2. Determinar quiénes participan en el proyecto y de qué manera.
Analizar la importancia de la participación en la gestión de
proyectos sociales.
Determinar el concepto de participación social y comunitaria.
Conocer los diferentes tipos de participación: la participación
clásica reglamentada.
Profundizar en el modelo alternativo de participación de la
“investigación-acción participativa.
Identificar algunas herramientas para el trabajo comunitario
3. Unidad Didáctica 1: Quién participa y cómo
1.1 ¿Quién es quién en el proyecto?
1.2 Fases en el análisis de la participación de un proyecto
1.3 La importancia de la participación de las personas beneficiarias
en el proyecto
1.4 ¿En qué consiste la participación?
Unidad Didáctica 2: ¿Cómo fomentar la participación de
las personas beneficiarias en el proyecto?
2.1. Modelos de participación: la participación clásica reglamentada.
2.2. Modelos alternativos: la investigación-acción participativa.
2.3. El proceso de investigación-acción participativa.
2.4. La dinamización de grupos: propuestas metodológicas.
2.5. Algunas herramientas para el trabajo comunitario.
2.6. Sugerencias para favorecer la participación.
4. Llevar a cabo el análisis de la participación de un proyecto va más allá de
precisar “quién es quién”. Tan importante, o más, es determinar, dentro de los
grupos identificados, el que debe acabar convirtiéndose en los beneficiarios
directos del futuro proyecto de desarrollo.
Por otro lado, la participación de la ciudadanía se ha constituido como una
demanda creciente que radica en la necesidad de constituir instituciones más
representativas y más transparentes en su gestión. El desarrollo democrático, al
que aspiran las sociedades de hoy en día, se basa en un modelo que incluya a las
personas beneficiarias de las políticas públicas en el diseño de las mismas.
El valor que ofrece la participación es que la comunidad se hace responsable de
su propio desarrollo y se origina una nueva actitud ante las instituciones, al no
esperar que éstas atiendan sus problemas, sino haciéndose partícipe en la
búsqueda de soluciones.
En el contexto de la gestión de proyectos sociales, la participación de las personas
beneficiarias adquiere especial relevancia porque nadie, mejor que las personas a
quienes se dirige el proyecto, sabe qué necesita, cuánto necesita y cómo ha de
articularse la ayuda, para satisfacer sus necesidades o problemas.
5. El análisis de la participación resulta un momento clave a la hora de
comenzar la preparación de un proyecto. Hay que saber a quién queremos
mejorar, antes de determinar qué es lo que queremos hacer. En la realidad
personas y problemas forman una combinación indisoluble que es
imposible separar.
Con el análisis de la participación se pretenden básicamente dos cosas:
QUIÉN ES QUIÉN
• Determinar del modo más
preciso posible, la realidad
social sobre la que el futuro
proyecto pretende incidir.
Establecer el “quién es
quién” dentro de una
realidad determinada.
PERSONAS
BENEFICIARIAS
DIRECTAS
• Determinar, dentro de los
grupos identificados, el que
debe acabar convirtiéndose en
los beneficiarios directos
del futuro proyecto de
desarrollo.
6. Para ello, es necesario que el análisis se desarrolle según tres fases:
Elaboración de la tabla de participantes identificando a los
implicados diferenciando entre directos e indirectos.
Valoración de la influencia e importancia de los implicados.
Identificación de los riesgos e hipótesis que afectarán al diseño y al
éxito del proyecto.
8. Hay que diferenciar
entre las siguientes
categorías:
Beneficiarios
directos
Beneficiarios
indirectos
Neutrales/excluidos
Perjudicados/
oponentes
No hay ningún criterio técnico que pueda determinar
quién o quiénes deben convertirse en beneficiarios
de un proyecto.
Los criterios para la selección de los beneficiarios
son específicos en cada ocasión y dependen de las
prioridades que las instituciones
establecen, finalmente la determinación de los
presuntos beneficiarios son decisiones de tipo
estratégico o político, más que técnico.
9. Cuando se realiza el análisis de la participación hay que tener en
consideración la valoración de la influencia e importancia de los
implicados en el proyecto:
La valoración de la influencia hace referencia al poder de
un implicado para controlar las decisiones de un
proyecto, facilitar su ejecución o dificultarla.
La valoración de la importancia indica la prioridad dada por
quien financia el proyecto a la satisfacción de necesidades e
intereses de determinados implicados.
11. La Identificación de los riesgos e hipótesis que afectarán al diseño y al
éxito del proyecto consiste en:
Identificando supuestos y riesgos: los implicados primarios con alta
influencia y baja importancia pueden generar factores externos que
pongan en peligro el proyecto.
Identificación de la participación adecuada de los implicados. Los
implicados primarios con alta importancia y alta influencia pueden
convertirse en una coalición de apoyo al proyecto.
Resulta de utilidad realizar una matriz de implicados incluyendo el tipo
de participación en las distintas fases del proyecto.
12. Una vez que se tiene claro quiénes son
las partes implicadas del proyecto y
cuáles son sus intereses en el
mismo, es necesario que de forma
conjunta se establezcan con claridad
los problemas que pretende resolver
el proyecto y por ende, cuáles son los
objetivos.
ANÁLISIS DE
LA
PARTICIPACIÓN
ANÁLISIS DE
PROBLEMAS
ANÁLISIS DE
SITUACIÓN
13. Profundiza en la democracia y facilita la articulación social.
Favorece una mayor eficiencia en la intervención pública, al producirse
respuestas y propuestas bien orientadas que optimicen recursos: mejores servicios con
iguales recursos.
La adecuación de las respuestas desde lo público a las necesidades y demandas de
los ciudadanos.
Hoy por hoy existe bastante consenso al asegurar que las personas
beneficiarias de los proyectos sociales deben ser parte activa en los mismos
asumiendo un rol protagonista. La participación aporta, entre otras, las
siguientes ventajas:
14. Permite alcanzar u obtener el mayor consenso
posible, público/privado/ciudadano, a través de distintos procesos abiertos de
consulta y debate.
Favorece el desarrollo de lazos de solidaridad en las comunidades.
Responsabiliza y compromete a las personas beneficiarias en la resolución de sus
problemas evitando actitudes paternalistas.
Introduce las perspectivas de los diferentes actores sociales y permite
orientar y gestionar de forma complementaria aquellos procesos planificadores que
han identificado claramente los intereses de la ciudadanía.
15. PARTICIPACIÓN
SOCIAL
Aquellas iniciativas
sociales en las que las
personas toman parte
consciente en un
espacio, posicionándose y
sumándose a ciertos
grupos para llevar a cabo
determinadas causas que
dependen para su
realización en la
práctica, del manejo de
estructuras sociales de
poder.
PARTICIPACIÓN
COMUNITARIA
Toma de conciencia de la
comunidad de sus
necesidades, problemas, y
anhelos, a través de la
reflexión crítica y la puesta
en marcha de diferentes
fórmulas organizativas y
asociativas para caminar
hacia un incremento del
bienestar.
La participación en su expresión más pasiva consiste en recibir la información
que resulta relevante para un proceso decisorio. Sin embargo, se perfecciona en su
forma activa cuando se traduce en incidir concretamente en las decisiones que se
adopten.
16. Para que un proyecto sea participativo:
Su población objetivo debe ser un actor central en la elaboración del
diagnóstico, la priorización de las necesidades que se van a satisfacer, el
análisis de las opciones técnicamente viables para lograr los objetivos de
impacto perseguidos, el monitoreo, el control de gestión y la evaluación ex-
post.
Se deben priorizar las relaciones horizontales entre quienes ejecutan el
proyecto y las personas beneficiarias del mismo para viabilizar su
participación.
17. Existen dos modelos que contribuyen a fomentar la participación de los
grupos beneficiarios en el proyecto:
La participación clásica reglamentada (teléfonos de
información, ventanillas únicas, oficinas de información, buzones de
sugerencias, consultas populares).
El modelo alternativo de la investigación-acción participativa
que tiene como meta conocer para transformar; siempre se actúa en
dirección a un fin o un “para qué”, pero esta acción no se hace “desde
arriba” sino desde y con la base social.
18. Desde este modelo se incorporan ciertos dispositivos o instrumentos de
recepción de sugerencias, peticiones y quejas así como de comunicación e
información individualizada, orientados a la defensa de los derechos de los
ciudadanos.
Teléfonos de
información.
Ventanillas
únicas.
Oficinas de
información.
Buzones de
sugerencias.
Consulta
ciudadana
19. Su objetivo es conocer para transformar.
Dentro de este proceso secuencial conocer-actuar-transformar, la
investigación es tan sólo una parte de la acción transformadora global, pero hay
que tener en cuenta que se trata ya de una forma de intervención, al sensibilizar a
la población sobre sus propios problemas, profundizar en el análisis de su propia
situación u organizar y movilizar a los participantes.
Se caracteriza por lo siguiente:
.
La población es
el agente
principal de
cualquier
transformación
social .
Se parte de la
propia
experiencia de
quienes
participantes, de
las necesidades
o problemas
vividos o
sentidos.
La
población, pasa
a ser sujeto que
investiga. Esta
práctica autor
reflexiva se
instrumentaliza
u operativiza en
“principio de
dialogicidad” (P.
Freire).
La colaboración
entre el personal
técnico y los
sectores de base
ha de partir de
la asunción de
un compromiso
político-
ideológico por
parte de los
primeros.
21. Los elementos necesarios para un proceso de investigación-acción
participativa son son:
Conocimiento Formación Conciencia
Comunicación Mediación Proximidad
22. Los elementos necesarios para un proceso participativo son:
CONOCIMIENTO
• La IAP supone un re-conocimiento de uno
mismo, de otras personas o grupos, del
entorno y del mundo.
FORMACIÓN
• Es evidente que la IAP constituye un
proceso formativo en diferentes niveles:
técnicas aprendidas y
aplicadas, vivencias, historia, experiencia
y puesta en común y expresada, actitudes.
CONCIENCIA
• Es un proceso de toma de conciencia y
sensibilización.
23. Los elementos necesarios para un proceso participativo son:
COMUNICACIÓN
• Implica la difusión
y socialización del
conocimiento, la
información sobre
los recursos
existentes y el
acceso a ellos.
MEDIACIÓN
• Es un proceso de
identificación de
actores, colectivos
e intereses y
búsqueda de los
elementos de
compatibilidad
entre ellos.
PROXIMIDAD
• La IAP necesita
desenvolverse en
espacios
abarcables .
24. La investigación-acción-participativa se realiza en las siguientes fases:
Fase de
diálogo-
negociación:
en esta fase se
realiza un
acuerdo previo
entre todos los
actores
implicados que
incluye el diseño
del proyecto, el
cronograma de
actividades y los
compromisos y
responsabilidade
s de cada parte.
Fase de
recogida de
información:
en la que se
recaba la opinión
de la población
afectada. Se
deben
aprovechar al
máximo los
espacios
naturales en los
que la población
se relaciona.
Fase de
devolución: se
debaten/
corrigen el
diagnóstico y la
propuesta con
las asociaciones
y la población en
jornadas y /o
talleres abiertos
al público, para
consensuar
líneas de
actuación,
concretar
programas y
asignar recursos.
Fase de
ejecución y
evaluación
continua de las
acciones
propuestas.
25. La interacción con personas es una de las piezas claves de este tipo de procesos de
dinamización socio-comunitaria: se trabaja con grupos humanos para transformar su
entorno, a partir del conocimiento crítico de su realidad y de la puesta en marcha de un
conjunto de estrategias y propuestas vertebradas dentro de la complejidad local.
Estos conjuntos de personas son:
Por un lado, fuente de información ya que nos ayudan a recabar datos acerca de su
entorno y sobre las redes de relaciones existentes.
Por otro, grupo motor o núcleo de la investigación-acción, participando activamente
según su interés, disponibilidad, actitudes, capacidades y formación, en las diferentes
etapas del proceso.
Por su parte, los técnicos o agentes dinamizadores irán supervisando las diversas etapas
del trabajo, tanto en los contenidos como en los métodos.
Dado que la IAP es también un proceso de aprendizaje colectivo, es pertinente el uso de
dinámicas de grupo.
26. El uso del “informante clave”: son personas que
cuentan con un amplio conocimiento acerca del medio o
problema de estudio. La forma más habitual de obtener
información de ellas suele ser la entrevista abierta, si se
hace de forma personal o semiestructurada. Para captar
una muestra amplia y diversa de informantes clave se
suele utilizar la estrategia de cascada, donde el primer
sujeto proporciona el contacto con otra u otras personas
que también pueden aportar una opinión fundamentada.
El Taller de autodiagnóstico local: se puede
desarrollar al inicio del proceso y tiene como
objetivos, obtener una primera evaluación sobre la zona
objeto de estudio, elaborar un primer mapa de las
relaciones y generar consenso en lo que respecta a la
demanda sobre el tema a investigar y los objetivos a
marcar.
27. Técnica DAFO: consiste en elaborar un cuadro
resumen que permite definir y contextualizar el
problema en el ámbito de estudio a partir de cuatro
marcos de análisis:
fortalezas, debilidades, oportunidades y
amenazas
NEGATIVAS
Factores de riesgo
POSITIVAS
Factores de éxito
CIRCUNSTANCIAS
INTERNAS
DEBILIDADES FORTALEZAS
CIRCUNSTANCIAS
EXTERNAS
AMENAZAS OPORTUNIDADES
28. El Sociograma o Mapa de relaciones: es un
instrumento que permite visualizar, adoptando
diferentes formas, a los actores y grupos sociales
presentes en el territorio y trazar las conexiones
existentes entre ellos. Se utilizarán flechas que unan los
diferentes actores en términos de relación fuerte (de
dependencia, de colaboración, etc), débil (de
aislamiento, de desinterés, de temporalidad, etc) de
conflicto, sin relación, relaciones indirectas (un actor
con otro a través de un tercero).
29. Conformar un equipo de investigación que incluya a personas de la propia comunidad.
Propiciar una conciencia de trabajo colectivo.
Identificar a los principales actores sociales (instituciones, asociaciones, grupos
informales, personas interesadas en el problema, etc).
Identificar a los líderes comunitarios. En ocasiones pueden ser líderes religiosos, de
movimientos asociativos y/o personas con estatus dentro de la comunidad
(ancianos, mujeres de referencia, etc).
Definir los roles y formas de participación social que ya existen dentro de la comunidad.
Diseñar estrategias comunicativas adaptadas a la población (lenguaje claro, sencillo,
motivador).
30. Es importante seleccionar las técnicas de investigación adecuadas a las
características de la población a la que se quiere involucrar tales como:
Recopilación de
datos secundarios
Entrevistas
individualizadas
Grupos de
discusión
Lluvia o tormenta
de ideas
Observación
participante
Talleres de
creatividad o de
devolución