1. a. Herramientas para evaluar
Registros anecdóticos: consiste en anotar con una frase descriptiva breve, durante las
actividades, observaciones individuales respecto del desempeño del alumno.
Escalas de apreciación: constituyen un instrumento de registro de evidencia de los aprendizajes y
desempeños de los estudiantes, que puede ser utilizada tanto para la evaluación formativa como
para aquella con fines de calificación. Es muy apropiada para evaluar la complejidad de los
aprendizajes artísticos, pues permiten registrar con grados de valoración una diversidad de
desempeños, lo que da cuenta con mayor fidelidad de la calidad de estos, no solo por presencia o
ausencia como lo hace la lista de cotejo. Este tipo de instrumento permite discriminar con un mayor
grado de precisión el comportamiento a observar o el nivel de aprendizaje a medir. Se pueden
utilizar para evaluar trabajos de arte, investigaciones, proyectos y otras instancias de trabajo en la
asignatura y son una buena base para construir pautas de evaluación.
Rúbricas: herramientas para la evaluación y categorización de la calidad del desempeño del
estudiante en tareas complejas, que consideran más de una variable o habilidad. Para construir
una rúbrica, se debe establecer un conjunto de criterios ligados a los objetivos de aprendizaje. Se
utilizan para evaluar trabajos de arte, investigaciones, proyectos y otras instancias de trabajo en la
asignatura. Las rúbricas permiten estandarizar la evaluación de acuerdo a criterios específicos,
haciendo la calificación más transparente y colaborando con esto a una retroalimentación más
eficaz.
b. Instancias y procedimientos
A continuación se recomiendan otros procedimientos e instancias que enriquecen y diversifican la
forma en que se puede evaluar el logro de los OA en Artes Visuales.
Portafolio: consiste en una carpeta o similar, donde el alumno guarda y organiza sus trabajos de
arte realizados en un período de tiempo determinado y con propósitos también determinados (en el
caso de trabajos de escultura y colaborativos, pueden ser fotografías impresas). Esta herramienta
permite evaluar el desarrollo de procesos creativos y reflexivos en períodos más largos de tiempo.
Es una evidencia para el profesor y, a la vez, permite una autoevaluación por parte del alumno.
Debe ir acompañado de una pauta de evaluación con indicadores claros o una rúbrica sobre la cual
pueda establecerse un diálogo o los alumnos puedan realizar su propia autoevaluación.
Cuaderno o croquera de arte: es un registro en que el alumno explora ideas y plantea respuestas
frente a diferentes desafíos por medio de bocetos, explicaciones, textos, otros. El profesor puede
observar estos registros, orientarse en el desarrollo de las habilidades de sus alumnos y verificar si
los contenidos han sido aprendidos, apoyándose en una pauta como una escala de apreciación.
Producción de textos: es importante y necesario, en la medida que los estudiantes logren las
habilidades de escritura, que generen textos acerca de sus propios trabajos de arte y sus
apreciaciones de la obra y el objeto de arte. Esto les permitirá desarrollar su capacidad de reflexión
y comunicación frente a las artes visuales. Estos textos pueden ser descriptivos, interpretativos o
analíticos, también deben ser evaluados con apoyo de un instrumento que considere los
indicadores sugeridos.