Entrevista para El Mundo (Edición Sevilla), a cargo del periodista Carlos Mármol, sobre la calidad de la democracia en España, lo que ofrece la democracia digital, la visión de los políticos, y el trabajo de los grupos de presión OpenKratio y Democracia Digital Andalucía.
http://openkratio.org
http://www.democraciadigital-andalucia.com/InformeDDA
VDI: Sirviendo escritorios desde la nube con Software Libre
Entrevista Democracia Digital
1. EL MUNDO. LUNES 17 DE JUNIO DE 2013
SEVILLA
S6
CARLOS MÁRMOL / Sevilla
Es de Jerez, pero lleva doce años en
Sevilla. Ingeniero informático. Ha
trabajado como programador en
empresas de software libre. Miem-
bro de Democracia Digital y socio
de OpenKratio, una plataforma ciu-
dadana que reclama a las adminis-
traciones acceso libre a la informa-
ción pública y gobierno abierto. Ex-
terior día. Plaza de los Terceros.
PREGUNTA.— ¿Qué es un ciuda-
dano digital?
RESPUESTA.—Aquel que se apro-
pia de las herramientas de las nue-
vas tecnologías para expandir lo
que ocurre en su vida presencial.
P.—¿Es mejor que la ciudadanía
analógica?
R.—Es diferente. El ciudadano di-
gital está acostumbrado a tener la
información a su disposición siem-
pre. Además, le importa el conteni-
do. Produce y consume contenido.
Y esto, aplicado a la participación,
implica que es mucho más activo
que un ciudadano que únicamente
vote. Su motivación es influir en
quienes le escuchan. Los cauces de
participación antes estaban limita-
dos por el espacio y el tiempo. Con
la cultura digital esto ya no ocurre.
P.—¿Vivimos en democracia?
R.—Si nos comparamos con el
standard anglosajón, no. Nuestra
democracia ni siquiera es 1.0. No
hay listas abiertas y un reducido nú-
mero de personas decide quién nos
representa. Es una monarquía de
partidos. La clase política se ha en-
raizado y goza de privilegios que no
tiene la ciudadanía. En un país an-
glosajón esto sería un escándalo.
P.—¿El paradigma digital puede
arreglarlo?
R.—Ya está influyendo. En el mun-
do digital uno de los conceptos cla-
ves es la transparencia. Es el mejor
desinfectante: obliga a los políticos
a rendir cuentas y disuade de la co-
rrupción, aunque no la evite. Con la
participación digital los ciudadanos
se mueven ya por delante de los po-
líticos. Dan su opinión sobre las de-
cisiones que adoptan. Y lo hacen de
forma abrumadora, rápida y tantas
veces como sea necesario.
P.—Los políticos hablan de las re-
des pero sólo las usan como canal
de propaganda.
R.—Tienden a crear espacios para
refrendar su gestión más que a in-
centivar una democracia deliberati-
va. La democracia digital no es vir-
tual: es democracia real que usa las
redes para amplificar sus debates.
Combinamos la participación ordi-
naria con la digital. Los cauces par-
ticipativos legales datan de la Tran-
sición y son muy cerrados (partidos,
sindicatos, grupos de intereses).
Con las redes aparecen otros foros
que todavía no tienen nombre, pero
que funcionan de forma parecida:
son grupos finalistas, se mueven
por un objetivo concreto, tienen ca-
pacidad para sumar gente a sus
causas y no obligan, como los parti-
dos, a obedecer a un líder o asumir
una disciplina. Construyen desde la
libertad. Con el tiempo tendrán mu-
cho más peso en la opinión pública
y restarán protagonismo a partidos,
patronales y sindicatos, que se han
desacreditado ante los ciudadanos.
P.—Participación sin intermediarios
y en red.
R.—La potencialidad es enorme. En
el ámbito individual lo que vivimos
ya es una militancia débil: una per-
sona que no esté asociada a ningu-
na estructura vertical y con líderes
puede convertirse en activista de
una cuestión concreta y encontrar
cauces para integrarse en un grupo.
Mañana podrá irse a otro o monta-
rá el suyo propio. Ya no tendrá que
hacer cosas que no le apetecen.
P.—Una política sin partidos.
R.—Lo malo no es que los partidos
tengan una estructura, sino que la
estructura cuente más que las ideas.
P.—¿En Sevilla cuánta gente está
en esto?
R.—Ya se vio con el 15-M. Las per-
sonas que participan en estos movi-
mientos han tomado caminos dis-
tintos: unos hacen resistencia civil,
otros están en la Plataforma por la
Hipoteca y otra parte apuesta por
vías reformistas. La tecnopolítica
en Sevilla agrupa desde a abogados
hacker, que explican cómo los ban-
cos manipulan el euríbor a su ca-
pricho, al colectivo Graba tu Pleno.
En OpenKratio lo que queremos es
que las instituciones sean más de-
mocráticas. Todos coincidimos en
principios comunes: preocupación
por la corrupción, vivienda, paro, y
los privilegios de los bancos y los
políticos. Por usar una analogía po-
dríamos decir que ellos, los parti-
dos y los sindicatos, son una Cate-
dral y el nuevo tejido ciudadano de
las redes es como un bazar.
P.—En las elecciones locales los
candidatos hablaron mucho de ‘e-
gobierno’.
R.—En Sevilla no hay ‘e-go-
vernment’. El Ayuntamiento elimi-
nó los presupuestos participativos,
que serían criticables, pero al me-
nos eran una fórmula. Desde que
Obama puso este concepto de mo-
da los políticos lo repiten para dar
entender que se preocupan por los
ciudadanos digitales.
P.—Sí, se abren perfiles en twitter.
R.—Pero eso no es gobierno abier-
to. Eso es comunicación política
por vías digitales.
P.—¿Qué deberían hacer entonces?
R.—Garantizar el acceso a la infor-
mación. Con transparencia la parti-
cipación en política será de mejor
calidad. Los ciudadanos pueden
ayudar a identificar los problemas
y proponer soluciones. También
ayudar a la institución a ejecutar
sus programas y, por supuesto, po-
der evaluarlos. Es el ciclo de las po-
líticas públicas. La ciudadanía está
preocupada por la calidad de los
servicios públicos y quiere contri-
buir a ayudar a la administración.
P.—A los políticos les da mucho
miedo ¿no?
R.—Su inercia es creer que la in-
formación pública es su patrimo-
nio. Cualquier persona con sensi-
bilidad democrática no puede opo-
nerse a que la ciudadanía participe
en las decisiones. Incluso aunque
se equivoque, que también pasa.
El actual sistema de participación
está muy limitado y exige un des-
gaste brutal. Los países que creen
de verdad en la participación tie-
nen menos corrupción, sus admi-
nistraciones son mucho mejores y
son más competitivos. Lo dice en
un informe el Banco Mundial.
P.—Hábleme del periodismo de
datos.
R.—Los datos son al periodismo di-
gital lo que fue la cámara de fotos
para el analógico: dan confianza.
Sobre todo a un lector inteligente y
formado. Con el periodismo de da-
tos el ciudadano puede sacar sus
conclusiones, cruzar magnitudes y
buscar otras verdades. También es
un buen modelo de negocio. The
Guardian tiene un data-blog donde
periodistas e informáticos generan
juntos historias propias. Si un me-
dio sólo repite lo que dicen las ins-
tituciones y las grandes empresas
aumentará la desafección ciudada-
na con la prensa.
P.—Habéis participado en la elabo-
ración de las leyes de Participación
y Transparencia.
R.—Algunas de las cosas que he-
mos pedido se han incorporado, pe-
ro la participación se queda corta.
Por ejemplo, no van a permitir que
los ciudadanos intervengan en los
procesos de contratación pública.
P.—¿Y la ley de transparencia?
R.—Está siendo todo menos trans-
parente. No está hecha con una
metodología abierta.
CARLOS MÁRQUEZ
JOSÉ FÉLIX ONTAÑÓN Miembro de Democracia Digital
«La democracia digital no te
obliga a obedecer a un líder»
PERIODISMO DE DATOS
«Si un medio sólo repite lo que dicen las
instituciones y las grandes empresas, la
desafección con la prensa aumentará»
NUEVO PARADIGMA
«Los cauces políticos de la red restarán
protagonismo a los partidos, las patronales
y los sindicatos, que están desacreditados»
ENTREVISTAS IMPERTINENTES
MármolMendoza.Prohibidasureproducción.