo con sus colegas de La
Chanchera. El modelo que han seguido no ha sido la honradez que practicaron los
dirigentes del EDSN, sino que la vileza que el Imperio Español, el Imperio Yanqui, la
burguesía, la ICC, el Partido Conservador y el Partido Liberal implantaron en la mente
política de la nación como la manera adecuada de administrar un Estado cuya raíz
histórica es el sistema de esclavitud de la encomienda y cuya razón continúa siendo la
necesidad de la burguesía de tener un fuerte en el cual protegerse cuando las víctimas
de su explotación desatan su justa ira. Mediante el uso del poder del Estado como un
instrumento de enriquecimiento y dispensación de favores; la manipulación de la
Constitución de la nación; el pillaje —históricamente conocido como La Piñata— y el
contubernio con los curas doctrineros, los autodesignados hijos de Sandino se
corrompieron bajo el calor de su deseo insaciable de poder, fortuna y fama.
Como lo hizo Fernando Bernabé Agüero Rocha, quien —como líder del Partido
Conservador— firmó el Pacto Kupia Kumi con el déspota católico Anastasio Somoza
Debayle, el tal Tachito, a cambio de una parte del usufructo de la administración del
Estado, José Daniel Ortega Saavedra, el tal Danielito, también firmó un pacto con José
Arnoldo Alemán Lacayo, el tal Gordo, —quien en 1999 era el jefe de la Mafia católica-
liberal que controlaba el poder del Estado y miembro del Partido Liberal
Constitucionalista— a cambio de la misma prebenda. El tal Gordo fue condenado por
robar 100 millones de dólares del erario, pero después fue absuelto por la Corte
5. Nicaragua: La guerra del gobierno en defensa del Pacto Wang-Ortega
Por Humberto Gómez Sequeira-HuGóS
Página 5 de 6
Suprema que controlaban los orteguistas. Y también como lo hizo el general Emiliano
Chamorro Vargas, El Cadejo, quien —como ministro plenipotenciario del gobierno del
ladrón Adolfo Díaz Recinos y líder del Partido Conservador— vendió a Nicaragua,
por medio del Tratado Bryan-Chamorro, al Gobierno de la Burguesía Imperialista Yanqui,
José Daniel Ortega Saavedra también vendió a Nicaragua, por medio del Pacto Wang-
Ortega, a un capitalista filibustero chino, Wang Jing, a quien Danielito llama su gran
hermano.
El GRUN no es lo que alega ser —“cristiano, socialista y solidario”—, sino que
capitalista, despótico y filisteo. Estas son sus propiedades reales que lo capacitan para
actuar como el agente de un cártel imperialista. Su relación con la nación es la misma
que el gobierno de Adolfo Díaz Recinos practicó como el bandido de confianza de la
Casa Blanca con la indulgencia del cura doctrinero José Antonio Lezcano y Ortega.
Como lo ha hecho Danielito, Díaz Recinos también ayudó a los filibusteros yanquis a
robarse el oro de las minas de la nación y entregó el tren y el control de las finanzas del
Estado a los bandidos Brown Brothers & Company y J. & W. Seligman & Company
como fianza por empréstitos para consolidar la deuda del Estado.
El GRUN es el defensor de la ley burguesa de la propiedad privada de los
medios de producción. Este concepto brutal de propiedad es la regla con la que trata al
país y hace la guerra de la burguesía —Wang Jing, el COSEP y el FMI— con la
indulgencia del cura doctrinero Miguel Obando y Bravo. Su fin es quebrar la
resistencia a la imposición de su pacto filibustero para que no se convierta en una
revolución y así ayudar a los capitalistas invasores a conducir la destrucción y el saqueo
del país en “paz”.
El GRUN es una célula corrupta y corruptora en el cuerpo de la nación que
destruye su vida, especialmente la de la mayoría: las personas proletarias cuyo
empobrecimiento ha profundizado con su política de promotor del enriquecimiento
de la burguesía. Por consiguiente, es necesario expulsarlo del Estado —que usa para
empobrecer a la nación y hacer la guerra civil— por medio de la revolución.
La lucha de la nación nicaragüense decente en contra del Pacto Wang-Ortega es la
lucha por la preservación de la humanidad y su madre naturaleza como un solo
organismo. Su esfuerzo se opone a la determinación bélica de la burguesía —
impulsada por la avaricia e ignorancia— de destruir la vida como una “inversión
futura” para preservar el capitalismo.
6. Nicaragua: La guerra del gobierno en defensa del Pacto Wang-Ortega
Por Humberto Gómez Sequeira-HuGóS
Página 6 de 6
El movimiento en contra del Pacto Wang-Ortega debe de unificarse por medio de
una dirección decente —independiente del GRUN, el FSLN, los partidos políticos y
sindicatos corruptos, y la ICC— que apele al proletariado, campesinado pobre y
estudiantado decente para que usen los recursos a su alcance para desarrollar la lucha
hasta derrotar a sus enemigos.
El Pacto Wang-Ortega es la continuación de la tradición de corrupción que los
líderes conservadores, liberales y católicos de la burguesía establecieron por medio del
Pacto del Espino Negro.
¡Abajo el Pacto Imperialista Wang-Ortega!
¡No confiar en el gobierno ni su confesor!
¡Fuera capitalistas filibusteros de Nicaragua!
¡Huelga nacional para contrarrestar la guerra del gobierno y salvar a la nación de
su destrucción!
Nota acerca del editor:
Humberto Gómez Sequeira-HuGóS es el autor de “Nicaragua: El diálogo entre los
curas doctrineros y encomenderos”.