Comentarios al libro la crisis mundial vista desde bolivia
1. COMENTARIO AL LIBRO “LA CRISIS MUNDIAL
VISTA DESDE BOLIVIA”
Armando Méndez Morales
La Representante de la Fundación Konrad Adenauer en Bolivia, la Fundación
Milenio y la Fundación Vicente Pazos Yanqui me honran con su invitación para
realizar unos comentarios al libro titulado: “La crisis mundial vista desde Bolivia:
Lecturas económica y política (2008-2011)”, constituido por un conjunto de nueve
bien logrados ensayos de distinguidos investigadores bolivianos. La temática
expuesta se la puede agrupar en tres agregados: i) La crisis y sus efectos, ii) El
papel de los BRICS en la economía mundial y iii) Los efectos de la crisis sobre
Bolivia.
Coincidimos con Juan Antonio Morales cuando sostiene que la crisis actual es una
prolongación de la crisis financiera de 2007-2008, que se manifestó como una crisis
de deuda privada, y ahora trocó en crisis de deuda pública. En esta misma línea de
pensamiento está Rolando Jordán cuando dice que la crisis se ha traducido en la
transformación de deudas privadas en deudas soberanas.
Es evidente que la eclosión crediticia privada que se había dado en EEUU desde
principios del siglo XXI llevó de pronto, como consecuencia de esa “irracionalidad
exuberante” que caracteriza a los mercados financieros a unas abruptas caídas de
los precios de los activos financieros, en todos los mercados, y que de tiempo en
tiempo suceden. En esta oportunidad con claridad se dio inicio a una dramática
deflación de precios de los activos financieros trayendo el inmediato encogimiento
de los activos financieros de los bancos. Esta grave situación, que de mantenerse
hubiera llevado a un grave depresión económica como la de los años 30 del siglo
pasado, obligó a la Reserva Federal de Estados Unidos y al mismo Tesoro
Americano a colocar ingente cantidad de dinero en las instituciones financieras
afectadas y, en general, a todas, con el propósito de impedir que caiga la actividad
crediticia normal, como había sucedido en la Gran Depresión de los años 30. De
esta manera, el propósito fue mantener el comportamiento de la demanda agregada
a nivel de pleno empleo. No se logró porque el mundo enfrentó una recesión
económica el año 2009, pero sí se impidió caer en depresión económica y que la
economía mundial se reactivara en los años siguientes. Pero el resultado de esta
política efectuada, primero, en EEUU y, luego, en Europa disparó la deuda pública
a niveles nunca antes vistos.
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Creo atinada la observación de Fernando Molina cuando dice que la debacle de
EEUU de 2008 crearon las condiciones para la actual crisis europea. Y sobre todo
me adhiero a su afirmación cuando dice que: “A todos los políticos les fascina
gastar mas de lo que recaudan”. Este comportamiento aumenta el déficit fiscal, que
en las circunstancias actuales implica buscar financiamiento que se lo consigue
cada vez más caro. Es importante destacar que el nivel de la deuda pública de los
países desarrollados ya estaba elevado antes de la crisis. El vaso ya estaba lleno de
agua. La crisis lo que hizo es hacer rebalsar el vaso.
Es correcta la apreciación de que la crisis 2007-2009 se la enfrentó en el mundo
desarrollado por medio de: i) estímulos fiscales, ii) saneamiento del sistema
bancario con apoyo fiscal y iii) una política monetaria fiscal expansiva. Bien dice
Juan Antonio Morales, ésta ha sido muy expansiva. El reto de ahora es restaurar la
solvencia del gigantesco e hipertrofiado mercado financiero americano. Juan
Antonio Morales califica a lo que viene aconteciendo en el mundo como una crisis
económica global, lo cual puede ser discutible. Claramente es una crisis financiera.
La economía mundial sigue creciendo aunque a un ritmo decreciente. Para el año
2012 únicamente se espera que Europa entre en recesión económica.
Julio Cesar Velasco Vaca coincide con Juan Antonio Morales cuando sostiene que
en el mundo hay demasiada liquidez. En este contexto a los países en desarrollo –
como es el caso de Bolivia- no les queda más que acumular reservas internacionales
para frenar las apreciaciones cambiarias que les puede hacer mucho daño a sus
débiles aparatos productivos y con ello al empleo de la gente.
Con acierto Velasco Vaca destaca que las medidas de ajuste están en curso en
Europa, tales como: la reducción de salarios y pensiones, despido de empleados
públicos, reducción de la burocracia, flexibilización laboral, cierre de instituciones
prescindibles, privatización de empresas públicas, reducción del gasto militar,
aumento de impuestos, y capitalización de la banca. Hay una inexorable necesidad
de una consolidación fiscal, no para reducir el nivel de la deuda pública alcanzada,
sino de impedir que siga subiendo a los ritmos irracionales del pasado.
Comparto la opinión de que EEUU no puede seguir abusando de la ventaja que
tiene el dólar americano de constituirse en dinero mundial, de tener una moneda
que sigue siendo un principal activo de refugio. Esto tiene que llevar a una
necesaria competencia entre las monedas del mundo por demostrar, cada una de
ellas, que son verdaderos instrumentos de mantenimiento de valor. En este
escenario parece descabellado nuevas políticas fiscales expansivas, no sólo en
EEUU sino también en Europa. El reto de EEUU es aumentar productividad para
ganar competitividad.
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Me parece muy pertinente aclarar que cuando nos referimos a los BRICS, el que
importa es China, como Fernando Candia destaca. El dice: en los BRICS el que
cuenta es China, en primer lugar y luego India. Para ambos América Latina no está
en sus prioridades ni tampoco su comercio exterior es relevante. Sus exportaciones
se concentran en EEUU y en Europa. China con América Latina tiene una balanza
comercial favorable, exporta más de lo que le importa. Además la característica es
que América Latina le exporta materias primas y le importa manufacturas, aspecto
que también Rolando Jordán destaca. Pero para Bolivia es fundamental la economía
del Brasil dado que se ha convertido en nuestro primer socio comercial, de lejos, el
primer mercado de exportación, gracias a la producción de gas.
Cuando se comenta el extraordinario crecimiento de China se pierde de vista que
China ha sido un país desarrollado en 18 siglos de los últimos 20. Lo notable es que
es una potencia económica superavitaria acreedora del mundo y principalmente de
EEUU. Pero China no está exento de problemas: tiene exceso de capacidad
instalada y una deuda pública interna del 70 % del PIB. Si por cualquier razón en
China se produciría una deflación, esto generaría la deflación de los precios de las
materias primas. Algo que a Bolivia siempre preocupa.
China pasó de exportadora neta de materias primas a importadora neta. La reforma
de apertura al mercado externo iniciada por China en 1979 no tiene parangón en
cuanto a esfuerzo de desarrollo, nos recuerda Rolando Jordán. El ratifica la poca
importancia que tiene América Latina para China cuando nos informa que no más
del 6 por ciento del comercio total de China se realiza con América Latina, el
mismo que significa exportar materias primas e importar manufacturas. Vale la
pena destacar el hecho de que después de EEUU, China se ubica como segundo
receptor de inversión extranjera. Es acertado recordar que China se industrializó
viendo al mundo. Me parece muy acertado el planteamiento de Rolando Jordán
cuando sostiene que China tiene el reto de generar una estrategia de desarrollo
hacia adentro, auque esto le signifique la reducción de su alta tasa de crecimiento.
Creo yo que China ya está en este camino. Se anuncia para este año una tasa de
crecimiento menor a la dominante en los años anteriores
No comparto su planteamiento de que hay una crisis global del capitalismo dada
por una sobreproducción general y que asistimos a una desintegración de la
economía mundial. Sí estoy de acuerdo cuando sostiene que existe en general un
exceso creciente de oferta monetaria y un exceso de demanda por bienes y activos
que son usados por los tenedores de liquidez como cobertura de corto plazo.
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¿Qué consecuencias puede traer al mundo la crisis europea? Me parece atinadas
las reflexiones políticas al respecto de Fernando Molina y de Rolando Morales.
Fernando Molina se pregunta ¿Qué quieren los indignados? Esos ya famosos
“movimientos sociales” que aparecieron en los países desarrollados: Entre muchas
otras cosas más: solidaridad con los pobres, más seguridad social, Estado del
Bienestar, subordinación de las finanzas ante la industria, eliminación de la
especulación y sanción a los banqueros, retorno a un pasado. El problema – según
estos indignados- está en el egoísmo de los ricos que los lleva a acumular. Queda la
interrogante: ¿Será así? Atinada me parece la pregunta que se hace Molina: ¿Los
indignados son pobres? También su respuesta cuando dice, No. Estos representan a
gente que ha tenido acceso al bienestar que luego pierden o que está en riesgo. Los
que pierden algo tienden a la politización. No es la pobreza que lleva a la eclosión
social, sino cambios abruptos en la economía y en la política. Para alguna gente las
asambleas equivocadamente son una forma superior de organización.
Los indignados, según Rolando Morales, luchan contra la codicia, el egoísmo, el
sistema financiero y el político. La crisis financiera es que los gobiernos deben a los
bancos y estos al público, lo cual es cierto. Comparto su opinión cuando dice que la
crisis europea actual tiene poca incidencia en los sectores productivos y en el
comercio internacional, lo que confirma la conclusión de que en el mundo no hay
crisis económica, en rigurosidad. También la crisis ha puesto en discusión política
el concepto de desarrollo y el cuidado del medio ambiente. Rolando Morales dice
que el debate en Europa está entre quienes quieren acelerar el crecimiento y los que
quieren moderarlo. Rolando Morales sostiene que la crisis está señalando que la
demanda por democracia liberal es cada vez mayor.
Con relación a los efectos que la crisis europea pueda generar sobre Bolivia, los
analistas coinciden en que será por el lado de las exportaciones, caída tanto en
volumen como en precios, y de aquí a toda la economía reduciendo los ingresos de
la gente. Fernando Campero señala que cerca del 50 por ciento de las exportaciones
ahora las realiza el sector público en Bolivia y reitera que el principal efecto de la
crisis será la caída de ingresos por exportación. A su vez esto implica que los
departamentos de Bolivia más afectados serían los que producen gas y minerales.
También él ve efectos negativos de la crisis a través de disminuciones en la
cooperación financiera internacional y en las remesas que los bolivianos emigrantes
transfieren a sus familiares. También él coincide con el tema de fondo que, de
manera conjunta, los investigadores José Luís Carvajal y Sergio G. Villarroel
sostienen: Se está viviendo una burbuja inmobiliaria donde la demanda es mayor
que la oferta y por tanto los precios suben.
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Ellos consideran que los precios de los bienes inmuebles se encuentran desde hace
algún tiempo muy por encima de su valor real. Destacan que hay un aumento
vertiginoso de precios de la vivienda en Bolivia. El hecho es que todas las burbujas
son antecedidas por un aumento significativo de acceso al crédito. Secuencia auge-
burbuja.
En este contexto, tres inquietudes nos dejan Carvajal y Villarroel: ¿Cuán estructural
y positivo es el proceso de desdolarización en Bolivia? ¿La desdolarización tiene
que ver con el incremento significativo del aumento del crédito en moneda
nacional? ¿Hay una burbuja en el sector de construcción como consecuencia de esta
expansión? Es cierto que en estos años se ha reducido fundamental la dolarización
de la economía boliviana, proceso impensable hace unos ocho años atrás. Sin
embargo, no creo que este proceso explique el enorme crédito en Bolivia, claro que
explica que el crédito ahora sea en bolivianos y ya no en dólares. Me parece
atinada la observación de que el aumento del crédito barato está aumentando la
demanda de viviendas como activo por encima de la oferta, lo cual estaría
explicado el enorme aumento de precios de los bienes inmuebles en el país, y en
general en todas partes. Sin embargo, creo también pertinente que no sólo es el
crédito el que está generando este fenómeno sino los crecientes ingresos que
Bolivia viene recibiendo del exterior en estos últimos seis años. Además, todo tipo
de crédito está aumentando de manera significativa en Bolivia.
Me parece atinada la observación que hacen Carvajal y Villarroel, a la cual hay que
prestarle atención: Los sistemas financieros en cualquier parte del mundo están
plagados de riesgos y fallas que los hacen intrínsicamente vulnerables siendo por
tanto importante mantener una adecuada regulación y supervisión.
Henry Oporto, refiriéndose a la situación actual de Bolivia nos habla de que
estamos en un campo políticamente minado, que se tornaría preocupante de recibir
impactos negativos de la crisis europea. La crisis encontraría a Bolivia con
inestabilidad social y gobernabilidad precaria. El gobierno está sufriendo de un
debilitamiento político persistente. Una caída de los precios de las materias primas
y una eventual devaluación de la moneda nacional traería problemas.
A tiempo de felicitar a los diez investigadores que han hecho posible este aporte
intelectual para una mejor comprensión de lo que viene sucediendo en el mundo
económico, permítanme un comentario final de parte mía. Mi visión es que la crisis
financiera actual refleja no el fracaso del capitalismo o de la economía de mercado,
el que por el contrario sigue prodigioso y en expansión en el mundo, mejorando el
bienestar de la gente y disminuyendo la pobreza. La crisis refleja profundas fallas
de los gobiernos en dos áreas de su competencia: la política fiscal y la política
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monetaria. Reitero lo que bien señala Fernando Molina: “A todos los políticos les
fascina gastar mas de lo que recaudan”, hecho que se ha generalizado en el último
medio siglo, llevando a una creciente deuda pública y con ello a la inflación de los
precios de los activos financieros. Pero para que exista demanda creciente de
activos financieros necesariamente tiene que haber abundante dinero lo que viene
aconteciendo en el mundo desde hace rato. Y esto quiere decir que los bancos
centrales de los países del mundo hasta ahora han fracaso en su misión que es el
control del dinero, de la liquidez, y, por tanto, de la “irracional exuberancia” de los
mercados financieros.
La Paz, 7 de marzo de 2012
Muchas gracias