2. El libro de Joel presenta una serie de consecuencias espirituales que
se derivan de un grave desastre nacional, y apuntan proféticamente
a los momentos finales de la historia de nuestro mundo, cuando
cada persona se encuentre en el “valle de la decisión”.
Desastre nacional
Llamado al arrepentimiento
Lluvia del Espíritu Santo
Proclamación del Evangelio
El valle de la decisión
3. Langostas
(Joel 1:4)
Dos graves
plagas asolaron
a Judá:
Sequía
(Joel 1:20)
4. Esto provocó la falta del alimento básico (Joel 1:10-12):
Trigo Cebada Mosto Aceite
Higos Granadas Dátiles Manzanas
El culto divino se vio afectado por la falta del trigo, la
cebada, el mosto y el aceite, que se empleaban en
las ofrendas y las libaciones en el Templo (Joel 1:13)
5. “Por eso pues, ahora, dice Jehová,
convertíos a mí con todo vuestro corazón,
con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro
corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos
a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso
es y clemente, tardo para la ira y grande en
misericordia, y que se duele del castigo.
¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y
dejará bendición tras de él, esto es,
ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios?
Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno,
convocad asamblea. Reunid al pueblo, santificad
la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los
niños y a los que maman, salga de su cámara el
novio, y de su tálamo la novia. Entre la entrada
y el altar lloren los sacerdotes ministros de
Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu
pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad,
para que las naciones se enseñoreen de ella.
¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde
está su Dios?” (Joel 2:12-17)
6. “Nuestro Padre celestial no aflige o lastima voluntariamente a los hijos de los hombres. Tiene
su propósito en el torbellino y en la tormenta, en el incendio y en la inundación. El Señor
permite que vengan calamidades sobre su pueblo para salvarlo de mayores peligros. Desea
que cada uno examine su corazón estrecha y cuidadosamente, y entonces se acerque a Dios
para que Dios pueda acercarse a él”
E.G.W. (En lugares celestiales, 15 de septiembre)
7. LLUVIA DEL ESPÍRITU SANTO
“Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y
profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos
soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones” (Joel 2:28)
Como resultado del ayuno y la
oración, acompañados de
arrepentimiento y una búsqueda
sincera de la voluntad divina, Dios
derramará su Espíritu sobre sus hijos.
Así ocurrió en Pentecostés (lluvia
temprana) y así ocurrirá en nuestros
días (lluvia tardía), tal como se
anunció en Joel 2:23.
La diferencia es que, a causa de la
cercanía de la Segunda Venida, la
lluvia tardía vendrá acompañada de
prodigios en la tierra y en los cielos.
“Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas
de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que
venga el día grande y espantoso de Jehová” (Joel 2:30-31)
8. “Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el
monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y
entre el remanente al cual él habrá llamado” (Joel 2:32)
¿Qué significa “invocar el nombre de Jehová”?
Reconocer que eres un seguidor del Señor.
Reclamar las promesas de Dios.
Proclamar a otros las verdades del Evangelio.
Así, proclamar el nombre del
Señor significa tanto ser
mensajeros de las buenas noticias
de que Dios todavía gobierna el
mundo como llamar a la gente del
mundo a considerar todo en el
contexto de los actos y el carácter
de Dios. También significa contar
a todos acerca del generoso don
de la salvación que Dios ofrece a
cada ser humano.
9. “Muchos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano
está el día de Jehová en el valle de la decisión” (Joel 3:14)
Cuando los hijos de Dios le buscan con corazón sincero,
invocan sus promesas y proclaman al mundo la verdad del
Evangelio, los corazones de los incrédulos son tocados por
el Espíritu Santo.
Son llevados a tomar una decisión: Aceptar o rechazar la
salvación ofrecida por Jesús.
“El Señor tiene una obra especial que debemos hacer individualmente. Al ver la
maldad del mundo, maldad que se percibe en las cortes judiciales y en los
periódicos, debemos acercarnos al señor y vivir por fe en sus promesas. Nosotros
podemos tener influencia, una poderosa influencia en el mundo. Si el poder
convincente de Dios nos acompaña, seremos capaces de atraer almas que ahora
están en el pecado para que se conviertan” E.G.W. (Review & Herald, 1 de abril de 1909)
10. Al derramarse la lluvia tardía del Espíritu Santo sobre el pueblo de Dios, el Evangelio
será proclamado como un “gran pregón” y el mundo quedará definitivamente dividido
en dos grupos.
Cuando Dios se siente a juzgar al mundo en el “valle de la decisión”, los que rechacen
la salvación sufrirán las consecuencias de su propia decisión (Apocalipsis 20:11-15)
No obstante, el pueblo de Dios no necesita temer sus actos
de juicio porque él ha prometido protegerlo (Joel 3:16) y
darle seguridad. Sus actos soberanos y llenos de gracia
demuestran que él es un Dios fiel al pacto y nunca más
permitirá que los justos sean avergonzados (Joel 2:27).
“Y conoceréis que en
medio de Israel estoy
yo, y que yo soy
Jehová vuestro Dios, y
no hay otro; y mi
pueblo nunca jamás será
avergonzado” (Joel 2:27)
11. El libro de Joel termina con una visión de un mundo transformado, donde fluye
un río en medio de la Nueva Jerusalén, y la presencia del Dios eterno está entre
su pueblo perdonado (Joel 3:18-21)
“Sucederá en aquel tiempo, que los
montes destilarán mosto, y los collados
fluirán leche, y por todos los arroyos
de Judá correrán aguas; y saldrá una
fuente de la casa de Jehová, y regará
el valle de Sitim” (Joel 3:18)