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Ludópatas
Efrén Martín, gerente de coach en profesor de
www.fvmartin.net M&M system
Hemos entrado en casi todos los casinos de Las Es una broma cruel que nuestros propios
Vegas, saliendo siempre sin jugar dinero; pese a bienes individuales sean tan reales o irreales
la tentación de los grandes letreros que -en como lo son nuestras deudas nacionales:
forma de cheque- reproducían las grandes
Si la deuda existe, hay que pagarla y será
sumas que alguien ganó anteriormente. Era
con nuestros bienes.
fácil imaginar que, lo que esos pocos ganaron,
otros muchos lo perdieron quizá más Si no hay deuda, también se esfumarán
abultadamente. nuestros ahorros, invertidos en préstamos e
inversiones ruinosos, y que ahora son cifras
vacías en una pantalla de ordenador.
Aunque nos precipitásemos a sacar el
dinero del banco, daría igual. Precipitaríamos
la quiebra total. O quizá se procedería a un
cambio de fichas -euro, dólar, yen, o lo que
sea- con lo que la casa gana y tú pierdes. Lo
Foto: Baharri
peor, sin duda, la tradicional aparición de
violentos psico-killers amantes de una brutal
guerra “game over”.
No es la primera vez que esto pasa, ni será
Son muchas las voces críticas con nuestro la última. El disgusto es que nuestra
sistema de vida, que gira en torno no ya al vil gigantesca expectativa se ha vuelto amarga y
metal, sino en torno a una deuda vil. Hace hemos de tragarla.
tiempo que perdimos los papeles en esta
Tengo un amigo que dice que la crisis tiene
“civilización-casino”, donde seguimos jugando
un origen muy sencillo: “Los que mandan han
con pagarés, tras haber perdido hasta la última
querido recordar quién manda aquí, a los que
ficha en la ruleta de la globalización.
no lo sabían y a los que lo habían olvidado”.
Quizá estuvimos a tiempo de entrar sin jugar
con fuego y a degüello más allá de nuestras ¿Quién manda aquí? No es una persona,
no es un grupo, es un sistema. Nuestro
posibilidades; porque lo que es bueno en
sistema de juego, que pretendía establecer
pequeña cantidad deja de serlo en cantidades
una falacia de infinitas series de vacas
masivas. Pero el deseo nos tentó y ahora
gordas. Tampoco serán infinitas las vacas
seguimos apostando, cada vez más
flacas si dejamos este desafortunado juego.
frenéticamente, para poder compensar la
terrible acumulación de pérdidas. Caídos en Seguramente vendrán otros líderes que
arenas movedizas, cuanto más nos movemos volverán a prometer eterna abundancia
más nos hundimos. La velocidad nos confunde. material y felicidad, olvidando de nuevo la
vieja paradoja: “quién salve su vida, la
Algunos piensan que cuando el problema sea
perderá; quien pierda su vida, la salvará”.
de todos, todo se olvidará y podremos pasar
página. No es tan fácil. Play again: la Bolsa o la Vida.
www.fvmartin.net Noviembre 2011