El Proyecto Etnoeducativo de la Comunidad de Anchicayá, es una apuesta formativa construida con la perspectiva de generar condiciones para garantizar la pervivencia cultural de la comunidad negra que habita y significa este territorio, constituyendo com tal un documento de proclamación al derecho de acceder a una educación autónoma, que promueve por la recuperación y divulgación de la identidad cultural y de las tradiciones ancestrales y al ser reconocidos desde la diversidad cultural.
2. 1. Proceso metodologico para la construcción del
proyecto etnoeducativo comunitario..........7
1.1. Procedimiento metodológico operativo -
fases.........................................................................7
ENTIDADES Y ACTORES PARTICIPANTES..4
INTRODUCCION..................................................5
01CAPITULO
3. Caracterización del territorio.......................25
3.1. Caracterización ambiental de la cuenca hidro-
grafica del Río Anchicayá........................................25
3.1.1. Actividades económicas y su asociación a
prácticas culturales..................................................28
3.1.2. Importancia ecológica y diversidad............31
3.2. Caracterización sociodemografica................35
3.3. Prácticas y valores culturales de la comunidad
de anchicayá asociadas al territorio......................38
3.3.1. Caracterización histórica.............................38
3.3.2. Caracterización actual..................................51
3.4. La Institución Educativa Silvano Caicedo-
Girón.......................................................................59
3.5. Aspectos problematizadores socio culturales
y ambientales del Río Anchicayá............................63
3.5.1. Identidad........................................................63
3.5.2. Uso, manejo y control del territorio..........65
3.5.3. Fortalecimiento organizativo.....................66
3.5.4. Aspectos Ambientales.................................67
03CAPITULO
4. Fundamentos y principios que orientan la
acción etnoeducadora a de la comunidad negra
del Río Anchicayá...................................................68
4.1. Concepto de educación definido por la comu-
nidad etnoeducativa del Río Anchicayá..70
4.2. El horizonte del proyecto etnoeducativo del
Río Anchicayá............................................................71
4.2.1. Misión..............................................................71
4.2.2. Visión...............................................................71
4.2.3. Objetivos etnoeducativos............................72
4.3. El imaginario del PEC para la comunidad
negra del Río Anchicayá debe concebir
una..........................................................................72
4.4. La comunidad etnoeducativa que soña-
mos.........................................................................73
4.4.1. Perfil del niño y de niña................................73
4.4.2. Perfil del joven................................................74
4.4.3. Perfil del hombre y mujer.............................74
4.4.4. Perfil de la comunidad..................................75
4.4.5. Perfil del educador........................................76
4.4.6. Perfil de líderes y lideresas...........................76
04CAPITULO
2. Marco general del proyecto etnoeducativo
comunitario - PEC...................................................12
2.1. Definición y marco legal del PEC..............12
2.2. Derechos étnico-territoriales y culturales de
las comunidades negras...............................16
2.2.1. Los derechos colectivos o ancestrales de
las comunidades negras en colombia.......17
02CAPITULO
CONTENIDO
3. BIBLIOGRAFÍA....................................................92
WEBGRAFÍA........................................................94
INDÍCE DE REFERENCIAS.....................................95
6. Ruta a seguir para la implementación del
proyecto etnoeducativo de la comunidad de
anchicaya..................................................................90
06 CAPITULO
5. Componente pedagógico de la acción etnoe-
ducadora de la comunidad negra del Río Anchica-
yá..............................................................78
5.1. Principios y fines de la educación............78
5.2. Apuestas pedagógicas...............................79
5.3. Currículo propio..........................................81
5.3.1. Ejes curriculares.......................................81
5.4. Aprendizajes previos y significativos del
educando..............................................................86
5.5. Estrategias pedagógicas que permiten
potenciar el aprendizaje significativo y la recupe-
ración de la identidad de la comunidad anchica-
güena.......................................................86
5.5.1. Proyectos integradores de aula............86
5.5.2. Diálogo igualitario...................................86
5.5.3. Las tertulias literarias..............................86
5.6. La evaluación...............................................87
05CAPITULO
Composición y Diseño Documento: Laura Fernández B.
Elaborado en: Santiago de Cali, Valle del Cauca
Colombia -2016
4. ENTIDADES Y ACTORES SOCIALES PARTICIPANTES
Territorio
San José - El Coco - El Llano - Santa Barbará - Calle Larga - Bracitos - Amazonas -
Humanes Río - Taparal -Las Palmas - Las Contras -Humanes Mar
Organizaciones Sociales y Comunitarias
ONUIRA - Organización de Negros Unidos por la defensa de los intereses del Rio Anchicaya
Consejo Comunitario Mayor del Río Anchicayá - Comité Veredal San José - Comité Veredal
Calle Larga - Comité Veredal El Llano - Comité Veredal Las Palmas
Comité Veredal Santa Barbará - Comité Veredal Humanes Mar
Consejo Comunitario Bracito Amazonas - Consejo Comunitario Taparal Humanes
Sedes educativas de la Institución Educativa Silvano Caicedo Girón
Sede San José - Sede San Antonio -Sede Felipe Rodríguez
Sede Santa Barbará - Sede María Magdalena - Sede Primera Fundación
Sede La Milagrosa - Sede Martín Luther King -Sede Gerardo Valencia Cano
Sede Eduardo García - Sede San Martín - Sede Santa Teresita
Equipo Facilitador Fundación Acovida
Galia Bermúdez Cerón - Margarita Rosa López L - Jairo Castro L.
María Fernanda Quijano - Miller Machado - Danelly Estupiñan
Entidad Auspiciadora
Fundación Epsa
5. “Los colombianos debemos construir
en la niñez y la juventud,una ética de
respeto a las diferencias y a la diver-
sidad étnica y cultural”
(Mosquera, M Juan de Dios)
El Proyecto Etnoeducativo de la Comuni-
dad de Anchicayá, es una apuesta formati-
va construida con la perspectiva de gene-
rar condiciones para garantizar la perviven-
cia cultural de la comunidad negra que
habita y significa este territorio, constitu-
yendo como tal un documento de procla-
mación al derecho de acceder a una edu-
cación autónoma, que promueve por la
recuperación y divulgación de la identidad
cultural y de las tradiciones ancestrales y al
ser reconocidos desde la diversidad cultu-
ral.
Para lograr el diseño del Proyecto Etnoe-
ducativo de la comunidad de Anchicayá,
fue necesario un proceso participativo de
diálogo y consulta entre actores diversos
no solo de la comunidad del Consejo
Comunitario, sino también de la institu-
ción educativa Silvano Caicedo Girón, en
aras de permitir que todas las voces y
percepciones fueran escuchadas.
Durante varios meses, la Fundación Acovi-
da, entidad contratada por la Fundación
EPSA para el desarrollo de este proceso,
generó escenarios diversos de encuentro
que facilitaron la elaboración colectiva del
Proyecto Etnoeducativo Comunitario
(PEC) de la Comunidad Negra del Río
Anchicayá, en función del fortalecimiento
de su visión propia de futuro y de su iden-
tidad étnica y cultural.
La elaboración del PEC, requirió de abor-
dar unos momentos de conceptualización
y metodológicos con la comunidad educa-
tiva e integrantes claves de la comunidad
del Consejo Comunitario para la construc-
ción, participativa del proyecto Etnoeduca-
tivo comunitario desde el enfoque diferen-
cial étnico y generacional.
El documento consta de 5 capítulos
los cuales se proceden a presentar:
5
INTRODUCCIÓN
6. - En el primer capítulo se describe la meto-
dología utilizada para la elaboración del
PEC de la Comunidad Negra del Río Anchi-
cayá, el cual tuvo varios momentos, que
incluyen jornadas de preparación, sensibili-
zación, recuperación de la memoria históri-
ca y colectiva, devolución y validación de
información, construcción sueños, defini-
ción de la identidad del PEC y finalmente
establecer la apuesta pedagógica.
- El capítulo 2 tiene dos temáticas centra-
les, en la primera hace referencia al marco
normativo y conceptual general del
Proyecto Etnoeducativo Comunitario el
cual se desarrolla desde el contexto de lo
que ha sido el movimiento de las comuni-
dades negras en Colombia; en la segunda
temática se toma lo correspondiente a los
derechos étnico-territoriales y culturales
de las comunidades negras, ya que es
desde la perspectiva de enfoque de dere-
cho como se orientó el proceso. Esto expli-
ca, los ejes que orientan las discusiones:
Identidad, Territorio, y Organización y
participación.
- En el tercer capítulo se presenta una
amplia caracterización del territorio, que
comprende en primer lugar, una georrefe-
renciación del entorno ambiental de la
cuenca hidrográfica del Rio Anchicayá, las
actividades económicas y su asociación a
prácticas culturales. En segundo lugar, se
presenta una descripción general socio
demográfica de los Consejos Comunitarios
Mayor del Río Anchicaya, Bracitos Amazo-
nas y Taparal Humanes; en tercer lugar se
hace una descripción etnográfica de la
comunidad Anchicagüeña, resaltando las
prácticas y valores culturales de la comuni-
dad anchicagüeña asociadas al territorio,
trazando una línea de tiempo que describe
cómo eran hace unos 50 años y como son
en esta época, aspectos como la identidad,
el territorio, la organización y la participa-
ción. Finalmente, se hace un análisis alre-
dedor de los cambios culturales y la pérdi-
da de identidad, estableciendo las prácti-
cas que se deben recuperar como también
las acciones a realizar para disminuir el
impacto ambiental de la cuenca hidrográfi-
ca.
- Al llegar al capítulo cuatro, se presentan
los fundamentos y principios que orientan
la acción etnoeducadora de la comunidad
anchicagüeña, la forma como la comuni-
dad conceptualizó la educación, el hori-
zonte del proyecto etnoeducativo, el ima-
ginario del PEC para la comunidad anchi-
cagüeña y la comunidad etnoeducativa
que se sueña.
- El capítulo 5, corresponde al componen-
te pedagógico de la acción etnoeducadora;
se parte de las posibilidades que la Ley
General de Educación establece, se explica
la apuesta pedagógica, el currículo propio y
los ejes curriculares. Se describen las
estrategias pedagógicas que permite
potenciar el aprendizaje significativo y la
recuperación de la identidad de la comuni-
dad anchicagüeña como son: proyectos
integradores de aula, el diálogo igualitario y
las tertulias literarias. El capítulo cierra con
la concepción de la evaluación, cuyos
criterios se respaldan en el actual sistema
de evaluación de la Institución Educativa
Silvano Caicedo Girón.
El documento finaliza con las recomenda-
ciones a seguir para viabilizar la aplicación
del PEC, el cual será un libro abierto que
permitirá por siempre pasar a la siguiente
página.
6
7. Se inicio con la idea que todo proyecto
etnoeducativo comunitario se expresa en
un ciclo que involucra: una fase de diag-
nóstico del territorio y sus problemáticas,
una fase de formulación del proyecto
etnoeducativo comunitario, una fase de
implementación del mismo y una fase de
seguimiento, control y evaluación y reinicio
del ciclo del proyecto etnoeducativo
comunitario. Desde este punto de vista, el
proceso desarrollado de construcción
participativa del Proyecto Etnoeducativo
Comunitario de la Institución Educativa
Silvano Caicedo Girón y el Consejo Comu-
nitario Mayor del Río Anchicayá, se con-
creta en las dos primeras fases del ciclo
teórico de la concepción de un proyecto
etnoeducativo comunitario, y que se cono-
cerá en el presente documento.
A continuación se presenta en forma
esquemática el plan metodológico que se
ejecutó durante siete meses y las orienta-
ciones conceptuales de la metodología
implementada.
1.1 PROCEDIMIENTO METODOLÓ-
GICO OPERATIVO - FASES
La fase cero, se concibió como una “fase
de institucionalización”, que se inició con la
presentación por parte de la Fundación
Epsa y la Fundación Acovida de la
propuesta a representantes de la Institu-
ción Educativa Silvano Caicedo Girón y a
miembros de la Junta Directiva del Conse-
jo Comunitario Mayor del Río Anchicayá
para posteriormente realizar su presenta-
ción pública a través de una Asamblea
comunitaria llevada a cabo en la sede edu-
cativa San José.
Esta fase, con la que se inició y se cierra el
proceso de construcción del PEC, se
fundamenta en que las problemáticas
colectivas de los anchicagüeños y en parti-
cular la ruta de soluciones propuestas a
través del proyecto etnoeducativo comu-
nitario que encarnan las decisiones colecti-
vas o lineamientos, deben contar con el
respaldo de los diferentes actores que
confluyen en sus interés y preocupación
por los asuntos públicos de la educación
7
1. PROCESO METODOLÓGICO PARA LA CONSTRUCCIÓN
DEL PROYECTO ETNOEDUCATIVO COMUNITARIO
8. en el territorio, en la necesidad de generar
la base de legitimidad al PEC concebido y
formulado.
La primera fase denominada diagnóstico,
se estructuró con la ejecución de dos con-
versatorios intergeneracionales con adul-
tos mayores y jóvenes en las veredas Calle
Larga y Humanes Mar. Este ejercicio
permitió identificar el estado de algunas
prácticas y valores culturales esenciales
para dicha comunidad. Las variables diag-
nosticadas fueron las que comprenden los
derechos colectivos de las comunidades
negras y son las siguientes: identidad
étnica y cultural, territorio, organización y
participación.
También se realizaron dos talleres investi-
gativos diagnósticos en las veredas San
José y Humanes Mar con líderes, represen-
tantes de Comités Veredales y de los Con-
sejos Comunitarios Mayor Río Anchicayá,
Bracito Amazonas y Taparal Humanes,
adultos mayores reconocidos y respetados,
padres y madres de familia, docentes y
estudiantes para socializar y retroalimentar
la información obtenida en los conversato-
rios.
Estos talleres permitieron construir una
dinámica de trabajo, con elementos claros
qué se pretenden recuperar por parte de la
población de cada una de las variables:
identidad étnica y cultural, territorio,
organización y participación.
Además se llevó a cabo un taller con las
directivas-docentes y docentes para
profundizar en la re significación del proce-
so de construcción de PEI a PEC, a través
de 3 momentos: identificación de expecta-
tivas de la institución educativa con
respecto al proyecto, reflexión sobre el PEI
actual y la importancia del PEC para la
institución.
En la segunda fase, se construyó participa-
tivamente tanto los fundamentos y princi-
pios como el componente pedagógico que
orientan la acción etnoeducadora de la
comunidad anchicagüena. Esta fase se
estructuró con la ejecución de 6 encuen-
tros ó talleres, teniendo siempre como
enfoque los derechos colectivos:
Los dos primeros talleres se centraron en
construir los sueños, los principios y los
valores como colectivo.
Un tercer taller denominado “diálogo de
saberes sobre el PEC” donde, por una
parte, se recogieron las diferentes reflexio-
nes y elaboraciones de la Junta Directiva
del Consejo Comunitario como de la I.E.
Silvano Caicedo Girón, sobre la educación
para el territorio de Anchicayá y por otra se
estableció con los participantes el horizon-
te que orientara al PEC: visión, misión y
objetivos.
Y tres encuentros donde, participativa-
mente, se afinaron los componentes con-
ceptuales y se construyeron elementos
pedagógicos y comunitarios del PEC.
En términos cuantitativos, a través de los
diferentes eventos participaron alrededor
de 124 personas de las diferentes veredas
donde hay sedes educativas de la I.E: Ama-
zonas, Humanes río, Las Contra, cabecera
Buenaventura, Bracitos, Calle Larga, El
Coco, El Llano, Firme, Humanes Mar, Santa
Barbará, Las Palmas, San José y Taparal. La
8
9. mayor asistencia fué de docentes, directi-
vos docentes, miembros de los Comités
Veredales, Consejo Comunitario Mayor del
Río Anchicayá y estudiantes (Cuadro No. 1.
Participantes en la construcción del PEC.
2015-2016).
9
Cuadro 1. Participantes en la construcción del PEC. 2015 -2016 Parte 1
Participantes
Lugar donde
vive o trabaja
Organización
Institución
Cargo
10. 10
Cuadro 1. Participantes en la construcción del PEC. 2015 -2016 Parte 2
Participantes
Lugar donde
vive o trabaja
Organización
Institución
Cargo
11. 11
Cuadro 1. Participantes en la construcción del PEC. 2015 -2016 Parte 3
Participantes
Lugar donde
vive o trabaja
Organización
Institución
Cargo
12. 2.1. DEFINICIÓN Y MARCO LEGAL DEL
PEC
Los procesos etnoeducativos de las comu-
nidades negras, empiezan a ser visibles en
la década de los 80´s a partir de sus
propias iniciativas. En general estos proce-
sos tienen como principal preocupación la
búsqueda de alternativas educativas que
posibiliten el reconocimiento del ser comu-
nidad negra en todas sus dimensiones,
ante la urgencia de poder enfrentar el con-
texto social, político y cultural del país,
cuya presión ha puesto en riesgo las parti-
cularidades étnicas de las comunidades
negras en Colombia. Fenómenos como el
conflicto armado, el desplazamiento forza-
do, contribuyen considerablemente en la
pérdida paulatina de la identidad, el
cambio de prácticas culturales, la sustitu-
ción de valores ancestrales, baja autoesti-
ma de la población afro, empobrecimiento
y hasta la auto negación del SER NEGRO.
En consecuencia con lo anterior, durante
los últimos años, las comunidades negras
en Colombia han venido desarrollando de
manera autónoma, iniciativas de resisten-
cia a los postulados de una educación
homogeneizadora, la cual desconoce la
diversidad de las comunidades étnicas y
por ende las cosmovisiones culturales. Es
así como se generan discusiones y debates
de confrontación a las formas de enseñan-
za tradicional, proponiendo la elaboración
e implementación de planes o proyectos
etnoeducativos comunitarios dentro de un
enfoque de modelo pedagógico propio,
proceso fundamental para la continuidad y
el progreso de una nación pluriétnica y
multicultural como lo es Colombia.
El Ministerio de Educación Nacional define
el Proyecto Educativo Comunitario (PEC),
como: “la concepción integral de vida y
gestión de saberes propios de los pueblos
2. MARCO GENERAL DEL PROYECTO
ETNOEDUCATIVO COMUNITARIO - PEC
12
13. cultura, una lengua, una tradición y unos
fueros propios. Reconoce principios y fines
específicos, permite el desarrollo de las
lenguas autóctonas. Esta educación debe
estar ligada al ambiente, al proceso
productivo, al proceso social y cultural, con
el debido respeto de sus creencias y tradi-
ciones (Art.55). Su finalidad está orientada
a afianzar los procesos de identidad, cono-
cimiento, socialización, protección y uso
adecuado de la naturaleza, sistemas y
prácticas comunitarias de organización, la
lengua materna, y a la formación docente e
investigación en todos los ámbitos de la
cultura, lo que va en concordancia con lo
fines y principios de la educación orienta-
dos en la integralidad, interculturalidad,
diversidad lingüística, participación comu-
nitaria, flexibilidad y progresividad (Art.56).
Fija criterios para la selección, formación y
profesionalización de educadores y orienta
el desarrollo administrativo de la educa-
ción, con la participación de las comunida-
des y sus autoridades y obliga al Ministerio
de Educación Nacional MEN a brindar
asesoría especializada a los grupos étnicos,
en el desarrollo curricular, en la elabora-
ción de textos y materiales educativos y en
la ejecución de programas de investigación
y capacitación etnolingüística
Con el Decreto 804 de 1995 se reglamen-
ta el Capitulo 3º de la Ley 115 definiendo,
y precisando la “articulación de los proce-
sos educativos de los grupos étnicos con
el sistema educativo nacional, con el
debido respeto de sus creencias y tradicio-
nes”. Establece los siguientes principios de
la etnoeducación:
a) Integralidad.
b) Diversidad lingüística.
c) Autonomía.
13
indígenas, comunidades afrocolombianas,
raizales y room, que les permite recrear
diferentes manifestaciones culturales y
opciones de vida mediante la re-afirmación
de una identidad orientada a definir un
perfil de sociedad autónoma, creativa,
recreativa, reflexiva y comunitaria cimenta-
da en sus raíces e historia de origen en
permanente interacción con el mundo
global. En este escenario multicultural y
plurilingüe, la planificación, gestión y admi-
nistración de Proyectos Educativos Comu-
nitarios - PEC, se constituye en la fuente y
fuerza motora de la reelaboración e imple-
mentación de los planes globales de vida
acordes a su cultura, lengua, pensamiento,
usos y costumbres. El PEC se convierte
entonces en la carta de navegación de la
Institución educativa, en la medida que
orienta las acciones de la comunidad edu-
cativa desde lo cultural, lo pedagógico y lo
curricular”
La etnoeducación posee un sustento legal,
soportado desde la Constitución Política
de Colombia, la cual declara en sus princi-
pios a Colombia como un país pluriétnico y
multicultural (Artículo 7º), aspecto desa-
rrollado para las comunidades negras en la
Ley 115 /94 o Ley General de Educación,
el Decreto 804 de 1995, la Ley 70 /93, y
la Ley 21; cada una de ellas reconoce la
importancia de los procesos etnoeducati-
vos para el logro de una educación perti-
nente e incluyente en la comunidades
étnicas:
La Ley 115 de 1994 en el Titulo III, dedica
el Capítulo 3º a la “Educación para Grupos
Étnicos”, establece que la Etnoeducación,
entendida como la educación que se
ofrece a grupos o comunidades que inte-
gran la nacionalidad, que poseen una
1
2
14. d) Participación comunitaria.
e) Interculturalidad.
f) Flexibilidad.
g) Progresividad.
h) Solidaridad.
En su Artículo 4 declara que “La atención
educativa para los grupos étnicos, ya sea
formal, no formal o informal, se regirá por
lo dispuesto en la Ley 115 de 1994, sus
decretos reglamentarios, en especial el
Decreto 1860 de 1994 y las normas que
lo modifiquen o sustituyan y lo previsto de
manera particular en el presente Decreto”
y dispone que "La formación de educado-
res constituye un proceso permanente de
construcción e intercambio de saberes que
se fundamenta en la concepción de educa-
dor prevista en el Artículo 104 de la ley
115 de 1994 y en los criterios definidos en
los Artículos 56 y 58 de la misma " (Art. 5).
La formación de etnoeducadores debe ser
orientada a: generar y apropiar los diferen-
tes elementos que les permita fortalecer el
proyecto de vida comunitario; identificar,
diseñar y llevar a cabo investigaciones y
propiciar herramientas que contribuyan a
respetar y desarrollar la identidad de los
grupos étnicos; profundizar en la identifi-
cación de formas pedagógicas propias y
desarrolladas a través de la práctica educa-
tiva cotidiana; fundamentar el conocimien-
to y uso permanente de la lengua vernácu-
la; adquirir y valorar los criterios, instru-
mentos y medios que permitan liderar la
construcción y evaluación de los proyectos
educativos en las instituciones donde
prestan sus servicios”.
El Capítulo 3º del decreto 804 de 1995 se
amplia lo que corresponde a las orientacio-
nes curriculares de etnoeducación, cuyo
diseño se rige desde lo previsto en la Ley
115 de 1994 y en el Decreto 1860 del
mismo año, y en las conceptualizaciones
sobre educación elaboradas por los grupos
étnicos, fundamentados en la territoriali-
dad, la autonomía, la lengua, la concepción
de vida de cada pueblo, su historia e iden-
tidad atendiendo sus usos y costumbres,
las lenguas nativas y la lógica implícita en
su pensamiento. Para su elaboración, le da
gran importancia a la concertación social y
de la investigación colectiva.
La Ley 70 de 1993, en el Capítulo 4º desa-
rrolla lo relacionado con los mecanismos
para la protección y desarrollo de los dere-
chos y de la identidad cultural, manifestan-
do que: “el Estado colombiano reconoce y
garantiza a las comunidades negras el
derecho a un proceso educativo acorde
con sus necesidades y aspiraciones etno-
culturales y ordena que “la autoridad com-
petente adoptará las medidas necesarias
para que en cada uno de los niveles educa-
tivos, los currículos se adapten a esta
disposición (Art. 32) .” Igualmente a través
de los Artículos 34 y 35, establece los
elementos y factores que se deben tener
en cuenta en los programas curriculares de
la educación para las comunidades negras,
enfatiza que los programas y los servicios
de educación destinados por el Estado a
las comunidades negras deben desarrollar-
se y aplicarse en cooperación con ellas y se
reconoce y garantiza a dichas comunida-
des el derecho a crear sus propias institu-
ciones de educación y comunicación,
siempre que tales instituciones satisfagan
las normas establecidas por la autoridad
competente.
De la Ley 70 es importante resaltar la
importancia que le da “a tener en cuenta el
medio ambiente, el proceso productivo y
14
3
4
4
15. toda la vida social y cultural de estas comu-
nidades. En consecuencia, los programas
curriculares asegurarán y reflejarán el
respeto y el fomento de su patrimonio
económico, natural, cultural y social, sus
valores artísticos, sus medios de expresión
y sus creencias religiosas. Los currículos
deben partir de la cultura de las comunida-
des negras para desarrollar las diferentes
actividades y destrezas en los individuos y
en el grupo, necesarios para desenvolverse
en su medio social (Art. 34) .
Los estándares al momento de establecer
el curricular propio.
La construcción del Proyecto Etnoeducati-
vo Comunitario, PEC ha implicado cambios
en la concepción de la educación tradicio-
nal, basada en prácticas repetitivas, memo-
rísticas e informativas. El Proyecto Etnoe-
ducativo Comunitario, propende por desa-
rrollar procesos de comprensión, construc-
ción de conocimiento y de desarrollo inte-
gral de las personas y de las comunidades,
fortaleciendo su propio desarrollo, trans-
formando a su vez la escuela, en su papel y
función, la devuelve al interior de las
mismas culturas, para desde allí fortalecer
las identidades y generar una formación
pertinente a las maneras de pensar, a los
problemas y necesidades de las comunida-
des.
El sistema educativo tuvo que reconocer
que el Proyecto Educativo Comunitario de
los grupos étnicos, es el modelo indicado
para fortalecer el derecho a la identidad
étnica, es decir, el derecho a tener una
percepción, conciencia y valoración de sí
mismo, un sentido de pertenencia a un
grupo étnico, y en consecuencia a recibir
un proceso de formación de acuerdo con
su historia, creencias y valores culturales,
que respete y potencie su identidad como
grupo. es el elemento pertinente sobre el
cual se deben fundamentar los proyectos
educativos curriculares para un país multi-
cultural como el nuestro. En este sentido,
son sus visiones de mundo particular, sus
propias formas de socialización y transmi-
sión de saberes lo que busca el PEC .
Para los procesos etnoeducativos, los
estándares curriculares no corresponden a
los establecidos en el Nivel Nacional, los
cuales plantean unos criterios con los que
todos los niños deben tener la capacidad
de saber y saber-hacer, en cada área y
nivel; al contrario los estándares curricula-
res del PEC se establecen a partir de dar
respuesta a las necesidades de vida, cultu-
ra, idiomas, conocimientos propios de las
comunidades negras, además de ser inter-
cultural, éstas también se deben a los
saberes de las otras culturas. Esto lleva al
planteamiento de “currículos no sólo inter-
culturales sino integrales, ligados a los
planes de vida, superando fragmentar los
saberes en las asignaturas convencionales
tantas veces desligadas de la vida misma
como en la educación formal. Es decir, se
entiende que el desarrollo de competen-
cias está asociado no a una asignatura sino
a un fin, que surge de necesidades palpa-
bles en la cotidianidad. Entonces, no es
extraño encontrar áreas como comunidad
y trabajo, salud y territorio, economía y
producción, etc., en lugar de matemáticas,
ciencias sociales y las demás de la educa-
ción ordinaria”.
A diferencia de los Proyectos Educativos
Institucionales las experiencias de Proyec-
tos Educativos Comunitarios de los grupos
étnicos, el componente de investigación
15
5
7
8
6
16. cultural y la fundamentación de estos les
garantiza sus derechos étnicos. Los
proyectos pedagógicos ligados a los aspec-
tos culturales y de vida de estas comunida-
des siempre se incluyen en el componente
investigativo. El PEC potencia el aprender
a ser, sentir, pensar y pertenecer a su
propia cultura, compartir y aprender de
otras culturas. Mientras en el PEI, los
estándares se articulan desde afuera, en el
Proyecto Educativo Comunitario, estos se
elaboran de adentro hacia fuera. De esta
manera, los proyectos educativos comuni-
tarios son la guía referencial para que las
instituciones y procesos etnoeducativos
sean de calidad y establezcan los criterios
que los niños y niñas de las comunidades
negras deben alcanzar de acuerdo con sus
aspiraciones de vida.
Es así como la propuesta de estándares
curriculares de los PEC responden a su
memoria colectiva y su desarrollo, se
define en conjunto a partir de cada cultura
y de acuerdo con a necesidades comunita-
rias, se trabaja con diseños curriculares
que incluyen áreas integradas. Para su
construcción se tiene en cuenta los pará-
metros culturales de socialización, el desa-
rrollo cognoscitivo de los niños y niñas
ligado al entorno cultural, las formas
propias de relación con la naturaleza y, en
general, todos los aspectos del grupo
étnico particular
2.2. DERECHOS ÉTNICO-TERRITORIA-
LES Y CULTURALES DE LAS COMUNI-
DADES NEGRAS
Este proceso de construcción del Proyecto
Etnoeducativo Comunitario se basó por un
lado en reconocer que la etnoeducación es
la estrategia por excelencia para el ejercicio
de la autonomía educativa por cuanto hace
visible la mirada que las comunidades
negras están proyectando de su etnodesa-
rrollo y se constituye en la herramienta
fundamental para la orientación y apropia-
ción de los procesos educativos en los
diferentes territorios y por otro, que la
lucha del movimiento de
negros está centrada en
defender la identidad, el
territorio, las organizacio-
nes y la participación,
variables que constituyen
los derechos colectivos
de las comunidades
negras.
En el marco general de
los derechos humanos
que son inherentes a
toda persona sin distingo
de credo, clase social,
etnia, posición política,
nación, etc.; histórica-
mente se han venido
16
17. desarrollando procesos y movimientos
sociales de reivindicación de derechos de
grupos humanos específicos basados en
prácticas culturales construidas y trasmiti-
das de generación a generación, las cuales
determinan particularidades colectivas,
como son los Derechos Naturales y Ances-
trales.
2.2.1. Los Derechos Colectivos o Ances-
trales de las Comunidades Negras en
Colombia .
Gracias a la conjugación de la declaración
universal de los derechos humanos, los
pactos internacionales de derechos civiles,
políticos, económicos, sociales y culturales,
así como las constituciones y las leyes de
otros países, se logró el reconocimiento
jurídico de los derechos naturales y de los
derechos ancestrales. Los Derechos Natu-
rales corresponden a todas y cada una de
las personas sin ningún tipo de distingo. En
la mayoría de los casos son de aplicación
individual y no tienen como referencia un
grupo poblacional en particular y los Dere-
chos Ancestrales, se refieren a grupos
poblacionales específicos que por prácti-
cas culturales propias, desarrolladas y
transmitidas de generación en generación,
se constituyen en derechos colectivos
particulares y su aplicación está en función
de garantizar identidades y prácticas cultu-
rales colectivas.
Los derechos ancestrales tienen dos
características básicas:
- Son colectivos, es decir que aplican a un
grupo poblacional específico y dependen
exclusivamente de la existencia de la
misma. En este sentido, se está hablando
de una particularidad del conjunto de los
seres humanos, que es grupal; por ello
cuando se habla de los derechos de los
grupos étnicos se puede decir que son una
especificidad o particularidad colectiva; es
por ello que a los derechos ancestrales, se
les llama cotidianamente, derechos colecti-
vos.
- Son consuetudinarios, es decir que están
soportados en costumbres o prácticas
culturales específicas o particulares que se
mantienen, se desarrollan y se trasmiten
de generación en generación.
El reconocimiento jurídico de las Comuni-
dades Negras en Colombia, como grupo
étnico, es el resultado de los diversos
procesos de organización, participación y
movilización social que desde mediados de
la década de los 80, se fueron gestando en
diferentes regiones del territorio nacional,
en torno a la reivindicación de sus dere-
chos étnico-territoriales y culturales, los
cuales están consagrados en la constitu-
ción nacional, la Ley 70 de 1993, sus
decretos reglamentarios y demás normas
concordantes.
Pese a que las Comunidades Negras en
Colombia y sus organizaciones tienen más
de 15 años de reconocimiento jurídico de
sus derechos como grupo étnico, en la
actualidad se ven abocados a hacer uso de
los mecanismos de exigibilidad de dere-
chos y los mecanismos de participación, así
como a acciones de hecho, de presión,
denuncias nacionales e internacionales, en
respuesta a la continua y sistemática viola-
ción de sus derechos ejercida tanto por el
sector oficial como privado, en el orden
nacional e internacional.
17
9
18. Del anterior enfoque sobre los derechos
humanos (naturales y ancestrales), se
puede conceptualizar sobre grupos étni-
cos, sus derechos colectivos y consuetudi-
narios. Lo primero que hay que considerar,
es que para comprender que es un grupo
étnico, se debe tener en cuenta dos condi-
ciones que contiene en sí misma su defini-
ción: una objetiva y otra subjetiva:
La condición objetiva se refiere a aquellos
elementos culturales que distinguen al
grupo y lo diferencian de otros; elementos
que hacen parte de la historia y particulari-
dades del grupo poblacional y que no
están determinados ni dependen de la
voluntad de los integrantes. Como condi-
ciones objetivas, se mencionan las siguien-
tes:
- Características fenotípicas comunes:
Estas son naturales, llegan con nosotros en
el momento que nacemos y corresponden
a los rasgos físicos ó morfológicos determi-
nados genéticamente.
- Historia común: En el caso de las Comu-
nidades Negras en Colombia está enmar-
cada en el lugar ancestral de origen, el con-
tinente africano, y sus desarrollos sociopo-
lítico y económico, el proceso de la trata
esclavista, los procesos históricos de resis-
tencias y de conquista de la dignidad
humana (en el ámbito de lo natural y lo
cultural) mediante el proceso libertario a
través del cimarronaje y de la construcción
de los palenques como territorios libres, las
luchas por la abolición del sistema esclavis-
ta, los procesos ancestrales de poblamien-
to y apropiación de territorios, la conquista
de derechos étnico-territoriales y cultura-
les o derechos colectivos, entre otros.
- Territorio común: constituyen colonias o
concentración de población de lugares de
origen común. En Colombia se encuentran
varias regiones de poblamiento ancestral y
tradicional de la Comunidades Negras,
como son: La Costa Caribe, Los valles inte-
randinos de los Ríos Cauca y Patía, el bajo
y medio magdalena, la Costa Pacífica y
diferentes zonas de centros urbanos como
Cali, Bogotá y Medellín.
- Costumbres y comportamientos comu-
nes: Este aspecto está referido a las parti-
cularidades y ejes transversales que identi-
fican o caracterizan prácticas culturales
relacionadas con la crianza y responsabili-
dad social frente a los hijos; los alimentos y
formas de preparación; la alegría, expresi-
vidad y bullaranga; las celebraciones espiri-
tuales frente a la vida y a la muerte, las
relaciones de parentesco por consanguini-
dad y afinidad expresas en la familia exten-
sa, que incluye el compadrazgo, el paisana-
je y la vecindad; las expresiones artísticas
en la música y la danza, en la estética, la
literatura oral; el conocimiento y saber
ancestral sobre el territorio y sus compo-
nentes; las formas y relaciones de trabajo,
etc.
- Formas de gobierno propio: establecidos
a través de instituciones políticas y jurídi-
cas con base en sistemas de valores que
caracterizan a la colectividad. Es así como
se reconocen figuras propias de autoridad
tanto a nivel familiar como comunitario,
que ejercen la justicia de forma legítima. Al
interior de las comunidades negras se
encuentra un elemento transversal y es la
figura “del de mayor edad” y la figura del
“Mayor” o “Anciano”, sustentada en la
creencia de la experiencia, el respeto, la
honestidad y la responsabilidad, como
18
19. fundamentos o bases para ejercer la auto-
ridad al interior del grupo poblacional.
- Lengua propia o dialecto común: por la
ubicación geográfica y por las herencias
tribales africanas que se establecieron en
las diferentes regiones de poblamiento
ancestral de las Comunidades Negras
durante y posteriormente al sistema escla-
vista, se han desarrollado lenguas propias
como el palenquero (construido con apor-
tes de lenguas Bantúes como el kikongo y
kimbundu, de origen africano, y de las
lenguas castellana y portugués), del Palen-
que de San Basilio; y el creole o criol (len-
gua construida con aportes lingüísticos de
diferentes tribus y pueblos africanos mez-
clado con el inglés) de la población raizal
de San Andrés y Providencias. Así mismo
en las demás regiones se tienen dialectos y
modismos que los distinguen entre sí al
interior de las Comunidades Negras y con
los demás grupos poblacionales que con-
forman la nacionalidad colombiana.
La condición subjetiva hace referencia a la
conciencia de sí, es decir la decisión volun-
taria de reconocer la especificidad de su
propia individualidad colectiva y su dife-
renciación de otros grupos humanos, así
como el deseo consciente de pertenencia
colectiva, de seguir siendo lo que son y lo
que han sido.
La condición subjetiva se expresa en el
auto-reconocimiento individual y colectivo,
respecto al grupo humano y en la valora-
ción positiva de sus particularidades y de
sus derechos.
Lo segundo, es que es a partir de la esencia
constitutiva de los grupos étnicos, funda-
mentada en la conciencia de sí respecto a
una particularidad colectiva, diferenciada
de otros grupos humanos, y de elementos
fenotípicos e histórico-culturales comunes
como se ha ido construyendo la concep-
tualización política de los Derechos Colec-
tivos de las Comunidades Negras en
Colombia, los cuales son:
- Derecho a la identidad.
- Derecho al territorio.
- Derecho a la organización para la partici-
pación y la autonomía.
- Derecho al desarrollo propio.
- Derecho a ser parte de la lucha de los
pueblos negros en el mundo.
Y lo tercero, es que el denominado Proce-
so de Comunidades Negras, PCN es un
sector del Movimiento Social Afro en
Colombia, que en el desarrollo del proceso
de recuperación, fortalecimiento, reivindi-
cación y defensa de su identidad étni-
co-territorial y cultural, ha ido construyen-
do y retroalimentando cinco principios
orientadores de su pensamiento, senti-
miento y accionar político-organizativo, los
cuales están básicamente fundamentados
en los derechos ancestrales. A continua-
ción se citan cada uno de estos principios
en relación con cada uno de los derechos
ancestrales :
a) Re-afirmación del Ser ó Derecho a Ser
Comunidad Negra equivalente al Derecho
a la Identidad
En primer lugar, se entiende el SER
NEGRAS Y NEGROS, desde el punto de
vista de nuestra lógica cultural, de nuestra
manera particular de ver el mundo, de
nuestra visión de la vida en todas sus
expresiones ecológicas, sociales, económi-
cas y políticas. Una lógica que está en con-
19
10
20. tradicción y lucha contra la ideología domi-
nante que explota, avasalla y anula y que
nos coloca en una situación de subordina-
ción y discriminación como personas y
como grupo étnico.
En segundo lugar: La re-afirmación como
convoca a adelantar un trabajo profundo
hacia nuestro propio interior, hacia nues-
tras propias conciencias de tal manera que
logremos transformar todas aquellas
creencias, estereotipos e imaginarios que
la cultura dominante nos ha inculcado y
que ha tergiversado el SER NEGRAS Y
NEGROS. Por ejemplo, se nos dice que
todos somos iguales, pero en esta lógica
de relaciones de poder entre grupos étni-
cos y entre clases sociales, el racismo es
una realidad; se nos infunde modelos de
belleza que nos hacen blanquear no sola-
mente nuestras conciencias sino también
nuestros cuerpos, afectando nuestra auto-
estima como persona negra, y nuestra
valoración colectiva, como comunidad
negra. Desde este punto de vista debemos
partir como primer principio del hecho que
SOMOS NEGRAS Y NEGROS y somos
fieles a lo que somos y al orden social que
concebimos desde nuestra cultura.”
En la medida que la cultura dominante ha
destruido en las mentes de muchos pobla-
dores negros los códigos y las concepcio-
nes de bienestar de nuestra propia cultura,
debemos hacernos a la tarea, tanto en lo
urbano como en lo rural, de reconstruir la
vivencia de la comunidad negra, en lo espi-
ritual y en lo material.
Así mismo, el Derecho a SER, es la con-
ciencia de nuestro origen y del proceso de
construcción social, económica, política y
cultural que nos hace posible; es también
el rescate de nuestra memoria sobre la
trata transatlántica, la esclavización y la
resistencia de nuestros mayores. Es la con-
ciencia plena de nuestra singularidad como
pueblo, desde la cual actuamos y nos rela-
cionamos con el conjunto de la sociedad
colombiana y del mundo, para la construc-
ción de una sociedad más justa, en la que
se respeten los derechos y la dignidad de
todas y todos.
La Reafirmación del Ser (derecho a ser
negros, a ser comunidades negras): nos
exige el reconocernos y valorarnos como
personas y como comunidades negras para
que afirmando nuestros derechos étnicos,
afirmemos nuestra diferencia y podamos
exigir ser reconocidos y aceptados por los
demás.
Este principio, la Re-afirmación del Ser, nos
convoca a afianzarnos como sujetos de
derecho, es decir, con posibilidades de
exigir condiciones que nos permitan una
vida digna y de participar activamente en la
definición de nuestros destinos colectivos.
Los elementos constitutivos de la identi-
dad étnico-cultural de las comunidades
negras están referidos a:
- Las prácticas alimenticias.
- Las prácticas de cuidado del cuerpo y
tratamiento de enfermedades.
- La composición y dinámica de la parente-
la.
- Las figuras propias de autoridad, mecanis-
mos de sanción y premiación.
- La prevención y manejo de conflictos.
- Las prácticas de celebración de festivida-
des.
- Las prácticas de juego y descanso.
- Las prácticas de trabajo, generación y
20
21. manejo de ingresos.
- Las prácticas culturales para celebrar el
nacimiento y para afrontar la muerte.
b) Derecho a un espacio para ser comuni-
dad negra equivalente al derecho al terri-
torio
El desarrollo y la re-creación de nuestra
visión cultural requieren como espacio vital
el territorio. No podremos SER, si no tene-
mos el espacio para vivir de acuerdo a lo
que pensamos y queremos como forma de
vida. De ahí que nuestra visión de territo-
rio sea la visión de hábitat, es decir, el
espacio donde el hombre afrocolombiano
y la mujer afrocolombiana desarrollan
colectivamente su SER, en armonía con la
naturaleza.
Este principio reafirma nuestro derecho a
tener un territorio, como el espacio donde
desarrollamos nuestra vida comunitaria,
familiar y personal, desde nuestras propias
lógicas y tradiciones. De acuerdo a las
situaciones y características de cada región
donde estamos ubicadas las comunidades
negras, la estrategia territorial que estamos
siguiendo es:
- La defensa del territorio que tenemos, a
través de la titulación colectiva y la recupe-
ración de los diferentes usos del territorio
(Región del Pacifico).
- La Recuperación de los territorios que
nos han sido arrebatados. Esta recupera-
ción por medio de acciones de hecho, que
complementamos y legalizamos a través de
la concertación con instituciones y particu-
lares (Región del Caribe y Valles Interandi-
nos de los ríos Cauca y Patía).
El territorio, por lo tanto, es la base de la
construcción de la autonomía de nuestras
comunidades. Es el espacio en el cual se
crea y recrea nuestra identidad cultural,
tanto en lo urbano como en lo rural. El
espacio, así entendido, requiere garantías
de calidad ambiental, social, política, eco-
nómica, acordes con nuestra cosmovisión.
Por eso decimos, por ejemplo, que en lo
rural, TERRITORIO + CULTURA = BIODI-
VERSIDAD (natural y cultural).
Hay tres componentes básicos del derecho
al territorio, los cuales son:
•Los espacios naturales, que son de uso
comunitario: Estos espacios corresponden
a las características físicas, morfológicas,
del espacio, lugar ó hábitat de la Comuni-
dad Negra y en el caso del pacífico colom-
biano corresponde, entre otros, a: el mar,
playas, esteros, manglar, bosque, mina,
quebradas, ríos, fincas. Estos espacios
naturales han sido apropiados por las
comunidades negras del pacífico colombia-
no, durante el proceso de ocupación o
poblamiento ancestral y tradicional, a
través de prácticas culturales de uso,
disfrute, manejo y control, desarrollándose
una relación estrecha, íntima y armónica de
hombre-mujer / naturaleza.
• Los espacios de infraestructura, de uso
familiar (habitacional), que evidencian las
características, uso, manejo y control de la
vivienda, así como las prácticas de sanea-
miento básico y alumbrado.
• Los espacios de infraestructura, de uso
comunitario, que corresponde a las cons-
trucciones como son caminos, vías, calles,
puentes, cementerios, centros educativos,
21
22. casetas comunales, canchas, parques,
puestos y centros de salud, hospitales,
embarcaderos, etc.
c) Derecho al Ejercicio de ser Comunidad
Negra equivalente al Derecho a la Organi-
zación para la Participación y la Autonomía
Este derecho evidencia la necesidad de
ganar condiciones políticas para consolidar
los procesos de participación y moviliza-
ción social de las Comunidades Negras
organizadas garantizando nuestra perma-
nente afirmación como grupo étnico, en
relación con los demás. En este sentido
ganar autonomía, es ganar independencia
para la determinación de los fines, decisio-
nes y acciones que definen nuestra vida
como grupo étnico.
Es así como la participación, es nuestra
conciencia movilizada, nuestra identidad
en movimiento, construyendo, conquis-
tando y ejerciendo nuestros derechos para
concretar los sueños y aspiraciones de vida
y alegría, esperanza y libertad, desde el Ser
Comunidad Negra. Y la autonomía, es un
escalón más alto en el proceso de partici-
pación de las comunidades.
“El derecho a la autonomía es entendido
como la facultad de los grupos étnicos de
diseñar su proyecto integral de vida, en el
que deciden su destino, considerando su
pasado cultural y su realidad actual para
prever un futuro sostenible de conformi-
dad con sus usos y costumbres. También,
se considera como la facultad que tienen
de organizar y dirigir su vida interna de
acuerdo con sus propios valores, institu-
ciones y mecanismos dentro del marco del
Estado del cual forman parte”.
El derecho al Ejercicio de Ser Comunidad
Negra, de igual manera refiere las formas
organizativas propias y autónomas de las
comunidades negras que se desarrollan de
forma espontánea y planificada, las cuales
se constituyen en mecanismos o medios
para vivir y para defender la vida de la
colectividad.
En el caso del pacífico se resaltan expresio-
nes organizativas para vivir la vida como la
minga y el cambio de mano, que se funda-
mentan en el valor de la ayuda mutua.
Por otra parte, se resalta el cimarronaje, los
palenques, las organizaciones de ríos, las
organizaciones culturales, los consejos
comunitarios, entre otros, como expresio-
nes organizativas para defender la vida.
d) Derecho a una Visión Propia de Futuro
equivalente al Derecho al Desarrollo
Propio
Se trata de construir una visión propia de
desarrollo ecológico, económico y social,
partiendo de nuestra visión cultural, de
nuestras formas tradicionales de produc-
ción y de nuestras formas tradicionales de
organización social. A lo largo de la historia,
esta sociedad nos ha impuesto su visión de
desarrollo que corresponde a otros intere-
ses y visiones. Por lo tanto, tenemos dere-
cho a aportarle a la sociedad, ese mundo
nuestro tal y como lo queremos construir.
Este principio hace referencia al derecho
de tener un desarrollo propio, de acuerdo
con nuestras aspiraciones y el modo de
concebir la vida garantizando de este
modo la permanencia y desarrollo de nues-
tra diversidad cultural, a través del fortale-
cimiento de la vida comunitaria.
22
11
23. Esto quiere decir, que no estamos de
acuerdo con excluirnos del sistema capita-
lista imperante, ni integrarnos a él, porque
éste ha demostrado su incapacidad de
garantizar la existencia en el futuro, de la
diferentes formas de vida animal, vegetal y
humana; en este sentido lo que plantea-
mos es avanzar en la concepción e imple-
mentación de un modelo distinto que
parta de nuestras prácticas tradicionales,
las cuales sí han demostrado garantía de
permanencia y desarrollo de la diversidad
natural y cultural en el planeta tierra.
Y el Desarrollo para el Bienestar Colectivo,
como conductor de derechos tiene que
ver con la vivencia y la vigencia de nues-
tros derechos colectivos reconocidos polí-
tica y jurídicamente, los derechos econó-
micos, sociales y culturales y los derechos
civiles y políticos, con la posibilidad de
ganar otros derechos aún no reconocidos.
Los componentes de este derecho están
directamente relacionados con los dere-
chos a la identidad, el territorio y la organi-
zación en tanto que avanzar en dirección a
la visión propia de futuro implica la planifi-
cación de acciones para adelantar proce-
sos, mejoras, desarrollos e innovaciones,
que garanticen el fortalecimiento y la
permanencia generacional del grupo
étnico en el tiempo.
Para ello se deben hacer periódicamente,
análisis de situación del estado de goce de
los derechos étnico-territoriales y cultura-
les, identificando:
- Respecto a la Identidad: De cada una de
las prácticas culturales que fortalecen la
identidad de la Comunidad Negra, qué se
tiene o se conserva en la vida cotidiana
actual, qué está en riesgo y qué se está
perdiendo.
- Respecto al Territorio: De los diferentes
espacios territoriales de la Comunidad
Negra, cuáles se están usando, disfrutan-
do, manejando y controlando autónoma-
mente y cuales están en riesgo o se están
perdiendo.
- Respecto a la organización propia, la
participación y la autonomía: De las organi-
zaciones propias y autónomas que sirven
para vivir y para defender la vida de la
colectividad como grupo étnico, cuales
existen o funcionan, cuales están en riesgo
y cuales se están perdiendo.
A partir de esta lectura se deben formular,
ejecutar y evaluar planes de desarrollo
propio para el fortalecimiento de la identi-
dad étnico-territorial y cultural que con-
templen acciones de corto, mediano y
largo plazo, para:
Cuidar, proteger y fortalecer, lo que se
tiene o conserva.
- Defender, lo que está en riesgo.
- Recuperar, lo que se está perdiendo.
- Transformar, lo que atenta contra la digni-
dad humana y la dignidad.
En síntesis, el derecho al desarrollo propio
se concreta con acciones que deben plani-
ficarse, presupuestarse, ejecutarse y eva-
luarse, en función de garantizar el fortale-
cimiento de la identidad étnico-cultural; el
uso, disfrute, manejo y control de los espa-
cios territoriales y; el fortalecimiento de las
organizaciones propias y autónomas que
sirven para vivir y para defender la vida de
la colectividad.
23
24. e) Derecho a ser parte de la lucha de los
pueblos negros en el mundo equivalente al
espíritu libertario y prácticas históricas de
resistencia.
Este derecho que hace relación a una
práctica histórica y ancestral de defensa de
la libertad y la autonomía como pueblos
establece como componente las raíces de
origen y culturales como elemento agluti-
nador y de pertenencia que fortalece lazos
afectivos entre diferentes grupos étnicos,
trascendiendo fronteras nacionales e inter-
nacionales y validando o legitimando la
pertenencia a la diáspora africana en el
mundo.
24
25. 3. CARACTERIZACION DEL TERRITORIO
ZONA ANCHICAYÁ -BUENAVENTURA
Imagen 1: Cuenca hidrográfica del Rio Anchicayá
25
12
13
Fuente. Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca. 2006
3.1. CARACTERIZACIÓN AMBIENTAL
DE LA CUENCA HIDROGRÁFICA DEL
RÍO ANCHICAYÁ
La cuenca hidrográfica del Río Anchicayá
se encuentra ubicada en la cordillera occi-
dental, bajo la jurisdicción de los munici-
pios de Buenaventura y Dagua, en el Valle
del Cauca. Cuenta con una extensión de
131.199,4 hectáreas, desde su nacimiento
en el Parque Nacional Natural Los Farallo-
nes de Cali hasta su desembocadura en la
Bahía de Buenaventura. Dicha extensión
se encuentra distribuida en un 82% aproxi-
madamente en el municipio de Buenaven-
tura y en un 18% aproximadamente en el
municipio de Dagua.
Esta cuenca se encuentra a su vez ubicada
en el Chocó biogeográfico, sitio que como
parte de su estructura ecológica principal
incluye sistemas hídricos y ecosistemas
con altos índices de diversidad y que
actualmente se consideran como estraté-
gicos para la supervivencia de las especies
incluyendo los seres humanos. El Chocó
biogeográfico es uno de los sitios conside-
rados con mayor diversidad en el mundo y
alberga un alto índice de especies endémi-
cas y únicas, lo cual de una u otra forma ha
llevado a que las actividades humanas
26. 26
15
14
16
17
Cuadro 2. Veredas municipio de Buenaventura que hacen parte de la cuenca hidrográfica del Rio Anchicayá
amenacen la existencia y preservación de
los seres vivos que habitan y dependen de
la zona.
En lo que respecta a las 44 veredas de
Buenaventura que hacen parte de la
cuenca (Cuadro 2), estas comprenden
aproximadamente 105.670 hectáreas de la
misma, permitiendo entrever la importan-
cia del impacto de la población humana en
la cuenca tanto por sus prácticas cultura-
les, su demografía, así como por el uso de
recursos naturales y evidenciando por lo
tanto, la estrecha correlación que existe
entre la salud y bienestar de las poblacio-
nes asentadas en la cuenca, con la salud y
preservación de su ecosistema.
La cuenca recorre en su mayoría la zona
montañosa de la cordillera (aproximada-
mente el 56% se encuentra ubicada en el
Parque Nacional Natural los Farallones de
Cali), caracterizándose en su recorrido por
el bosque húmedo tropical y por la presen-
cia de una diversidad de quebradas y
riachuelos. Es por esto y debido a sus
características geográficas, físicas y socioe-
conómicas, que la cuenca se puede dividir
en cuenca alta y en cuenca baja, donde en
la primera se incluyen tres (3) subcuencas y
cinco (5) microcuencas y en la segunda dos
(2) subcuencas y diez (10) microcuencas
(Cuadro No. 3).
Cuadro 3. Subcuencas y microcuencas encontra-
das en cuenca alta y cuenca baja de la cuenca
hidrográfica del río Anchicaya
Sin embargo, al considerar las característi-
cas ecológicas de los ecosistemas presen-
tes en la cuenca además de las característi-
Cuenca Fuentes hídricas
Alta
Río Anchicayá
Río Verde
Río Digua
Microcuenca Río San Juan
Microcuenca Río Cavas
Microcuenca Río El Engaño
Microcuenca Río Blanco
Microcuenca Río Danubio
Municipio
Veredas del municipio que hacen parte de la
cuenca hidrográfica
Área de la
cuenca
hidrográfica
(Has.)
Área total
de las
veredas dentro
de la cuenca
Buenaventura 131.199,4 105.670
El Popa, Limoncito No.1, Limones No.1, Potedo. La
Mina Bodega, Estero Umane, Q. Taparal, Macheta-
guedo, Las Contras, Cocalito, Aguacate, Pta. Soldado,
Q.Yase, Amazonas , El Bracito, Calle Larga, Opogodo,
San Joaquin, La Herreadura, El Brazo, El Llano, Jaimia,
La Loma, Danubio-Retiro, Santa Rosa, Potedo No.2,
Palmares del Pacífico, El Barro, Almorzadero, Vda.
Limones, Guaimia, San Marcos No.1, San Marcos
No.2, Q.Bartolo, Guardiancito, San Pedro, Tatabro, El
Coco, El Orgullo, Cabecera- La Raya, Alto Anchicayá,
Yatacue y Buenos Aires.
Fuente. Adaptada de Quiroga-Zea et al, 1998
27. Cuenca Fuentes hídricas
Baja
Rio Aguaclara
Rio Sabaletas
Quebrada Tatabro
Quebrada Ariví
Quebrada San Marcos
Quebrada Guaimía
Quebrada Islabón
Quebrada Calabozo
Quebrada Home
Quebrada Opogodó
Quebrada Caimito
Quebrada Taparal
Imagen 2. Distribución cuenca hidrográfica del Río Anchicayá
27
Fuente. Briceño et al. 2013
cas previamente mencionadas y el represa-
miento del río en dos embalses (embalses
de bajo y alto anchicayá) se ha establecido
una división en tres zonas de acuerdo a
Briceño et al. 2013 (Imagen 2):
- Cuenca alta o zona alta: contiene los eco-
sistemas en el piedemonte, el cual incluye
vertientes más inclinadas y fuentes hídricas
de mayor corriente.
- Cuenca media o zona media: incluye las
áreas en las cuales los ríos se abren hacia el
mar, tales como zonas de estuarios. Las
actividades desarrolladas son una mezcla
de actividades marinas y ribereñas.
- Cuenca baja o zona baja: incluye los eco-
sistemas en la planicie fluvio-marina y el
andén costero.
Esta riqueza hídrica, ha ocasionado que el
rio Anchicayá y sus afluentes se conviertan
en una de las fuentes principales de soste-
nimiento y comunicación de las comunida-
des asentadas en la cuenca. Adicionalmen-
te, la calidad del recurso hídrico es buena,
como lo evidencian varios estudios en los
que luego de evaluar diferentes parámetros
28. 28
16
18
19
20
21
Cuadro 4. Consejos Comunitarios de Comunidades Negras CCCN, asentados a lo largo de la cuenca del
Río Anchicayá. Se incluyen número de familias por cada consejo y el número de personas que lo integran
No.
De familias
Consejo Comunitario
No. De personas por
consejo
Fuente. Adaptada de Resolución 1533. Esta información corresponde al año 2005, actualmente la población
en la cuenca supera los 5.000 habitantes (Briceño et al. 2013)
incluyendo plomo y mercurio, han conclui-
do que el agua es apta para el consumo
humano y domestico luego de que ésta
sea tratada convencionalmente.
Es así, que la riqueza hídrica de la cuenca
hidrográfica del rio Anchicayá, representa
el sostenimiento de ecosistemas estratégi-
cos, y al ser el agua un elemento vital, ha
actuado como factor estructurador del
medio y del relieve y ha sido clave en la
dinámica de procesos sociales y producti-
vos.
3.1.1. Actividades económicas y su aso-
ciación a prácticas culturales
La cuenca hidrográfica del río Anchicayá
cuenta con una baja densidad poblacional
debido principalmente a los patrones de
asentamiento de las comunidades y las
características físicas, geográficas e hídri-
cas descritas anteriormente. La distribu-
ción de las comunidades y su organización
en consejos comunitarios de comunidades
negras CCCN (Cuadro No. 4), se ha con-
centrado en las áreas de la cuenca donde
la obtención de alimento y otros recursos
se ha facilitado, siendo estas áreas las ribe-
ras de los ríos, en especial el río Anchicayá,
y a lo largo de las diferentes vías de acceso.
La obtención de dichos recursos se asocia
directamente con las actividades económi-
cas, prácticas culturales y actividades nece-
sarias para el sostenimiento. Dentro de
estas actividades las más representativas
son la pesca, la agricultura, la extracción de
recursos madereros para leña y construc-
ción, la extracción de recursos para artesa-
nías, minería y finalmente el transporte
fluvial . Sin embargo, el impacto generado
en la cuenca es distinto en cada comunidad
y su área de ubicación, debido a que sus
componentes étnicos y culturales involu-
cran diferentes técnicas y conceptos en el
uso de los recursos y por lo tanto el grado
de conservación o deterioro de los mismos.
Las actividades en la cuenca como la pesca,
incluyen pesca en río y en mar, siendo las
especies de peces de río más consumidas el
Nayo (Psoudocurima talinoopunctala), Bar-
budo (Ramdia wagneri), Sábalo (Brycon
meeki), Mojarra (Ciclassoma ornatus) Jojo-
Jojorro (Pomadasys bayanus), Guacuco
Taparal 52 221
Llanobajo 68 305
Bracito amazonas 72 322
Aguaclara 45 160
Sabaletas 108 485
San Marcos 56 241
Guaimía 44 171
Consejo Mayor Anchicayá 211 930
Total 656 2835*
29. 29
23
22
Cuadro 5. Descripción de las actividades productivas desarrollas en los diferentes Consejos Comunitarios
asentados en la cuenca hidrográfica del Río Anchicayá
mayores desastres ambientales en la
cuenca, afectando directamente el ecosis-
tema, las zonas de reproducción acuática y
causando la muerte de una gran variedad
de especies vegetales y animales que no
solo sostenían el ecosistema, sino que
(Chaetostoma maginatum), Nicuro (Pimelo-
della eutaenia) y Sabaleta (Brycon oligolep-
sis). En cuanto a las prácticas pesqueras, la
mayoría de la pesca se realiza de forma arte-
sanal usando atarrayas, trasmayos y canas-
tos. En lo que corresponde a zona baja y
media la pesca hasta hace 15 años consti-
tuía la actividad principal, permitía comer-
cializar el 90% de lo obtenido en las faenas
mientras que el 10% restante era para el
consumo de las familias. Esta situación es
completamente diferente en lo que respec-
ta a cuenca alta, puesto que la abundancia
de peces, moluscos y crustáceos disminuye
cuenca arriba y la actividad pesquera se
mantiene con fines de consumo doméstico.
En el año 2001, luego de la descarga de
más de 500.000 metros cúbicos de sedi-
mento contaminado con hidrocarburos y
metales pesados provenientes de la represa
de Bajo Anchicayá, se causó uno de los
Consejos comunitarios
Actividades productivas
desarrolladas
Porcentaje (%) de dedicación familiar
a las diferentes actividades productivas
Sabaletas, Agua Clara,
Llanobajo, San Marcos,
Guimía, Limones, Consejo
Mayor, Punta Soldado
Corte de Madera
Caza
Recolección de bejucos y plantas
medicinales
Pesca
Transporte
Extracción de recursos madereros
Agricultura y recolección de frutos
Agricultura (54%)
Pesca (24%) ( en el consejo de punta soldado
llega a un 60%)
Minería ( en portanje menor pero con al im-
portancia. En el caso se Aguaclara
representa el 58%
Comercio ( en un porcentaje mínimo)
Taparal Humane
Bracito Amazonas
Bajo Potedó
Bellavista
Agricultura
Caza
Pesca
Pesca artesanal
Extracción de moluscos y crustáceos
Elaboración de instrumentos musicales
Agricultura (90%)
Minería ( en bajo porcentaje)
Pesca ( en bajo porcentaje)
Captura de especies faunísticas (en bajo
porcentaje)
Fuente. Adaptado de Resolución 1533.
30. Cuadro 6. Comparación del potencial de captura de pesca (kilos/mes) de las comunidades asentadas
a lo largo de la cuenca antes del 2001 vs. después del 2001
30
25
24
26
27
también eran el sostenimiento y la base de
las actividades económicas de las comuni-
dades asentadas en la cuencas media y
baja. Lo anterior ha representado un
cambio en las prácticas pesqueras de las
comunidades así como en su calidad de
vida, debido a que han tenido que aumen-
tar el número y tiempo de las faenas y
verse en la necesidad de comprar pescado
para el sostenimiento familiar. Adicional-
mente, aún no han logrado restaurar las
actividades comerciales que sostenían
hasta hace unos años, como consecuencia
de que las especies ícticas siguen disminu-
yendo y/o muriendo y las que han sobrevi-
vido no alcanzan buenas tallas comerciales
(Figura No. 1).
En contraste a la actividad de la pesca, la
agricultura constituye la actividad principal
en la cuenca alta, siendo clasificada como
una agricultura de subsistencia que permi-
te a las comunidades realizar actividades
de intercambio de productos sin verse en
la necesidad de comprarlos. La producción
a lo largo de la cuenca incluye arroz, coco,
maíz, pacó, banano, plátano, papa china,
chivo, árbol del pan, chontaduro, borojó,
yuca, caña de azúcar, ñame, zapote, caimi-
to, guama, chirimoya, aguacate, guanába-
na, guanabanilla, guayaba, lulo, coronillo y
granadilla de monte. La mayoría de los
cultivos se manejan en policultivo y se
ubican en las áreas inundables cercanas a
los ríos, esteros y quebradas debido a la
gran riqueza de nutrientes que presentan
estos suelos. Es de resaltar que la agricul-
tura en la cuenca al no ser intensiva dete-
riora menos los ecosistemas, es más ecoló-
gica y es suficiente para abastecer toda la
Pescado
(kg/mes)ComunidadCuenca
Cangrejo
(kg/mes)
Piangüa
(kg/mes)
Pescado
(kg/mes)
Cangrejo
(kg/mes)
Piangüa
(kg/mes)
Antes del 2001 Después del 2001
Punto Soldado
Humanes Mar
Firme Bonito
Las Palmas (Bella)
Las Contras
240
240
240
240
240
200
200
200
200
200
1125
1125
1125
1125
1125
Bajo Potedo
Taparales
Humanes
Bracito
Amazonas
120
120
120
120
120
96
96
96
96
96
750
750
750
750
750
20
20
20
20
20
24
24
24
24
24
75
75
75
75
75
Calle Larga
San José
Santa Bárbara
El Llano (Medio)
El Coco
75
75
75
75
75
45
45
45
45
45
75
75
75
75
75
7.5
7.5
7.5
7.5
7.5
15
15
15
15
15
0
0
0
0
0
48
48
48
48
48
40
40
40
40
40
112.5
112.5
112.5
112.5
112.5
Baja
Media
Alta
Fuente. Briceño et al. 2013
31. 31
23
29
28
región. El hecho de mantener los policulti-
vos en la cuenca permite que dichas tierras
agrícolas sean el hábitat de otros animales
y mejora la regulación de los gases de
efecto invernadero al igual que los nutrien-
tes en el suelo. Sin embargo, luego de la
descarga de sedimentos que tuvo lugar en
el 2001, la producción de cultivos de coco,
caña de azúcar, chontaduro entre otros, así
como el tamaño de los frutos, disminuyó
considerablemente de acuerdo a los testi-
monios de los habitantes.
Finalmente, las actividades productivas en
la cuenca han cambiado también con el
fortalecimiento del sistema vial, el cual ha
estimulado la migración de las áreas aleda-
ñas a la carretera Simón Bolívar (carretera
vieja), hacia zonas cercanas a la carretera
nueva. Este flujo migratorio ocasionó que
ciertas áreas antes habitadas fueran que-
dando despobladas favoreciendo los
procesos de regeneración en el ecosistema
de la cuenca, particularmente en la zona
baja. Estos cambios en la dinámica social y
económica de las comunidades de la
cuenca, se ha visto reflejado en el uso del
suelo, que durante los últimos 30 años ha
visto incrementarse los procesos de urba-
nización con fines de establecer parcela-
ciones y fincas de descanso, proceso que a
su vez ha estimulado el desplazamiento
campesino. Dicho desplazamiento ha
llevado a que habitantes de la zona alta se
desplacen hacia el Parque Nacional Natural
los Farallones de Cali o los centros urbanos
de Buenaventura y Cali, con el fin de mejo-
rar su situación económica y a que habi-
tantes de la zona baja migren hacia la zona
costera y nuevamente a las inmediaciones
de la carretera vieja.
3.1.2. Importancia ecológica y diversidad
Como menciona el Instituto de Investiga-
ciones Ambientales del Pacífico John Von
Neumann en su publicación sobre la
estructura ecológica de la zona del chocó
biogeográfico, la cuenca hidrográfica del
Río Anchicayá se incluye en esta zona y es
considerada un ecosistema estratégico.
Los ecosistemas estratégicos son ecosiste-
mas que garantizan la supervivencia y
desarrollo sostenible de los seres humanos
y demás especies. Estos ecosistemas man-
tienen el equilibrio y los procesos ecológi-
cos como la regulación del clima, la regula-
ción del recurso hídrico, la conservación de
la biodiversidad y participan grandemente
en la depuración del aire, del agua y del
suelo. En dichos ecosistemas se incluyen
páramos, bosques de niebla, sabanas y
bosques húmedos tropicales siendo estos
últimos altamente representados en la
cuenca del Río Anchicayá. Adicionalmen-
te, la cuenca cuenta con ecosistemas de
gran importancia como manglares y estua-
rios, que sirven como reservorio de
nutrientes y hábitat para una gran variedad
de organismos.
Es precisamente debido a la importancia
de la diversidad que se encuentra en la
cuenca y de sus ecosistemas que dentro
de la misma, cuatro (4) áreas protegidas
confluyen, siendo estas el Parque Nacional
Natural Los Farallones de Cali (44.8% del
mismo está en la cuenca), la Reserva
Forestal del Pacífico (47% de la cuenca
está bajo esta figura de conservación), la
Reserva Natural Néstor Córdoba Camacho
(23.998 hectáreas son protegidas en esta
reserva) y las áreas de Conservación de los
Consejos Comunitarios (8.2% de la cuenca
32. 32
30
34
31
32
33
se encuentra protegido por esta figura).
Estas áreas y los procesos ecológicos que
sustentan y que han sido mencionados
previamente, representan servicios ecosis-
témicos de gran valor a nivel regional y
nacional. Los servicios ecosistémicos son
beneficios que prestan los ecosistemas
para los seres humanos y que se mantie-
nen por largos periodos de tiempo y a un
muy bajo costo. En muchos casos estos
beneficios son imposibles de replicar por
los seres humanos y en otros la posibilidad
de replicarlos es sumamente costosa e
impráctica en términos de la inversión en
la tecnología necesaria para hacerlo.
Cuando estos beneficios son considerados
como activos económicos, la importancia
de los servicios ecosistémicos se magnifica
y toma más relevancia la conservación y
protección de los mismos. Al soportar el
bienestar humano, los servicios ecosisté-
micos representan una gran parte del total
del valor económico del planeta, y estima
que 17 servicios proveídos por 16 biomas
a nivel mundial tienen un valor entre 16 a
54 trillones de dólares al año con un
promedio de 33 trillones. Este valor toma
mayor importancia aún si se considera que
el total del producto nacional bruto global
equivale a un promedio de 18 trillones de
dólares.
Los ecosistemas de la cuenca hidrográfica
del río Anchicayá prestan alrededor de 18
servicios ecosistémicos a la población que
se encuentra allí asentada al igual que a la
región. Entre estos servicios se encuentran
la polinización de cultivos y frutales, el
control biológico de plagas y la regulación
de nutrientes. Cada uno de estos servicios
se relaciona con las poblaciones y el uso
del suelo de forma particular, como se
evidencia en la figura 2, en la cual de
acuerdo a la zona o al tipo de uso de suelo
como es el caso de áreas para cultivo, la
cuenca brinda diferentes servicios.
Los servicios eco sistémicos que brinda la
cuenca se pueden catalogar según su rol
ecológico de la siguiente manera :
- Servicios de aprovisionamiento:
Bienes básicos consumibles como alimen-
tos, agua y materia prima. Incluye cultivos,
agua potable y peces (consumo y venta).
- Servicios de regulación: Beneficios
obtenidos por el control natural de los
procesos eco sistémicos. Incluye regula-
ción del clima, regulación del ciclo del agua
y suelo y regulación de inundaciones y
tormentas entre otros.
- Servicios de hábitat: Incluyen los
servicios de refugio y hábitat de reproduc-
ción para plantas silvestres, animales y
seres humanos. Estos servicios contribu-
yen a la conservación de la diversidad
genética, biológica y de procesos evoluti-
vos. Comprenden áreas como manglares,
estuarios y bandas ribereñas.
- Servicios culturales: Servicios de
interacción con la naturaleza. Incluye espe-
cies y áreas naturales espiritualmente
importantes, lugares de recreación, y opor-
tunidades científicas y educativas.
La cuenca hidrográfica del río Anchicayá, al
contar con un número alto de especies
vegetales y animales que incluyen especies
33. Cuadro 7. Servicios ecosistémicos presentes en el área de la cuenca hidrográfica del rio Anchicayá
33
35
36
Fuente. Briceño et al. 2013. En la figura, los cuadros con color verde corresponden a los servicios ecosistémicos que se encuentran
presentes en la zona baja, en morado los que se encuentran en toda la cuenca y en rojo aquellos que no se encuentran asociados a las
áreas evaluadas de la cuenca.
endémicas y especies vulnerables que se
encuentran a nivel mundial bajo algún tipo
de amenaza constituye un reservorio de la
diversidad genética y biológica del país. En
términos de la flora en la cuenca se
encuentran más de 67 géneros y más de
62 familias de plantas solo en la parte de la
cuenca media y alta, muchas de la cuales
están asociadas a usos ancestrales de las
comunidades como musicalidad, elabora-
ción de artesanías, medicina tradicional,
agricultura entre otros. La diversidad florís-
ticas encontrada en la cuenca indica que
es un bosque de alta heterogeneidad que
incluye especies como Suela, Surrumbo,
Sangregallina, Mora, Guabo, Mangle Rojo,
Helecho Arboreo, Yarumo, Caucho Negro,
etc.
Por otra parte, la diversidad en fauna es
igualmente alta. En la cuenca se encuen-
tran 72 géneros de macroinvertebrados de
los cuales el 70% corresponde a insectos,
52 especies de peces, 61 especies de anfi-
bios, 76 especies de reptiles, 171 especies
de aves y157 especies de mamíferos (Cua-
dro No.6). Adicionalmente, de las especies
de fauna encontradas en la cuenca se
reportan alrededor de 45 especies que
actualmente están categorizadas bajo
algún grado de amenaza a nivel nacional o
internacional (Cuadro No. 7).
.
Cobertura de Tierra Cultivos Manglar
Vegetación
de Rivera
Ríos Costa
34. 34
Fuente. Resolución 1533.
Fuente. Resolución 1533.
Cuadro 9. Algunas especies de fauna de la cuenca del Río Anchicayá, que actualmente se encuentran
categorizada en algún grado de amenaza global o nacional
Mono guilla Ateles fusciceps (CR)
Murciélago Balantioptery xinfusca (EN)
Murciélago Platyrrhinus chocoensis (EN)
Mono guilla Ateles geoffroyi (EN)
Tapir Tapirus bairdii (EN)
Oso hormiguero Myrmecophaga tridactyla (VU)
Mono aullador Alouatta palliata (VU)
Nutria Lutra Iongicaudis (VU)
Ocelote Leopardus pardalis
Jaguar Panthera onca (NT)
Tigrillo Leopardus wiedii (NT)
Tatabro Tayassu pecari (VU)
Guagua Dinomys branickii (VU)
Pecarí o sajino Tayassu tajacu (VU)
Oso perezoso Bradypus variegatus (NT)
Mico carablanca o capuchino Cebus capuchinus
Amenaza global y nacional
(Amenazados globalmente debido a la caza
comercio ilegal y a la destrucción de hábitats)
Cuadro 8. Algunas familias y/o especies encontradas en la cuenca del río Anchicayá
Fuente. Resolución 1533.
Melastomatáceas (31.6%)
Lauráceas (12.48%)
Poaceae (6.76%)
Cecropiaceae (5.93%)
Rana venenosa de Lehmann
(Dendrobates iehmanni).
Rana venenosa del Anchicayá
(Dendrobates viridis)
Rana cocoi
(Dendrobates histrionicus)
Rana venenosa de Anchicayá
(Phyllobates bicolor)
Rana de cristal
(Teratohyla pulvorata)
Rana de cristal
(Cochranella orejuela)
Pibí boreal
(Contopus coopori)
Tangara Bigotuda
(Tangara johannae)
Arrendajo escarlata
(Cacicus uropygialis)
Los murciélagos:
Chooroniscus poriosus
Rhinophylla alothina
Sturnira luisi
Los roedores:
Diplomys labilis
Hoplomys gymnurus
Microsciurus mimulus
Trasandinomys bolivaris
Los Micos:
Alouatta palliata,
Saguinus geoffroyi
Los Tapires:
Tapirus bairdii
Porcentaje de Familias de
Plantas encontradas en
cuenca media y alta
Anfibios y reptiles
Especies endémicas
Amenazas Especies
Aves
Mamíferos
Especies con rango de
distribución restringido
35. 3.2. CARACTERIZACIÓN SOCIODEMO-
GRAFICA
El total de familias calculadas en los Con-
sejos Comunitarios de Llano Bajo, Limo-
nes, Agua Clara, Sabaletas, San Marcos,
Guaimia, Consejo Mayor y Punta Soldado
es de 933, de las cuales 484, correspon-
den al Consejo Mayor.
Las 230 familias encuestadas en el marco
del estudio realizado por EPSA en el Plan
de Manejo Ambiental, están compuestas
por 1.086 personas, de las cuales hay
equidad comparativa entre hombres
(51,4%) y mujeres (48,06). En el parentes-
co en relación con el jefe de hogar, se
presenta mayor frecuencia por hijos, segui-
do de conyugues, nietos y en menores
porcentajes están los parentescos de hijas-
tros, padres, sobrinos y hermanos. En
general la proporción del número de fami-
lias que habitan una vivienda es de una.
Pero hay casos en los que residen hasta
Es precisamente el concepto de riqueza y
abundancia lo que lleva a que no se tenga
claridad frente a la vulnerabilidad de la
cuenca y sus ecosistemas, pues la imagen
de inagotabilidad y abundancia prevalece.
La relación de estos ecosistemas con las
características geomorfológicas, climáticas
y físicas tan estrecha, que las finas capas de
suelo albergan niveles freáticos muy altos y
junto con la biomasa de su cobertura vege-
tal son quienes garantizan las condiciones
de pluviosidad, productividad y reciclaje de
energía que sostienen a la cuenca. Cada
alteración, cada modificación en el hábitat
representada en procesos de urbanización,
en expansión de frontera agrícola o gana-
dera, en alteración de cursos hídricos, en
uso de sustancias tóxicas como fertilizantes
o pesticidas, significa una potencial desa-
parición de dichas condiciones que final-
mente llevarían a la degradación de la
cuenca y por ende la desaparición de los
servicios ecosistémicos que sostienen las
comunidades allí asentadas y las de la
región.
La explotación externa de los recursos y
eventos como los ocurridos en el 2001,
sumados a la cada vez menor sensibilidad
frente a la importancia de la cuenca, han
expuesto en una alta presión a la capacidad
de regulación de los ecosistemas y por lo
tanto su capacidad de recuperación. Eco-
sistemas como los manglares y los guanda-
les son los que actualmente han recibido la
mayor explotación forestal y hoy día se
encuentran enfrentando la posibilidad de
degradación y desaparición.
35
38
39
40
37
41
36. dos y tres familias, presentados en los
CCCN de Punta Soldado, Guaimia, Agua
Clara y Llanobajo.
Demográficamente, la mayor parte de Ia
comunidad tiene menos de 10 años
(29,55%) y la siguen los jóvenes de entre
11 y 20 años (26,3%), lo que sugiere una
pirámide poblacional, robusta en su base y
con la garantía del relevo generacional.
El tipo y estado de las viviendas, responde
en términos de propiedad: cerca del 80%
de la población habita una vivienda de su
propiedad, menores son los porcentajes de
arriendo (7%) y vivienda familiar (11,4%),
casos que se presenta en Guaimia y Agua
Clara. En cuanto al estado de condición de
las viviendas, se observa mayor proporción
de viviendas en mal estado en los Conse-
jos Comunitarios Punta Soldado, Consejo
Mayor y San Marcos.
Existe una baja cobertura de servicios
públicos. Solamente un 48,5% de las fami-
lias disponen de electricidad y únicamente
el 38% tienen servicio de acueducto. En el
manejo de aguas residuales o alcantarillado
también sobresale un bajo porcentaje
(28,4%) superado por Ia existencia de
pozos sépticos (44,9%). Existe baja cober-
tura en electricidad en el Consejo Mayor y
Punta Soldado al igual que en acueducto el
Consejo Mayor junto con Limones. La
recolección de basuras en estos Consejos
Comunitarios es solo es del 13%.
Los medios usados más frecuentes para
cocinar son la leña y el gas (51%), solo el
4% de las familias usan electricidad. Este
dato comparativamente entre los ocho
CCCN, se expresa en que para la mayoría
predomina el uso de gas, siendo el Consejo
Limones el de mayor porcentaje de uso
(85.7%) y en el uso de la leña sobresale el
Consejo Mayor (75%). En Agua Clara por
su parte, sobresale el uso de la electrici-
dad.
En cuanto a servicios sociales y lo que
tiene que ver con salud, un 76% de las
personas tiene servicio médico, de las
cuales cerca del 95% pertenecen al régi-
men subsidiado. Un dato relevante, es que
dentro de la población la menor cobertura
de salud se encuentra entre los niños
(60,4%).
Para la variable educación, la tasa de anal-
fabetismo es de 18,7% siendo superior en
adultos (25,4%) y en niños de 8 a 10 años
(21,1%).
Con respecto al nivel educativo, se obser-
va dentro de la comunidad una tasa de
4,8% de personas sin escolaridad, mientras
que el 40% ha cursado algún grado de
educación primaria sin terminarla.
El análisis en el documento desarrolla los
datos tomados del Jefe de Hogar y que
entre los encuestados el 67% son hom-
bres, con una edad promedio de 43 años.
Se clasifican en un auto reconocimiento
como negros, el 68% de los encuestados,
como afrocolombianos el 17% y como
Afrodescendientes el 14%. El estado civil
más frecuente es la unión libre con un
62,6%. Cerca del 92% de los jefes de
hogar son nacidos en Buenaventura.
En relación con la educación, existe un
porcentaje importante ente los fefes de
hogar, con analfabetismo (28%). Por con-
36
37. sejos comunitarios las tasas de analfabetis-
mo son mayores en San Marcos (38,5%),
Aguaclara (33,3%) y Mayor Anchicayá
(31,06). En cuanto a niveles educativos, el
25% de los encuestados en su rol de jefe
de gogar, no han recibido educación
formal, primaria incompleta el 34,6%,
secundaria incompleta el 15,4%. Solo el
4,8% tiene educación secundaria y el 4.4%
inicio educación técnica.
En desarrollo de las actividades producti-
vas el jefe de hogar, en su mayoría, es
independiente (79%) y menos del 1% está
desempleado. En los sectores económicos
se destaca la agricultura (54%), la pesca
(24%). El comercio y la minería se encuen-
tran en porcentajes inferiores. No obstan-
te, el documento las califica como activida-
des importantes.
En cuanto al CCCN Taparal Humanes, de
acuerdo a la linea base del Plan de Manejo
Ambiental elaborado por la EPSA su pobla-
cíon está conformada por 379 familias.
Según la línea base, el CCCN Bracito Ama-
zonas, tiene un total de familias de 72 y se
le adicionan, cuatro familias más que habi-
tan un poblado de pescadores flotantes
Ilamado La Popa. Es decir en total son 76
familias en este Consejo.
En este CCCN la población entre los 17 y
31 años representa el 55%, a pesar de la
constante migración del territorio.
En cuanto a vivienda, en el Consejo Taparal
Humanes, existe un total de 155 viviendas
en materiales de madera chonta y techos
de zinc y arbusto mientras que en Bracitos
Amazonas hay un total de 210 viviendas.
El único medio de trasporte de estos con-
sejos es a través de canoas y lanchas qua
transitan en el río. Estos Consejos no
cuentan con servicio de acueducto, la
forma do abastecimiento es galones llenos
de agua lluvia, las quebradas y el rio Anchi-
cayá. No hay sistema de alcantarillado ni
de manejo de residuos sólidos, tampoco
servicio de energía.
Las actividades económicas que se llevan a
cabo en Taparal Humanes son la agricultu-
ra, pesca, extracción de moluscos y crustá-
ceos y elaboración de instrumentos musi-
cales. Los cultivos predominantes en la
zona son papa china, borojo, coco, banano,
plátano, maíz, yuca, ñame y caña. En el
Consejo Bracitos Amazonas, se destacan
las actividades de agricultura con la siem-
bra de cultivos como la caña, la papa china,
el coco, el borojo, el plátano, eI banano, el
bananito, así como, hierbas aromatices y
medicínalos. También desarrollan la pesca
artesanal, Ia extracción de piangüa y captu-
ra de cangrejos.
37
38. 3.3 PRACTICAS Y VALORES CULTURA-
LES DE LA COMUNIDAD DE ANCHICA-
YÁ ASOCIADAS AL TERRITORIO
3.3.1. Caracterización Histórica
Este aparte, es el resultado de los conver-
satorios y talleres de investigación realiza-
dos con la comunidad de Anchicayá, en la
que participaron mayores y jóvenes; en
esta ocasión los ancianos narraron sus
vivencias, recuerdos y experiencia sobre
sus familias, la medicina tradicional, la
forma de alimentación, la organización
comunitaria etc a los jóvenes.
Así se escucharon las voces de los mayores al
narrar como eran las prácticas y valores
culturales en cuanto a la identidad hace unos
60 años
Composición y dinámica de la parentela
En el Río Anchicayá y en la Costa Pacífica
en general, la familia estaba constituida por
el padre, la madre, los hijos, hermanos, tíos,
primos, sobrinos, abuelos, nietos, cuñados,
yernos, nueras, suegros, compadres y
comadres, ahijados, entenados, hermanos
de crianza de la madre y el padre, e incluso
hermanos de leche, quienes eran las
personas que aunque no fueran familiares
consanguíneos, habían compartido la leche
materna en la primera infancia. Así mismo,
las amigas, amigos y vecinos eran conside-
rados “familia” por los lazos de afecto y
ayuda mutua que practicaban entre sí. Por
eso se dice que la familia extensa era la
garantía de la seguridad familiar.
El grupo de familias conformaba la comu-
nidad de cada una de las veredas del río.
De igual manera los hombres y mujeres
originarios del mismo río y región, eran
llamados paisanos y también hacían parte
de la parentela.
Las relaciones familiares y comunitarias
estaban fundamentadas en fuertes lazos
afectivos de consanguinidad, afinidad,
compadrazgo, vecindad y paisanaje, que
sustentaban la vida familiar y comunitaria.
En este sentido, la pareja, se establecía
para hacer familia en unión libre o matri-
monio religioso, precedida del noviazgo
libre entre jóvenes hombres y mujeres o
por encargo de los padres desde que eran
menores.
El compadrazgo se constituía a través del
agua de socorro y óleo o bautismo religio-
so. Y el paisanaje era una forma de recono-
cerse por la misma procedencia del lugar
de nacimiento tanto del mismo río, como
de la región pacífica. En todas estas formas
de relacionamiento primaba el respeto; las
personas adultas, vecinas e integrantes de
la comunidad en general, siempre se salu-
daban y sobre todo el de menor edad era
el que primero saludaba al mayor, a quien
se le decía “tía o tío” y le pedía la bendición
38
39. o “el nombre de Dios” hincando la rodilla,
haciendo una venia como muestra de
reconocimiento de la autoridad. Las perso-
nas adultas, vecinas e integrantes de la
comunidad en general, siempre se saluda-
ban como muestra de aprecio, reconoci-
miento y respeto.
Las relaciones de pareja se daban con la
expectativa de establecer una familia. El
matrimonio o la vida en unión libre de una
pareja se constituían en el cierre del com-
promiso al que llevaba la relación de
noviazgo. La voluntad de constituir familia,
así como la valoración de la honestidad, la
responsabilidad, la capacidad para el traba-
jo propio del hombre en la finca, pesca o
minería, y cacería, y la habilidad para el
desarrollo del trabajo doméstico en la
mujer, eran criterios importantes a la hora
de conformar una pareja.
Existía la práctica en la que dos familias
que se apreciaban mucho, y que sabían de
los valores que tenían cada una, de acordar
que a un hijo y a una hija, que ellos tuvie-
sen, serían pareja cuando estuviesen en
edad de asumir las responsabilidades de
una nueva familia. Esto se hacía con el fin
de garantizar una buena elección de
pareja. En la pareja: era importante que el
hombre fuera trabajador, que tuviera su
potrillo, machete y que la mujer supiera
hacer los trabajos del hogar y de la finca.
Entre personas mayores el respeto, la obe-
diencia, y la escucha, eran normas de rela-
cionamiento.
Entre compadres y comadres, estaban
prohibidos los amoríos, malos tratos, y
peleas, así mismo, los ahijados/as respeta-
ban y reverenciaban a sus padrinos, el
compadrazgo tenía un estatus de sagrado
y por ello los compadres se saludaban
diciéndose mutuamente mi santidad. Entre
el vecindario primaba el respeto y la ayuda
mutua, así mismo entre la comunidad se
procuraba el apoyo, respeto y honradez.
Tanto en la familia como en la comunidad,
las relaciones interpersonales estaban
mediadas por el valor de la ayuda mutua y
el respeto. Así por ejemplo, todos en la
familia desde temprana edad, tenían el
deber de contribuir de acuerdo a los roles
de género y sus capacidades, en las tareas
productivas del hogar. Los padres tenían el
deber de instruir a sus hijos varones desde
pequeños en todas aquellas actividades
desempeñadas por los hombres, y lo
mismo hacían las madres con sus hijas
mujeres. En este sentido, ejercer la autori-
dad para orientar, enseñar y educar a los
de menor edad, era un deber del padre, la
madre y todas las personas mayores de la
familia y la comunidad. Por lo tanto, la
madrina y el padrino, eran figuras de
mucha importancia en la familia, por
cuanto tenían el deber de socorrer al ahija-
do toda la vida, aconsejarle, ayudarle, darle
ejemplo. Así mismo, el apoyo y respeto
entre compadres y comadres, era asumido
como una gran responsabilidad.
Los amigos/as y vecinos, estaban para
ayudar y ser serviciales en la alegría y en el
dolor y en general en todos los momentos
de la vida cotidiana. Esto significaba que la
comunidad también era responsable de
ayudar en la crianza de niños, niñas, y jóve-
nes, así como preparar y realizar activida-
des de bienestar comunitario: festividades,
arreglos y limpiezas de caminos, pampas,
cementerio, puentes, escuela, y acompa-
39
40. ñar a sus integrantes en los duelos, enfer-
medades y celebraciones. Todos estos
deberes y responsabilidades desplegados
entre los integrantes de la familia y la
comunidad, generaban el derecho a recibir
afecto, bienestar material y espiritual,
ayuda, protección, cuidados y consejos.
La medicina tradicional
En el Río Anchicayá, la medicina tradicional
era practicada por mujeres y hombres que
tenían grandes conocimientos asociados al
manejo de las plantas y “secretos u oracio-
nes que tienen poder curativo”, y eran utili-
zados para aliviar los diferentes tipos de
enfermedades y accidentes en mujeres,
hombres, niños y niñas, y ayudar a las
mujeres en el proceso de preñez y de dar a
luz.
Es así como se tenían yerbateros/curande-
ros para prevenir y curar enfermedades
culturales como por ejemplo, el mal de ojo,
mal aire, el espanto, y enfermedades
comunes como el paludismo, parasitismo,
o lombrices, problemas de la presión arte-
rial, fracturas, cortadas, picaduras de
serpientes entre otras.
Las parteras, eran las encargadas de
ayudar a las mujeres en su embarazo y a la
hora del parto, cumpliendo además con la
función cultural de cortar el cordón umbili-
cal y enterrarlo junto el resto de la placenta
generalmente en la raíz de un árbol ubica-
do cerca de la casa si era una niña, por
ejemplo al pie de una palma de coco o
chontaduro; y si el recién nacido era un
varón al pie de un árbol maderable cerca
del monte. Además, la partera como cono-
cedora de la familia, también apoyaba a la
madre y al padre en la segunda parte de la
ombligada, que ocurría cuando la herida
del ombligo estaba en proceso de cicatri-
zación. En este caso, previamente los
padres escogían un animal, planta o mine-
ral, del cual tomaban una parte, la hacían
polvo y la colocaban en la cicatriz del
ombligo, con el fin de que sus cualidades
contribuyeran a formar del carácter de la
niña o niño. Así por ejemplo, se ombligaba
con hormiga arriera, para que fuera perso-
na muy trabajadora; con ardita voladora,
para desplegar su agilidad, con tigre para
que supiera defenderse, con anguilla para
que fuera resbaladiza y al momento de una
pelea se pudiese escapar; con árbol de
guayacán o guayabo, para tener fuerza,
con palo de balso para que cuando bañara
en el río o el mar, flotara y no se ahogara;
con polvo de oro, para que tuviera suerte y
si era minero, encontrara la veta de oro con
facilidad, bañar a los niños y niñas con hier-
bas, dar bebedizo a las parturientas entre
otras labores.
En cuanto al cuidado, las mujeres, preve-
nían las enfermedades con tomas de bote-
lla curada, cuidados especiales y dietas
alimenticias durante la menstruación, parto
y posparto.
Las enfermedades más comunes entre las
mujeres eran el tabardillo, gripas, dengue,
paludismo, bronquitis, brotes en el cuerpo
y el pasmo, que eran reconocidas por algu-
nas manifestaciones como fiebre, escalo-
frío, ahogo. Todas las enfermedades eran
tratadas con base de plantas medicinales
frescas o calientes, algunas cultivadas en
los patios y otras cogidas en los montes,
utilizadas a través de preparaciones bebi-
bles, baños, emplastos y pringues, lavados
40
41. y purgantes. Los sobijos y el entablillado
eran utilizados en las fracturas.
Niños y niñas también tomaban prepara-
dos especiales de plantas medicinales para
evitar enfermedades, sin embargo las más
comunes eran mal de ojo, espanto,
hernias, rebote de lombrices, brotes en la
piel, vómito y diarrea, gripas, las cuales
eran tratadas por la comadrona o partera y
el yerbatero, con tomas, baños, purgantes
de plantas medicinales y dietas de comidas
según la enfermedad. Los niños y niñas
eran alimentados con leche materna por
más de un año, esta alimentación se
asumía como parte del cuidado de los
recién nacidos para prevenir enfermeda-
des.
La alimentación
La salud y la fuerza para el buen vivir de las
comunidades negras, estaba muy ligada a
la calidad de su alimentación porque ésta
ha sido muy rica y variada. El territorio
ancestral, desde las cabeceras de los ríos
hasta las bocanas, proveía de diversidad de
pescados de agua dulce y salada; conchas
(almeja, shangara, piacuil, chorga, piangua,)
jaiba, cangrejos y camarones (tigre, cham-
bero, muchilla); tortuga, iguana, que se
capturaban en esteros, raizales, bocanas,
playas; carnes de monte (venado, guagua,
guatín, perico, armadillo, zorra, tatabro,
conejo, ratón). Animales criados en los
patios de las casas como gallina y pato
frutas (caimito, guaba, pepepan, lulo, gua-
yaba, guanábana, anón, zapote, lulo,
papaya, bacao, pepa de pan); plátanos (chi-
firí, costeño, sato) y banano; frutas de
palmas (chontaduro, naidí, milpeso, coco,
corozo). Tubérculos (yuca, papachina
ñame, rascadera) y variedades de caña;
granos nativos (arroz, maíz, frijolito negro).
Todos estos productos agrícolas eran culti-
vados en las fincas y otros recolectados en
los montes de respaldo. Las hierbas para
sazonar como cebolla larga, chillangua,
poleo, albahaca, eran cultivadas en las azo-
teas.
Con todos estos productos se hacían
variedades de platos de sal y dulce y
refrescos. Por ejemplo, sancocho tradicio-
nal de pescados y carnes; sudados, tapaos,
frituras, sudados con coco; sopas, tamales
y empanadas, arroces. La caña, cultivada y
procesada por las mujeres, además de
comerla fresca, era para hacer, guarapo y
viche.
Como vemos, en aquella época, todo lo
daba el territorio, la vida en el Río Anchica-
yá era autosuficiente, Solo se compraba la
sal, el petróleo para el mechero y a veces el
jabón. No se necesitaba plata para comer
bien.
Las fiestas patronales, celebraciones,
descanso y juegos
.
Las comunidades del Río Anchicayá, han
sido de tradición cristiana-católica, cuyos
principios religiosos fueron aprendidos de
los mayores y sus antepasados, nutridos
también de la expresiva herencia africana y
por ello las fiestas patronales, los velorios y
muchas de las prácticas religiosas y espiri-
tuales que copaban el calendario de todo
el año, contaban con la participación de la
comunidad, la presencia de música y
cantos tradicionales, juegos y de múltiples
manifestaciones de alegría, y también de
dolor en el caso de los funerales de perso-
41
42. nas adultas. Todas estas expresiones esta-
ban complementadas con deliciosos y
abundantes platos de la cocina tradicional
y variedad de licores propios. En esa
época, el inicio de año estaba marcado por
la importancia y solemnidad de cada fecha,
por ej., la fiesta de Reyes en enero, le
seguía luego la Semana Santa y Resurrec-
ción en abril y terminaba con la Navidad en
diciembre, y entre estas fechas, había innu-
merables festividades de santos como San
Antonio, San José y vírgenes como la del
Carmen, la Inmaculada, las Mercedes, la
purísima. Por ese entonces, la presencia
de sacerdotes en el río era muy escasa, por
eso eran muy importantes algunas mujeres
y hombres que hacían el oficio de rezande-
ros en los velorios, novenarios, agua de
socorro, y otras actividades religiosas que
necesitaban de sus oraciones.
Festividades
Durante todo el año y a lo largo de río, la
gente se preparaba para las celebraciones
de las fiestas patronales. La música y el
baile acompañaban estas festividades con
conjuntos musicales compuestos por la
marimba de chonta, cununos, tamboras y
guazás y las voces de las cantaoras, ento-
nando el currulao, ritmos que se escucha-
ban y bailaban en las fiestas familiares y
comunitarias, y también al finalizar las
mingas de trabajo familiar o de beneficio
comunitario, con el fin de festejar y agra-
decer la ayuda mutua.
La música también se interpretaba en cele-
braciones religiosas y rituales funerarios
como chigualos, alabaos, novenarios, velo-
rios de santos. Además de la música y el
baile, hacían parte de la cultura de las cele-
braciones las narraciones a través de las
décimas, compuestas por mujeres y hom-
bres quienes con su gran creatividad poéti-
ca, contaban con crítica y humor o también
con reflexión, todos los sucesos comunita-
rios.
Igualmente, otra expresión de la tradición
oral eran las coplas, cuentos y leyendas, en
los que las personas adultas y mayores de
la comunidad, enseñaban y daban consejo
de buen vivir a los renacientes, en especial
se destacaban los sucesos en los que apa-
recían espantos y visiones como el Riviel, la
Tunda, el Duende, la Madrediagua, etc.,
que permitían advertir sobre todo a
niños/as y adolescentes los peligros de
andar solos en el monte o en la oscuridad,
o ir a bañar al río o a la playa sin permiso o
faltarles respeto a los mayores. En general
todas las festividades que se celebraban
en las diferentes veredas del río eran una
oportunidad para estrechar los lazos de
familiaridad y afecto, intercambiar ideas,
compartir la alegría y también el dolor,
solucionar problemas y afirmar la perte-
nencia al territorio ancestral del Río Anchi-
caya.
Las fiestas familiares más celebradas eran
los nacimientos: El padre del recién nacido
salía a la pampa y anunciaba al vecindario
el nacimiento del hijo sacando su escopeta
de fisto y haciendo tiros al aire. Luego
llegaban vecinos y familiares a conocer al
recién nacido, felicitar a los padres y las
mujeres acudían a ayudar en los oficios
domésticos (lavar, cocinar) a la nueva
madre, durante todo el tiempo de la dieta
que duraba 40 días.
A los visitantes se les daba un trago de
42