Hace unos días, una amiga común me hablaba de la necesidad de sentir que el mundo era hermoso, pero que ella no siempre lo podía ver así. Desde ese momento traté de pensar en como poder poner un punto diferente y positivo. Creo que el mundo no sólo es hermoso por aquello que podemos ver y sentir en nuestra propia vida, con las personas que nos rodean todos los días. No creo que debemos renunciar a los sueños y en momentos de incertidumbre y duda, agarrar con las dos manos los pequeños detalles que nos pueden llenar de esa alegría momentánea, de esa ilusión que produce un instante de comprensión y halago, un instante de sentida y cálida emoción. En ese sentido, somos afortunados, podemos compartir con amigos "invisibles" nuestra creatividad, nuestras aficiones y nuestra forma de entender la vida. Podemos ofrecer algo de nuestro interior a personas que aunque residen en esa frontera invisible de lo irreal, son emotivamente reales, cotidianos y queridos. Gracias a todos y sólo pedir un deseo, que sintáis que la vida y el mundo son maravillosos y que cuando esto no se vea así, sintáis que junto con los que nos rodean cada día, hay otros que aún en la distancia, también están cerca y por supuesto, que merece la pena la alegría de un instante y eso contribuye a que el mundo sea un lugar aún más maravilloso. Gracias por todo lo que me aportáis y por hacer que el mundo sea mejor.