El documento contrasta el acto de tener con el acto de ser. Afirma que las personas se preocupan demasiado por tener cosas materiales y se olvidan de vivir y ser felices. Ser feliz no requiere tanto tener, sino ser una buena persona que ama y ayuda a los demás. El ser lleva toda la vida lograrlo y es eterno, mientras que el tener se puede perder fácilmente y no trae felicidad verdadera. La conclusión es que las personas deben enfocarse más en ser que en tener.