Cualquier talento que una persona tenga, no justifica que ahora pueda tener malas actitudes en el servicio. Con las actitudes correctas, todos los esfuerzos de un servidor de Cristo van a lucir y todos sus talentos resultan en bendición para el reino de Dios.
Luisa de Marillac y la educación de las niñas pobres
El servidor y sus actitudes
1. Prov.4:23 - “Con toda diligencia guarda tu corazón,
porque de él brotan los manantiales de la vida...”
2. 1. La Importancia de
Tener las Actitudes Correctas
Las actitudes que un cristiano tiene al servir en la
iglesia y en el mundo son de suma importancia.
Cualquier talento que una persona tenga, no justifica
que ahora pueda tener malas actitudes en el
servicio. Con las actitudes correctas, todos los
esfuerzos de un servidor de Cristo van a lucir y
todos sus talentos resultan en bendición para el
reino de Dios.
Al hablar de actitud, se está pensando en la
disposición básica anímica que motiva a una
persona a ciertas acciones, del modo o forma
cómo actúa y de la calidad de carácter con el
cual hace una cosa o trabajo. La Biblia habla del
corazón (Prov.4:23):
3. El corazón es la fuente
En la Biblia el corazón es la fuente de los motivos, de las
pasiones, de los procesos mentales, de los deseos, de
los motivos, es fuente de sabiduría y de las emociones
(Jer.17.9 / Prov.2:10 / Mt.12:35). También es en el
corazón donde hacemos nuestras decisiones (Dt.6.5 -
“Amarás a Jehová tu Dios con todo tu corazón”). El
hombre se comporta según su corazón (Gn.8:21 /
Jer.17:1).
Dios conoce muy bien este lugar en nuestras vidas y a El
no lo podemos engañar con las apariencias (1Sam.16:7).
Dios puede limpiar el corazón (Sal.51:10). Y son los de
limpio corazón los que verán a Dios (Mt.5:8). Tratándose
de la fuente de la vida, la Biblia nos llama a guardar el
corazón con todo cuidado (Prov.4:23 / Mt.15:18-19 /
Dt.4:9 / Sal.139:23-24).
4. Áreas en las Cuales Debemos Cuidar
Nuestras Actitudes a. La Actitud Hacia Dios
La actitud que tengamos frente a Dios y Su
Palabra es de vital importancia para todo ministerio
en el reino de Dios. La diferencia fundamental
entre los reyes Saúl y David la encontramos en
sus actitudes frente a Dios y Su Palabra. Saúl
desobedeció una orden clara del Señor, no
importándole poner las cosas de Dios en segundo
lugar. Al ser reprendido por el profeta Samuel no
estima necesario arrepentirse de sus males sino
más bien usa disculpas torpes para justificar sus
malas intenciones (1Sam.15 / 1Sam.22:6-23). Saúl
prefiere edificarse un monumento a sí mismo que
darle la gloria a Dios (1Sam.15:12).
5. David no fue perfecto, pero:
Las intenciones básicas de su corazón estaban
dirigidas hacia Dios (Sal.15).
Podemos decir que David tenía un corazón que latía
para Dios (1Sam.13:13-14 / 1Sam.16:7). David tenía
un profundo deseo de ver a Dios glorificado
(1Sam.17:32-37).
Las actitudes de David estaban profundamente
impregnadas del temor a Dios (1Sam.24:11-19). El
también estaba pendiente de que su corazón
estuviera bien dirigido (Sal.139:23-24).
Además vemos en todos sus salmos, que tenía un
profundo deseo de alabar a Dios de todo corazón
(Sal.103:1-2).
Su actitud frente al pecado la podemos ver en el
Salmo 51.
6. Considere:
Adoración a Dios es el primer ministerio en una
iglesia y si se hace bíblicamente, va a ser una fuente
para el evangelismo. Esto también es verdad para
cada individuo.
Abraham hizo un altar y llegó a ser el padre de
muchas naciones. Moisés se acerco descalzo a la
mata ardiente y llego a ser el liberador del pueblo de
Israel. Daniel se arrodillo delante de Dios y llego a
influir grandemente en el reino. Los 120 en el
aposento alto buscaron a Dios en oración y
recibieron el poder de lo alto y la primer iglesia tiene
su comienzo. En Antioquía los ancianos oraron y
ministraron a Dios y descubrieron el plan de Dios
para evangelizar al mundo (Hch.13:1-3).
7. Jack Hayford
El pastor y escritor Jack Hayford comenta que el hombre es un
adorador por naturaleza. Sea que nos demos cuenta o no, sea
que reconozcamos el objeto de nuestras devociones o no, todos
nosotros adoramos algo. Algunos adoran en el altar de sus
trabajos. Otros adoran el dinero o sus posesiones. Ciertas
personas adoran ideales, metas o deseos, mientras otros adoran
el libertinaje. Algunos de nosotros tenemos la audacia de adorar a
Dios.
1 La verdadera adoración se basa en un entendimiento de la
dignidad o del valor de Dios. Cuando decimos que Dios es digno,
queremos decir que El merece nuestra adoración. A causa de Su
gran valor, deseamos alabarlo con todo nuestro corazón.
2 Palabras sinónimas de la palabra adoración en español son:
veneración, devoción, apego. Todas estas palabras hacen
referencia a que la persona aprecia y valora al objeto o a la
persona a quien le brinda esa atención. (salmo 117:1 y 2)
8. Adoración es más que solamente cantar algunos
cánticos. Para entender la verdadera adoración
debemos aclarar algunos asuntos:
• El primer punto importante en la adoración tiene que ver con
el enfoque: a quién adoramos.
La Biblia es clara en decirnos que Dios quiere ser el único Dios
que debe ser adorado en nuestras vidas. Este mandamiento
exige completa dedicación y compromiso a Dios, sin excepción.
Dios no permite a otro Dios junto a El (Ex.20:1-6). La Biblia
enfatiza que solo hay un Dios (Dt.11:16-17 / Dt.12:2.31 /
Dt.13:4).
Antes de entrar en la tierra prometida el pueblo de Israel recibió
una amonestación que no olvidaran a su Dios confiando en sí
mismos y en dioses ajenos que no fuera el Dios quien los sacó
de Egipto (Dt.8:11-20). Tristemente vemos en la historia, que el
pueblo de Israel hizo exactamente lo contrario de lo que Dios
quería de ellos y adoraron a otros dioses. El que Israel haya
abandonado a su Creador y que haya, junto a Dios,
mantenido y adorado a otros dioses, atrajo grandes
desgracias a la vida de Israel (2Cron.31:1).
9. Adoracion
Otro punto importante que tiene que ver con la adoración tiene
que ver con la razón verdadera de la adoración. En Ex.25:2-22
pidió Dios a Su pueblo que construyera un lugar en el que El
habitaría y donde El tendría comunión con ellos y además
allí hablaría con ellos. “Adoración es tanto la
manera como nosotros entramos en la
presencia de Dios como también es la manera a
través de la cual le damos la bienvenida a
nuestro mundo” (Sal.22:3).
• El apóstol Pablo y Silas adoraron a Dios en la
cárcel. Esa alabanza produjo un temblor y en la
noche desesperanzada el carcelero es salvo.
Adoración definitivamente atrae la presencia de
Dios y nos lleva a la liberación (Hch.16).
10. La Actitud Hacia Nosotros
Mismos
El tema de la humildad fue tratado en la lección:
“Sirviendo con Humildad”. Pero además debemos
considerar las siguientes actitudes en cuanto a
nosotros mismos:
Un servidor de Cristo debe destacarse por tener
una actitud que se deja enseñar. El siervo de Dios
está dispuesto a aprender de Dios (Mt.11:29) y de
los hermanos (Prov.15:31-32 / Prov.13:8). Dejarse
enseñar incluye:
• Una disposición a aprender más y más y a crecer
tanto en conocimiento como en carácter.
• Permitir ser corregido y sacar provecho de
consejos sabios como también de la crítica
(Hebr.12).
11. Actitud correcta
Una actitud correcta hacia nosotros
mismos incluye la transparencia y el
admitir errores y pecados que se hallan
cometido (Stg.5:16 / Jn.1:6-8 / Jn.8:1-9).
Pero no es suficiente admitir las faltas, hay
que estar dispuestos a corregirlas. Todos
cometemos faltas. La congregación que
funciona bien y que crece, es una
congregación que tiene gente que aprende
de sus errores y faltas
12. La Actitud Hacia los Hermanos
Jesús nos enseñó a amar a los hermanos (Jn.13:34-35-
una expresión de amar es servir). El nacido de nuevo ama
al hermano en Cristo (1Pe.1:22-23). Ese amor se expresa
de la siguiente manera:
Cooperando. Debemos reconocer que somos parte de un
cuerpo y que no tenemos todos los dones. Necesitamos al
hermano con sus capacidades y dones que Dios le ha
dado (1Cor.12 / Ef.4:11-16). Por el otro lado el hermano
necesita nuestros dones y nuestras capacidades para ser
edificado. Una iglesia que está marcada por la mutua
ayuda y la cooperación (el trabajo en grupo) es una iglesia
que va ha ser productiva (1Cor.3:4-10 / Jn.4:37-38 /
1Cor.4:6 / Filp.4:3 / 3Jn.1:8).
13. La Actitud Hacia los Hermanos
Apreciando el trabajo de otros. Debemos
apreciar el trabajo de otros hermanos
(1Tes.5:12-13 / 1Tim.5:17). Apreciando el
trabajo de otros va a eliminar la crítica
destructiva, los chismes y las divisiones en la
iglesia.
• Sometiéndonos. La Biblia nos llama a
someternos los unos a los otros (Ef.5:21).
Además debemos aprender a someternos a
aquellos que están en autoridad (Hebr.13:7).
Muchos problemas surgen, ya que hay
demasiados que quieren ser jefes y muy
pocos los que quieren someterse a ellos.
14. Haciendo las paces. La disposición a perdonar es
clave en la vida de una congregación, si es que
quiere experimentar un ambiente de paz y armonía
(Rom.12:19-21 / Rom.14:19). Buscar la paz en las
relaciones interpersonales de una iglesia es el
llamado de Dios a los creyentes y en especial a todo
servidor (Mt.5:9 / Stg.3:17-18 / Stg.4:1-3).
• Practicando la hospitalidad. Hospitalidad muestra
que tenemos, más que solamente, la casa abierta
para los hermanos, demostramos que tenemos un
corazón abierto hacia ellos (Rom.12:13 / Hebr.13:2 /
1Pe.4:9). Una de las razones para el crecimiento tan
rápido de la iglesia primitiva, tiene que ver con la
hospitalidad que fue practicada entre los creyentes
(3Jn.5-8 / Hch.2:42s).
15. Gentileza y mansedumbre. El ambiente de
familia en una iglesia se desarrolla por la
gentileza que se practica entre los creyentes
de una congregación (Hch.2:44-47 /
Hch.11:27-30). Especialmente el trato
correcto con los débiles (Gal.6:1) y con
aquellos que se nos oponen (2Tim.2:24-26)
es crucial para edificar una iglesia amable,
pero firme en los principios de Dios.
16. La Actitud Hacia el Trabajo y el
Ministerio
Poder estar involucrado en algún ministerio no
es un derecho que podemos reclamar, es un
privilegio que Dios nos da. Ya que el servir a
Dios es un privilegio, debemos ser
agradecidos por las oportunidades que
tenemos para bendecir la obra de Dios y Su
gente (1Tim.1:12 / 1Cor.15:9-10).
Un servidor de Cristo sin entusiasmo es como
un carro sin gasolina. Dios ama a un dador
alegre (2Cor.9:7 / Ex.25:1ss / 1Cr.29:17). Con
entusiasmo y buena gana las cosas se
pueden hacer mejor (2Tim.1:6).
17. En estos días la iglesia necesita gente con una actitud
dispuesta a trabajar (Neh.4:6). De un servidor se requiere
diligencia (Rom.12.11). En muchas ocasiones se observa
que algunos siempre llegan al lugar de los hechos cuando
el trabajo ya está terminando y cuando llega el momento
del reconocimiento se paran en la primera fila. La Palabra
de Dios tiene una fuerte advertencia para los perezosos
(Prov.6:6-11 / Prov.10:26 / Prov.18:9 / Prov.20:4 /
Prov.24:30-34 / Mt.25:26 / Rom.12:11). Todo lo que
hacemos lo debemos hacer para el Señor (Col.3:23).
Es importante entender el valor del trabajo en el plan de
Dios. Dios ordenó descansar un día; pero mandó trabajar
seis (Ex.20:9-10). Si alguno no quiere trabajar, que
tampoco coma (2Tes.3:7-12).
18. Síntomas de un perezoso:
No cree que es un perezoso (Prov.26:16). El va a asegurar
que sí quiere trabajar, si no hubiera tantos obstáculos en
el camino. El solamente está esperando
mejores condiciones de trabajo. El es muy rápido en
explicar su punto de vista al que le pregunta por qué no
está trabajando.
Busca el camino más fácil (Prov.6:10-11 / Prov.20:4 /
Prov.19:15). Evita cualquier esfuerzo. Vive más por sus
sentimientos que por decisiones que lleven a resultados
claros. No cree en disciplinarse.
No valora la importancia del tiempo ni de las épocas
(estaciones) (Prov.12:24). "Mañana". No tiene iniciativa.
Más bien se deja manejar de otra gente y de las
circunstancias.
19. Síntomas de un perezoso:
No termina lo que principió (Prov.12:27). Cada
trabajo se vuelve una montaña en su camino.
• Vive en un mundo de deseos (Prov.21:25-26).
Cuando el perezoso no está durmiendo, él está
deseando hacer cosas u obtenerlas.
• Causa dolorosos daños al que lo empleó
(Prov.18:9 / Prov.10:26). Su presencia en el trabajo
es peor que su ausencia. Su falta de iniciativa y la
falta de concluir los trabajos pueden ser muy
costosos a aquellos que están contando con él.
• Es víctima de temores autoinducidos (Prov.22:13).
La pereza trae definitivamente ruina a la vida.
20. Tener iniciativa
Tener iniciativa se ha definido como la disposición a
hacer lo correcto aunque no le insten a hacerlo. No
deberíamos tener que ser recordados
constantemente de nuestras responsabilidades
(1Tim.4:14 / 2Tim.1:6). Si vemos que hay algo que
debe hacerse, no critiquemos, más bien
movilicémonos nosotros: ¡“manos a la obra”! No
espere hasta que otra persona lo haga.
Luchar hasta el final. Un servidor de Cristo se
caracteriza por su persistencia en el trabajo que
hace (Jn.4:34 / Hebr.6:12 / 2Tim.4:7). Termina bien.
Afinando nuestras actitudes va a hacer de nosotros
personas que están preparadas para ser útiles a
Dios (2Tim.2:21).