Efrén Martín, gerente de FV y profesor de Deusto Business School, discute la importancia de liderar a uno mismo antes de intentar liderar a otros. Cita un epitafio que sugiere que si una persona hubiera empezado cambiándose a sí misma, tal vez habría podido inspirar a su familia y país a cambiar también. Luego argumenta que el liderazgo verdadero se trata más de influencia personal que de poder o fama, y que cualquiera puede influir positivamente en al menos una persona cercana si primero se lidera
1. Efrén Martín, gerente de FV
Ser líder
y profesor de Deusto Business School
“Cuando era joven y mi imaginación no tenía
límites, soñaba con cambiar el mundo. Según fui
haciéndome mayor pensé que no había modo de
cambiarlo, así que me propuse un objetivo más
modesto e intenté cambiar sólo mi país. Pero con el
tiempo me pareció también imposible. Cuando llegué
a la vejez, me conformé con intentar cambiar a mi
familia, a los más cercanos a mí. Pero tampoco
conseguí casi nada. Ahora, en mi lecho de muerte,
de repente he comprendido una cosa: Si hubiera
empezado por intentar cambiarme a mí mismo, tal
vez mi familia habría seguido mi ejemplo y habría
cambiado, y con su inspiración y aliento quizá
habría sido capaz de cambiar mi país y -quien sabetal vez incluso hubiera podido cambiar el mundo”.
(Se afirma que es el epitafio de un obispo anglicano enterrado en la Abadía de Westminster)
¿Has pensado alguna vez en ti, viéndote
como líder, con madera de líder, con
capacidad de liderazgo?
Reduzcamos “liderazgo” a su más
extrema
sencillez,
como
“influencia
personal”. ¿Te ves con dicha cualidad?
Algunos responderán “sí”, sin saber
realmente de qué hablan; y la mayoría dirá
“no”, exactamente por la misma razón;
además de infravalorarse respecto a otros.
Solemos aceptar, sin cuestionar, los
distorsionados libros de historia, mitos y
películas; donde un auténtico líder es un
fenómeno excepcional de la naturaleza,
alguien capaz de influir a todos, en todo,
siempre.
Si nos detenemos a analizar y reflexionar
seriamente sobre esta concepción, el
liderazgo no es difícil… es imposible.
Volvamos a preguntarnos: ¿Has logrado
que al menos una persona esté dispuesta
a seguirte donde vayas y que confíe en ti,
dándote una oportunidad tras otra? Una
respuesta positiva te convierte en la
persona más afortunada de la tierra, ya
que has encontrado la compañía perfecta.
En caso contrario, no nos desanimemos.
Nº 75 Abril 2013
www.fvmartin.net
¿Queda alguien en quien puedas influir, en
alguna cosa, a veces? Sí, tú. Tú eres esa
persona cercana, asequible, y quien –no
siempredebería
oponerte
menor
resistencia. Eres tú sobre quien has de
lograr influencia intra-personal y sólo
después llegarás a ejercer influencia interpersonal.
Sin auto liderazgo no podrás ser
positivamente influyente, ya que en lugar
de ayudar manipularás. No te confundas:
Los poderosos tienen recursos de
influencia, pero sin ellos no son nada y no
se preocupan realmente por los demás.
Los verdaderos líderes lo son por su
propia forma de ser. En muchos casos no
son famosos, sino gente común y
anónima que influye de forma positiva,
intensa, profunda y duradera en otros.
¿Hubo alguna persona fundamental para
tu desarrollo? Probablemente sí. Alguien
que, sin esperar nada a cambio, desplegó
toda su consideración hacia ti haciéndote
crecer. También nosotros podemos ser un
estímulo positivo para otros y ser líderes,
porque ser humano es ser líder.
Hay un mundo que puedes cambiar: el tuyo
http://confidenciasdeungerente.blogspot.com